¡Trébol de 7 Hojas ! || Olivia, Dandré, Mathías & Ella

Domingo 10 de Mayo de 2015
Por "x" motivo mi hermana no había podido conocer a su nueva sobrinita, si más no recuerdo creo que era por cosas académicas, como siempre la universidad jodiendo vidas a los jóvenes que solo piensan en divertirse pero claro que los resultados de haber estudiado se refleja además por el título obtenido, por los conocimientos nuevos que tienes de tu carrera y aquellas oportunidades que tienes para trabajar. Bueno, la noche pasada me había comentado de que se pasaría un rato por aquí, para poder jugar y divertirnos entre los siete, apenas y me dijo eso se lo comenté al castaño y al rubito quienes en seguida reaccionaron un poco contentos, un poco porque si ambos se alocaban despertarían a la reina del hogar y eso sería malo. Jajajaja, sí a Mathías no le gusta cuando la pequeña llora, es gracioso cuando él mueve sus manitas a sus oídos para tapárselos un poco.

Ahora, eran cerca de las once de la mañana, nos habíamos levantado un poco tarde puesto que Ella nos despertó alrededor de las cinco de la madrugada para que le diéramos de comer, aunque claro que luego de que se halla dormido quien fue el primero en caer, sin contar a los cachorritos fue Mathías, seguido de mi amor y al final yo.
Darren y Mathías estaba aún preparándose en el baño, aseándose, mientras que yo me encontraba en la cocina, haciendo un intento de desayuno pues terminaríamos comiendo lo único que se hacer y es sanduche de queso con huevos revueltos y tocino, solo podía usar la tostadora y a medias el sárten. -¡Listo!- Exclamé un poco divertido cuando en total terminé de hacer ocho sanduches para nosotros tres, sí, entre Darren y yo comíamos un poco más, Mathías apenas y comía. Luego de ello me volteé a la cocina mi mayor adversaria que tenía en la casa, pues cada vez que la usaba las cosas me salían quemadas, bueno, en realidad solo un 90%. Estaba dispuesto a poner a calentar el sárten con un poquito de aceite y escucho unos pasos cerca de seguro eran mi muchachito y el caballerito. Por lo que decidí para comer bien rico que Darren se encargara de ello. -¿Una ayudita?- Dije en un tono semi suplicante -Yo me pondré a hacer el zumo de maracuyá- Sonreí divertido, acercándome al menor para tomarlo de la cintura y dejar un beso enorme en sus labios, separándome a los segundos para ponerme a hacer lo que había dicho. Observaba de reojo como el pequeño rubito empezó a jugar con su pelotita.

Parece ser que nos adaptábamos poco a poco a la nueva situación en la que nos encontrábamos. De repente ser padres de nuevo era algo complicado sobretodo teniendo en cuenta nuestros estudios y trabajos, pero decían que querer es poder y nosotros queríamos salir adelante. Es cierto que no me lo tomé muy bien al inicio por todo lo que estaba sufriendo por lo de Reed, pero enseguida recapacité y me di cuenta que todo fue un mal entendido y que quería seguir estando junto a André, Mathías y esa pequeña niña de cabellera negra que me sacaba una enorme sonrisa cuando abría sus ojitos. Y así es como formaba una familia de la forma más diferente a lo que siempre creí. Me imaginaba terminando la carrera, casándome y teniendo varios hijos. Pues parece que todo iba al revés y ahora que estaba viviéndolo me daba cuenta de que no estaba para nada mal.

Hoy parece ser que vendría Olivia para conocer a Ella y estar un rato con nosotros. André siempre me hablaba maravillas de su hermanita pequeña, pero hasta que la conocí no  creía que fuesen ciertas todas esas cosas. Era una chica adorable con la que me encantaba hablar; no sé, era especial como André. Que me aceptase como pareja de su hermano era algo que necesitaba porque odiaba no ser deseado. Por eso estaba emocionado de verla ya y ver como le iba su adaptación que seguramente sería perfecta al estar con las Sigmas. -Vamos, Mathi, tenemos que desayunar.-dije al pequeño que estaba dentro del baño y no quería salir porque estaba fresquito en el agua jugando con varios muñequitos. Mientras me afeitaba en el espejo de al lado pues tenía la costumbre de no llevar nunca ni un vello en mi cara, aunque seguramente acabaría cambiando dentro de unos meses como me pasaba siempre. Finalmente logré que el rubito se dignase a salir y le puse unos pantaloncitos cortos y una camiseta simple porque hacía calor para abrigarlo demasiado. Ambos fuimos a la cocina y allí estaba André preparando la comida, algo muy extraño en él pues siempre acababa rindiéndose. -¿Ayudita en qué?-pregunté dejando a Mathías en el suelo junto a una pelota. Recibí aquel beso con una gran sonrisa y esperé a que me diese órdenes para saber en qué ayudarlo. -¿Cuando venía Liv?-pregunté muy curioso.

Señalé con la diestra la cocina -Huevos revueltos y tocino- Respondí a la pregunta de mi castaño con una gran sonrisa en mi rostro puesto que me daría una pequeña manita en ello, además de que comeríamos algo rico, porque vamos, ya lo he dicho un millón de veces y no me pasaba nada ("negativo") al decir que Darren cocinaba super bien, mas bien lo que sentía era orgullo y felicidad por tener como pareja a alguien como él... es único.
Tomé ocho cantidades de maracuyá, las lavé y con el cuchillo empecé a partir una por una para vaciar el néctar en el vaso de la licuadora, quizás había exagerado un poco con la cantidad de la fruta pero no podía evitar que era de mis zumos favoritos y además a ello que mientras más maracuyá, mucho mejor sería el sabor del zumo, sería uno fuerte; que claramente también al pequeño rubito, que continuaba pateando el balón de un lado a otro, le gustaba y mucho, se le notaba muy fácil cuando se ponía contento con el vasito en sus manos.

Estaba licuando en el momento en el que mi mirada se desvió hacia donde se encontraba mi chico cocinando por aquella pregunta que me realizó, quedé pensativo por unos momentos haciendo un intento de recordar la hora exacta -No lo sé- Respondí en un tono bajo, mis labios se fueron inclinando hacia la derecha pues estaba tratando de recordar aún hasta que luego, cerca de un minuto, me terminé por rendir y suspiré -...No, la verdad, es que no recuerdo la hora- Concluí en hablar luego de haber guardado silencio para hacer memoria, al final culminé rindiéndome por ahora.
Pasaron un par de minutos y le estaba haciendo los últimos toques al zumo, como nivelar un poco el agua con el azúcar para que no quedara tan amargo. Sin embargo, aún estaba pensando en la hora, pero se me ocurrió el escribirle por WA o mensaje de texto, iniciando la conversación con un "¿Ya estás en camino?" Y disponerme a esperar su respuesta. ¡Eso!, exactamente es fue lo que terminé haciendo, sorprendiéndome mucho por su respuesta, ya estaba por llegar al departamento, sentí que la piel se me erizo porque yo no creía que era tan pronto. Por lo que, de inmediato regresé a la cocina -Hay que hacer un poco más para Liv, está por venir- Dije en un tono un poco alarmado a mi chico, opté por calmarme un poco y empezar a hacer un par de sanduches de queso, la mirada se me desvió hacia el recipiente con el zumo de maracuyá verificando si era la correcta cantidad para todos, pero mi mirada terminó, por unos segundos, en donde Mathías, quien apenas fue observado por mí persona y rió.

Tenía muchas ganas de pasar este día con Liv porque para mí fue muy importante saber que alguien de la familia de André me tenía aprecio –o eso creía yo- y la castaña parecía tenerlo. Mi cabeza loca empezó a idear estupideces y me  imaginé por un momento a Charlie con Olivia, ambos juntos. Aquello sería tan gracioso; André conmigo y su hermana con mi hermano. Obviamente solo eran cosas que se le ocurrían a un tonto como a mí, pero quien sabe lo que podía pasar con el tiempo.  Oí lo que André pretendía hacer para comer y asentí yendo rápidamente hacia el fuego.-Oído en cocina.-bromeé. Lo primero que hice fue poner a calentar el aceite. El tocino ya venía cortado en pequeños trozos, por lo que pude centrarme en batir varios huevos. Estaba ansioso porque llegase mi cuñada y creo que en mi cara e insistencia se veía aquella emoción.

Mathías mientras seguía jugando a nuestro lado. El pequeño no se acercaba a la habitación porque sabía que su hermanita estaba allí durmiendo y no quería molestarla. -Pues vaya hermano que ni recuerda cuando viene su hermana.-negué como si estuviese decepcionado. -Mathías es mejor hermano mayor que tú, que lo sepas.-le guiñé un ojo a Mathías, quien sonrió al sentirse superior. Ese bebé iba a tener mucha autoestima de mayor, seguro. Vertí el tocino en la sartén para que se fuese friendo cuando apareció André alarmado. -¿Ya? ¡Perfecto!-exclamé. Parecía ser que ya iba a aparecer en cualquier momento Olivia. Cogí otro huevo para batirlo  y que pudiésemos comer todos. Luego lo eché también en la sartén y comencé a mezclarlo y esperar que se friese. Me dirigí a la mesa y coloqué los platos y vasos para tener un desayuno en familia. Al ser un Archibald estaba acostumbrado a todas estas reuniones y me encantaba cada vez que venía algun familiar a casa.