La gran & loca idea || Dandré

Martes 14 de Abril de 2015 - Noche

No me esperaba toparme a Amelie cuando fui al super mercado por ciertas cosas, pero especialmente por las maracuyás para hacer zumo, puesto que Mathías quería eso y yo también, un poquito, el menor había dicho "Mauyá", fue gracioso eso, yo reí y él también lo hizo, no se puso molesto como lo hacen otros pequeños cuando se ríen de él. Sin embargo, junto con Amelie se conversó de diferentes cosas pero lo que claramente me llamó la atención fue aquella idea que yo lancé ante tanta descripción de cómo la rubia la pasaba en su país natal, insisto que yo nunca me hubiera imaginado de que ella tenía raíces latinas, nunca ... Jajajajaja aún me siento un tonto por la manera en que reaccioné.

-Toc, toc- Dije en lo alto para después de unos minutos entrar, pues mi chico quien cargaba al bebé me abrió la puerta. -Hola de nuevo, chicos- Musité en un tono divertido, dejando un besito en la mejilla del castaño y un apretón de manos con el rubito, en son de broma, él lo hizo y es la manera en que quería que le saludaran puesto que ante los besos solía reaccionar avergonzado y terminaba ocultando su rostro en el pecho de quien lo cargaba... jajaja era graciosa esa reacción del bebé.

-Vamos a la cocina, hay que ir a hacer el zumo de maracuyá para nosotros- Comenté en ese mismo tono y empecé a caminar a la cocina con la funda en las manos y me dispuse de hacer lo que dije, pero antes dejé todas las demás cosas como un cartón de leche en la cocina, la sal en el salero y el aceite cerca del salero. -¿Saben?- Me propuse a contarle lo que había vivido recientemente con una sonrisa en mi rostro mientras lavaba las maracuyá -En el camino de venida me encontré a Amelie- Fui interrumpido por el bebé quien en seguida dijo -Amme- con una sonrisota amplia, yo reí un poco mientras partía las frutas -Sí, Mathías, ella- Le di la razón al pequeño y empecé a caminar en busca del vaso de la licuadora para vaciar el néctar de la maracuyá en su interior, dejé de hablar para centrarme más en la realización del zumo y antes de licuar, sonreí cómplice -¿Qué pensarías de un viaje a Argentina?- Le pregunté, intuyendo de que Darren si sabía del país natal de la señorita Cortázar. -Ya sabes, no solo nosotros sino también Juleitta, Teddy, Kitty, Sebastian, Andrei, Zsadist y Brooke- Me puse a pensar de la situación de éstos últimos, ojalá y todo halla mejorado. -Un viaje entre amigos... ¿Qué opinas?- Le pregunté curioso y reí, empezando a licuar, observé que el pequeño no había entendido lo que dije, por lo que desvió la mirada y se centró en la mirada de quien lo cargaba.

-Muy bien , Mathías, así se hace.-animé al pequeño. Hace unos días le compré una de esas tijeras sin punta ni afiladas con las que enseñaban a recortar a los niños pequeños sin peligro alguno. Aprovechando que íbamos a pasar toda la tarde juntos preparé varios dibujos por internet que luego imprimí para recortarlos y colorearlos. Era importante fomentar este tipo de actividades que ayudaban a los niños muchísimo más que sentarse frente a la televisión e igual que hicieron conmigo en casa haría yo con él ahora. Estaba dispuesto a realizar diferentes manualidades y hoy tocaba una sencilla. La siguiente posiblemente sería pintar con pintura de manos , hacer los típicos collages de pasta y miles de cosas más que seguro le harían divertirse. -Oye, que bien coloreas.-obviamente le quedaba bastante porque aún se salía de los bordes, pero era completamente normal en un niño de esa edad.

Estábamos super tranquilos y tuvimos que parar porque oímos como llamaban  la puerta de esa forma tan característica. -Papá ha llegado.-sonreí y agarré a Mathías en mis brazos, llevándolo hasta la puerta. -Mil y una vez que te digo que no llames así porque cualquier día no nos enteramos.-reí besándole su mejilla. Volvimos a la cocina donde el pequeño y yo tomamos de nuevo nuestros asientos para continuar con nuestros dibujos. -Mira lo que el pequeño Mathías hizo.-dije justo antes de que André comenzase a hablar. Esta tarde había sido muy divertida para mí y estaba seguro que también lo fue para el bebé que estaba emocionado pintando y recortando todo lo que encontraba. Quien sabe si tal vez había nacido un famoso pintor del futuro o qué; al menos por ahora se divertía haciendo algo bueno para su desarrollo. Fruncí el ceño oyendo el relato del mayor que parecía haberse encontrado a Amelie y acabó ocurriéndosele un viaje entre amigos. Lo cierto es que la idea me parecía genial y no sería raro hacer un viaje juntos. -Pues la verdad es que me gusta tu idea. Podríamos hablarlo a ver quien se apunta.-apoyé su decisión con una sonrisa.

Jamás había ido a Argentina y tenía curiosidad por conocer aquella zona, sobretodo si íbamos varios amigos juntos. Últimamente todos estaban pasando por algo y sería buena idea estar unos días alejados de los problemas y centrarnos solamente en que éramos jóvenes y teníamos que vivir.

Estaba pensando seriamente que Darren a la final terminaría siendo mejor padre que yo ya que ahora le había enseñado a colorear al rubito, no podía creer que ambos hallan llegado a hacer eso durante mi ausencia, eran loquitos, pero por un lado estaba super bien hecho de que mi castaño incentivara al desarrollo del pequeño a través de aquellas acciones que ante mis ojos con esta edad resultaría algo sencillo pero que obviamente, cuando era pequeño, tenía otro grado de complejidad. -Mathías será un gran pintor como Picasso- Comenté en un tono divertido, brindándole una caricia en la mejilla al pequeñín y brindándole uno a mi novio, sabía que Picasso era un pintor reconocido, solo eso conocía de él, nada más.

Le comenté de lo que Amelie y yo habíamos conversado en nuestro encuentro inesperado. Dejé de licuar cuando ya consideré que estaba listo el zumo de maracuyá por lo que me empecé a mover para sernir con el colador, mientras lo hacía mis sentidos se centraron en aquellas grandes personas que se encontraban frente a mí y sonreí amplio por aquella respuesta que lanzó mi novio, aunque el bebé seguía sin saber de lo que estábamos hablando, más bien noté como el pequeño se centró en mirar como el jugo era depositado en la jarra que había tomado. -¡Claro! ¡La idea es genial!- Exclame ansioso por lo que nos deparaba en el futuro, consideraba una gran oportunidad el realizar este viejo con todo nuestros amigos sería una experiencia muy difícil de olvidar.

-Para que todo salga perfecto, el viaje podemos llevarlo acabo en Junio, cuando hallan terminado el semestre ¿Qué te parece?- Le propuse aquella idea, ya no podía esperar ver la reacción de todos los chicos cuando llegar a proponer aquella idea tan pero tan repentina, aunque claro por un lado Amelie nos ayudaría con quienes no conozca, ejemplo: Andrei. Repartí en dos vasos normales el zumo de maracuyá y en uno especial para el bebé, cediéndole primero a Mathías -Primero el rey de la casa- Dije en un tono divertido, el pequeño sonrió amplio y lo tomó firmemente para empezar a tomar. -Espero y te guste- Me acerqué a mi novio para darle uno de los vasos y yo tomar el último y empezar a beberlo.

Tenía que ser sincero y decir que Mathías era bastante inteligente porque aprendía todo con facilidad. Poco a poco estaba comenzando a hablar palabras sueltas y seguro que en unos meses lo tendríamos manteniendo conversaciones. Estaba deseando que llegase el momento de oir su voz porque seguro que me emocionaría y lloraría como un papá orgulloso. Sí, algunas palabras si decía, pero el momento en el que tuviese charlas con otras personas me haría muy feliz. Me encantaban estos momentos con el pequeño en el que se comportaba completamente en confianza conmigo. No solo gané a una pareja, sino que gané a un hermoso bebé también que se convirtió en mi hijo. -Mejor que Picasso. La gente pagará mucho por los cuadros de Mathi.-le guiñé un ojo al bebé, que hizo que sonriese aún más.

André estaba hablando sobre su conversación con Amelie y mientras yo no quitaba la vista de encima del otro porque vale que la tijeras no hiciese daño, pero eso no significaba que pudiese dejarle solo. La verdad era que me parecía una idea divertida el salir con los amigos de viaje e irnos a un país diferente que ninguno conocíamos. Solo esperaba que todos decidiesen venir para que fuese mucho más divertido. -Es demasiado genial para que se te ocurriese a ti.-dije y comencé a reirme. -Es broma, amor. -corregí dándole un beso en la mejilla. Estas bromas entre nosotros siempre estaban ahí.

Con los exámenes y demás, junio me parecía una buena idea porque todos estábamos en vacaciones. -Junio será un buen momento, sí. Lo necesitaremos para despejarnos de todos los exámenes. Solo espero que lo de Brooke se haya solucionado.-suspiré.  -Eh, yo quería el primero.-exageré con un puchero cuando le dio el vaso antes a Mathías. Todo era otra broma más. Le di un sorbo y estaba bueno , la verdad. -No se te dará bien ser cocinero, pero eres bueno preparando bebidas.-sonreí ampliamente.

-Exacto, mucho mejor que Picasso- Dije en un tono divertido, entonces escuché la pequeña risa del rubito, la cual de inmediato fue acompañada por la mía. Levanté la ceja derecha por lo que dijo Darren y negué levemente -Mis ideas son geniales como yo- Respondí pues sabía que de una broma se trataba y él lo recalcó, ante ello le saqué un poco la lengua por unos segundos, noté que Mathías me miró, desvié la mirada y el pequeño me sonrió.

-Zsadist es una persona super inteligente, sin duda alguna ya lo ha solucionado- Afirmé y moví la cabeza firmemente hacia arriba y abajo ¿Por qué tanta seguridad? No lo sé, tenía aquella corazonada en el interior y vamos que Brooke debía recordar sí o sí. Era cierto que llevaba poco tiempo de conocerlos, casi casi cinco meses pero que muy pocas veces coincidíamos pero la primera vez en que yo vi a ambos, ver a Brooke y Zsadist en aquella actividad navideña caritativa fue lo mejor, eran una pareja a la par, se notaba en aquella sonrisa lo cuán felices que estaban haciendo aquella actividad.
-Primero son los mayores- Susurré en un tono divertido luego de haberle dado el vasito al rubito. Yo bebí mi bebida en cuatro tiempos, incluso me quedé con ganas de más pero ya era suficiente por el día de hoy, extendí una mano y le di una palmadita en la espalda baja de mi novio -Muchas Gracias- Agradecí con una pequeña sonrisa y tomé al bebé en mis brazos -Vamos a ver una película- Caminé con el pequeño en brazos hacia el sofá, el bebé aún estaba bebiendo con aquella sonrisa.
[...]
-A partir de mañana empezamos con lo del viaje- Besé la mejilla de mi chico y con ello cerramos por completo aquella idea del viaje.