Night! || Dandré

-Vale, que hoy he sudado bastante corriendo en el parque con los perros.-respondí a su pregunta, imitándolo en eso de quitarme la camiseta que no estaba tan empapada como la ajena. Acabábamos de bañar a los dos pequeños y ya estaban dormidos en sus correspondientes cunas. La hora del baño siempre nos dejaba mojados porque empezaban a jugar y a chapotear y ,de repente, estaban inmersos en una guerra de agua en la que normalmente André era el que provocaba todo. Hoy no fue la excepción y él fue quien tentó a Mathías, quien añadió a Ella y acabaron todos echándome agua. Ya estaba acostumbrado a ello y no podía enfadarme porque solo eran dos niños provocados por su padre para hacer algo. Y verlos reírse de aquella forma tan feliz me encantaba, por lo que acababa cediendo.
Al llegar al baño noté que este seguía lleno por el agua de los niños y que seguía caliente. -¿Aprovechamos esta?-pregunté con curiosidad. Los dos estaban limpios y se podía ver en la claridad del agua, además de que no era la primera vez que lo hacíamos. Nosotros sí podíamos usar su agua, aunque ellos obviamente la nuestra no porque si estaría mas sucia. A fin de cuentas eran dos bebés que siempren estaban limpios y no íbamos a morirnos por utilizar su mismo baño. -Un baño relajante y luego ya terminamos con una ducha rápida.-sugerí. Tampoco iba a molestarme por lo que decidiese André. Esto era una simple tontería como para enfadarme. Mientras, me terminé de desnudar y dejé toda la ropa en la cesta destinada a la ropa sucia.

-Por supuesto, aunque tú sabes que me voy a duchar porque ya mismo es tarde y me terminaste mojando, eh- Solté un par de risas suaves, bajando la mirada a mi torso desnudo y húmedo, que apenas hace unos cuántos segundos estaba cubierta por la camiseta que traía puesto y ahora terminó en la cesta de la ropa sucia. Ya habíamos, los dos, bañado y dormido a los pequeñines de la casa, nuestras labores del día tanto como padres de los pequeños y mascotas, en el caso de mi chico estudiante, pasante y aspirante a la policía y, yo de trabajador en una empresa de modelaje; todas esas labores habían terminado por lo que teníamos unos momentos para nosotros, sabíamos los dos, que ambos gustábamos cuando estábamos libres y haber terminado con resultados positivos en nuestras tareas.
Dejé que mi novio se adelantara, aprovechando para quitarme el pantalón, medias, zapatos y bóxer, así quedé completamente desnudo y listo para bañarnos. Dejé todas las prendas en el lugar que correspondían, al igual que los zapatos quedaron en orden. No me gustaba para nada tener las cosas en desorden pues así, no tendríamos que arreglar en un futuro y el tiempo invertido para la limpieza de la casa se reduzca. Caminé con tranquilidad hacia el baño, levanté la ceja derecha al escuchar su pregunta, me moví un poco más, ahora estaba frente a la tina, pensativo de si hacer o no lo que quería mi chico, decidí que no era nada malo hacerlo. -Está bien, me parece perfecta la idea- Respondí, animado. Metí poco a poco los pies, entrando. Le tendí la diestra a mi pollito castaño para ayudarlo a entrar a esta y así, acomodarnos.

Abrí mucho mi boca en señal de sorpresa cuando me dijo que el culpable de todo era yo. No me enfadaba ni mucho menos porque sabía que  solo  era una broma más, pero todos éramos conscientes de que empezaron él y Mathías, los dos rubios traviesos. Mientras que Ella y yo nos veíamos incluidos en su juego para defendernos. -¡Vamos! Tú empezaste. Ya sabes que con un Archibald no puedes enfrentarte…y tú te has enfrentado a dos.-dije refiriéndome a Ella y a mí. El papeleo por Mathias aún no estaba finalizado porque era más complejo ,como una adopción, pero Ella nació y se le puso el apellido Archibald directamente. Me encantaba que una cosita así fuese legalmente mi pequeña. Continué caminando al baño y cuando me giré ya tenía a André desnudo frente a mí. Negué riendo al verlo. -Que velocidad tienes para desnudarte.-bromeé. Tenía un cuerpo increíble ; nunca me cansaba de decirlo y mirarlo. Observé atentamente como se metía en el baño y me daba la mano para no caerme. Me apoyé en él y me senté enfrente, cara a cara. Debido al tamaño del baño teníamos que encoger las piernas un poco. -Cuando nos mudemos pondremos una bañera más grande ¿vale? No es que me queje de tener que estar pegado a ti, pero una más grande sería guay.-comenté con una sonrisa amplia acariciándole con mi pie el suyo. Estaba emocionadísimo con nuestra futura casa. Aún no teníamos nada cerrado, pero poco a poco íbamos descartando y encontrando algunas que nos gustaban más. Solo faltaba ver que podíamos asumir los gastos y ¡adelante!

¿Qué puedo decir? ... Haber escuchado a mi chico que no me podría enfrentar contra dos Archibalds, en referencia así mismo junto con Ella, me llenaba de mucha alegría por el único hecho es que ya prácticamente es su hija, ante los ojos de la ley lo era. No podríamos decir lo mismo de Mathías, aunque esto último estaba en progreso y al haber nacido un poco antes; y, ya haber estado registrado en el registro civil... las cosas tardarían, aún portaba el apellido de su... nuestro (Familia O'Archi) ángel guardián: Kuffó. -Vale, eso fue un dos contra uno. Mathías más se inclinó a estar en tu bando que en el mío- Reí un poco de forma tranquila. -... Te quiere más a ti, que a mí- Dije burlón, aquello nadie lo sabía, pero estaba seguro que el pequeño rubito nos quería tanto a Darren como a mí, un montón y al mismo nivel.

Dentro del baño, como una señal de juego me tapé la entrepierna y reí un poco por su comentario, negando suavemente con la cabeza -Ser modelo, me ha dado aquella habilidad- Quizás sí o quizás mi chico estaba exagerando un poquito, porque según yo me demoré lo suficiente. Ayudé a mi chico a entrar en la bañera, quedamos frente a frente, mis ojos azules quedaron fijos sobre el rostro ajeno, como señal de que estuviera alabándolo pues lo hacía... todo él era perfecto. Pasé una mano por sus piernas y empecé a acariciar con suavidad, escuchando y asintiendo a sus palabras -Por supuesto- Sonreí, ahora que mis padres estaban ayudando un poco, se facilitaban las cosas. Pasé a tomarlo por los hombros y hacerle ubicar en forma tal que apoyara su espalda en mi pecho, al tenerlo en aquella posición empecé a acariciar su pecho con suavidad.

-¿Ves? Ella y Mathías me apoyaron. Eso quiere decir que vieron en mí el bando ganador. Admítelo, rubio.-dije manteniendo aquella broma que habíamos comenzado. Lo siguiente que oí me hizo alzar la ceja. Jamás pensé en que los niños quisieran más a uno que otro. Eran niños y los dos éramos sus padres, igual que yo no quería más a uno que otro seguro que ellos tampoco. Es más, seguro que ni pensaban en eso. -Hombre, yo soy el papi que lo lleva a los toboganes con los perros todos los días.-me encogí de hombros con una expresión de creído. Obviamente solo eran bromas. -Nah, Mathías te ama. Ambos te aman. Solo hay que ver que siempre te buscan para dormir sobre ti.-comenté con una sonrisa. Tenía mi móvil lleno de imágenes de esa tierna escena. El 99% de las imágenes del móvil eran de ellos; ahí es cuando me daba cuenta de lo que quería a esta familia.

Tuve que contenerme las risas al ver como se tapaba con tanta velocidad. -¿En serio te tapas ahora? Como si nunca te hubiese visto desnudo.-me encogí de hombros. -Vale, hagamos como que te da vergüenza.-asentí para seguirle aquel jueguito. Nuestra nueva casa sería la unión de todas las cosas que queríamos y por eso hacía una lista con los pequeños detalles para que fuese el hogar perfecto. Con cuidado me acomodé en esa nueva posición, sintiendo su pecho pegado a mi espalda y esas caricias. Cerré los ojos completamente relajado porque estaba como flotando en una nube. -Ok, cambié de opinión. Nos quedamos con una bañera pequeña para estar así.-reí. Era cierto, sus caricias en mi pecho me estaban dejando completamente relajado , como si no existiese nada ahora mismo que nosotros dos.