Minions Party || Invitados

Recuerdo del primer mensaje :

Para un padre como André, esto quizás sea un sueño, no se le debería echar la culpa en el caso de que en su mente se le pasara la idea de estar internado en el hospital en coma y asumir que todo esto era un sueño, tenía sus argumentos y justificativos para pensar en ello, por una vez más, estaba feliz, se sentía extremadamente feliz, lo cual nunca en su vida había estado y pues, esto parecía un sueño hecho realidad. Desde que había perdido a su hijo a los ocho mesesitos, pensó que nunca celebraría un cumpleaños del pequeño y ahí estaba.
El Sábado 15 de Agosto de 2015, había sido la fecha para celebrar el cumpleaños de ese pequeño guerrero de cabellos rubios y ojos azules, una personita super linda por el exterior, la genética O'Sean junto con la Kuffó habían dejado ver que si tenían un cierto toque de química; pero, a más de lo vanamente exterior, el pequeño se destacaba y lucía por su manera de ser, por esa personalidad dulce, coqueta, se notaba que el caballerito había nacido con ese don de gente, del cual muy pocos lo tenían.
La mansión Malone, propiedad de uno de los futuros padrinos del rubio, fue definido como el lugar en el que engreirán y consentirán más de lo normal, al pequeño príncipe. -Este es uno de los grandes días de tu vida- Susurró André al pequeño quien se encontraba en sus brazos con una sonrisa amplia y dulce en su rostro, a su lado se encontraba su amor de un para siempre, aquella persona que ya tenía ese anillo en el dedo índice que cerraba un compromiso, aunque próximamente ante los ojos de todos serán "oficialmente" esposos, aún no tenían definida la fecha, no querían apresurarse en ello, pero sí consideraban a sus amigos, a ese grupo pequeño de maravillosas personas con la cual recientemente había compartido el mejor viaje de la vida para el rubio, rubito, el castaño y quizás la morena que estaba en los brazos de su papi.

Ellos eran los últimos en llegar, puesto que André quería que los "tíos" y "tías" de Mathías le dieran esa grata sorpresa, el reloj rondaba cerca de las tres de la tarde, en la mañana, todos como el gran equipo, no, como una FAMILIA, habían estado trabajando con fuerza en la decoración y todo para homenajear a Mathías, el sustento económico en su mayor parte venía de los padres de André, que a última hora por una reunión no pudieron decir presentes, aunque estaban tristes ya que el pequeño Clarck quería conocer a su sobrino, que irónicamente era mayor en cuanto a la edad.
Estoy feliz, nunca llegué a imaginar algo así, Miró por unos segundos a Darren Nunca creí que conociera a alguien como Dar... como mi prometido. Mathías prepárate, que este día será tuyo Acarició suavemente los cabellos del pequeño, quien se encontraba completamente ansioso, no sabía lo que le esperaba, pero pudo reconocer la mansión Malone, sabía que Zsadist vivía allí y eso es lo que lo mantenía contentote.

Decoración:

Off:
- Mathías, André, Darren y Ella son los últimos en llegar.
- Pueden agregar más imágenes para la decoración.
- Post exprés para la mayor agilidad (Min. 8 líneas - Máx. 20 líneas)

Levanté la mano saludando a Blake antes de volverme junto a Chloe para escondernos detrás de unos sillones. Para el momento en que nos agachamos, se escucharon unos pasos resonar y la risa de Mathías hacía eco en todo el lugar. Salté a unirme al coro de “Feliz cumpleaños” y aplaudí igual que él. Observé como todos se acercaban a saludar a los recién llegados, con mayor importancia puesta en el homenajeado y dejé a mi compañera para unirme a los demás—Que príncipe, que cumplas mil años más hermoso—me había puesto en cuclillas para abrazarlo y lo liberé para que los niños se acercasen y comenzasen a jugar. Vi a Zeta con Ella en brazos y sonreí, me acerqué para saludarla, dejando un beso en cada mejilla—Y mi reina no se queda atrás—le brindé un poco de cosquillas en su pancita, despeinando con mi otra mano la cabellera del castaño—Luego la quiero conmigo eh, no te me escapes—lo señalé y me alejé hasta tener a la pareja frente a mí.

—Y ustedes, no me quejo, a la altura de los pequeños—levanté ambos pulgares. Me acerqué a algunos padres de familia y los dirigí al patio, puesto que sabía que los niños irían directamente hasta esa parte de la casa y comenzaría la diversión. Perdí de vista a Chloe, al igual que a Sebastian y Zsadist, me mezclé con los niños, asombrándome al ver una cabellera roja un poco alejado por algunos segundos—MI amor, ten—en el camino hasta él había tomado la bandeja de pastelillos para comenzar al menos a repartir a los presentes y le había tendido uno al pequeño—¿Cuál es tu nombre?—respondió con un “Jude” a secas y le revolví la cabeza para continuar con mi labor, observando como este se alejaba con el grupo de niños que jugaba con el cumpleañero.—¡Falta algo de música!—alcé la voz, saliendo por fin al aire libre y pisando firmemente sobre el césped.—Chicos, hoy tenemos la visita de unos muy buenos amigos—encontré a Sebastian en mi camino y le lancé un beso, haciendo referencia a su papel dentro de la fiesta, siguiendo con mi camino en la repartición de quien se me cruzase por el camino.

-¡Cuidado que os cojo!-grité persiguiendo a los niños que intentaban huir de mí. Me encontraba feliz cuando estaba rodeado de niños con los que me divertía tanto. Recordaba cuando aún vivía con mi madre y me quedaba cuidando a los hijos de los vecinos para sacar un poco de dinero. Al final los niños acababan pidiéndole a sus padres poder quedarse más horas conmigo para jugar aún más. Ahora que tenía a dos hijos no tenía que poner excusas para hacer el tonto; me tiraba al suelo a jugar con ellos y todos tan felices. -¡Voy a por ti, Sophia!-exclamé acercándome mucho a la pequeña hija de nuestros vecinos de abajo. Su cabellera rubia se movía de un lado a otro mientras  no dejaba de reir. Obviamente no corría todo lo rápido que podía para dejarles la oportunidad de escaparse. Fingí que me caía en el césped y rápidamente Mathías vino a tirarse encima de mí, seguido de otros  más. -¡Me aplastan! ¡Salvadme!-gritaba sin dejar de reir junto a ellos.

Logré escaparme girando sobre mí mismo y me acerqué a coger otro pastelito de la mesa para comérmelo. Entonces oí como Ally reclamaba una necesidad tan importante como que no había música. -Es cierto…¿Elena, te animas?-pregunté guiñándole un ojo a la castaña. Un micrófono y ella era feliz; bueno, todos lo éramos con su voz. Por la mañana había montado un par de altavoces y el micrófono que tenía y que usaba en casa de mis padres cuando hacíamos las fiestas en el barrio. Mathías había estado presente alguna vez en nuestros ensayos y estaba convencido de que preferiría ver a la chica cantar en vez de escuchar un CD ya grabado.

Pese al retraso que habíamos tenido, habíamos llegado a tiempo para el momento culmine de aquella fiesta. Presioné los labios observando a mi novia, expectante de sus palabras, pero sonreí finalmente al escucharla y posteriormente sus acciones. Suspiré a medida que emanaba una sonrisa y dirigí la vista a Sebas en cuanto me llamó. Reí un poco entendiendo sus palabras y extendí mis brazos en forma de resignación. — Es nuestro deber—alcé un poco la voz esperando me escuchase y dirigí nuevamente la vista a Ame. — ¿Y qué me dices del morado?—murmuré esperando me entendiese mientras repartía unos cuantos vasos de plástico por toda la mesa. Evidentemente sufriríamos bajo aquel disfraz, pero valdría la pena. Dejé escapar una nueva carcajada y negué con la cabeza a medida que tomaba su mano. — No volverá a pasar, lo prometo—comenté acercando su mano a mis labios, depositando un pequeño beso en la misma y sonreí ante la idea planteada, posando luego mi vista sobre la suya — Suena bastante tentador—susurré en la cercanía besando su mejilla con suavidad.

De repente, Darren apareció en conjunto a un grupo de niños, quienes suponía serían amiguitos de Mathi, escuchando posteriormente el aviso de que el cumpleañero llegaría. Dejé lo que estaba haciendo y me acerqué a Ame, tomando su mano. — ¿Te escondes conmigo?—susurré lanzando mis cejas con algo de picardía y dejé escapar una pequeña risa entre medio. Darren ingresó junto a André y los chicos y saltamos deseándole feliz cumpleaños al pequeño. Tras acercarnos a saludar a los chicos, pude divisar a Blake disfrazado, lo que me recordó los que habíamos traído junto a mi hermano. Observé a mi novia y sonreí mientras acariciaba su mano. — Ya regreso—añadí y dejé un beso en su mejilla para luego acercarme a Sebas, quien no se encontraba tan lejos. — ¿Listo para sufrir de calor?—comenté entre risas posando una de mis manos en su hombro y esperé a sus palabras, pues no sabía con exactitud cuando debíamos vestirnos.

Toda la fiesta estaba alegre y mas con el chico que cantaba (Blake), no conocía la canción pero estaba buena por lo que podía escuchar así que alentaba a los chicos a que cantaran, aun si no sabían la letra o incluso como cantar era para que solo gritaran y acompañar en la fiesta -Vamos, griten.- les dije mirando a unos chiquitos que luego de estar un rato al lado mio mientras jugaban se terminaron yendo al escuchar que Ally decía que había unos invitados especiales, me había acordado de los trajes e hice un gesto de pereza por el calor que haría aunque sonriendo porque era para entretener la fiesta y en especial a Mathías, busqué a Andrei con la mirada pero no lo encontraba ya que soy muy despistado, por lo que me puse a caminar para avisarle que ya iríamos hasta que siento que me hablaban y palmeaban mi hombro -Si, dale, después de esto nos vamos a tomar cervezas bien frías.- le dije sonriendo al tiempo en que miraba a Ally haciéndole seña para avisarle que nos íbamos con mi bro -Avísale a Darren y André.- dije por lo bajo esperando a que ella me escuchara.

Me fui hacia donde habíamos dejado los disfraces, en las cajas que habíamos bajado anteriormente y así de a poco nos fuimos poniendo los trajes -Ya siento el calor boludo.- le decía a Andrei riendo, me terminé de disfrazar -Veré si ya están los chicos para que salgamos.- avisé mientras me iba alejando un poco y espiando a ver si ya estaban listos los chicos para así salir. Al ver como se iban reuniendo todos me acerqué de nuevo hasta quien sería mi enemigo siendo yo el villano -Ahí están.- terminé por avisar esperando a que el arrancara.

La bandeja con los pastelillos se acabó para cuando Blake comenzó el espectáculo, reí en lo bajo por como se había tomado la actitud de mandón con su prima y retorné hasta la mesa para esta vez tomar un cupcake yo, comenzando a quitarle el papel y comerlo con tranquilidad. Veía a los niños corretear y/o cantar junto al castaño la pista de Ed, un amor total era escuchar los tarareos de algunos, sentí que me tiraban del vestido y me encontré con una pequeña rubia. Claramente quería dulces y sin negarme, tomé otra bandeja, cediendole para que tomase lo que quisiese y así empezar a repartir otra vez.-I need you darling, come on set the tone-colabore en animar a los presentes a cantar y me dirigí hacia los mayores para que pasasen, lo últimos, al patio.-Darr, André, el show está por comenzar-esperaba que me escuchasen, que los disfrazados estabab por salir.

Nuevamente dejé la bandeja en su lugar y me dirigí con todos hasta el patio, me topé con Mathias en el camino y su grupo de amiguitos, lo alce y comencé a hacerle cosquillas con la punta de mi nariz sobre su pechito-Hola precioso, vamos niños-esperé a que pasasen hasta el jardín. Acaricie la espalda del rubio antes de bajarlo y tomar su mano para que continuemos hasta ubicarlo con el grupo de pequeños en el centro, estaban felices al ver el inflable y los juegos.-Supongo que me toca la presentación-junte mis manos y aplaudi para llamar mi atención.-Chicos, padres, presentes, todos. Alguno de ustedes conocen a estos amiguitos amarillos, con ojos así de grandes-con mi mano hice el la forma del tamaño y seguí con el discurso, mientras todos asentian-Amarillos como su comida favorita, las bananas-Esperé a que saliese Andrei y ver como todos se empezaban a animar y acercarse uno que otro.-Pero esperen, creo que me han dicho que no venía solo-comenté fingiendo terror-A esconderse, corran, que ahí viene uno de los peores villanos-sonreí y comencé a avanzar siguiendo a todos los niños obedientes a mis palabras. Dejé que Sebastian y Andrei se encargasen mientras me desviaba de mi camino y sentarme a la entrada del inflable.

Interaccion: Ally - Ella - Ally.
Lugar: Junto al inflable.

Sonreí inmensamente cuando Ella extendió los brazos hacia mi. — Eso es, ven con el tío Zeta. — Hable con Ella, moviendo el brazo que la sujeta para agitarla suavemente hasta provocarle pequeñas risas. El cumpleaños era de su hermano, Mathias, pero no quiero que la niña quede al margen de todo. Mi casa se lleno de niños como nunca antes, todos correteaban felices y ansiosos por los juegos. Agradezco tener un patio grande y tener a todos estos niños dispersos jugando bajo el sol. Milo, mi cachorro, también se sumo a la fiesta. El perro era un niño mas, correteaba detrás de ellos y algunos se detenían a mimarlo un poco. A Milo eso le encantaba mucho. Ally se acerco a Ella y a mi, en obviedad para saludar a la niña. Hice rodar mis ojos, bromeando. — No, tendrás que encontrarnos primero ¿No, Ella? — Digo entre risas alejando a la niña del saludo de Ally. Ella carcajeo un poco por ese juego entre Ally y yo.

Quede a solas con la niña en mis brazos mientras todos estaban en lo suyo, la mayoría cuidando de los niños invitados a la fiesta. De los amigos de Mathias. — Ven, vamos a ver como adornamos el jardín. — Ella se aferro a mi cuello con sus pequeños bracitos y apoyo su pequeña cabeza en mi hombro. En ese momento recordé la tonta alucinación que tuve en el viaje a Argentina. Brooke y yo con dos hermosos hijos ¿Sera una vista al futuro? Eso espero, no tengo otra vida mas perfecta que estar con Brooke. Salimos con Ella al patio, donde estaban todos los niños muy alborotados. — Oigan, con cuidado o irán a la cárcel del cumpleaños. — Miento para alarmar a los niños pero ni caso me hicieron, su nivel de hiperactividad estaba muy alto. Me acerque hasta Ally al verla tan sola en el inflable. Ocasión perfecta para la idea que tengo en mente. — Ally, entra al inflable y te paso a Ella... que esta algo timida por todo esto. —

Me escondí rápidamente con Andrei atrás de uno de los grandes sillones de la sala mientras fruncía levemente mi ceño en su dirección. — ¿Morado? ¿Acaso vas a ...? — Aunque no pude terminar de decir mi pregunta, puesto que las luces se encendieron y todos nos levantamos rápidamente para gritar al unisono "sorpresa". El moreno tomó mi mano y con un suave "Ya regreso" selló mis labios. Asentí con mi cabeza como respuesta y me acerqué hacía el cumulo de niños que se había interpuesto frente a la familia. Abracé con fuerza a Mathias cuando fue mi turno y deposité un pequeño beso sonoro sobre una de sus mejillas. — ¡Feliz cumpleaños, precioso! — Murmuré con suavidad cerca de su pequeño rostro y dejé una pequeña caricia sobre sus cabellos rubios, cediendo el paso para que los presentes se acercaran. Salí al jardín trasero, orientada por los demás cuerpos y no pude evitar dejar escapar una carcajada en cuanto vi a Darren siendo aplastado por todos esos cuerpos pequeños. Apoyé una de mis mejillas sobre una de las columnas de la atracción y negué levemente con mi cabeza. — ¡No te quejes, sabes que te encanta! — Bromee, cruzando los brazos a la altura de mi pecho y llevando mi vista hacía la puerta una vez más ¿Donde se había metido Andrei?

Me acerqué rápidamente a Zeta, que se encontraba con la niña más bonita del mundo, mi ahijada. Deje un pequeño beso sobre una de sus delicadas mejillas y le brinde una suave sonrisa a su niñero temporal. — ¿Practicando para ser padre, Malone? — Interrogué con una de mis cejas en alto. Siempre supuse que él sería un buen padre si algún día surgían esas circunstancias. —¿Qué le ha pasado a Brooke? — Lancé una nueva pregunta, sin permitir que respondiera la anterior.

Una fiesta de cumpleaños sin una actuación musical no era lo mismo y si no era mío el honor de ser quien cantase pues nadie mejor que mi primo Blake. Su elecció fue buena, pues era una canción que Darren mencionó que le encantaba a su pequeño y que la tarareaba cada vez que la oía; de hecho se puso en primera fila a bailar dando saltos mientras que el Babar mayor demostraba su talento. -¡Vamos!-exclamé dando saltos con mucha emoción de ver a mi primo cantar. Parecía una niña pequeña más  de entre todos pero es que no podía guardar la emoción de estar rodeada de niños, amigos y música. No era gran de los minions esos porque me parecía algo absurdo que unas criaturas amarillas buscasen a un villano al que hacerles caso. Sí, vi la película como todo el mundo y no me gustó, pero la decoración estaba increíble.

Tras la increíble actuación de mi primo me puse aplaudir con mucha velocidad. -¡Bravo! ¡Bien hecho!-gritaba entusiasmada y entonces fruncí el ceño al ver a Ally. Ahora era mi momento para actuar y ella lo había estropeado. Luego preguntaban porqué no me caía bien. Me acerqué a Blake y le di un beso en la mejilla, agarrándome luego de su brazo. -El Señor Babar es el mejor.-bromeé viendo como Andrei y Sebas hacían lo suyo. No me gustaba esa película, pero era gracioso verlos así vestidos. Sin duda alguna todo estaba perfectamente planeado para que fuese inolvidable. Solo con ver la carita de Mathías me daba cuenta de que esta disfrutando y que durante toda su vida se acordaría de su segundo cumpleaños.

Cualquiera que me conocía minimamente sabía que en mi interior escondía a un payaso que amaba divertirse haciendo el tonto con los niños. Yo tuve una buena infancia ,buenísima de hecho, donde no me faltaron risas ni cariño, aunque con algún castigo de por medio como cualquier niño. Ahora mi misión era encargarme de que esos dos pequeños tuviesen lo mismo porque el destino los metió en mi camino por algo y ese algo no podía desaprovecharlo fuera lo que fuese. Ya luego tendría tiempo de estar con mis amigos; ahora solo quería divertirme un poco con estos pequeños diablillos que tanto me hacían reir. A pesar de las amenazas de Zeta ninguno el hizo caso y siguieron siendo igual de locos todos tirados sobre mí.

La siguiente en aparecer fue Ame, quien me conocía bastante para decir que aquello me encantaba. Reí fuerte y empecé a hacer cosquillas a cada niño que me encontraba sobre mi cuerpo. Debería de haberme traido también a los dos perros y así hubiese sido todo aún más perfecto, pero no tenía ni idea de si se podían o no traer. Cuando Ally nos advirtió de que iba a comenzar el espectáculo me levanté y me vi la ropa manchada por haberme tirado por el césped con los niños. No me importaba lo más mínimo porque la ropa se lavaba, y la diversión no me la podía quitar nadie ya. Andrei y Sebastian aparecieron disfrazados y mi ceño se frunció muchísimo. No tenía ni idea de eso pero se veían tan raros que debíamos hacer fotos para amenazarlos luego y reírnos de él.  -¡Milo, que grande estás!-exclamé viendo al cachorro al que cogí entre mis brazos para comenzar a acariciarlo. Hoy me sentía como un crío más.

Intento animar a la pequeña niña, moviendo los brazos para que Ella diera pequeños saltos pero de nada sirvió. — Oh Ella, no seas una niña tímida. Con las tías locas que tienes… — Digo mirando a la niña con una sonrisa en los labios y Ella me miro con seriedad. — Mira el castillo ¿No quieres subir? Es divertido. — Continuo, no voy a darme por vencido tan fácilmente. Solo debo quitarle la timidez a la niña y ya, luego Ella estaría enloquecida jugando por toda la fiesta al igual que su hermano mayor. Amelie se acerco al poco tiempo, supuse que con ganas de quitarme a la niña de los brazos. Otra más que quiere a Ella cuando está conmigo de lo mas bien. — No vengas a llevarte a Ella que está conmigo y aun no llora. — Mimo un poco a la menor tocando su pequeña cabeza.

El comentario de la rubia provoco risas en mi ¿Yo de padre? Aun no. — Sabes lo que falta para que eso suceda, Ame. No comiences a delirar con eso. — Camino hasta quedar más cerca del castillo inflable, Ella lo estaba mirando demasiado ¿Qué es esto? Seguramente se preguntaba. — Está un poco enferma, llegue de Inglaterra con malestares y el calor de aquí no le hizo muy bien parece. — Dejo a Ella de pie sobre un borde del castillo. La niña se aferro a las cuerdas y se quedo allí, con miedo de caer o algo así. — Ame ¿Subes? Te paso a Ella… Vamos, hazlo. Sera divertido. — Puse la mejor cara de niño bueno. Decirle que no a una carita como esa debe ser penado por la ley.