All i want for christmas is you // Paris Blanchet +18

Recuerdo del primer mensaje :

Sinceramente ahora mismo no se donde tengo la cabeza, estos últimos días han estado llenos de vueltas por el centro comercial y conforme el tiempo pasa todo se ha vuelto mas difícil de elegir, pero hoy finalmente es Nochebuena, y estoy emocionada, mis padres deberían haber llegado hace unos 20 minutos, pero no veo rastro de ellos entre el montón de gente que ha llegado. Comienzo a ponerme un poco impaciente, pero conociendo el espíritu navideño de mi madre seguro trae mas de una maleta repleta de obsequios y eso es lo que los ha detenido, miro a Paris y le sonrió me alegra que se haya ofrecido para acompañarme con un poco de suerte se quedara a cenar con nosotros ya se lo he dicho, pero el solo no ha contestado, se que las cosas son un poco raras entre nosotros y ahora mismo solo somos amigos, pero frente a mis padres jamas hemos sido mas, se que ellos saben que hay algo pero jamas lo han oído de mis labios. Así que aunque quizás sea un poco raro, no sera del todo incomodo. Y de verdad me haría bastante feliz tenerlo a mi lado.

Si no de cualquier manera su regalo esta guardado en la cajuela del auto que hemos rentado para llevarlos, pues conociendo a mis padres jamas aceptarían subir a un taxi, sobretodo mi papá. Rebusco en mi bolsa, mi celular no esta, de hecho desde ayer no se nada de el, pero he comenzado a desesperarme un poco porque toda la gente pareció esfumarse y nadie mas sale de la sala. Me he acercado a preguntar a la aerolínea y la señorita me ha comentado que efectivamente ese es el vuelo que yo espero, pero no me ha querido dar datos de los pasajeros y si entre ellos estaban mis padres. Me acerco a Paris de nueva cuenta. - ¿Me prestas tu teléfono? - y aunque lo digo en pregunta, en realidad no lo es, solo espero a que lo coloque en mi mano  y procedo a marcar a mi padre. En cuanto escucha mi voz, lo noto alterado. - ¿Pero porque? ¿Y no pueden hacer nada? Pero si no ha sido tu error. - al terminar la llamada cuelgo un poco decepcionada. Y miro a mi acompañante, suspirando ahora se lo que sintió Macaulay Culkin cuando se queda solo en casa, aunque supongo que su navidad fue mas divertida de lo que sera la mía, todos mis amigos se han ido a ver a sus familias, y Paris bueno no tengo idea de que planes tenga. Aunque tampoco creo que me vaya a dejar sola. -Ellos han tenido un problema con el vuelo, y al parecer han estado llamando a mi celular desde anoche pero no tengo idea de donde este. No han conseguido ningún vuelo hasta dentro de un par de días. - comento bastante triste, me siento de pronto como si fuera una niña pequeña a la que sus padres olvidaron en algún sitio.

-si no me conocieras tan bien, pensaría que tratas de molestarme- comento mirando mi reflejo no muy convencido de lo que veo, pero ella sonríe muy complacida, así que siquiera antes de poder objetar algo, solo acepto usar la prenda.
Termino de acomodar los platos, es una suerte que aun a pesar de haber comprado la casa para dejarme hundir en mi soledad, haya sido precavido como para comprar algún par de cosas indispensables, cosas que de hecho pensaba no usaría pero bueno, al menos estaba equivocado. Eso de ser un poco quisquilloso ha servido de algo bueno.

-ya esta casi todo listo, no te preocupes- le comento, pero ella se me adelanta a tomar el vino, así que dejo esa tarea en sus manos, o al menos hasta que pregunta por las copas, y entonces me doy cuenta que tal vez soy demasiado quisquilloso. Tenía un juego de cuatro, aunque desafortunadamente en uno de mis episodios rompí una... camino hasta la alacena y me coloco frente a ella prácticamente acorralándola contra la alacena, y estiro uno de mis brazos a uno de los estantes de arriba, para sacar desde el fondo un par de copas.
Tal vez no debí acorralarla de aquella manera, simplemente lo hice como un impulso, mi cuerpo solo vio la oportunidad perfecta para acercase un poco mas a ella. Apenas y mi cuerpo todo el suyo, pero di un paso para alejarme y me inclino un poco para darle un beso en la frente y luego ofrecerle las copas.

- ¿Molestarte?- comento haciendo como que no entiendo de que se trata.

Espero a que el responda pero solo mo dice nada y se acerca lo suficiente para ponerme nerviosa, alcanzo a oler su perfume y logra hacer de nuevo que mi corazón se acelere, solo es tan fácil sentirme así cuando el esta así de cerca hace que mi corazón golpee fuerte contra mi pecho. Siento de nueva cuenta como se acerca mas de lo normal pero el solo besa mi frente. Sonrío por eso, aunque claro que no es la clase de beso que estoy esperando de parte suya, pero bueno algo es algo.

Me da las copas pero creo que no ha sido una buena idea pues mis manos tiemblan nerviosas, y sin poder evitarlo una de ellas cae al suelo. Y solo me encojo un poco al escuchar el pequeño estruendo para terminar dejando el vino y la copa que aun sigue intacta sobre la barra, para agacharme a juntar los pedazos de cristal que hay esparcidos sobre el suelo, supongo que me tarde demasiado para arruinar algo pero al final siempre lo arruino.

Aveces me sorprendo de mi propia fuerza de voluntad, pero no estoy seguro de poder resistirme toda la noche tenienta tan cerca. Ahora mismo solo desearía acabar esa minúscula distancia entre nosotros, sentir como su cuerpo se estremece por mi cercanía, y confirmar cuando su cuerpo necesita de mi.

Veo como la copa se resbala de su mano, lo puedo ver, hasta siento que podría haberla detenido, pero no, solo es un producto de mi imaginación, porque en realidad todo ocurre muy rápido.
-no seas tonta- le digo cuando la veo inclinarse para recoger los vidrios -deja eso o te vas a lastimar- me agacho de la misma manera pero para tomar sus manos y detener lo que hace -si te cortas te sentirás mal al ver la sangre - digo aquello como argumento final para obligarla a ponerse de pie -te dejaré recogerlo si tanto quieres, pero usa la escoba y el recogedor.

Le paso las cosas para que se haga cargo del pequeño incidente mientras yo tomo la otra copa del estante y sirvo un poco de vino y doy un pequeño sorbo recargado en la barra. No estoy molesto, solo la observo divertido, al menos el accidente sirvió para que mi nublada mente se aclarara y no me dejara solo llevar por lo que deseo.

Supongo que el tiene razón y si me corto solo me sentire mal y arruinare todo el buen momento que estamos teniendo. Me pongo de pie solo por que casi me ha obligado, pero de cualquier manera tomo la escoba y el recogedor para juntar todo. Y dejo las cosas aun lado cuando termino.

- Te parece gracioso. - digo en realidad quizás lo sea, pero ha sido por su culpa y quisiera poder echarselo en cara justo como en el pasado lo hacía.

Me acerco hasta él y en un impulso arrebato su copa para darle un trago bastante rápido, solo quiero despejarme un poco de lo nerviosa que me hace sentir, y aunque aun es un sabor que no me gusta del todo dejo su copa vacía. Y solo camino hasta la mesa esperando que el me siga. Le sonrio pero por algun motivo los nervios solo no se van.

Sonrio y espero solo a ver si dice algo. -Supongo que nos brincamos hasta la cena. - pues normalmente se que justo antes de la cena se acostumbra decir unas palabras pero creo que ya lo he torturado lo suficiente con lo de la cena, el árbol y los regalos. Como para encima hacerlo que de su discurso. Ademas tengo bastante hambre y la comida se ve realmente apetecible.

-un poco si- comento divertido sin despegar su mirada de ella, aunque cuando se acerca y me arrebata la copa de vino, solo me quedo observándola, aun con mi sonrisa, pero ahora simplemente la miro sin buscar molestarla con nada. Veo como toma todo el contenido de mi copa, y mi ceja se levanta en automático, creo que jamas lograré que aprecie el vino, muestra de ello que lo tome de esa manera tan rápida -¿tienes sed?- le cuestiono por la forma en que se tomó aquel liquido tinto.
Voy a la mesa después de ella y me encargo de servir un poco mas de vino en mi copa y en la de ella, y luego proceso a servir los platos.
-si quieres unas palabras las puedes decir tu- contesto medio burlón llevando el primer bocado a mi boca, sin esperar su respuesta, dejando en claro que el pequeño discurso mejor lo dejamos para otro día. Después de todo ahora mismo no somos los mejores hablando.
-venga come, que me esforcé, así que dime si te gusta o te paso mejor una bolsa de papas fritas- en realidad estoy un poco expectante por saber si lo que he preparado le gusta de verdad.
Siento mi celular vibrar y lo saco para ver el mensaje, es uno de mi madre, con una foto familiar en la cual supuestamente solo falto yo, aunque yo no veo que haya espacio para mi por ningún lado, aun así selecciono la foto que me tomé con Zoe en el supermercado cuando nos pusimos esos gorro, pero luego desisto de mi idea y cancelo el mensaje, y solo termino mandando un simple “que la pasen bien”.

Niego con mi cabeza, en realidad solo quiero decir que el me pone demasiado nerviosa y que necesito estar aunque sea un poquito fuera de mis sentidos para no tirar nada mas, es solo que todo es tan sumamente raro, y siento como si estuviera esperando algo que no va a suceder. Pero es imposible solo no sentir, el ni siquiera necesita tocarme para hacer que mi piel se estremezca supongo que con los recuerdos basta.

Veo como sirve el vino en mi copa y creo que mas vale que comience a tratar de saborearlo si no esa botella desaparecerá y se que a el eso no le gustara. -Paso. - en realidad supongo que no hay nada que pueda decir que no tenga que ver con mis sentimientos hacia él. Y es algo que de momento no estoy segura de hacer. No porque no lo sienta, si no que no creo que sea el mejor momento, no tengo idea de como el va a reaccionar. Solo ya no se que esperar de él.

Le sonrió cuando lo escucho, y la realidad es que se ve delicioso y tengo un poco de hambre, solo que me perdí un poco en mis estúpidos pensamientos, no se como solo separar mis sentimientos aunque sea por un momento. Y doy el primer bocado, en realidad sabe bien, pues esta no es la primera vez que el cocina para mi, pero no se si sea porque es algo mas elaborado sabe muy bien. -Si no te hubiera visto prepararlo diría que lo compraste. - comento guiñándole un ojo, bromear un poco es algo que solo me relaja pues me hace olvidarme de los nervios que siento cuando todo es un poco como antes, cuando el solo se acerca mas de lo debido y solo no hace mas.

Lo observo sacar su celular y parece no se un poco ¿triste? ¿nostálgico? la verdad es que no se interpretar su cara, pero se que algo pasa. -¿Todo bien?. - le comento extendiendo mi mano, buscando la suya, pues aunque lo mas probable es que no me cuente que pasa, es mi manera de tratar de hacerle sentir mejor aunque nunca he estado segura de que eso funciona, solo es mi manera de dar apoyo.

- tal vez debí ser chef en lugar de fotógrafo - comentó muy pensativo como si en realidad fuera una opción, aunque claro que no lo es, hasta nunca he dudado de mi carrera, y claro tengo algunos otros talentos, pero no me apasionan a tal grado como lo hace la fotografía, así que en realidad no puedo imaginar un mundo alterno dónde yo eligiera algo más.

Ella ha notado mi repentino cambio, aunque creo que simplemente es imposible no notarlo. Trato de sonreír como fingiendo que nada ha ocurrido, pero creo que mis habilidades actorales están adormiladas, y entonces río más sincero notando el fracaso de mi intento.
- un mensaje de mi familia- le contesto por fin, no tiene caso ocultar nada, pues ella sabe muchas cosas de mi, cosas que incluso me costó compartir con ella. Mi eterno complejo de no sentir que formó parte de.mi familia, y también mi tonto reflejo de mantener distancia de ellos... Son demasiados complejos que he desarrollado a causa de mis padres, tanto adoptivos como de sangre -en realidad no es nada, solo... Ya sabes, soy demasiado sentimental - digo comentando lo último en un tono más relajado y bromista para luego tomar un poco de vino.

Lo escuche decir que debió ser chef y solo negué con la cabeza. -Eres bueno pero no tanto... - en realidad interrumpí mi pequeña oración porque no quiero hablar de mas, estamos teniendo esta agradable noche, que claro como siempre no pueden faltar los momentos incómodos, los tristes, pero si solo los puedo evitar prefiero hacerlos, aunque tampoco es algo que jamas le haya dicho, yo amo esa expresión en su rostro cuando toma fotos, cuando algo realmente capta su atención y es digno de que su lente se pose sobre él, amo verlo entusiasmado cuando lo que ha hecho le ha gustado tanto, y amo cada maldito gesto que el coloca en su rostro cuando realmente se concentra. Solo supongo que jamas habría visto ninguno de esos gestos, ni todo ese entusiasmo y ni toda esa pasión que fluye de él, si solo se hubiera dedicado a hacer comida en lugar de arte.

Un suspiro se escapa de mis labios un poco frustrado al saber que es lo que ha hecho que su expresión cambie, en realidad se que no hay nada que pueda hacer o decir para que el se sienta bien, hablar de su familia solo es demasiado dificil. Se por lo que ha pasado y lo duro que es para el, el solo mencionarlos. Miro su sonrisa, yo solo quisiera poder hacer algo para arreglarlo, y solo se me ocurre algo.

Me pongo de pie con cuidado de no tirar nada, con lo torpe que estoy últimamente soy capaz de voltear la mesa. Y me dirijo al árbol... tomo mi regalo no muy convencida de dárselo, solo espero que le guste y que la historia no sea solo algo que yo de verdad creo, y el lo haya visto como cualquier otra tontería de la que pudimos hablar. Quiero que sea tan importante para él, como lo es para mi. Vuelvo a tomar asiento en mi sitio, y pongo la caja sobre la mesa, es un poco pesada por el pequeño marco que le he puesto. Miro al reloj aun falta un rato para que sea medianoche, pero supongo que tenemos la ventaja de que al ya no ser niños podemos abrir los regalos a la hora que sea. Sigo sin estar segura, solo habría preferido que cuando el lo abriera estuviera solo, y no ver su cara de que no tiene idea. Solo respiro una vez mas. -Este si es el verdadero. - digo haciendo referencia al regalo anterior que era el suéter. Trato de no enfocar mi atención en él, pues no se si solo quiera abrirlo o seguir mandando mensajes con su familia o solo seguir comiendo. Doy unos cuantos bocados mas a mi comida, algo bastante bueno pues desde hace algún tiempo mi apetito simplemente no existe, y no se creo que en ambas cosas él tiene todo que ver. -Esto esta bastante bien. - comento extendiendo mi brazo hacía la copa para dar un pequeño sorbo al vino haciendo una pequeña mueca al instante.

Tarjeta sobre el regalo:

Regalo (Imaginatelo dentro de un marco color negro) :

Una sonrisa se forma en mis labios al escucharla, pues realmente cocinar no es algo que me apasione, solo es una más de las cosas que aprendí para complacer a mis padres. Aveces creo que debí comportarme como su hijo, cometer errores y mis castigos, pero me daba miedo la idea de que el algún momento se arrepintieran de haberme adoptado, y a eso se reduce toda mi vida.
Aún así no digo nada más, no quiero enturbia está noche con mis tontos complejos, pues está tal vez sea nuestra última oportunidad, quiero intentar aunque sea solo por un momento ser egoísta y aferrarme a ella, quiero saber que soy alguien digno de recibir su amor.

Al parecer mi actitud ha ensombrecido nuestra velada... pues aunque no lo quiero, mi familia, mi pasado, mis deseos... es algo con lo que aún me cuesta cargar.
Miró como Zoe se levanta con más cuidado del habitual, y eso la hace lucir aún más tierna ante mis ojos.
- empiezo a creer que tienes serios problemas con tu exceso de espíritu navideño- comentó observando la caja que me ha dado.
En el fondo estos detalles que ella está teniendo conmigo me hacen sentir entusiasmado, incluso más deseoso de permanecer a su lado, se que ella me quiere ¿por que tengo que ser tan idiota como para dejarla ir con otro? ¿Por que mi estúpida necesidad de hacer las cosas bien?
Ella toma un poco vino, y de nuevo verla hacer ese gesto me hace reír, pero no digo nada, ni.siquiera intento molestarla. Mis manos van a caja para abrirla, no sin antes leer la nota que me roba una sonrisa y solo ver contenido hace que mi corazón golpee contra mi pecho y siento ese hormigueo en mi dedo, como si la tinta en mi piel quisiera gritar que está ahí... Claro solo es.producto de mi imaginación, pero saber que esa historia es para ella tan importante como para mi, me.alegra. El regalo, la nota y sobretodo ella, eso es lo único que hay ahora en mi cabeza. No digo nada, tengo miedo de que si digo una solo palabra todo se derrumbe frente a mis ojos.
Me pongo de pie y también voy al.árbol y tomo aquella bolsa pequeña, para luego regresar a donde ella está.
-tu mano - no se si lo he dicho como una orden o como una súplica, aún así pongo el anillo en su mano, no me apresuró, solo admiro como la.pieza se desliza por sus aliados dedos y al final solo entrelazo nuestras manos, mirando como tosca mano con esa línea roja luce junto a su delicada mano y ese anillo.

Supongo que el momento a sido atinado, pues su expresión ha cambiado totalmente, y su sonrisa al leer la tarjeta hace que sonría ampliamente no se creo que hoy mi regalo mas grande esta siendo la esperanza de quizás las cosas no están tan mal entre nosotros y se puedan solucionar pues yo misma siento un poco como solo le estamos dando vueltas al asunto. Se que lo que se rompió entre nosotros fue el pilar mas grande que teníamos en la relación que era la confianza, y aunque no estoy segura de que el pueda volver a confiar en mi como lo hacia, se que también me necesita, se por su expresión que recuerda perfectamente de lo que hablamos, que no lo ha olvidado. Así que aunque nuestro hilo ahora este tenso, no veo para que seguir dándole vueltas al asunto.

Mi corazón late acelerado por la emoción, justo esa expresión era la que quería ver en su rostro, esa que me dijera que aun me ama tanto como lo hago yo. Verlo ponerse de pie para ir al árbol me hace sonreír sobretodo al verlo volver con la pequeña bolsita, no veo que es lo que hay dentro pero solo estoy demasiado emocionada. Que ni siquiera importa. Y claro como siempre le obedezco poniendo mi mano sobre la mesa hacia su extremo.

Veo como comienza a colocar un pequeño anillo en mi dedo, y al poner atención veo de que se trata. Supongo que seguimos conectados y no es que solo lo dudara, es solo que coincidir en algo como eso, me hace pensar que después de todo quizás el destino si quiere que estemos juntos, a lo mejor aun no era el momento. Pero ahora todo es perfecto. Y no puedo evitar la sorpresa cuando veo su mano con esa línea roja reluciendo a su alrededor. Acaricio con suavidad la línea en su mano. -Es perfecto. - mi voz es baja, creo que ni yo misma se a que me refiero, supongo que es un poco a todo, su regalo, su tatuaje, y este pequeño momento que estamos teniendo, y no se si ahora solo lo arruinare. Me pongo de pie sin soltarme de su mano solo para acercarme un poco mas a él, e inclinarme y darle un beso, es dulce pero decidido quiero que vea cuanto lo necesito. Y solo me separo un poco acariciando su mejilla con mi otra mano. -Te amo... ¿Sabías?- digo sonriendole, en realidad siento como mis piernas tiemblan un poco, y mi corazón y pulso están simplemente acelerados, en realidad estoy fuera de mi, solo quiero que el me corresponda. O haga algo pues de momento siento que estoy en shock. Es solo como desear tanto algo y que finalmente cuando vez que esta pasando no sabes que hacer. Pues yo estoy justo en el momento antes de que eso suceda, solo necesito que el me corresponda. O que de una vez mande todo al diablo cosa que en este momento ni siquiera pasa por mi mente. Creo que mi mano esta apretando con fuerza la suya, como si tuviera miedo de que el solo se fuera a soltar e irse, dejándome allí.

Veo mi mano entrelazada a la de ella, me parece irreal esa imagen, de repente siento que tal vez esto no esta sucediendo, después de todo, alguien como yo, ¿tiene realmente la oportunidad de ser feliz? solo junto a Zoe he sentido que esa posibilidad existe, pero tengo miedo de que sea mentira, solo un juego mas de la vida, una demostracion mas de que mi mera existencia solo sigue siendo insignificante.
Me cuesta apartar la mirada de nuestras manos, se que esto es real, quiero creerlo, pero ese miedo en mi, no me deja en paz. Pero eso no dura por mucho, pues cuando ella dice que me ama, y solo deja de importarme la idea de poder sufrir, pues la amo, la amo tanto que he conocido lo que es tener celos, celos verdaderos, también esa necesidad de que ella sea feliz, de anteponer por primera vez a la persona que quiero en lugar de a mi... He sentido este amor tan egoísta que me derrumbo y me hizo conocer un lado aun más oscuro de mi que no conocía, pero también esa clase de amor, que me hizo pensar antes en ella, sin importar lo mucho que me doliera la idea de perderla.

Levanto mi mirada, para buscar sus ojos, quiero decirle que la amo, que la necesito, todo eso que me he guardado durante este tiempo que hemos estado separados, pero simplemente nada sale de mi boca, solo estoy embelesado mirándola, y mi cuerpo solo reacciona, mi corazón arremete de forma salvaje contra mis costillas, simplemente soy un patico hombre, desesperado y enamorado. La jalo hacia mi, otra mano viaja hasta su cintura para atraerla aún más , ya no me importa nada mas, solo quiero recuperar nuestro amor, no quiero darle la oportunidad de enamorarse de alguien que no sea yo, no deseo ser egoísta con ella, pero la necesito de una manera que jamás creí que pudiera existir. La he atraído hasta mí, he terminado con esa distancia entre nuestros cuerpos, recargo mi frente en la de ella y un suspiro se me escapa. Tal vez ella no lo sabe, pero me he callado tantos "te amo" que ahora simplemente se agolpan en mi garganta deseando salir, sin lograr que uno solo tome la ventaja. Cierro los ojos, y trato de hablar un par de veces, obviamente sin éxito alguno y de nuevo dejo que mi cuerpo sea el que hable, así que uno mis labios a los de ella, solo tocarlos hace que cada poro de mi piel se erizara por completo. Estaba tan necesitado de ella, de sus labios, que ahora mismo me sorprendo de todo el tiempo que he logrado pasar resistiendo a deleitarme con su aroma, la calidez de su piel, el sabor de sus besos, la textura de sus dulces labios, en ese beso le digo todos los "te amo" que me he callado. El beso no es desesperado, ni rápido,  ni ansioso, simplemente quiero que entienda cuanto la amo con cada caricia de mis labios.

Y cuando por fin el rompe la distancia entre nosotros, siento como si volviera a respirar luego de mucho tiempo de no hacerlo, solo puedo sonreír y recibir gustosa cada pequeña caricia que sus labios proporcionan a los míos. Lo he extraño tanto, lo necesitaba tanto en mi vida que ahora todo parece un sueño, pero para nuestra buena suerte es solo la vida, no se porque tuvimos que esperar tanto tiempo, pero en definitiva vale la pena todo por lo que hemos pasado si eso hará que nuestro amor sea mas fuerte. Yo solo no quiero estar ni un minuto mas separada de él.

Mis brazos rodean su cintura y yo solo no quiero alejarme, mi cuerpo estaba tan necesitado de su cercanía de su calidez, y de su aroma que ahora mismo tiene todas estas sensaciones recorriendolo, es todo tan perfecto que ni siquiera creo que tengamos que hablar, es mas tengo miedo de decir algo y solo arruinarlo. No quiero tener este miedo siempre, no quiero volver a arruinarlo pero creo que una de las partes mas importantes de nuestra relación era nuestra buena comunicación y el decir siempre las cosas de frente, creo que desde ese momento en que le mentí por primera vez todo comenzó a fallar eso fue lo que acabo con todo.

Me siento la persona mas afortunada del mundo, pues tengo claro que pocas personas reciben una segunda oportunidad, y por sobretodo el hecho de sentir tanto amor y todas estas cosas que siento por él, y seguir siendo correspondida. Mis brazos viajan entrelazándose en su cuello, y mientras acarician su cabello, necesito su tacto, para sentir que es real. Tantas veces imagine en mi mente el momento en que todo se arreglara, que todo parece fruto de una de mis tantas fantasías, pero no lo es, sus labios me lo dejan claro.

Cuán necesitado estaba de ella, cuando echaba de menos sus besos, cuanta falta me hacía el sentir sus dedos jugando con mi cabello, y el anhelo que tenía mi cuerpo de su cercanía. Todo eso ya no tiene caso ser explicado. Solo me estoy perdiendo en la.felicidad que me esta invadiendo. Me separo un poco de sus labios. y la levanto del suelo con facilidad, llevándola en brazos, como tantas veces lo hice en el pasado,  y solo la llevo en dirección al sofá. Todo rastro de sentido común ha desaparecido de mi.

La colocó con cuidado en el sillón,  y ella simplemente se ve hermosa.
-te extraño tanto- confieso como si aún no pudiera creer lo que está ocurriendo. Me inclino sobre ella para volver a besar, quiero recuperar cada beso que he deseado de ella. Mis labios se vuelven ahora un poco más salvaje y ansiosos, su boca simplemente me hace perder el control.

Quisiera pedirle ahora mismo que si en algún momento vuelvo a decirle algo sobre darnos tiempo para encontrar respuestas, solo.me mande al diablo y me bese, sus labios son lo único que necesito para dejar de lado toda mi terquedad sobre hacer las cosas bien. Ella tiene un control sobre mi que desconoce.

Y es tan fácil como eso, todos los miedos y la inseguridad se han ido, ahora puedo estar segura de que él no me rechazara al menos no de momento, y no solo eso, estoy segura que aun me ama con la intensidad que lo hacía quizás más, solo sentir como sus labios tocan los míos casi delineandolos es tan mágico.

Y de pronto solo siento que me tiene entre sus brazos, siempre odie que hiciera eso, pero justo ahora es solo perfecto, entrelazo mis brazos tras su cuello, hasta que siento como me acomoda en el sofá con esa delicadeza que solía tratarme, mi corazón late con intensidad emocionado por sentir de nueva cuenta que podemos estar juntos, de tener claro que esta vez nada podrá separarnos.

Escucharlo decir que me extraña hace que solo me aferre a él, esperando que él tenga claro que yo siento lo mismo, últimamente hemos pasado bastante tiempo juntos, pero esos momentos fueron aun peores que cuando estaba lejos, lo sentía tan ajeno e imposible, que ahora solo quiero tenerlo así cerca y no soltarlo nunca, no importa que el mundo gire, siento como se apodera de mis labios esta vez con intensidad y no puedo evitar dar un pequeño mordisco a su labio inferior, mientras mis manos se colocan sobre su pecho y lo acarician solo porque necesito saber que esta ahí y no se va, de pronto me siento tan tonta por haber pensado tantas veces en solo desistir de mi idea, de pensar que perdía el tiempo en algo que no pasaría, pero evito ese pensamiento solo para concentrarme en él, y en su calidez, en su olor que tanto anhelaba, y en sus labios que ahora mismo me parecen mil veces mejor que antes.

La manera en que se aferra a mi, como corresponde a mis besos, y juega con mi cabello, es todo lo que necesito ahora, ¿que importa aquel otro sujeto? Se que ella me ama, y aunque tal vez ella sienta algo por ese tipo, al que ama es a mi, y eso es lo único que debería tener sentido para mi. Ahora mismo me siento tan idiota por haber dado tanta importancia a esa pequeña duda. No puedo negarlo, aun cuando pienso en ello siento esa pequeña duda, pero ahora eso esta dejando de importar. La amo y no la quiero perder, eso es lo único claro e importante en este momento.

Cuando ella muerde mi labio no puedo evitar soltar un gemido de placer, pues ese gesto siempre me hace perder la razón, y ahora mismo estoy mas que extasiado por todo lo que me esta haciendo sentir. Mi respiración se vuelve un poco irregular, pues tanto mi corazón como mi cuerpo, están necesitados de esta mujer. Mis manos recorren las lineas de su cuerpo, tratando de saber si había olvidado alguna sola de ellas, pero no, yo no podría olvidarla.
-me encanta cuando usas vestido- digo un poco jadeante mientras una de mis manos se aventura a su muslo y dibujo pequeños círculos sobre su piel, subiendo poco a poco, comenzando a sentir como la tela de su vestido comenzaba a cubrir un poco mis dedos.
Todo se siente tal y como lo recordaba, pero al mismo tiempo, parece ser mucho mejor.
-¿me amas?- pregunto de repente apenas separándome de sus labios, ni siquiera se porque esa pregunta se me ha escapado, pero de nuevo comienzo a hablar, esta noche simplemente parece que yo no tengo control real sobre mi cuerpo o mis palabras, mi cerebro esta completamente desconectado, y el amor que siento por ella es lo que rige mis decisiones -necesito escucharlo de nuevo- dije un tanto suplicante pero aun así volví a regresar a sus labios, pues necesito aun mas de ellos.

Somos tan idiotas y estamos tan llenos de miedo, si solamente hubiéramos confiado mas el uno en el otro, no hubiéramos tenido que sufrir de la manera en que lo hicimos, pero bien dicen que por algo pasan las cosas, quizás era para que nos diéramos cuenta que a pesar de todo y de todos nuestro amor es mas grande, y se siente así por la manera en que mi corazón sigue latiendo apresurado como si no existiera un mañana y aquí va a terminar el mundo, aunque en realidad no me importaría siempre y cuando este con él.

Al escuchar su reacción ante mi pequeño mordisco dejo de pensar pues el ha comenzado a pasear su mano por mi pierna, solo quiero dejarme llevar enloquecer a su lado, perderme una vez mas con él. Y una sonrisa un poco descarada aparece en mi rostro ante lo que acaba de decir, lo se perfectamente, quizás lo hice un poco con esa intención aunque de verdad ni siquiera pasaba por mi mente que la noche tomaría este rumbo.

Su pregunta realmente me sorprende, no es que no lo haga, solo que me es extraño porque no suele ser inseguro, supongo que tengo un poco la culpa de eso, y sonrió cuando me lo pide de nueva cuenta, y justo cuando estoy por decirlo el me besa de nuevo. Como puedo lo empujo un poco hasta que ambos quedamos lo mas horizontal que se puede separándome solo un poco y me le quedo viendo. -Lo hago. -  le digo ahora empujándolo para que sea él quien se recueste. - Te amo. - comento para ahora ir directo a sus labios de nuevo. -Nunca lo dudes. Te amo. - comento solo separándome unos milímetros de sus labios de nuevo. Quiero que me crea. Y que solo vuelva a confiar, a tener esa fe ciega que solía tener en mi. Que tenga claro que no quiero estar con ningún otro hombre que no sea él, que lo necesito con cada poro de mi piel, con cada pequeño átomo que hay dentro de mi cuerpo.

Coloco mis piernas alrededor de su cuerpo y me inclino para poder besarle luego de lograr mi cometido supongo que mis besos son un poco desesperados, solo siento que tuve que esperar demasiado tiempo, y ahora solo no quiero desperdiciar ni un segundo.

No me gusta mostrarme de esta forma, tan inseguro y ansioso por que me confirmen algo, eso también parece ser algo nuevo en mi. No estoy del todo seguro si todo esto que estoy aprendiendo de mi mismo me gusta, y lo peor, es que no estoy seguro si a Zoe le gustará, pues aveces me siento como si no fuera yo. Aunque siento un poco de alivio al escucharla hablar, casi por un instante, pasó por mi mente la idea de detenerme, pues no estoy del todo seguro de la manera en que me estoy sintiendo, pero cuando ella me hace quedar recostado me siento un poco confundido, y de nueva cuenta olvido todo cuando ella se coloca encima de mi y correspondo a sus labios, ahora simplemente la dejo tomar el control, como tanto a ella le gusta y obviamente a mi no me desagrada para nada cuando lo hace, y mas aun cuando solo eso hace falta para alejar aquellas dudas que se comenzaban a formar en mi cabeza. Paseo mis manos por su cuerpo, ahora siendo un poco mas descarado, acaricio sus piernas, sus caderas, su cintura, mis manos no desean detenerse, aunque me empieza a molestar la sensación de la tela bajo de ellas, quiero sentir su tersa piel.
-¿quieres subir a la habitación?- pregunto sin separarme casi nada de sus labios, incluso cuando hablo mis labios siguen tocando los suyos, pero en realidad no estoy esperando su respuesta, pues la obligo a ponerse de pie, la tomo de la mano para obligarla a seguirme, busco pasar cerca de la mesa para tomar la botella de vino y sin preocuparme por las copas, y así seguir nuestro camino por la casa hasta la habitación. Una vez entrando coloco la botella en el primer mueble que encuentro, ni siquiera me molesto en encender la luz, pues basta con la que nos brinda la luna, definitivamente la casa ha sido una buena elección.
Empujo a Zoe a la cama, se que tal vez no estoy siendo el mas romántico ahora, pero diablos, ahora mismo solo puedo pensar en una sola cosa, y ella parece pensar lo mismo.
-tu si sabes como hacer que a alguien le guste la navidad- comento quitando de mi cuerpo aquella prenda de ropa que me ha regalado, y poco a poco cualquier otra prenda que este sobre nuestros cuerpos deja de ser un obstáculo entre nosotros.

Mis labios solo se pierden el él, en disfrutar sus labios, su lengua, su cálido aliento, y en sentir como sus manos recorren mi cuerpo ya sin ningún tipo de problema. Lo escucho preguntar por su habitación, si soy sincera en la habitación, en el sofá o en el suelo no importa, tengo esta necesidad tan grande de sentir su cuerpo pegado al mío que el lugar y si estamos expuestos de momento no importa, supongo que he cambiado, aquella chica tímida e inexperta que se asustaba con todo solo ya no esta. Al menos no con él. Pues el solo me provoca.

Me dejo guiar por él, creo que esperar tanto por este momento nos tiene un poco ansiosos, y la verdad se siente diferente, me siento deseosa de él, solo quiero que el tiempo se detenga por un segundo y permita disfrutarlo centímetro por centímetro. La vista es impresionante, pero aunque me encanta el cielo, ver la luna y las estrellas, ni siquiera presto demasiada atención. Solo me concentro en él, y como rápidamente ha comenzado a deshacerse de mi vestido y me causa un poco de gracia, los vestidos nunca han sido lo mío pero la ironía se hace presente, pues ahora que me he puesto uno para intentar complacerlo, ha desaparecido rápidamente, no es que eso me moleste. - Y ahí va el vestido que tanto aclamas. - digo acercándome a él para apoderarme de sus labios, mientras terminamos por deshacernos de las últimas prendas que quedan sobre nuestros cuerpos, por primera vez el no esta siendo cuidadoso, solo esta dejándose llevar por la pasión y el deseo que nos ha invadido de repente, Mis dientes una vez mas se apoderan de sus labios, mientras sin ningún detenimiento mis manos comienzan a pasearse por su marcado abdomen, nunca había sentido esta ansiedad, la emoción y la excitación a este nivel. Mis labios se alejan de su boca y buscan su oído. -Solo hazme tuya. - digo ahora mordiendo su oreja levemente, bajando hasta su cuello.

-esto es exactamente por lo que me gustan- con con descaro pues ella claramente ya sabía esa información, y luego solo me vuelvo a entregar a sus labios, pero cuando la escucho decir aquellas palabras a mi oído solo me hace sentir ansioso por poseer su cuerpo una vez mas, pero también en el fondo me siento tentado a molestarla un poco y hacerla esperar, pero creo si hago eso no se quien se sentir más frustrado, si ella o yo, y creo que ya hemos esperado suficiente, y solamente a complacerla como lo ha pedido.
Los sonidos que salen de su boca y chocan contra mi propia voz, su piel ardorosa, sus manos, sus movimientos, todo aquello atrapa por completo mis sentidos, entre jadeos y “te amos” y apenas entendibles nuestros cuerpos vuelven a ser uno solo, sin miedos, sin dudas. Ahora solo existimos nosotros y es lo único que necesitamos.

-te amo- digo con mi respiración aun agitada colocándome a su lado mientras la envuelvo en mis brazos, ambos estamos agotados, pero de repente comienzo a sentir mis párpados pesados, tal vez es solo todo el sueño que no hemos podido tener desde que estamos alejados.
Nos cubro con la sabana sintiendo aun su cuerpo desnudo a mi lado.
-creo que mañana deberé castigarte porque no te acabaste la cena- digo bromeando, con mi voz completamente afectada por el sueño que me esta empezando a invadir.

Y las palabras mágicas realmente funcionaron, todas esas sensaciones golpean en mi pecho, y termino solo por entregarme a él, sin pensarlo, sin dudarlo, solo sintiendo, nuestra respiración choca, como cada centímetro de nuestros cuerpos, ni siquiera logro entender como pudimos estar separados tanto tiempo, supongo que algunas veces el orgullo puede mas. Aun luego de haber terminado siento como mi corazón sigue latiendo a prisa y mi respiración sigue sintiéndose agitada.

Me recuesto en su pecho, de pronto solo llega el cansancio eso, o solo la sensación de tranquilidad que el me brinda, su olor cautiva mi olfato y mis ojos se pierden un poco contemplando la vista. Hasta que escucho por fin claramente esas palabras de sus labios, no es que no lo tuviera claro, o que no hubiera escuchado todas las veces que lo dijo antes, solo es mejor ahora. -Y yo a ti, descansa. - digo dando un beso a su pecho, paso mi brazo por encima de su pecho en un intento de abrazo, y lo acaricio un poco. Mientras observo como sus ojos se vuelven pesados y los míos lo imitan.

Una sonrisa se dibuja en mis labios al escucharlo, y con apenas fuerzas comento. -Creo que comenzare a portarme mal mas seguido. - intento ser un poco descarada, pero creo que mi voz solo deja claro que estoy muerta de sueño. Y aunque sigo luchando por mantenerme despierta mis parpados se vuelven mas pesados de lo que puedo soportar y termino cediendo ante morfeo.

-no tienes remedio- comento tratando de abrir mis ojos, no deseo quedarme dormido, tengo un poco de miedo a que cuando despierte me de cuenta que nada de esto a ocurrido. Se que es un miedo infundado y demasiado carente de sentido, pues estoy consciente de que todo esto ha sido real, pero la mayoría de los miedos son así. Tallo un poco mis ojos buscando despertarme un poco, y noto por la respiración de Zoe, que ella ya se ha quedado dormida, así que no tiene demasiado sentido seguir resistiéndome a quedar dormido, así que decido acomodarme con toda la intención por fin poder dormir a gusto después de tanto tiempo. Pero una luz se enciende en la habitación y busco la causa de ello. Entonces veo que es el celular, tal vez sea algún mensaje del trabajo. Me estiro con cuidado para alcanzar el aparato y al tenerlo en mi mano me doy cuenta que es el celular de Zoe, y estoy a punto de regresar el aparato a su lugar pero el nombre en la pantalla me hace quedar inmóvil.
El que solía ser antes solo habría dejado el celular donde estaba, pero ahora una curiosidad casi masoquista me impide hacerlo.
Una felicitación por navidad, es lo que se alcanza a leer en la notificación, pero el mensaje es aun mas largo, pero decido no abrirlo, no es algo para alarmarme, estoy enterado de que ella no se a alejado de él, pero tampoco puedo solo ser indiferente ante cualquier relación que tengan esos dos. Regreso el celular a donde lo tomé.
El sueño parece haberse esfumado, de nuevo las dudas comienzan a surgir en mi cabeza. Miro a Zoe durmiendo tan plácidamente.
-solo estoy exagerando ¿verdad?- le pregunto en un susurro para no despertarla, y me acomodo aferrándome a ella en un abrazo -solo exagero- me digo ahora a mi cerrando los ojos, tardo algo de tiempo en convencerme a mi mismo de que no tengo nada por lo que sentirme inseguro, y cuando consigo calmar mi mente es cuando termino cayendo rendido ante el cansancio.