Carter S. Di Angelo

Carter parece ser un huracán de emociones que no hace nada más que seguir a su corazón. O eso dicen por ahí. Algunos lo acusan de bipolar y otros lo condenan de incomprendido, pero la verdad es que ninguno tiene la razón. Él es un libro abierto que la gente se niega a leer buscando cualidades que él no posee, porque no comprenden que “no hay nada más elusivo que lo más obvio”. Él es más simple que cualquier otro hombre en la historia de la existencia misma; es un tipo simpático, de sonrisas fáciles y palabras amables, relajado como él sólo, ya que comprende que nadie sale virgen, porque la vida nos jode a todos, y que prefiere no amargarse con banalidades. Es, en simples palabras, un enamorado de la vida, aunque ésta casi le haya cerrado las puertas en las narices en más de una ocasión. A veces, como cualquier persona segura de sí misma, peca de egocéntrico, lo que le baja puntos a su carácter casi impoluto. También, tiene el sarcasmo por lenguaje, y si no eres una persona de mente amplia y ágil, lo más probable es que termines sintiéndote ofendido de sus bromas que a veces se escapan de los límites de aquellos más escrupulosos. Es de los tipos a los que le encanta pasar el tiempo leyendo y riendo con sus amigos. Es bastante sociable, pero es difícil que te considere amigo, ya que es muy desconfiado. Como todos, teme a ser herido, aunque tenga claro que es lo bastante fuerte como para levantarse si alguien llega a hacerle daño. No es rencoroso a menos que realmente lo hayas lastimado, y entonces, créeme que no te gustará ser tú, ya que la venganza viene y tal vez con una bomba en tu buzón como regalo. Aunque sí es celoso de sus pertenencias, no es egoísta. Y, por favor, no confundas su gusto por los porros con estupidez, porque es muy inteligente y astuto, incluso en los temas en los que no debería serlo. Siempre estará ahí para darte una mano cuando la necesites, aunque no intentes hacer lo mismo con él, ya que tiene su parte altanera que no le permitirá más que escupirla. Es una persona leal, por lo que si él te ha entregado la promesa de lealtad, créeme que será el más valiente a la hora de defenderte con uñas y dientes, aunque unos segundos antes haya peleado contigo. Si bien es simpático y se ríe por todo, no significa que sus chistes sean buenos, por lo que la mayoría del tiempo, sólo te reirás de su cara al contarlos, porque de comediante no le da la gracia. Es de los que se alegra con pequeños detalles que otros considerarían ordinarios. Un simple saludo es capaz de iluminar su día. Y por sobretodo, tiene una necesidad de adrenalina que no le permite estar quieto, metiéndolo en problemas en más de una ocasión. Cuando se enamora, puede llegar a volverse muy estúpido y no razonar, e incluso puede llegar a ser un poco acosador en su intento por conquistar a la persona amada, aunque si se lo preguntas, él siempre lo negará o culpará a los efectos colaterales de la droga por aquello. Cuando alguien no es de su agrado, él simplemente mantiene los márgenes establecidos de los buenos modales, te saludará, pero no bromeará contigo, ya que no se sentirá en confianza; y si este desagrado alcanza límites demasiado altos, no dudes que te lo dirá a la cara y sin pelos en la lengua.
Ahora que has conocido a Scott, queda en tú disposición si quieres que él sea parte de tu vida.

La historia de Carter comienza un poco antes de su existencia misma, cuando Barry Di Angelo y Loren Arkádyevna, luego de 3 botellas de vodka, tuvieron una aventura. Estos se habían conocido mucho tiempo antes en Australia, mientras Loren obtenía su nacionalidad en el país. Ellos estaban enamorados aunque ninguno de los dos se atrevió a decirlo, y el dolor del silencio obligó a  la rusa a volver a su nación, mientras que Barry, quien se encontraba en Australia por temas de trabajo, tuvo que quedarse. Dos meses después, Loren supo que estaba embarazada, sin embargo, se lo ocultó a Barry, ya que no quería que la responsabilidad de ser padre le amargara la vida. Y así, luego del nacimiento del pequeño, lo crio hasta que cumplió los dos años, momento en el cual la rusa murió en un accidente de tránsito. Si bien tenía familia cercana en Rusia, la policía se contactó con Barry comentándole la situación, para que se hiciera cargo del pequeño. Desde entonces, la corta vida de Carter dio un giro en trescientos sesenta grados. Ahí conoció a Barry, quien sería su protector y el fan número uno de todas las bobadas del pequeño; también conoció a Bobbie, la pequeña rubia un año menor que él, a la que convirtió en su mejor amiga. Y por último estaba Chandler, con quién no se causaban mucha simpatía, pero se toleraban. Era una familia que a falta de la figura materna, se veía un tanto disfuncional y extraña, pero ellos se querían entre sí y con eso tenían suficiente. Para Scott, la niñez fue el momento más feliz de su vida, ya que todos sus recuerdos tenían que ver con juegos, risas, manchas, comidas y nada de preocupaciones, aunque no podía decir que la pre-adolescencia fuera igual de genial para él. Le contaron que su madre había muerto, que no era completamente hermano de Bobbie y Chandler, y su autoestima decayó. Padeció de una silenciosa depresión cuando tuvo trece años, de la cual se repuso con dificultad cuando cumplió los dieciséis, momento en que se dio cuenta que la vida pasaba y lo estaba dejando en el camino. A los diecisiete años, comenzó a interesarse de manera macro en la música, e incluso comenzó a trabajar en una tienda de discos, haciéndose muy amigo de Marcus, el dueño, que como pago no sólo le entregaba dinero, sino también conocimientos en lo que respectaba a la música, el arte en general y la gastronomía. Pero por otra parte, siempre se apasionó por la medicina. Por esta razón, y a pesar de que se estaba desligando de su familia, amigos y de Marcus, decidió inscribirse en UCLA, y viajó dos días después de su graduación, diciéndole adiós a la parte más importante de su vida.

Carter no es del tipo de personas que se siente cómodo estando en grupos cerrados aunque en éstos se encuentren ideologías que calcen con la suya propia, además, siguiendo a su mente, ingresó a una fraternidad en un vago intento de conocer gente y luego de sentirse más incómodo que de costumbre por las diferencias que ésta tenía con respecto a otras fraternidades que le parecían agradables, decidió largarse y vivir como un universitario más, que sin calzar en ninguna parte, podía calzar en todas partes.

Mascota: un hurón llamado Pietro, como su personaje favorito de Marvel, Pietro Maximoff.
Pertenencia más preciada: El  álbum autografiado de Pink Floyd que le regaló Bobbie.
Mayor miedo Morir sin haber demostrado cuánto quería realmente a su familia.
Pareja:-.
Canción que te describe: New Perspective- Panic! at the disco.
Otras cosas:claustrofóbico.