Domingo de travesuras // Omegas libre

​Domingo por la mañana y yo ni siquiera estaba desvelada, había dormido durante todo el sábado y la verdad es que no tenía ganas de salir, y claro tampoco nadie me invito a ningún sitio así que al despertar solo me levante notando que la casa a pesar de estar llena, parecía desierta. Salvo algunos ronquidos lejanos que se escuchaban como música de fondo. Baje las escaleras directo al refrigerador en busca de algo que comer, no había mucho, a quien sea que le tocara hacer las compras está semana aún no iba, así que decidí solo buscar leche y un poco de chocolate en polvo para hacer una malteada, saque hielos y lo puse todo en la licuadora, sabía que probablemente mis hermanos me odiarían por hacer ruido, pero hoy había amanecido con ganas de molestar gente, tal y como algunos solían hacer cuando yo recién llegue aquí.​ Así que sin piedad solo apreté el interruptor del aparato para que este comenzara a mezclar los ingredientes, y en cuanto estuvo listo apague todo. Me serví en un vaso y al ver que nadie vino solo desayune bastante tranquila. Aunque mientras lo hacía una publicación de facebook donde algunas personas hacían unas cuantas maldades a sus amigos apareció en la pantalla de mi celular, eso era lo que necesitaba.

Así que al observar que lo poco que aún quedaba en la alacena eran aquellas galletas que Breya y yo teníamos en nuestro escondite secreto decidí sacrificar un poco mis antojos y solo reír un poco, abrí las galletas y fui al baño rápidamente para buscar entre los productos de higiene que teníamos una pasta dental de las que no tenían ningún tipo de condición especial solo era blanca y comencé con mi travesura. Quitando la crema dulce que tenían en medio las galletas para untar un poco de pasta dental, tratando de que no se viera demasiado sospechoso. Y una vez terminado mi plan, solo comencé a guardar las galletas nuevamente en el recipiente poniendo cuidado al meterlas, y terminando por comerme el relleno que les había quitado para que no hubiera ni una sola evidencia. Y solo permanecí allí comiendo algunas galletas que no fueron modificadas mientras esperaba que alguno de mis hermanos bajara.

Parecía que iba a tener que esperar un buen rato ahí pues al parecer ninguno de los omegas iba a despertar pronto, yo misma había estado en el lugar de ellos, salir en viernes por la noche solo ocasionaba que llegaras de madrugada y por la mañana del sábado sumando el cansancio de toda la semana, mas el no dormir durante toda la noche, probablemente el uso de algunas bebidas alcohólicas y algunos estupefacientes, solo deseas no moverte de la cama en días. Pero para nuestra desgracia ese tiempo solo termina reduciéndose a unas cuantas horas.

Mientras me dedicaba solo a mirar redes sociales y ponerme un poco al día pues mi nuevo empleo no me permitía solo relajarme durante un minuto y perder tiempo. Así que al menos mientras esperaba a quien tendría por victima solo me entretenía.

Casi terminaba mi licuado y solo comenzaba a rendirme, estaba comenzando a idear algún truco para poder escuchar cuando alguien entrara en la cocina y solo poder ver la cara que pondrían. Una voz ya conocida solo salio de la puerta, aunque no creo haber escuchado más ruido antes. -Blake... ¿Qué tal resaca? - aunque claro se ve bastante fresco debido a la ducha que parece acabar de darse.

Era cierto que había terminado de pagar su apuesta, la cual consistía en hacer las compras para la despensa de la casa omega pero eso había sido hace exactamente una semana y la pelirroja había olvidado que por asignación esa era su semana. Las compras se hacían jueves o viernes pero gracias a que tenía memoria de Dory , la madrugada del domingo justo a las cinco de la mañana recordó su tarea. Rápidamente dejó en su habitación la mochila en donde llevaba la laptop y algunos cables necesarios para su trabajo de fines de semana como dj en uno de los clubes más famosos de Westwood. Bajo las escaleras y nuevamente se montó en el Mustang que Piero le había regalado.
-Maldita sea!- soltó molesta al tiempo en el que golpeaba el volante después de una hora de buscar alguna super mercado abierto. Los insultos llegaron a su punto máximo cuando al meter las bolsas una de estas se rompiera y las latas de atún salieran rodando a todas partes. Sólo esperaba acomodar todo en los estantes antes de que alguien despertará.

La italiana se creía sigilosa con sus llaves tintineando y el camino de maldiciones que dejaba a su paso, pero todo cambió cuando al llegar a la cocina con las pesadas bolsas en las manos y su atuendo nocturno que nada se parecía a un outfit de domingo; para saber que estaba perdida la habían descubierto- Vaya.... pensé que sería la única fiestera...que tal Blake creo haberte visto ayer...- si disimulaba tal vez la falta no serÍa tan grave- Hey Zoe! debiste preparar más malteadas....

Sentía como la cabeza me palpitaba y dolía fuertemente, decir que estaba enojada era poco, no podía dormir y no dormir para Audrey Smiddy era un delito. Combinar muchas bebidas juntas no había sido buena idea, la noche de sábado había decidido salir a pasarla bien con algunos amigos, me había divertido tanto en la discoteca o bueno eso pensaba, ya que ni siquiera recordaba como era que había llegado a la habitación, lo único que rogaba era que no hubiera echo nada malo pasando vergüenza enfrente de todos. El estomago me rugió, si, tenia demasiada hambre, me puse mis plantufas que parecían garras de osos -muy aniñado pero los amaba- no me importo lo desaliñada que estaba y baje hacia la cocina tratando de no despertar a nadie, lo ultimo que quería era hacer enojar a alguno de mis compañeros.

Cuando llegue me encontré con que Zoe, Blake y Rawrie estaban despiertos. ― Oh, buenos días chicos ― dije sonriendo, fije mi mirada en Blake y parecía que estaba en el mismo estado que yo pero no lo molestaría con eso, mi estomago volvió a molestarme pidiendo algo de comer. ― ¿Alguien mas tiene hambre? Porque mi estomago pide a gritos ser alimentado ― bromee y me fije que Zoe comía galletas. ― Uhm, Zo ¿te quedo alguna galleta? ― pregunte esperando a que dijera que si, sentí el ruido de una bolsa y mire a Rawrie a quien se le notaba nerviosa, me encogí de hombros y me prometí que le preguntaría después si le pasaba algo.

Escuche a Blake decir que estaba bien, y claro no se miraba derrotado como sueles verte un domingo por la mañana después de una noche de fiesta pero no era el de todos los días en definitiva, al menos denotaba tener bastante resistencia aún. Escuche que alguien más se acercaba y al escuchar su voz solo sonreí a Raw. -No había nadie, pero si quieren puedo preparar más. ¡Es lo único que hay!- dije observándola, parecía nerviosa. Digo ante la pregunta de Blake. -Tendrás que conformarte con la malteada y galletas hijo mío. - conteste más o menos en el mismo tono que él me había hablado.

Poniéndome de pie para buscar los ingredientes necesarios para preparar un poco más de malteada, yo jamás solía preparar nada, pero como hoy era la que mejor se sentía y además seguro alguno de ellos caería en mi broma solo me puse manos a la obra. -Claro nena, adelante. - y justo ahora esa conciencia que no me dejaba ser buena con las bromas aparecía, la chica tenía hambre y yo le haría una broma, eso era ser cruel.

De cualquier manera la deje que avanzara al plato con galletas mientras yo buscaba la otra caja que quedaba con las galletas reales, notando a Raw extraña, esa chica era una onda de energía y hoy no se había movido del pequeño cuadro en que estaba parada con aquellas bolsas. -¿Hey Raw estás bien? - dije observándola solo metiendo todo en la licuadora para comenzar a mezclarlo. -Omegas quejumbrosos aparecerán en unos minutos. - digo solo dando por hecho que a alguien le afectara el ruido de la licuadora.

Ante las bromas del Blake, la pelirroja esbozo una amplia sonrisa con la efímera imagen mental de algo que no podría ser por mucho que ambos estuvieran ebrios. Uno, porque ella quería a su toro y dos porque seguramente Blake no la veía de alguna forma presa de sus ligues- ¿no fuiste tú?- dijo entre risas aún bromeando un tanto nerviosa porque la líder omega se fijará en lo que llevaba entre manos. Casi golpea una de sus palmas contra su frente cuando Balee preguntó por la comida, Raw nerviosamente se acercó a la mesa hasta que Audrey apareció con esas simpáticas pantuflas- ¡hey! que geniales , cuidarlas o te las robo... -bromeó para después sonreírle a Zoe- ...no te preocupes, yo tampoco esperaría que estuviesen despiertos...

La pelirroja dirige su mirada a las galletas mordiéndose los labios por el antojo,no tardaría en robar una. Zoe pregunta si algo le pasa y ella, cansada de ocultar lo inevitable, en un último esfuerzo deja caer con cuidado las bolsas sobre la mesa sin estropear las galletas-...traje las compras, lamento no haberlo hecho antes es sólo que se me paso por completo...- comenzó a abrir las bolsas y cogiendo un par de cajas de cereal se acerco a los estantes para comenzar a llenar los estantes- podríamos hacer un pequeño desayuno para los cuatro...traje huevos frescos- de regreso a la mesa tomo una de las galletas y la mordió sin percatarse de nada malo. No le gustaban en particular las oreo pero tenía hambre, no las separo como era costumbre simplemente mastico un bocado sintiendo un extraño sabor mentolado mientras hacia unos gestos extraños y buscaba una servilleta para escupir la galleta.... Corría por la cocina con la boca abierta y cara de asco ¿quien sería el responsable?