This blue one always pays her debts [Sigmas]

por **Lili S. Hernández** Lun Mayo 11, 2015 11:57 am

Habían pasado ya varios días desde que mi novio había roto el sacajugos de la casa sigma, pero había estado tan llena de cosas que no me había dado el momento de elegir uno nuevo para la fraternidad. Solo había comprado mucho jugo para que pudieran beber sin echarme en cara cada mañana que su desayuno estaba carente de vitamina C. Ya quería verle la cara a Brooke, que el día que se rompió se rió de mi hasta el hartazgo, cuando por fin llegara con el electrodoméstico, pues con el dinero ganado en la última semana trabajando en el taller, había podido adquirir uno bastante bueno.

Mis dos manos sujetaban la enorme caja que llevaba desde el auto hasta la entrada, para tomar un pequeño descanso. ¿Cómo un sacajugos podía ser tan pesado? Lo deje en el suelo mientras abría la puerta de la casa y tomaba aire una vez más. Uno, dos y tres y la caja de nuevo arriba, mientras colgando de mis brazos habían unas bolsas con frutas que solo agregaban peso a la situación. Si Troy, mi mejor amigo, me viera ahora de seguro dejaría de pensar que soy una debilucha como siempre dice. Caminé tranquila hasta la cocina y di una larga bocanada de aire cuando por fin pude descansar, dejando sobre la gran mesada para cocinar la caja aun sin deshacer. Miré alrededor, habían algunas chicas en mi camino pero la cocina brillaba de limpieza y de soledad, decidiéndome a sacar las frutas de las bolsas para ponerlas o en el refrigerador o en los fruteros, si estas no podían refrigerarse, bastante concentrada en mi tarea mientras ponía en mi movil a volumen moderado la canción que Jacko me había pegado el día anterior. En mi casa mi amdre me había enseñado a ser bastante ordenada con los espacios comunes, y por esa razón no me había costado demasiado trabajo ese aspecto de vivir en casa sigma.

- Don’t believe me just watch- cantaba animada cuando deje la última naranja en el frutero hasta poner pausa y mirar alrededor, seguía sin haber nadie. Dispuesta a cambiar eso tomo aire para gritar, ya de seguro me regañarían si despertaba alguien de la siesta, pero yo me divertía.-¡ HA LLEGADO EL SACAJUGOS NUEVO! ¿ALGUIEN QUIERE LLENARSE DE ENERGIA Y VITAMINA C? NO ME DEJEN SOLA, O ROMPO ALGO DE NUEVO- termine bromeando, sabían era demasiado pacifica y respetuosa con las cosas de las sigmas, eran las alphas y los toros los únicos que podían despertar el monstruo que había en mí.

por Invitado Lun Mayo 11, 2015 2:14 pm

El día no había estado del todo mal. Se había levantado con un muy buen humor y con unas ganas inmensas de ir al hospital por si requerían de su ayuda (como siempre) aunque, ¿quién requería de la ayuda de una principiante que a penas ha hecho unas cuantas prácticas? Ciertamente, fue muy raro que la dejaran quedarse y no le dijeran: No necesitamos de tu ayuda, Liv. Puedes irte. Pero no. Pocas veces suelen necesitarla y cuando lo hacen únicamente la quieren para hacer simples cosas que hasta un niño pequeño podría hacer. Se sentía un tanto inútil, pero era algo a lo que simplemente ya estaba acostumbrada, no porque fuera una mojigata sino por el simple hecho de que al menos ha ayudado/sanado a alguien. Después de estar dos horas en hospital, decidió ir a Starbucks a tomarse su dosis de cafeína que no podía faltar. Tras esto, como todos los días, decidió dar un pequeño paseo y como siempre, se quedó contemplando a la gente que pasaba por delante de ella e intentó, una vez más, adivinar los pensamientos de cada una de ellas. Raro, sí.

Tan cansada estaba que no pudo evitar dormir por unos cuantos minutos, ya que su sueño se vio interrumpido por unos cuantos chillidos los cuales dedujo que serían de alguna de las chicas. Venga, Liv, haz amigas. Le gritó su mente y la rubia no dudó en saltar de su cama e ir en busca de la chica de los chillidos. Se detuvo al ver de espaldas a una chica con un ¿sacajugos? Soltó una pequeña risa al recordar los chillidos de la chica y ahora entendió a qué se refería. Pestañeó un par de veces ante de sonreír y saludarla con la mano. - Hola... - Dijo en un pequeño susurro , más tarde lo dijo un poco más alto para que la chica se diese cuenta de su presencia. - Olivia O'Sean. - Esta vez le tendió la mano a la chica esperando que esta la recibiera sin tapujos. Miró una vez más al sacajugos y después la miró a ella alzando las cejas con cierto toque de diversión. - Vaya, así que, ¿tú eras quién hizo desaparecer al sacajugos? - Probablemente la pregunta haya sonado totalmente estúpida pero al menos prefirió decir esa que a decir una más mayor. - Bien, ya comenzaba a extrañar la vitamina C y supongo que las demás también. - Se acercó un poco más a ella y cogió una naranja para comenzar a jugar con ella, sin quitar la vista la desconocida le dedicó una tímida sonrisa antes de hacer una mueca. No estaba dispuesta a joderlo y no iba a hacerlo. Vamos, Livy, ¿qué coño te pasa que no dices algo decente? -Cállate... - Se dijo a sí misma y soltó un pequeño bufido.

por **Elena Phyllis Malone** Mar Mayo 12, 2015 8:54 am

Mantenerse en forma de manera saludable requería de un gran sacrificio que acepté desde siempre. Con dos padres deportistas era normal que tomase el hábito de ir al menos una vez por semana a correr por el parque. El resto de día me bastaba con la cinta de correr de casa y un poco de yoga. Me gustaba mantener mi cuerpo y así obtener buenos resultados incluso para cantar, ya que la respiración era algo esencial. También era una aficionada a los jugos de diferentes sabores e intentaba mezclarlos para obtener uno con los mayores beneficios posibles. Sencillamente por eso fui una de las víctimas de la rotura de nuestro exprimidor que tan buenos zumos preparaba. Por lo poco que sabía, los responsables fueron Lili y su chico, el líder de los Delta. Durante esos días tuve que conformarme con los zumos que compraba en las tiendas. No estaban mal, pero no se podían comparar con los recién hechos.

Me encontraba en el salón leyendo un poco cuando oí que Lili llegó y anunciaba que al fin teníamos de nuevo aquella máquina que parecía una más pero que tanta falta nos hizo. En la cocina estaban la propia Lili y Olivia, una chica nueva de la que Darren me habló debido a que era la hermana de su chico. -Se acabó el tener que comprar zumos con productos químicos. ¿Qué será lo siguiente, Lili?-bromeé observando con detenimiento a la nueva. -Eres Olivia ¿verdad? Soy Elena.-le di dos besos. Costumbre europea. -Conozco a tu hermano y a su…y a Darren.-sonreí. No tenía ni idea de si la joven sabría la relación que tenía su hermano con el castaño. -Al fin te conozco, que parece que nunca coincidimos en casa.-comenté sincera mientras me sentaba sobre la mesa.

por **Imogen S. Truman** Mar Mayo 12, 2015 9:33 am

Al parecer no era la primera en despertarme hoy. Sé que normalmente si lo era pero hoy no fue ese día. Todo transcurría con normalidad, o al menos hasta el momento. Me había ido a clases bastante emocionada pues habían reorganizado y renovado los equipos nuevos de edición. No era nada del otro mundo pero ahí, debo decir que la presión que hice a los profesores y sobre todo la encargada del departamento audiovisual fue crucial. Creo que no sabían lo pesada que podía llegar a ser si me lo proponía. Algo parecido debió de pensar Lili cuando durante todos estos días me quejé de tener que estar haciéndome los zumos naturales con ayuda de un tenedor... Lo había aprendido en los campamentos a los que mi padre me apuntaba de pequeña, pero... Era un coñazo y aún así me quejaba.

Todo esto lo digo porque a mi llegada a la casa, me encontré con una grata sorpresa, lo que hizo que una sonrisa amplia se me dibujara en la cara al ver el electrodoméstico por fin. Pero dejando eso a parte, lo que llamó mi atención fue la chica nueva a la que no dudé en presentarme casi cómo si la conociese de toda la vida, pues la saludé con un beso y un abrazo al igual que a Lili y Elena que también estaban allí. — ¡Hola! soy Imogen — Le dije a la nueva compañera que si no me habían informado mal, creo que se llamaba Olivia. —¿Eres Olivia?— Pregunté poniendo un gesto de duda y esperando no caer en una equivocación al nombrarla. —No te preocupes, Lili ya se lo pensará mejor antes de poner en marcha cualquier aparato de la cocina. Espero que este nos dure más que el antiguo, ¡ya estaba cansada de usar un tenedor para exprimir las naranjas y los limones!— Dije con gracia y solté mi mochila a un lado. —Yo también tengo algún que otro problema con los aparatos de cocina— Dije con diversión y me encogí de hombros cómo si nada. Me senté en uno de los taburetes justo al lado de Elena y de Olivia y me dirigí de nuevo a ella —Bienvenida, esto te va a encantar— Le aseguré tocando su brazo con cariño.

por **Circe Xenidis** Mar Mayo 12, 2015 9:54 am

Todo era de color rosa pastel y las nubes completamente azules, Circe caminó hacia ellas y tomo un pedazo de nube. ¡Sabía a algodón de azúcar! Aquello era delicioso y la castaña no podía ser más feliz. Tontamente, la griega esperaba ver un hermoso unicornio multicolor y, para su gran sorpresa, vio un ala blanca por detrás de una nube azul. Con emoción, empezó a caminar hacia ella cuando una voz la hizo detenerse… - ¡HA LLEGADO EL SACAJUGOS NUEVO!. La chica frunció el ceño al escuchar eso. Dio un paso hacia atrás y todo se desvaneció. Con horror, sintió duro golpe en la cabeza. Circe se había caído de la cama. Abriendo los ojos, lo primero que vio fue a sus dos gatos quienes la veían con aburrimiento y molestia por haberlos despertado. — Mierda… — maldijo mientras se levantaba y tocaba su cabeza. Con horror vio la hora, dándose cuenta de que era muy tarde. Casi corriendo, la castaña tomó su ropa y dando saltitos empezó a vestirse con desesperación. — Debo de dejar de fumar lo mismo que Athan se mete — susurró con sarcasmo, pues nunca lo había hecho.

Ya, un poco presentable y con su gato de peluche, Circe bajó a la cocina en donde ya había algunas chicas. Rió alegremente al ver que Lili había llegado con un nuevo sacajugos, el cual había roto junto con su novio. — Genial, ahora tu novio no entrará a esta cocina sin una escolta Sigma — comentó con gracia mientras se acercaba a la castaña y le daba un beso en la mejilla. Volteó a ver a las chicas y sonrió — ¡Hola! — las saludó al mismo tiempo que se acercaba a Elena y la saludaba de la misma forma que a Lili. Sonriéndole a la nueva chica, se presentó — Hola, ¿Eres Olivia, cierto? Me llamo Circe — se presentó y le dio su respetivo beso en la mejilla. Con una sonrisa aun más amplia, se acercó a su mejor amiga — Tú tienes un problema con toda la cocina, Imogen — le bromeó mientras tomaba una manzana del frutero.

por **Lili S. Hernández** Mar Mayo 12, 2015 9:56 pm

Estaba sacando el sacajugos de la gran caja, la cual deje todavía encima de la mesada tomando entre mis manos el manual de uso. No iba a romper el sacajugos el primer día de reponerlo cuando veo que una linda chica castaña entra a la cocina, lo cual me provoca una sonrisa de inmediato. Reconocía de vista a la chica porque Brooke nos la había mostrado cuando la recibía en la casa, era una nueva sigma y se veía bastante dulce y amable, de seguro se sentiría en casa pronto.- ¡Hola! Lili Hernández acá- dije tendiéndole la mano pero acercándome algo espontanea dejando un beso en su mejilla.- No te engañes por la piel clara, soy latina y los latinos saludamos de beso en la mejilla- dije alegre, para luego soltar una risita cuando me preguntó por lo del sacajugos.- Fue un accidente, estaba a la orilla y se cayó- dije mintiendo un poco, justificando lo que había pasado, de lo cual me reía.- ¿Cómo te ha tratado la gente?- pregunté curiosa, las azules eran buenas chicas, pero no estaba demás ver si Olivia se estaba integrando.

Estaba por preguntar otra cosa cuando Elena, la castaña que estudiaba música entro y la saludé bastante alegre.- Rompo algo más y Brooke con Kitty me rompen a mi- bromee. - Hey, hace rato no te veía ¿Mucho ensayo?- le pregunté con bastante ánimo mientras observaba a la rubia Imogen entrar, se estaba armando una reunión improvisada bastante interesante, después de todo siempre me gustaba pasar tiempo con las chicas, ya se de fiesta, o simplemente vegetando en la casa, o jugando con nuestras mascotas.- ¡Imo! Entonces por ti están medios doblados los tenedores ¡te descubrí!- la indique con el índice derecho, riendo.

Y entonces recordé la fiesta de cumpleaños donde la había visto con el delta Athan Xenidis , según recuerdo, ya que el alcohol me había dominado como jamás lo hacía esa noche. Miré pícaramente a Imogen para molestarla un momento- Hey Imogen, que raro es verte sin alguien de la familia…- y estaba por terminar mi broma cuando justamente aparece Circe en la cocina. Como si la hubiera invocado.- ¡Xenidis!- dije completando mi frase.- ¡Hola Circe!- la abracé cariñosamente para saludarle y reírme de lo que decía de Jacko.- Prometo no soltarle la mano cuando entre aquí.- También había sido mi culpa la destrucción del electrodoméstico, como bien Jacko lo había sugerido esa misma mañana, pero me daba risa que quedáramos como “manitos de hacha”, cuando no lo éramos, lo prometo. -¿Pero quien quiere jugos ahora? Traje mucha fruta, aunque lo bueno sería supervisar a Imo – dije riendo aunque no sabía que tan mala era para la cocina. Yo, como bien me había enseñado mi abnegada madre, me defendía bastante bien, sobre todo cuando solo debía poner unas frutas en una maquina eléctrica.

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