Blue Lights ★ [Privado]

Jamás había tenido tantos problemas con alguno de mis trabajos, el profesor había sido más que claro con que debíamos crear una valla publicitaria sobre la creatividad o el talento que podíamos llegar a encontrar en la Universidad, aquello obviamente debía  llamar la atención del público joven, en realidad no tenía problemas exactamente con eso pues en realidad todo llamaba mi atención era ciento por ciento curiosa todo el tiempo, tratando de encontrar el significado o lo que querían expresar con todo aquello de la publicidad, me gustaba hacerlo pero más que otra cosa lo hacía porque la publicidad estaba de la mano con mi carrera, la fotografía siempre tenía que ir de la mano con las tendencias, pues muchos puestos de trabajo eran en grandes empresas de campañas que debía saber captar la atención del público que necesitaban.  En fin estaba frente a mi laptop tecleando con mi dedo índice la tecla de la flecha derecha pasando fotografía por fotografía intentando encontrar algo que me hiciera sentir inspirada, podía utilizar alguna del grupo de porristas, sabía que llamaría la atención de los chicos pues había que ser realista la mayoría era el estereotipo perfecto de lo que se conocía hoy día como belleza femenina, pero sentía que en realidad aquello era muy cliché, así que me mantuve  mi vista en la pantalla mientras continuaba en aquella búsqueda que parecía no tener final.

Suspire unos minutos más tarde cuando sentía mi vista un poco cansada por tener la mirada fija en la luz de la pantalla cuando una foto llamo mi atención, pero no exactamente las dos chicas que sonreían a la cámara, sino más allá  un chico sentado a unos metros cargando una guitarra en su estuche en la espalda, parecía el típico músico con su propio estilo que se entregaba totalmente a aquello, caminaba distraído en el momento que tome la fotografía logrando capturar totalmente su silueta de lado, acerque más la foto  que se desenfoco un poco ante el zoom dándome cuenta de quien se trataba. Lo conocía, era Dalton, el Delta, habíamos cruzado un par de palabras en el pasado al menos nos saludábamos al cruzarnos en el camino del otro, sonreí ampliamente levantándome rápidamente de mi silla en busca de mi cámara, había encontrado el encendedor de mi creatividad y nadie podría detenerme.

No sabía cuánto me había tomado, pero luego de un rato estaba dejando mi bicicleta justo en el frente de la casa de los conocidos Monos, me llevaba tan bien con la mayoría de ellos que ni siquiera tocaba a la puerta para entrar y como era normal en ellos dejaron la puerta abierta por lo que fui con paso decidido hacia las habitaciones si el chico estaba en casa lo más seguro estaría allí o al menos en contrario a alguno de los chicos para que me dieran su número,  cuando llegue al segundo piso no tuve que buscar mucho pues el sonido de una guitarra me guio hacia una habitación con el nombre del chico junto a otros dos, sonreí victoriosa abriendo la puerta sin siquiera tocar, a veces estaba tan emocionada o centrada en lo mío que cometía errores de modales como pedir permiso para entrar.

Se había levantado esa mañana con un único objetivo en mente. Tocar su guitarra en la paz de su habitación por la tarde, luego de las clases. Como sus compañeros le habían avisado que esa tarde no estarían, despertó más entusiasmado de lo normal. Ese era el único momento en que no deseaba estar acompañado de nadie más. Sólo estar allí, no escuchar ningún otro ruido que no sea el de sus dedos rasgando las cuerdas de su guitarra.

En cuanto se pudo largar lo más antes de sus clases, lo hizo y se encerró en su habitación. Se puso ropa cómoda, unos pantalones de chándal y una camiseta blanca de Oasis y se sentó sobre su cama con su guitarra. Practicó Edge Of A Broken Heart de Vixen. La melodía se le presentaba en la cabeza de forma continuada, como si hubiera nacido habiendo escuchado la misma canción una y mil veces. La mayor parte de su gusto musical se lo debía a su hermana mayor. Ella en cuanto se hubo inscripto en el coro de la escuela, comenzó a poner sus cd's de música a todo volumen dentro de la casa, así que él estaba acostumbrado a oír continuamente rock, rock pesado o alguna de sus variantes. Su hermana era una gran fan de Oasis, Queen y Led Zeppelin. Él creía que había muchas bandas por las que su hermana sentía gran apego pero en ese momento no recordaba sus nombres exactos. Sólo estaba concentrado en su música y en lo que esta le producía. Una melancolía extrema.

Un minuto, él no debía sentirse así.

Se suponía que la música le provocaba una gran excitación pero cuando lo pensaba mejor, la música en realidad le causaba lo contrario, de buen modo, claro. Una melancolía tan hermosa como era posible. Continuó rasgando las cuerdas sin prestarle atención a sus pensamientos hasta que escuchó la presencia de alguien más dentro de su cuarto. Alzó la vista y se encontró con una persona conocida. ¿Kelsey? ¿Qué hacía ella por allí? ¿Y por qué carajos había entrado así por así? A pesar de eso, le mostró una sonrisa y estiró sus brazos que hacía largo rato habían estado presionados.—Hola... ¿Kelsey, no? ¿Ocurre algo? No sé a donde fueron mis compañeros.— Musitó, por las dudas ella hubiera ido a buscar a alguno de ellos. Notó una cámara sostenida por una de las extremidades de la chica y su curiosidad aumentó un poco más. Y dejó su guitarra a un lado.

Era algo extraño que la casa de los chicos Delta Tau se encontrara tan solitaria para esas horas, pues las veces que la había visitado antes siempre estaba aterrada de chicos tratando de hacer tonterías o simplemente pasando el rato de alguna manera divertida, si visitaba mucho a los monos porque en realidad me llevaba bastante bien con la mayoría de los miembros de la fraternidad. Keegan que nos conocíamos desde niños, Kyan que se había convertido en una especie de mejor amigo para mi desde que nos habíamos conocido hicimos cierto clic, bueno en general tenía alguna relación con cada mono y en realidad me sentía genial con aquello pues siempre fui de la clase de chicas que tenía más amigos varones que niñas pues en cierto modo me sentía más segura, pues así había sido desde niña creciendo al lado solo de mis primos siendo la única niña en la familia crecí en medio de juegos de peleas, ensuciándome y lejos de todo lo que debía ser una pequeña princesa, tal vez por eso mi forma de ser era tan diferente a las demás.

En cuanto abrí la puerta observe al chico con su cabello punk siempre de diferente color era una de sus características físicas que llamaban más la atención, lo hacía diferente a los demás lo que era genial pues para mi diferente y genial eran sinónimos. Le sonreír amplio cuando me reconoció y llamo por mi nombre pues no espere que lo supiera, asentí con la cabeza dándole a entender que había acertado mientras abría la puerta un poco más al notar que no había interrumpido ningún momento privado, claro además de hacer que se detuviera con su guitarra, fue cuando me di cuenta que no había tocado por lo que mis ojos se abrieron como platos haciendo una leve mueva – OH vaya! No he tocado a la puerta! –Le dije rápidamente como si hiciera un trabalenguas en mi boca antes de tomar la perilla de la puerta para cerrar de un portazo quedando frente a la puerta cerrada suspirando, era normal en mi hacer ese tipo de cosas impulsivas sin siquiera pensar que los demás lo podían tomar como si fuera una chica muy extraña, entonces levante mi mano para tocar a la puerta como debí haber hecho justo al llegar esperando a ver si el me permitía ingresar acomodando un poco mi cabello dejando mi cámara colgar en el morral de medio lado que siempre traía conmigo.