The Bad Touch | Delta

Había llegado el día, finalmente estábamos todos reunidos y dispuestos a llevar nuestro plan a la obra, por lo que en ese momento conducía mi van con la mayoría de los monos hacia la mansión Epsilon, en mi caso estaba totalmente vestido de negro de pies a cabeza, en mi rostro dos líneas gruesas de pintura debajo de mis ojos como si fueran un guerrero  mientras guiaba el auto que tenía el radio a todo volumen, realmente ansioso por lo que estaba a punto de pasar, recordaba la ola de odio que me había provocado llegar a casa y verla simplemente hecha escombros, no éramos los chicos más adinerados del campus por lo que habíamos tenido una enorme pérdida económica, no solo eso, también nuestro santuario en el sótano que habíamos tenido que empezar nuevamente, simplemente nos habían hecho una mala jugada que debía acabar, si no hubiera sido porque ahora tenía mi estudio en la ciudad, hubiera perdido también todos mis trabajos y material de film para dejarme totalmente en la ruina.  

Estacione el auto a unas 4 cuadras, escondiéndolo un poco tras unos arbustos, todos conocían mi auto y lo menos que quería era advertir a los toros de nuestra presencia, baje de la Van rápidamente-Hora de movernos- dije dando un par de golpes en la puerta para que los chicos bajaran del auto mientras me colgaba mi mochila en la espalda,  con lo necesario para poder encender los autos de los imbéciles, todos sabíamos cómo solían jactarse ellos de sus vehículos como si se tratara de uno de sus testículos por lo que sabíamos que era un punto que los haría enojar – Tenemos que movernos –Mire el reloj de mi muñeca que marcaba media noche, así que la mayoría de ellos debería estar ahora en casa, lo que nos dejaba sus autos en el estacionamiento, no sería fácil pero si todos actuábamos rápido entonces podríamos encender todos antes de que se dieran cuenta- Ya todos saben lo que tienen que hacer –dije mientras caminaba apresurado hacia el lugar tomando una linterna en mis manos mirando como la casa que tenía las luces encendidas se iba acercando, en este caso tenía que lograr encender los autos con ayuda de otros antes de ser notados.

• No mas de 20 lineas (Orden)
  
• Pongan color a dialogos y a las personas que nombren
  
• Intentemos hacer todo rapido y acelerar el post
  
• diviertanse todos pueden agregar lo que quieran
  
• Sin orden de role
  

Llegar de nuestra escapada a México y encontrarnos con nuestra casa destrozada no fue algo muy agradable, la verdad. Fue difícil verlo todo hecho escombros con innumerables pérdidas que nunca recuperaríamos. Aquello había sido algo que hicieron con maldad. Podía entender que pintaran la casa, la llenasen de penes de plástico o muchas otras cosas pero demolerla era algo demasiado grave ya. Aunque claro, nosotros hicimos arder la casa de sus putitas de lujo. Tuve suerte de dejar a Cerdo en la casa de las Sigmas a cargo de Lili y que mi coche se quedó en la residencia familiar porque si no ahora mismo habría perdido dos cosas muy valiosas para mí como pasó con la mayoría de mis hermanos. Ahora había llegado la hora de la venganza y,aunque no pudiésemos hacerles nada comparado a lo que hicieron, jugaríamos un poco con algo que ellos amaban. Jamás me fiaría de esos idiotas ni los vería como amigos porque sabían perfectamente que muchos de mis compañeros no contaban con tarjetas doradas y que todo esto les había costado esfuerzo conseguirlo y pagarlo. Eran malas personas.

Me encontraba en la parte trasera del coche de Jackson ojeando las redes sociales en mi móvil y hablando con Hanna mientras llegábamos. Me pasaba el día hablando con la morena y algunos de los  chicos ya comenzaban con sus bromas sobre que era mi pareja y cosas así. No me importaba. Cuando llegamos me bajé del coche y me coloqué bien la mochila donde llevaba algunas herramientas para abrir los vehículos y sprays para poder hacerles alguna pintada si quedaba alguno vivo. Me puse el gorro sobre la cabeza y un pañuelo que me tapaba el rostro. Ver muchas series y películas de moteros me había pasado factura.

"La venganza es un plato que se sirve frío"

Ese dicho, lema o lo que venga siendo tiene mucha razón. Hace ya un buen tiempo que paso aquello de regresar de un viaje inolvidable en México con mis hermanos, el primero de supongo muchos que nos faltan, para encontrarnos con ruinas de lo que era la casa de los monos... nuestro hogar. No puedo llegar a imaginarme lo que mis compañeros que llevan aquí mas años pudieron sentir, si yo que llevaba solo unas semanas sentí horrible. Cosas muy preciadas (mas del lado sentimental que el verdadero valor monetario) para mi se perdieron ahí, aunque debo agradecer que por azares del destino lo mas preciado para mi no estaba en ese tiempo en la casa, sino con los Omega... mi cachorrita. Dejamos pasar todo este tiempo para vengarnos pues queríamos que esas vaquillas se confiaran y bajaran la guardia, que creyeran que su broma estúpida había sido tan buena que nos dejó sin ideas ni palabras. Bien pudimos ir a quejarnos con la administración de la universidad, pero no somos mariquitas chillonas como para hacer eso, somos hombres y por tal nos aguantamos como eso, sin lloriqueos. Esto es entre ellos y nosotros solamente. Entre todos nos ayudamos mutuamente, a recuperar lo mas que se pudo de entre los escombros, pero aún así nos costo mucho reponernos de ese duro golpe, mas a unos que a otros pero como hermanos que somos no nos dejamos solos.

Jacko y Andrei como buenos jefe y subjefe de los monos organizaron una venganza por demás dulce. Es bien sabido que las vaquillas no hacen mas que presumir de cosas materiales por aquella evidente falta de intelecto y relleno delantero de pantalones, así que su punto débil quedo por completo expuesto luego de una simple plática entre monos. Ya todo esta mas que planeado. Entre Pancho y yo, junto con algunos otros valientes, nos encargamos de tener preparado el toque final a la venganza, nos costó pero esta tan esperada noche llevamos en varias bolsas grandes de basura "eso" listo, y lo metemos en la parte de atrás de la van de Jacko con cuidado de no ensuciarle nada o es seguro que nos mata y nos pone a limpiar su van con un cepillo de dientes, al mas puro estilo de un sargento. La vestimenta negra por completo parece ser un trato inconsciente entre varios. Yo le agregué guantes de látex verdes y una máscara que hace días encontré en uno de esos negocios de cosas usadas en oferta (pues lo mas probable es que me deshaga de ella al terminar esto) y la adorne inspirándome en cierta película que vi hace poco.

Ya con todo listo me subo a la parte de atrás de la van, no sin antes molestar un poco a Gus, con aquello de que ya tiene "látigo", esa chica a la que le habla cada 10 minutos, aunque no tiene chiste molestarlo cuando de hecho parece feliz de que le digamos eso. Minutos después llegamos y camino junto con todos en ese silencio que precede a la diversión de la venganza.

Bentley versión Revenge:

No conozco a la mayoría de estos chicos aunque compartimos casa. El único que conozco es Sam y no ha venido por alguna razón que sospecho tiene que ver con esa rubia con la que dice salir pero que no le da entrada. Como sea, me gustaría que nos hubiera acompañado pero no ha podido.

Voy vestido como un ninja, o así me siento. De negro de la cabeza a los pies y con pasa montañas. Por si fuera poco, guantes de látex porque no pienso terminar en prisión y hacer que toda la prensa inglesa termine en America sacando fotos mías tras las rejas. Es lo ultimo que me falta en este mundo si no quiero que la Reina termine por "acabar" con el problema en que me he convertido para ella. Ante todo hay que tener precaución. Muchos dirían que este no es mi problema y quizá en parte tengan razón. Los toros no me han hecho nada directamente a mi, pero soy leal, y a pesar de que aun no conozco a todos mis compañeros, creo que dejarlos de lado no es una buena forma de comenzar nuestra relación. Sin embargo, enterarme de lo ocurrido no hace mas que molestarme. De imaginar que pudo haber pasado luego de mi llegada... Solidaridad, esa es la palabra. Lo cierto es que no estoy muy seguro de lo que nuestro líder tiene planeado para esta noche pero yo tengo mis propias ideas. Hasta donde se, los daños materiales fueron muchos para los Delta tras la venganza de los toros, incluso ahora hay cosas que pagar, asunto para el que pienso cooperar sin que la mayoría se de cuenta. Debo hablar de eso con Jackson. Volviendo al tema, lo justo es dejarles algo que, monterariamente hablando, nos deje a la par. Qué dirían si le pusiera azúcar al tanque del combustible en todos los autos Se que Jackson planea algo al respecto y no me preocupa, al final de la noche, cuando los autos terminen donde deban terminar, yo les llenare el tanque de azúcar. Adiós motores.

- Líder. ¿Qué tal algo de sabor para el motor de los toros?- le pregunto en voz baja a Jackson mientras me hago con los dos costales de azúcar. Ante todo necesito algo así como autorización. Sigo a los demás y espero que esta noche nos la pasemos en grande.

Finalmente cuando los monos se movieron nos encaminamos todos hacia el estacionamiento, Gunter, se salía de lo normal vistiendo un traje de mono que me daba unas ganas de darle una enorme patada en los testículos colgantes que llevaba, pero bueno tal vez luego de terminar nuestro trabajo. En cuento sentí su abrazo no pude más que rodear los ojos y empujarlo un poco divertido .-Anda a trabajar –Le dije riendo para luego escucharlo llamar a Charlie- No, tu déjalo allí sirviendo de vigía –Le dije antes de acercarme al auto del líder de los Épsilon, o si esto era más que personal, entonces abrí la puerta que para mi suerte no tenía seguro, claro ellos pecaban por confiados, suspire mientras tomaba mi caja de herramientas y escuchaba a Andrew que me mostraba una bolsa, acepte con la cabeza- Andrew… pero luego al final, primero debemos llevarnos los autos –Le recordé metiéndome bajo el tablero, sacando los cables del arrancador para poder encender el mismo sin que sonara demasiado o estaríamos todos en problemas, teníamos que hacerlo lo más rápido posible antes de que alguno de los toros se diera cuenta o peor llegara de repente y nos encontrara a todos.

Al sacar los cables tome una linterna y la sostuve con mi boca para poder ver lo que hacía intentando hacer un corto circuito que provocara que el motor trabajara, entonces de la nada escuche el ronroneo suave que casi provoca que me ahogue pues en mi intento de celebrar la linterna se introdujo en mi garganta lo que me hizo casi vomitar por lo que comencé a toser un poco – Mierda… -Dije aun divertido saliendo de abajo del tablero- Vamos chicos, nos quedan 4 minutos –Les apresure al ver que ninguno tomaba la iniciativa de hacer el trabajo.

Olvide las bolsas en la van de Jacko, asi que regreso corriendo y las traigo, si no de nada servirían esas horas invertidas. Yo no quería que Fran se agregara al plan pues tiene muy poco que salió del hospital, pero creo que su terquedad sigue intacta y logra que tanto yo como Jacko y Andrei aceptemos que nos acompañe. En un principio él también manejaría un auto, pero luego de lo que paso decidimos que lo mejor sería que fuera mi copiloto luego de ayudarle a Charlie a vigilar a que las vaquillas no salieran de su corral de oro - Tú vas a ir con Charlie y van a vigilar en completo silencio que los Toros no salgan de su casa... si lo hacen deben avisarnos. Cuando veas que arranco el coche te subes conmigo y nos vamos a jugar ¿ok? pero todo muy calladito - digo a Fran con preocupación de lo que podría pasar. Miro a Charlie como encargándole mentalmente a Fran.

Günther, uno de los chicos mas nuevos decidió venir con disfraz de mono... algo muy loco pero así somos, no me sorprende, solo espero no se atore en algún lado y nos meta en problemas. Río muy por lo bajo cuando el abrazo grupal es cancelado por el mismo Jacko y por fin llegamos a la zona prometida. Ya una vez logre puentear un auto de un amigo que perdió las llaves, pero recuerdo que esa vez me di toques al no cubrir los cables después, asi que ahora si traje cinta aislante y un desarmador que traigo en mano. Saco de mi bolsa del pantalón la navaja suiza que mi padre me regalo a los 15, y activo la lámpara de mi celular, y rezando que no tenga alarma puesta, me dirijo a uno de los coches mas lindos, negro. Para mi suerte tampoco tiene alarma ni seguro y en cosa de segundos estoy zafando la cubierta de los cables. Me ilumino como puedo con el celular, rebuscando debajo del volante por los cables correctos. Los corto, los pelo con cuidado y primero hago que la energía del auto funcione, colocándole cinta aislante o me daré un buen "toque". Miro nervioso ambos cables de encendido pelados y los junto, sonriendo al escuchar ese ronroneo bajito, lo logré. Me acomodo bien en el asiento del conductor, guardando mis cosas perfectamente, al igual que las bolsas de basura en el miniasiento de atrás. Saco la mano por la ventana, con el pulgar arriba para que Jacko note que ya cumplí con el cometido número 1. Ahora solo queda esperar a los demás para hacer que Fran suba conmigo he irnos.

Podría decir que el único que comprendía mi dolor completo al perder mis videojuegos en aquel ataque de los toros era mi Bro'Gus. Yo no era alguien de los tipos que se vengaban o tenían rencor por cosas materiales, mis padres me criaron para que no sea así pero eran mis videojuegos y si alguien se metía con ellos ¡Las pagaba y muy caras! ... Un toque de pintura negra en mis pómulos y mas la gorra militar sobre mi cabeza, mis cabellos peinados hacia abajo y derecha y ¡Listo! (Estaba vestido de militar)  ... ¡Ah! y claro está aquella mochila que estaba cargada con las herramientas suficientes para la venganza.

Durante la trayectoría hacia la casa de los epsilon, observe a todos los monos dentro del banana móvil, unos emocionados con la venganza y otros en otros lares, como Gus quien estaba en chat con una chica, creo que se llamaba Hanna, por lo que le empecé molestar hasta el final. Cuando llegamos me bajé del vehículo y no me separé de Gus, esta sería la noche en que el Sub-grupo Gussho se pusiera manos a la obra -Ya sabes lo que hay que hacer- Dije en un tono serio, me quité la mochila de la espalda, saqué la linterna de ella y me encaminé junto con él hacia el estacionamiento.

Sonreí ampliamente cuando a lo lejos vi una limusina en la puerta de ésta, tenía impregnado una imagen media extraña pero además estaban algunas letras que armaban la palabra Ku ... Kuffó ¿Qué es un Kuffó? -Mira Gus, esa es perfecta- Dije en un tono bajo, señalando -Lúcete- Le di un leve codazo al hombro del mayor para que abriera la puerta y así prender el vehículo. Luego de que lo haga yo me subiría por ahí pero me dirigiría al asiento del copiloto, ya que entre ambos planeamos eso, él conduciría.

Tenía que admitirlo, yo no había estado el día que los toros se habían cargado la casa Delta, la habían destrozado, y no se lo podíamos permitir, aunque fuese por una venganza, habían tocado lo más sagrado, el refugio de los  monos, y con ello parte de sus pertenencias.  Por suerte mis pertenencias no se encontraban en la fraternidad, el motivo era simple. Después de terminar el último curso de la carrera había decidido tomarme un cuatrimestre libre, para descansar de los cuatro años que había tenido, quería un descanso, el cual podía haberme permitido por los trabajos temporales que había ido consiguiendo. A pesar de no haber estado, llegué cuando se estaba reconstruyendo la casa, aun así me enfado porque había pasado cuatro años de mi vida en aquella casa y en ella había dejado alguna que otra cosa, en realidad todos los que habíamos pasado por allí habíamos dejado algo, por lo que había que vengarse de aquellos toros.

Noche cerrada, por fin había llegado el momento. Alguno de los monos fuimos a la casa Epsilon, mientras que unos se encargaban de los coches yo empecé a echar dentro del depósito de las motos tiner con arena, había leído que era una combinación perfecta para romper el motor de una moto en poco tiempo, y aquellos toros eran los afortunados de ser mis conejillos de indias, bueno, sus motos. Cuando había terminado la primera moto se escuchó un pequeño rugido procedente de un coche, Jacko había conseguido arrancar uno de los coches, aquello iba según lo planeado, pero había que hacerlo rápido si no queríamos ser descubiertos, la única moto que no toqué fue una de la que ya se estaban ocupando Gus y Josh.-Operación motos realizada con éxito-comenté llevándome la mano a la frente como si de un saludo militar se tratase.

Era divertido ver como algunos de los chicos intentaban molestarme haciendo chistes y bromas cada vez que sonaba mi móvil y lo cierto es que no me importaba porque me hacían reir y me daban fuerzas para ser yo quien les molestase cuando se encontrasen en mi situación. Lo bueno de todo era que seguíamos unidos a pesar de molestarnos tanto y siempre permaneceríamos así, sobretodo ahora que teníamos que vengarnos por lo que nos hicieron. Como esperamos, la casa estaba tranquila en el exterior y eso nos daba un buen rato para arrancar los coches y marcharnos sin que se enterasen y poder entretenernos pensando en el sufrimiento de esos hijos de papá cuando viesen sus preciosidades destruídas.

Rápidamente todos se fueron a buscar qué coche utilizar y Josh me llamó la atención para que nos dirigiésemos a una limusina enorme que se encontraba aparcada. -¡Genial! Yo me encargo de arrancar y tú mira si tienen minibar.-bromeé a Josh. Es cierto que estos vehículos solían tener un minibar y si nos encontrábamos unas cervezas ya si que seríamos todos felices. Cervezas o ¡tarta! Dudaba que un toro llevase tarta guardada, pero la esperanza es lo último que se pierde ¿verdad? Mientras que Josh se encargaba de inspeccionar el interior, yo me coloqué en mi posición para intentar arrancar el coche. A pesar de mis años de rebeldía nunca recurrí a hacer esto, pero en las películas se veía sencillo y tenía que serlo. Tras poco más de dos minutos arranqué y encendí las luces un par de veces. -¡Vamos!

Jacko dio la orden de salir y todos formamos una fila detrás de él. Habíamos encontrado un descampado a un par de kilómetros de la fraternidad, donde decían que harían una extensión de la universidad o qué se yo. Realmente esos proyectos nunca se terminaban, aunque nosotros lo agradecimos porque ahora teníamos una extensión de tierra donde poder jugar tranquilos. -Veamos que música escucha esta vaquita.-reí encendiendo el reproductor mientras íbamos por la carretera. Nuestro líder bajó un momento la ventanilla al llegar para indicarnos que tomásemos posiciones. Hizo la cuenta atrás y… ¡Los juegos del hambre comenzaron!

Todos logramos encender los autos lo más rápido posible, por lo que unos minutos después estábamos dejando sin autos el estacionamiento de la casa de las vacas, mientras comenzábamos a conducir en fila hacia un terreno lo suficiente libre para poder hacer de las nuestras sin llamar la atención, encendí la radio del auto de Stephen colocando algo de reggae sintiéndome como de paseo por la playa, tenía que aceptar que el motor del auto era de lo mejor por lo que el mismo ronroneaba al moverse por la carretera, pero aun así no me arrepentía de lo que estábamos a punto de hacer, ellos habían disfrutado la destrucción de nuestra casa, habíamos perdido casi todo, debían pagar de algún modo.

Cuando llegamos al lugar baje la ventanilla para informarle a todos que se colocaran en un círculo, era el momento que el rodeo de autos empezara, sonreí a mis hermanos – Hasta que no se muevan!! –grite haciendo que el motor ronroneara con fuerza para acelerar el auto en dirección a una extraña limusina en frente, que tipo de persona usaba una limusina, solo las viudas ancianas, cada vez me parecían más ridículos estos tipos. Colisione con fuerza mirando el capo arrugarse o si había empezado, entonces tome reversa solo para tomar más impulso y volver a golpear dicha limusina. – THIS IS SPARTA!!- grite riendo.

Asentí con la cabeza ante las palabras de Gusso y de inmediato caminé hacia el lado de la puerta, para abrirla, estos tipos eran tan confiados que no habían puesto alarma alguna ¿Acaso no amaban a sus vehículos? ... Teniendo tanto dinero, dudo que a estos tipos les valiera pero para nosotros esta venganza, era la venganza. Entré en el interior y tal como había dicho mi Bro'Gus, tenía una especie de mini bar. Lo había visto un poco lejos de la entrada, esta cosa si era enorme -¿Cuántos millones le habrá costado esto?- Dije en un tono muy bajo para mí mismo, como si de un niño super sorprendido se tratara y es que estaba muy sorprendido.
Me adentré más en el interior de la limusina y mis ojos divisaron muchas botellas de vodka, levanté la ceja curioso porque aquella marca de vodka era una desconocida para mí -¿Eh?- Dije bajo al toparme con una botella de licor, igual al de esa vez, era esa bebida alcohólica de ¿Alemania? ... la había probado en una discoteca y era riquísima, aunque me knockeó con solo dos tragos. ¡genial!. Aunque no encontré nada de que comer -¡Gusso! no encontré comida pero sí hay muchas bebidas... muchas! - Dije y dejé unas cuantas botellas, diez, de las incontables que había, entre ellas siete de aquel licor conocido y tres de eso lo que era vodka y me pasé al asiento del copiloto, bajándome de la limu para entrar por la puerta y acomodar todas las cosas. Le pasé una de las botellas destapadas y se empezó a escuchar una música electrónica porque había encendido el reproductor -La fiesta empezó!- Exclamé y me puse el cinturón de seguridad. Pasé a tomar una de las diez botellas, la abrí y le di un trago... esta noche sería ¡genial!

Justamente llegamos a aquel campo, todo había empezado y nosotros recibimos el primer golpe, un grito similar a un "Wojo" solté -Vamos Gus, no te dejes- Le incentivé para que acelere al fondo y chocara al vehículo que estaba al frente, no sabía cual de mis bro's estaba allí, pero el juego empezó.

No se como me sorprendo cuando veo a Pancho detrás de mi cuando debería estar con Charlie cuidando - Pancho... no... regresa con Charlie - le susurro, pero ahora que se bien que tan necio y berrinchudo puede ser, prefiero mejor ayudarle a arrancar el coche que eligió - Wayne... creo que es una vaquilla llena de esteroides... si... creo que lo he visto por ahí - digo haciendo memoria mientras arreglo los cables tal como lo hice en el auto que yo escogí - Listo, pero mejor tú no manejes, remolcamos este auto con el mía, tú te encargas de la musica - digo preocupado antes de volver a mi auto. Lo bueno es que Fran acepta sin trabas y con el auto del "fortachón" ese atado estamos listos para seguir a Jacko, pero entonces Pancho nota que un auto se iba a salvar, cosa que no permitiremos. Pancho se baja y en cuestión de segundos ahora él trae 2 coches atados - Pancho... con mucho cuidado por favor - le digo desde la ventanilla antes de seguir la fila que se formo detrás de Jacko.

Salimos del lugar del delito sin ser vistos, sin que esas vaquillas se percataran de nuestra pequeña travesura. El descampado que eligió Jacko para esto esta genial. Me acomodo en circulo con los demás y en cuanto da la orden acelero, comenzando a chocar este hermoso auto con todos los demás, sin importar a quién le doy. Se nota que estos autos son para gente delicadita pues son iguales, apenas un roce y ya se están deshaciendo. No paro de reír todo el rato.