Something New - Lili

En el momento que desperté me di cuenta que sería un buen día, el clima estaba perfecto para efectuar el día de playa que habíamos planeado con los chicos Delta, desperté antes que la mayoría pues recordaba que tenía que ir a comprar algunas bebidas además de pasar por Lili puesto la había invitado para que nos acompañara. Apenas salía de las duchas cuando escuche mi celular sonar a los lejos, camine hacia la cama donde se encontraba recargando batería para leer el mensaje de la castaña, parecía que había amanecido mal de salud por lo que se disculpaba y me deseaba que me divirtiera, en mi rostro se formó una mueca mientras digitaba rápidamente preguntándole por los síntomas, siempre lograba preocuparme de más por las personas que más me importaban, mientras hablaba con ella por mensajes me vestí de manera casual, un short de playa con una remera sin mangas como solía hacer puesto era mi manera de poder lidear con el calor de California.

Poco a poco los chicos comenzaron a despertar animados por el viaje, pero en mi caso ya el ánimo no era tanto puesto me había hecho la idea de pasar también el día con la chica y al ya no formar parte del plan sentía que no sería lo mismo. No me tomo muchos minutos tomar la decisión de entregar las llaves de mi auto a uno de los chicos para finalmente salir de la casa Delta luego de anunciarles que no podría acompañarlos para ir al supermercado cercano, al salir con una bolsa de compras camine tranquilamente hasta la casa Sigma que se encontraba solo a unos cuantos bloques de distancia y sin tocar la puerta entre subiendo hacia las habitaciones, al conocer a la mayoría de las chicas, además de tener una buena relación con ellas me daba la confianza de poder hacerlo sin ninguna drama, camine entre el pasillo de las habitaciones hasta encontrarme una con el nombre de la chica que ahora robaba mis suspiro. Toque dos veces la puerta antes de abrirla metiendo primero mi cabeza con algo de cautela pues no quería encontrarme a alguna chica en una situación rara, note la cabellera castaña de la aguazul contra la almohada y sonreí- Moriste tan rápido? –Le dije suave buscando despertarla en caso de que se encontrara dormida.

Había sido el peor día para comenzar a sentir los síntomas de una gripe. No, la verdad es que el dia anterior ya me había sentido mal pero tomando mucho liquido y abrigándome suponía debía amanecer bien. Quería amanecer bien, principalmente porque Jackson me había invitado a la playa con los delta y era un paseo que no quería perderme, porque era playa y monos, y principal y más importante, Jackson Rochtman. Pero para mi mala suerte no había mejorado un solo ápice sino todo lo contrario, sentía frío en un clima tan temperado como California, así como mi garganta raspaba al tragar saliva y más dolí al hablar; así como mis músculos sentían como si una grúa hubiera estacionado sobre ellos. Incluso, en un acto de porfía absoluto, intenté levantarme, haciendo que el mareo me provocara volver a tientas a la cama, y tan solo tomar mi móvil para avisarle a Jacko que no viniera por mí. No quería preocuparlo demás y esperaba que pasara un lindo y divertido día, además de loco que eso se daba por seguro, con sus hermanos de fraternidad. El chico era un tierno, y por eso intercambiamos un par de mensajes, donde seguí repitiendo que no se preocupara, que era una gripe y que ya me recuperaría, además de que obviamente me debía una ida a la playa.

Luego de aquellos mensajes mucho más no pude hacer, El móvil quedo tirado junto a mi almohada y me fue sumergiendo en el sueño, me sentía tan cansada y aún no comenzaba el día. Estaba completamente sola en esa habitación, ya que por precaución de contagio le había pedido a mis compañeras que salieran de allí por el día, y a pesar de que querían cuidarme, me trajeron agua y medicamentos y aceptaron, por su propia salud y que yo era terca cuando quería, estar en otras áreas de la casa. Si ya después de un día de reposo no mejoraba me iría a casa de mis padres, no iba a poner en cuarentena a la casa Sigma. Y estaba durmiendo tranquilamente cuando una suave voz que bien reconocía me fue despertando hasta que encontré al delta frente a mi, provocando una sonrisa de manera automática. Debía estar soñando, de seguro era eso, pues Jackson debía estar camino a la playa con el resto de los Delta. Esto era puro delirio producto de la gripe- debo tener fiebre que te estoy imaginando…- dije lentamente recién despertada y me tapé con la sábana, para cerrar y abrir bien los ojos saliendo del sueño. Pero … afortunadamente , el seguía allí. Sonreí nuevamente y me incorpore de a poco hasta sentarme en la cama y trate de mirar por la ventana a mi lado. Jacko había sido tan tierno de pasar a saludarme antes de seguir su viaje, pero la van no se vía estacionada, así que mire de nuevo al delta.- pensé ya estarías de viaje ¿ a qué hora se van?- comenté con suavidad estirando mi mano para tomar la suya y así conseguir se sentara en la cama. Sabía se iría pronto pero me gustaba demasiado estuviera allí, me hacía sentir que de verdad le preocupaba y ese gesto era impagable.

Al notar que el resto de las camas estaban vacías tuve más confianza en internarme en la habitación dejando la puerta abierta tras de mi mientras la castaña se removía despertando poco a poco a medida que me acercaba, sonreí cuando la vi cubrirse como si eso le diera algún tipo de protección, pero no hice ningún comentario hasta notar que finalmente despertaba por completo y me miraba con sus hermosos ojos azules, le sonreí de inmediato sentándome en el borde de la cama ignorando sus palabras para llevar mi mano a su frente intentando sentir su calor corporal notando que estaba un poco alto por lo que hice una mueca – Has bebido algo? –Cuestione mostrándole la bolsa que llevaba en mi mano, no era mucho pero bueno la intensión era ayudarla a sentirse mejor, así que saque una botella de gatorade, no sabía exactamente en que ayudaba pero sabía que debía tomar muchos líquidos, también algunas píldoras para la gripe y por ultimo una pequeña ensalada de fruta con algo de yogur, deje todo en la mesa de noche antes de correr su cabello un poco tras la oreja- Luces horrible –Le comente bromeando soltando una pequeña risa, sabía que no tenía en mi cuerpo ninguna fibra de romanticismo, pero sabía que ella no tomaría mal mi comentario de alguna extraña razón la chica siempre solía entenderme a la perfección.

Tienes que comer algo –Solté con suavidad mientras dejaba la bolsa a un lado sentándome mejor en la cama, no le diría aunque no pensaba ir con los chicos o sabría que insistiría a que fuera con ellos cosas que no iba a hacer por lo que prefería mantenerme alejado del tema observando a la chica en la cama, podría estar tan enferma como ella quisiera pero la verdad es que seguía siendo totalmente hermosa ante mis ojos o los de cualquiera.  – A ver te ayudo –Dije tomando la botella para abrirla y de esta manera poder acercarla a ella esperando que tomara asiendo para no hacer un desastre en su cama.

No pude aguantar la risa cuando dijo que lucía horrible, y de verdad le creía. Mi cabello de seguro era una maraña porque había estado mucho rato contra la almohada y mis ojos debían tener ojeras pues la noche anterior no fue de lo más descansado del mundo. Pero Jackson me había visto embetunada en aceite de autos, ya no había arrancado. – Es que no entiendes… estoy probando disfraces para Halloween ¿Suficientemente terrorífico?- le sonreí aunque me dolió un poco la garganta decir las últimas palabras. No me enojaba jamás por cosas así, además desde que conocí a Jackson había percibido que le gustaba hacer bromas, a veces siendo el blanco el mismo, a veces los demás, y en eso podíamos congeniar perfectamente.

No era despistada, me di cuenta como el no quiso contestar a mi pregunta y lo miré durante unos segundos mientras estaba ahí sentado en mi cama. No me gustaba eso, debería estar con sus amigos disfrutando el día, no cuidando a la agripada. Pero también era que valoraba mucho su gesto, y lo miré unos segundos sonriendo sin quitarle los ojos de encima hasta que comenzó a abrir una botella, provocando me acomodara más sentada en mi cama.- Hey…- llame su atención suavemente.- No debiste… pero gracias- le dije honesta, demasiado honesta, porque no cualquiera estaría allí. Tomé de la gatorade y mi garganta agradeció, necesitaba liquido frío. Observé nuevamente mi velador, donde junto a las fotos y mi libreta de bocetos estaban ahora una apetitosa ensalada de frutas y pastillas con las que me mejoraría más rápido- Me malcrías, sigue así y me harás enfermarme más seguido… que te falta solo el traje de enfermero.- le guiñé un ojo. Me sentía mal aún, el dolor no se iría de un momento para el otro, pero de seguro que mi ánimo había mejorado considerablemente. Mire nuevamente a la ventana, el ´cielo estaba tan azul y radiante por lo cual negué con la cabeza- Está tan bonito el día… lo siento… - dije suavemente acariciando su brazo. –Deberíamos estar de traje de baño tomando sol o tomandonos una cerveza….Te la debo, si no te asustaste de verme así- achiqué los ojos, ya tendríamos la revancha.

Otra oportunidad de entrega se le presento para aquella mañana, luego del día anterior que se había trasladado de un lugar a otro con el traje de angelito y con esas alas que la hacían lucir tierna. Pero era momento de cambiar, su traje de aquel día fue elegido con anticipación, un vestido al estilo griego blanco y largo se lucía en su figura, una corona de ramitas de olivo iba en su cabeza y con el peinado de trenza al costado. Era una representación de Afrodita, todo acompañado de unas sandalias a juego.
Camino con un poco de paso más rápido hasta llegar a la puerta de la casa Sigma, nunca la había visitado y estaba un poco nerviosa por las cosas que podrían suceder dentro, no era su terreno como Alpha, pero se había acordado paz entre ambas fraternidades por la celebración del mes. Justo algunas chicas de esa casa salían, aproveche y les mencioné que venía a dejar una entrega, me dejaron entrar y avisaron que la futura dueña del paquete se encontraba en la habitación, un poco enferma, pero viva.-Muchas Gracias-los modales nunca iban demás, eran muchachas como todas y se tenía que ser amable con cualquiera, manteniendo la postura. Me acerqué a la puerta que señalaron e iba escuchando una plática, la voz de una chica y el de un chico, era momento de interrumpir.

-Pero está aquí por ti-pasé por la puerta y sonreí, no se trataba más que el líder de los Deltas y Lili, la castaña por la cual venía-Hola guapo y hermosa Lili-lancé besos al aire y me acerqué un poco más-Alguien me ha dejado esto para ti-le hago entrega de la caja de chocolates y acaricio mi vestido-Una gran amiga y hermana de fraternidad tuya te los manda con demasiado cariño, espero sepas disfrutar y mejórate a ver si algún día ustedes dos van por esa bronceada en la playa-guiño el ojo y voy girando para poder salir del lugar-Esta diosa se va, Feliz mes de San Valentín- semi cerré la puerta y baje las escaleras, tomando rumbo a la salida de la casa.

Happy Valentine's day

Por que nunca el amor nunca es suficiente. Espero que lo disfrutes.. Emma

Me crucé a Ally en el camino hacia las escaleras y mordí levemente mi labio inferior, sería la segunda vez que los interrumpiría. Había recorrido prácticamente todo el campus en busca de Jackson para poder entregarle su presente y no había ni una sola señal de humo acerca de él. Luego mi lámpara interior se encendió, recordando que Lili aún seguía algo enferma en la residencia y posiblemente él le había hecho una que otra visita, parecía que las cosas iban bastante enserio con ellos y no había nada que me hiciera más feliz. Soporte las pequeñas burlas de las Sigmas con respecto a mi traje de ángel y les reste importancia en cuanto coloque mis pies sobre la escalera y comencé a subir en dirección hacia mi cuarto.

Coloqué mi puño cerrado sobre la puerta y di dos pequeños golpecitos, no quería entrar de manera inoportuna, jamás habíamos tenido un buen historial de convivencia con los muchachos en la habitación.- ¡Buenas tardes! – Murmuro dulcemente mientras me adentraba en la habitación con el presente en brazos y dejaba escapar una pequeña sonrisa de la comisura de mis labios.- ¿Cómo estás pequeña? Espero que en buenas manos.- Le guiñe uno de mis ojos y acaricie levemente su cabeza con tono el cariño que una mano podría transmitir. Dirigí mi atención hacia Jackson y cuidadosamente coloque el regalo a su lado.- Tu hermana simplemente es un amor de persona y quería recordarte en este día lo mucho que te quiere.- Esbocé una sonrisa amplia y di dos pequeños pasos hacia atrás en dirección hacia la puerta.- Bueno… debo seguir trabajando de ángel.- Musité con algo de gracia en mi voz y revolee mis ojos hacia un costado.- ¡Que terminen bien el día! -  Les lancé un beso abstracto a ambos con una de mis manos y desaparecí rápidamente por la puerta.

Happy Valentine's day

Siempre seras mi primer amor, te amo hermano mio.. Emma

Solté una risa al verla con el pelo todo alborotado, su piel algo sudada por la grita y bueno sus ojos algo cansados pero aun así la chica me parecía realmente hermosa – Te ves encantadora –Comente suave mientras le ofrecía la bebida negando con la cabeza al escuchar que no debía haberle llevado las cosas, sabía que no tenía que hacerlo pero simplemente lo hacía porque me nacía- Bebe un poco más –Le dije divertido mirando la ventana con ella encogiéndome de hombros, estaba a punto de responder a sus comentarios cuando una voz nos interrumpió, me asombre un poco al girarme y encontrarme con una Alpha Phi en la casa, mis ojos se abrieron más de lo normal girándome nuevamente hacia Lili con un signo de duda enorme en mi rostro –Si, lo que ella dijo, además la playa seguirá allí mañana –Le comente bajo mientras la rubia se acercaba a nosotros con lo que parecía un presente para día de enamorados, mi frente se frunció un poco al pensar en quien podría estarle enviando un obsequio a la castaña, por lo que permanecí en silencio hasta que escuche que se trataba de mi pequeña hermana lo que me hizo sonreír- La enana, siempre hace su intervención de manera puntual –Comente divertido al ver que la Alpha seguía su camino con su disfraz, entonces suspire retomando la conversación con la paciente – Hay sitio en la cama para uno más? –Dije sonriendo.

En el momento que estaba a punto de acercarme a intentar robar un beso de la chica escuche que alguien más ingresaba en la habitación- Tiene que ser una broma –Dije divertido mirando a Amelie, me contuve un poco para no reír mientras me levantaba de la cama para que pudiera entregarle el paquete a Lili pero me di cuenta que se trataba de mí, levante una ceja recibiendo el paquete de mi hermana, la nota en realidad me hizo suspirar un poco, vaya que sabía dejarte sin palabras – Gracias –Comente a la sigma vestida de ángel, que se retiraba también dejándome con la caja de chocolates en mis manos – Debo decirte, que los míos son mejores –Comente riendo antes de volverme a acercar para sentarme nuevamente a la cama- Bueno, esperas a alguien más? –Solté riendo mirando a la puerta unos segundos como si de repente un carnaval  entrar.

Solía ser bastante independiente pero me agradaba que se preocuparan de mi, de verdad esos detalles tenían mucha importancia y sonreí mientras me hidrataba, hasta que de la nada apareció una alpha vestida de angel en la habitación. No podía tener tana fiebre ¿no? Mi cara de duda continuó hasta que recordé la actividad conjunta de alpha y sigma y reí, parece que funcionaba bien y recibí mi regalo sonriente, aunque no sabía de quien podía ser. Aparte del delta frente a mi no me interesaba nadie, nadie más.- Gracias…- dije tranquilamente, quedando en mi cabeza la cara de Jackson cuando vimos que venían a darme un presente. Ya lo molestaría, o al menso le preguntaría.

Cuando la chica alpha vestida de ángel se fue solté un risa mirando con ternura mis chocolates. Emma era lejos la chica más tierna del mundo y esto solo lo confirmaba. Deje con cuidado aquel regalo en el velador junto con lo que me había traído Jacko para mirarlo sonriendo y arrugar la vista a lo que me preguntaba.- Eh… no, pero por ti hago una excepción- contesté con un tono de voz coqueto guiñándole un ojo. E hice el amago de estirar mi mano para alcanzar la suya cuando se sienten dos golpecitos en la puerta. ¿Quién era ahora? Pero la idea que no quería interrumpieran la visita de Jackson se esfumó un poco para, a pesar del resfrío, soltar una carcajada al ver a Amelie vestida de ángel, de seguro en la misma tarea que Ally.- Esto es épico…- solté en voz baja porque tenía la garganta algo adolorida aun y había soltado una risa demasiado fuerte. Tomé mi celular observando toda la escena y tome una foto. De seguro Emma y Brooke se reirían de esto. Y pensé que quizás alguna de las sigma había enviado regalo a todas las hermanas, pero no, aquel regalo era para el delta. Y no tuve ni tiempo de pensar en quien le enviaba regalos a Jacko, pues la hermosa Amelie anunció también era de Emma. – te ves muy linda, Ame-l e dije lanzándole un beso también pues tan rápido como llegó, ya la habitante de ese mismo dormitorio se había ido.

Por fin volvíamos a la paz, a menos que hubiera otro ángel o San Pedro esperando afuera para entrar. Me causaba gracia como se daban las cosas y negué con la cabeza.- Me gustan mis chocolates.. e igual tu me compartirás ¿cierto?- le dije volviendo a negar con la cabeza, no esperaba a nadie, y de verdad esperaba no vinieran mas ángeles. Cuando el se volvió a sentar en mi cama recordé en que estábamos y sonriendo tomé su mano para tirarlo hacia mi haciendo que se recostara a mi lado. De verdad me hacía mejor estar recostada que sentada, y mejor junto a él. A pesar de que me moría de ganas de besarlo, no lo hice pues no quería contagiarlo, y al verlo junto a mí acaricie su cabello con suavidad.- De verdad debo gustarte para que estes aquí…- dije como para mi misma, pero en voz alta. Eso de decir lo que pensaba a veces se me iba de las manos.

Así como las ángeles trajeron algo de controversia al momento, así de rápido se fueron nuevamente trayendo algo de paz nuevamente a la habitación, aunque ahora ambos teníamos algo de chocolate, reí dejando el paquete al lado del suyo negando al escuchar sus palabras- Debes entender que cuando se trata de comida nunca comparto –Le bromee aunque era algo serio, puesto siempre cuando se trataba de comida era un completo glotón, cuando tomo mi mano y se movió un poco me acomode a su lado dejando una de mis piernas sobre la cama para que el otro simplemente cayera flexionando al rodilla de manera de que el pie quedara sobre el piso cómodamente, mire el techo de su habitación blanco, sin mucho color –Le falta algo de chispa a tu techo –Bromee recordando el mío, como estaba lleno de recortes o carteles de cosas que me interesaban, más que todo carteles de películas que me lograban inspirar, esto me ayudaba a recordarme en las mañanas que era lo que realmente deseaba, lo que podía llegar a cumplir, poco a poco me fue moviendo hasta que mi brazo acabara bajo su cuello rodeándola cómodamente para simular medio abrazo por sus hombros recostados ambos, no tenía problema en quedarme allí todo el día, así como era un chico que disfrutaba de estar activo también podía dormir una semana por completo sin problema.

Escuche sus palabras que me hicieron reír, la mano del brazo que estaba bajo su cuerpo busco su mano para jugar un poco con sus dedos sin dejar de ver hacia el techo divertido con lo que decía y pensando que realmente tenía razón, no sabía cuánto me había costado permitirme sentir por alguien nuevamente, pero estaba seguro que ya no ponía negar que simplemente la chica me hacia sonreír cada vez que la pensaba – Se debe a que me gusta mucho el peligro, la adrenalina….-Explique entrelazando mis dedos con los suyos con suavidad, rechazando de broma su teoría que era mas que cierta – Puedes tener una enfermedad mortal, así que bueno, realmente me encuentro en peligro –Le dije soltando una pequeña risa al final girando mi rostro que logro quedar muy cerca del suyo mirando sus ojos con ternura, entonces le sonreí en silencio, no necesitaba hablar para estar cómodo a su lado, era algo que también me encantaba sobre ella.

No me había percatado  que mi techo estaba completamente en blanco hasta que Jackson me hizo verlo. Reí brevemente, sintiendo su brazo rodeándome y a pesar de que la cama no era muy grande, me sentía completamente cómoda, incluso más que sola. La verdad es que no tenía nada pegado en el techo pues solía dormir de lado y tenía una habilidad para tocar la almohada y cerrar los ojos, y apenas despertaba me levantaba, así que  no miraba demasiado al cielo. - ¿Qué tiene tu techo? No lo conozco… yo le pondría un auto al mío pero suelo ver más mi velador- le confesé mostrándole fotos de pequeña mías con mi familia, incluso una que salía con mi hermano Connor y los seis perros que llegamos a tener en un momento, además de una foto muy graciosa mía en un auto a juguete cuando tenía seis años. Indiqué el sector de la habitación que era de Emma, sobre todo una foto del mismo Jacko en el velador de la chica.- Y por allá, alguien vigilándome que no me porte mal- le bromee divertida.

Arrugué la nariz cuando decía que más que gustarle yo, le gustaba el peligro que una enfermedad mortal podría traer, como quejándome de su repuesta, cuando la verdad era lo contrario. De alguna forma, me gustaban sus bromas aun cuando habláramos de temas serios, y ahora me daba cuenta que cuando decía que lucía horrible, podía manejarlo mucho mejor que cuando me decía hermosa. ¿Por qué? No estaba demasiado segura y solo me di cuenta de que se trataba cuando los dedos de mi mano jugaban con los de la suya: Me sentía cómoda. Nada me era demasiado extraño, todo era nuevo y a la vez natural, y era algo que no había vivido antes. – Usualmente no creería algo así… pero debo creerle a alguien que se intentó bajar de un auto en medio de una carrera- bromee, recordando una de nuestras salidas. Cuando nuestros dedos por fin se entrelazaron las voces se silenciaron. Me centré en sus ojos tan cerca de mí, y vaya que me encantaban esos ojos claros, sobre todo cuando los sentía sobre mi cuando no estaba mirándolo. –  Nadie había hecho esto por mí… y es extraño que no se sienta extraño- confesé después de un rato con una sonrisa  algo nerviosa acurrucándome a él. Me daba algo de vergüenza, porque el no sabía. No había tenido las mejores experiencias amorosas del mundo, que fueran atentos conmigo era algo que solo vivía con Jackson aunque no fuera cursi ni empalagoso, sino totalmente relajado y honesto. Me Solté de su mano para darle una especie de abrazo girando un poco, y como seguía algo avergonzada hice lo primero que pensé para desviar algo la atención  y  con una risita “robé” rápidamente su caja de dulces, “escondiéndola” en mi lado de la cama y lo vuelvo a mirar como si no hubiera hecho nada.

Reí mientras miraba el techo y luego llevaba la mirada a la mesa de noche observando varias de sus fotos, muy familiares la mayoría, en eso éramos algo similares puesto en mi habitación también tenía retratos de mi familia, hasta en el estudio contaba con algunos. En todo caso tenia fotografías hasta de mi amigo canino Toda quien aun permanecía en la casa de mis padres, esperaba pronto poder ir por el para que me hiciera compañía aunque sabía que el disfrutaba más del ambiente que el pequeño pueblo de mis padres le ofrecía. Reí un poco cuando le escuche hablar de mi hermana, estaba seguro de que ella no le sacaba los ojos de encima a Lily, aunque para ser sincero no creía que lo necesitara, si algo me caracterizaba era que confiaba rápidamente en las personas que me daban esa sensación de tranquilidad, no creía que la Sigma tuviera malas intenciones en ningún caso, era otro de los puntos que me hacían querer avanzar con ella. Aunque estaba bástate indeciso con el tema del amor, muchas preguntas me rondaban –Creo que podemos hacer algo más entretenido con tu techo, pensare seriamente en ello –Dije sonriendo mientras seguía jugando con sus dedos, entonces una ráfaga de seriedad me cruzo a causa de los pensamientos que cruzaban en mi cabeza.

Mire sus ojos cuando hablo lo que me hizo sonreír un poco – tal vez salías con puros idiotas –Le comente divertido, no sabía nada de la vida pasada de Lily, no porque no me interesaba sino por el hecho de que ella había llegado a mí de pronto y el pasado me parecía algo que no se debía indagar, después de todo sin ese pasado ella no hubiera llegado a mi vida, de repente la chica hizo un movimiento rápido tomando los chocolates como una niña para esconderlos justo cuando iba a aprisionarla en mis brazos puesto ella parecía disfrutar de mi cercanía- Vaya, que fue eso tan rápido no pude verlo –Dije riéndome un poco de ella para luego verla algo más serio- ¿Crees que uno puede amar a varias personas? –Dije suave algo preocupado de cómo podía tomar el tema – Nací con el pensamiento que el día que conocieras a esa persona especial seria para toda la vida, que solo una persona te haría sentir especial –Susurre – Pero… nunca me dijeron que pasaba si esa persona te rompía el corazón, simplemente puedes… borrar eso y amar de nuevo? –Dije confundido- Lo siento no debí –Dije suspirando cerrando los ojos unos segundos recostado en la cama – Es solo que todo en lo que creo… poco a poco resulta ser una mentira.

A veces tenía esas reacciones algo infantiles, motivadas por el nerviosismo que ciertas circunstancias  me daban, y como nunca habíamos hablado de nosotros tan de frente no quería presionarlo a decir algo que quizás no quisiera él, hacía fácil que en el nerviosismo jugara un poco como niña robando sus chocolates por un rato. Pero su reacción, lejos de ser negativa, era todo lo contrario, sentí sus brazos tratando de tomarme mientras yo jugaba y  cuando yo solté  sin pensar lo poco acostumbrada que estaba a aquella caballerosidad del Rochtman, que cada vez me encantaba más, como aquel gesto de sus dedos jugando con los míos podía cautivarme. Sí, podía haber salido con puros idiotas, mucho de eso no le iba a negar a Jacko y mi cabeza asintió riendo de la misma forma que él, pero no me arrepentía de las cosas, pues después de mi última relación fue cuando dije que ya no volvería a involucrarme con gente que me hiciera daño de manera tan gratuita, y  justo allí aparecía el líder mono  ni siquiera entrando suavemente a mi vida, sino chocando con ella, removiendo todo lo que pensaba y demostrándome que habían chicos diferentes.

Pero de la nada el se puso serio, logrando que mi frente se arrugara un poco escuchando cada palabra. No sabía la verdad como tomar todo lo que me estaba diciendo, se notaba que lo decía sin pensarlo demasiado, que lo sentía, que necesitaba exteriorizar aquellos pensamientos y mis dedos acariciaron su cabello aunque el gesto serio no se fuera de mi rostro por unos segundos. Suavicé la expresión de mi rostro y negué lentamente.-   No sé… yo no pienso  tan así…- le dije con tranquilidad, me gustaba la confianza que tenía en poder decirle cuanto pensaba, que no debía siempre darle la razón, ni tampoco ser agresiva con mi punto de vista, tampoco sabía si yo tenía la verdad absoluta.-   No creo que se pueda borrar a alguien…sino aprender a vivir con ellos de manera diferente- le dije en voz baja pero segura, muy suavemente.  No pretendía ser la suplente de nadie, y sabía tampoco podía serlo ni me pedía el delta serlo; así como Jacko no venía a ser el suplente de nadie en mi vida, éramos simplemente dos personas que nos habíamos conocido y que a pesar de los dolores, de las alegrías, de los afectos que llevábamos de equipaje se fijaron el uno en el otro. Tan simple como eso.- Yo creo que el corazón es suficientemente grande para amar muchas veces… porque nadie merece sufrir eternamente de un corazón roto, y porque los corazones rotos  enseñan lo que quieres y lo que mereces.- suspiré, también estaba confundida, y no sabía hasta cuando debía hablar.-   Jacko, me hubiera gustado ahorrarte lágrimas… y eso significaría haberme ahorrado demasiadas lagrimas a mi… pero hace un año… un año y medio, sin esas lágrimas no sabía que quería, que merecía…- mis manos bajaron a acariciar su cuello, que era un gesto que siempre, desde el primer momento que pude, tenía con él.-   podría decirte que quisiera haberte ahorrado ese corazón roto, pero sin eso… hoy yo no sabría que merezco a alguien que me abrace cuando me siento enferma porque no podrías estar aquí…y quiero que estes aquí, quiero que sigas aquí…- dije con un nudo en la garganta. Jamás había sido tan honesta, aunque siempre era sincera, pero ahora no trataba de maquillar las palabras en ningún grado.

Las palabras había salido por si solas de mi boca, era obvio para todos que no debías tocar de esa manera temas del pasado con alguien con quien salías pero en alguna forma tenía que decirlo y no había ninguna persona con la que me sintiera totalmente cómodo en el tema que no fuera ella, por lo que cuando vi las muecas en su rostro me di cuenta que tal vez ella pensaba que era demasiado, pero entonces sus palabras envolvieron el lugar, mi mirada se compenetro con la suya suspirando un poco mientras hablaba, en alguna forma tenía razón pero eso no sacaba el mal sabor de boca de aquellas ideas. Una de mis actitudes ante las circunstancias o conversaciones profundas como ahora era simplemente tomármelo de una forma divertida- Quien dice que llore? Soy demasiado hombre para llorar –Comente divertido colocándome de lado para quedar cara a cara con ella, con una sonrisa cariñosa en mis labios mientras la escuchaba terminar de hablar llevando mi mano a su rostro acariciándolo con cuidado llevando un mechón de su cabello tras la oreja sintiendo que aún se encontraba algo caliente por la gripa, lo que me hizo pensar que no había tomado sus medicinas aun por tanta interrupción. –Yo estaré aquí, siempre, lo prometo –Dije suave acercándome a besar sus labios con suavidad rosándolos simplemente para alejarme un poco.

Debes de tomar las medicinas –le hable con suavidad sentándome para tomar una de las bolsas que había traído para tomar algunas aspirinas y me gire a verte – El tema es –Dije sacando las pastillas sin problema intentando no verme muy intenso con la conversación que teníamos- No quiero pasar por eso nuevamente, no quiero pensar en que algo funcionara y que luego simplemente sea una gran y enorme decepción Lily –Tome su mano para poner las pastillas en la palma antes de girarme a tomar el gatorade para que pudiera tragarlas. Espere hasta que tomara las medicinas para luego volver a hablar – No soy de juegos, quiero cosas serias, si las cosas no van a ningún lado prefiero no entregarme a ellas –Le explique tratando de que no sonara de mala manera.

Jacko tenía esa forma particular de enfrentar ciertas conversaciones, no sólo las casuales, pero siempre salía con una broma de su boca que entendía a veces era su forma de lidiar con ciertas verdades, sacando una sonrisa de la persona que estuviera frente a el. Y en este caso, por más seria que fuera nuestra charla, se me escapo una risita mientras el ponía su rostro frente al mío cuando le respondía. Costó terminar las palabras al sentir sus suaves caricias en mi piel, quizás la gripe me ponía demasiado sensible, o quizás simplemente me encantaban sus cariños, aunque el beso fuera apenas un roce. El no tenía ni idea como sus palabras eran importantes para mi. Negué con la cabeza. - sin besos, que no quiero contagiarte... - le dije dulce con una sonrisa, aunque de estar sana no lo hubiera alejado tan fácil.

Pero cuando me senté a tomar la medicina es que el siguió hablando y por primera vez en la conversación un sentimiento de temor me embargo, dejándose entrever en mi rostro. Trague la pastilla casi sin sentirla, y mire a la colcha de mi cama un momento. Tal vez Jacko tenía razón, y hasta ese momento yo no me había percatado de que uno debe cuidarse un poco más, no estaba acostumbrada a que alguien me planteara lo que Jacko me decía, no estaba acostumbrada a nada de lo de Jacko. Y precisamente por eso me había dejado llevar sin detenerme a analizar nada, en este momento Jackson tenía mi corazón en sus manos, pudiendo destruirlo sin dificultad si quería. Y es que yo confiaba que no lo haría, pero lo cierto es que el tenía miedo. Pensé en que el único momento de análisis había sido el que el chico era hermano de una amiga, y precisamente por lo bueno que era Jacko, me deje llevar. También pensé en como se había burlado Gus cuando le dije que me gustaba alguien diferente a todos los demás, como eso me hacia encantarme. Y no pensé nada más cuando lo volví a mirar a los ojos. - no lo había pensado.... No te quiero decepcionar ... Yo ya estoy entregada a esto... Completamente... - susurre acariciando su rostro con suavidad. - no se ... En este minuto... Que tan serio es esto, pero para mi, es lo suficiente como para no querer dejar de sentir esto nunca... Para no querer a nadie más así que a ti... - asegure y le sonreí, tratando de quitarle aquellas dudas. Deje un dulce beso en su cuello , a falta de poder besar sus labios, sólo para volver a mirarlo a los ojos, bastante más tranquila, porque siempre decir la verdad me tranquilizaba. Aún esas verdades que ni siquiera me había dicho a mi misma.

Ante la respuesta de mi beso y sus palabras sonreí un poco negando con la cabeza encogiéndome de hombros sin importancia mirando a la chica hermosa en pijamas- No te preocupes, nunca me enfermo –Dije siendo sincero, no recordaba siquiera cuando había sido la última vez que me había enfermado, tal vez a los 5 años con varicela pero después de eso solía tener un sistema inmunológico bastante fuerte por lo que no me preocupaba por contagiarme, además de que por un beso de sus labios valía totalmente la pena tener gripe un par de días, así que no le di mucha importancia a sus palabras antes de sentir el beso en mi cuello sonriendo un poco al notar que ella hacia lo mismo por mi pequeña broma que lograba alivianar un poco el tema para sentirnos con la confianza de decir cualquiera cosa en aquel momento.

Le mire hablar en silencio luego de que bebiera los medicamentos, sonreí por sus palabras, escuchar que la chica que querías estaba completamente entregada lograba hacer que tu corazón se acelerara un poco, por lo que mi felicidad no se ocultó de mi rostro- No quieres tiempo para pensarlo? Digo entregarse a un Delta, no debe ser fácil –dije sonriendo nuevamente llevando mi mano a su mejilla acariciándola con suavidad mientras suspiraba un poco ordenando mis pensamientos para poder usar mis palabras lo mejor que podía – Tal vez quiero que sea tan serio, como para poder llamarte, mi novia? –dije suave intentando que la frase sonara algo casual y evitar aquella normal intensidad de una conversación como aquella, no me consideraba un chico romántico o de esos con los que podías hablar de sentimientos durante horas, simplemente me gustaba ser sincero. – Que dices? –Comente divertido aun mirando algo de sonrojo de la gripe en su rostro- Lo sé, me estoy aprovechando de tu estado.

- Debí haberlo pensado mejor cuando me invitaron a la gala… ahora ya es tarde-  negué con la cabeza bromeando antes de cerrar los ojos, sintiéndome totalmente relajada por aquella caricia tan suave en mi mejilla, sintiendo su  gesto tan cariñoso en mi piel.  Estaba disfrutando completamente aquello cuando sus palabras me hicieron abrir los ojos  un poco más rápido de lo normal. No es que lo estuviera esperando, no  era de aquellas chicas que esperaban grandes definiciones, porque la vida de algún modo me había acostumbrado a eso. Estaba bastante bien, simplemente con saber que el delta estaba a mi lado y de nadie más, de saber que esa manera de mirarnos no era compartida con nadie más, ni de una ni de otra parte. Pero el que lo dijera, de esa manera,  hizo que la sonrisa se ampliara muchísimo más, no pudiendo ocultar la respuesta, pues aunque mi boca hubiera querido decir no, mi rostro gritaba un sí escandalosamente. – Siempre te aprovechas…- me reí.  En nuestro primer beso también el decía que se había aprovechado del champagne tomado. Me acerqué a su oído sin poder quitar la sonrisa del rostro.- ¿Pero te cuento un secreto?- le susurré.- Sana también te diría que si…- le contesté. Nunca había sido la novia de alguien, no en términos demasiado oficiales, y resulta que si bien no éramos de  andar diciendo cursilerías, si podíamos ser algo tiernos y encantadores.- Claro, me pides  esto el día que no te puedo besar… me caes mal- le digo abrazandolo cariñosamente.- ¿Qué pasa ahora? ¿Puedo pedir regalos? ¿Vamos a tener una mascota juntos? ¿Me puedo quedar con tus chocolates?- le bromee  estrechándole más aún.  No teníamos ningún manual y de esa forma me gustaba, incluso haciéndome sentir bastante mejor del resfrio, de seguro mi inmunidad había subido un poquito en el ultimo rato.

No pude evitar reír cuando me dijo que me aprovechaba, en cierta forma era verdad, pero no me importaba no me consideraba un caballero por lo que no tenía que actuar como cuando se trataba de ella, era de las cosas que me gustaban, no tenía que ponerme guantes para tocarla, ella era solo una chica normal que disfrutaba de mi forma de ser sin intentar hacer ningún cambio en mí, jamás le vi incomoda a mi lado o mirándome con desaprobación, era algo totalmente nuevo. –Deberías firmar tu testamento ahora, así si mueres de alguna forma me darán tus cosas por ser tu pareja –Dije en broma intentando no demostrar tanto lo feliz que estaba por su respuesta, no estaba en mi tampoco ser del tipo romántico que le decía lo mucho que palpitaba mi corazón al escucharla aunque el mismo quisiera salirse de mi pecho. Deje mi cabeza caer en la almohada al escuchar sus palabras negando despacio- Hay algo que tienes que saber de mí, no soy un buen novio, así que… me quedo con mis chocolates –Dije encogiéndome de hombros- Pero tal vez es buena idea…. Saber que podemos y no hacer –Le dije pensativo- Como Sheldon Cooper, el crea un contrato de relación con su novia, es bastante ingenioso en realidad –Comente riendo un poco recordando algunas escenas de la serie, por ejemplo decía que podían acurrucarse una vez a la semana o tener una cita cada 15 días donde podían tomarse de las manos pues él no se sentía cómodo con el contacto físico con otra persona.

Negué con un gesto neutro en mi cara, como si no supiera de qué estaba hablando.- No sé a que chocolates te refieres… me trajeron dos cajas…- le dije encogiendo los hombros y frunciendo el ceño, solo para divertirme con esa broma de los chocolates, para luego tranquilizar los gestos. Lo escuché con una sonrisa en mi rostro, tratando de entenderlo. La verdad no había visto esa serie nunca pero sabía más o menos de que se trataba por algunos videos online y todo eso. Reí un poco frente a la idea de un contrato que dijera que podíamos o no hacer como novios, mientras lo miraba acomodarse nuevamente en la cama.- Creo que la regla de ser nosotros mismos nos ha resultado bastante bien hasta el momento- alcé una ceja divertida mientras lo miraba hacia abajo aún sentada en mi colchón. Nunca habíamos logrado entender una sola regla de lo que debería hacerse en una relación. “Hay temas de los que no se hablan con quien quieres conquistar”, “No deberías dar tu corazón a alguien hasta que estés seguro te sea reciproco”, “No des besos en la primera cita”, “Compórtate muy débil y femenina, eso le gusta a los chicos”. No, no seguimos ninguna regla y aquí estábamos, de novios. Pero de todas formas podía ser divertido, como juego, pensar algunas reglas, así quizás conocía un poquito más a Jackson, que era algo siempre interesante de ver. Me acomode con suavidad con mis antebrazos en su pecho para apoyar mi mentón y que ambos estuviéramos cómodos.- Veamos, Quiero conducir… no siempre, pero si a veces.- le dije segura, habían chicos que odiaban la mujer condujera pero Jacko ya había visto de cuan buena era.- Y me encanta tomar siestas, ¿podrías tomar una conmigo debes en cuando?- dije. Creo que mis peticiones eran extrañas pero la verdad no se me ocurría mucho. Acaricie su cabello con suavidad.- ¿Tú que quieres de mi?- le interrogué curiosa, también era bueno saber que podía hacer mejor, sin sacrificar quien era claro, qué esperaba él de esto.

La verdad es que nunca supe de reglas en una relación pero la idea era algo divertida, así que tome su mano algo pensativo mientras ella hablaba jugando con sus dedos como si fuera un niño entretenido con sus juguetes imaginarios, reí suave al escuchar lo de conducir, no era problema para mí que ella tuviera el volante de vez en cuando, no me pensaba como alguien machista o algo por el estilo así que asentí con la cabeza dándole la razón – Creo que eso se puede – Dije riendo escuchando la segunda, la chica cada vez me sorprendía más, parecía ser más parecida a mí que yo mismo – Bueno me encantan las siestas –Dije suave mientras mis piernas se movían un poco acomodándome en la cama disfrutando de la suave sensación de sus sabanas –Aunque detesto que me despierten, suelo despertar de mal humor –Le explique, aunque en verdad era todo un insoportable cuando me despertaban, solía ser gruñón como nunca por lo que la gente me temía un poco – Así que debes dejarme dormir hasta que despierte por mí mismo –comente acercando su mano a mi rostro para besarla un poco.

Era mi turno de hablar por lo que me quede pensativo hasta que algunas ideas se dispararon a mi mente- Bueno necesito embriagarme con mis amigos de vez en cuando, necesito que aceptes eso –Le dije divertido, todos conocían como éramos los Deltas, era imposible no ponernos ebrios al menos una vez a la semana como buena tradición de nuestros pasados. Mire su rostro divertido para luego ponerme un poco serio mirando los hermosos ojos color cielo de la chica a mi lado –Quiero… Que siempre sonrías –Le susurre sin dejar de verla.

Arrugué la nariz con gracia mientras Jacko decía que si bien le gustaban las siestas, despertaba de mal humor si lo despertaban. Roncaba y despertaba de mal humor, los problemas del delta tenían que ver con el sueño-  Bueno… pero si algún día despiertas de  mal humor conmigo, intentaré cambiar eso- le guiñé un ojo coqueta  para acercarme un poco más, de algún modo acurrucándome a él. Yo no solía despertar enojada, mi único problema eran mis pesadillas peor en el último tiempo solo había  tenido un par,  y  mis compañeras de habitación habían logrado calmarme. – tengo formas que tus hermanos delta no tienen para sacarte el mal humor… o eso espero- dije divertida ante la imagen mental. Pero una risa incrédula salió de mis labios cuando me dijo lo de salir a beber con sus hermanos.- ¿En serio, amor?- arrugué la cara.- Pues si… tu puedes hacer lo que quieras… solo no me engañes y me llamas si te llevaban a  la cárcel para ir a sacarte, ¿vale? y lo mismo pasa conmigo- le comenté. Esto era fácil, Jacko venía a incluirse en mi vida, no a cambiar mis gustos y actividades con mis amigos, aunque yo no bebiera tanto; y por eso mismo tampoco pretendía ser su dueña o que cambiará su forma de ser, me  había gustado eso de él de  todas formas, or eso no tenía que pedírmelo para que lo entendiera. Lo único que realmente me importaba realmente es que fuera fiel  debido a los traumas de mis anteriores relaciones, pero tampoco quería atormentarlo con fantasmas que no le correspondían, por eso solo lo nombre junto a las  salidas.
Centré mi mirada en la suya y me gustaban esos pequeños gestos, de tomar mi mano, jugar con ella, besarla. Eran gestos que no cualquiera notaría pero a mi me gustaban muchísimo. Me sorprendí con lo siguiente que dijo, pues si bien me habían dicho mis hermanas que sonreía ás que cuando recién había llegado a la casa,  ese gesto era involuntario. De a poco, el hacer amigas, el curar las heridas por mi gran pena, el amor por mi carrera y Jackson Rochtman habían hecho que la chica que después de la partida de su mellizo lloraba todo el día se convirtiera en  una castaña risueña.- Estamos trabajando para usted-  dije dejando un beso  espontaneo en los labios del Rochtman, para luego taparse la boca y reir.- Ok, creo que me queda cuidarte cuando te enfermes-  sonreí, mientras tomaba su brazo para que rodeara un poco mis brazos y así poder acurrucarme, el resfrío ya no era tan fuerte y después de un rato la medicina había empezado a actuar, pero mi energía no era la de siempre, eso estaba claro.