Jesse Aldrich // ID

La primera impresión que Jesse te puede dar es el de una persona seria, callada y poco sociable. Esta corta descripción es cierta hasta cierto punto. El más joven de los Aldrich no es de las personas que, de la nada, empieza una plática o habla con alguien como si ésta fuera de su entera confianza. Una persona seria cuando debe de serlo y con las personas que conoce de poco tiempo; nadie, que apenas le haya dirigido unas cuantas palabras, puede esperar una frase o comentario gracioso por parte de él. Esto no quiere decir que Jesse sea alguien poco amable o demasiado seco. Aunque suene extraño (dado lo poco que llevamos leyendo sobre él), Jesse el tipo de persona con la que, de alguna manera increíble, todos se sienten bien a su lado. Puede que el joven sea seco y sus palabras carezcan de emoción, sin embargo nunca pondrá mala cara o ignorará a las personas que intenten hablar con él. Es cierto, él no empieza una plática pero eso no quiere decir que rechace a las personas que intenten acercarse a él en busca de una amistad o una simple charla sin sentido. Educado y, en cierta parte, algo maduro por su historia; sin embargo, es de aquellas personas que se meten en problemas sin quererlo. Es cierto, no gusta de meterse en problemas, pero su verdadera personalidad siempre lo hace meterse en ese tipo de asuntos, aunque siempre acaba resolviéndolas de una forma fácil, aunque a aveces poco ortodoxa.  El joven sabe que está bien y que está mal, haciendo que su vida siempre esté en equilibrio y tenga pocas malas sorpresas. Siempre buenas notas, gracias a su memoria y no a su responsabilidad en las clases. Lo ultimo que le importa son sus estudios...

Puede que para las personas que no están familiarizadas con el castaño o no lo conozcan bien pensarán que es una persona bastante aburrida y nerd; sin embargo, todo aquel que lleva un tiempo conociendo al castaño y que, además se han ganado su confianza, dirá que Jesse es todo lo contrario. Cuando el menor de los Aldrich se siente a sus anchas, el joven es bastante divertido y ocurrente. Gusta de hacer comentarios sarcásticos y de hacer bromas a quienes, sabe, nunca le molestarán. Si te ganas su amistad, el chico más fiel que puedas conocer. Aunque Jesse no es una persona que le gusten los problemas, si alguien se mete con sus amigos o familia, este verá la forma de como hundir a aquella persona. A Jesse no le importa el estatus social, las religiones o cualquier cosa que, la mayoría de la gente, tiende a ver en los demás; el castaño tratará a todos por igual y siempre intentará ver lo positivo de cada persona, aunque casi siempre le sea un poco imposible. No puede evitar decir lo que no le gusta y eso lo hace un poco molesto ante la gente. Se le puede llamar burlón, pero siempre en un "buen" sentido. Directo; esta palabra define muy bien a Jesse, ya que él siempre será una de esas personas que habla sin rodeos. Si le gustas, te lo dirá... si no le agradas, también.

¿Jesse en el amor? Es fácil decirlo. Le vale. Aunque nadie lo espere de él, Jesse es de las personas que puede ir de cama en cama y no importarle lo que digan después de él. Eso si, antes de cada encuentro, Jesse pondrá todo el claro esperando que las mujeres o los hombres que pasen por su cama, no piensen que van a tener algo serio. Lo anterior dicho no quiere decir que Jesse odie el compromiso o que no sepa manejarlo, nada de eso. Jesse puede llegar a entablar un compromiso sin problema alguno y serle fiel a esa persona especial. ¿El por qué no lo ha hecho? Simple, Jesse nunca se ha enamorado.

No sabría decir si la anterior descripción del castaño sea el de una persona buena, sin embargo (y dando a entender que creo que Jesse es alguien "bueno"), el chico tiene varios defectos, como todo el mundo. No obstante, el defecto más grande que se le puede dar a relucir es el de ser una persona orgullosa. El no perdonará fácilmente una traición o una mentira. Para él no hay seguidas oportunidades. Tuviste tu chance y lo desperdiciaste, ni hablar, no hay vuelta atrás.

Nacido el 24 de Octubre de 1990, Jesse Aldrich nació en la cuna de una buena familia estadounidense. Su madre, Ethel Miller, viuda de un gran empresario, fue la que los educó (a él y a su hermano mayor) de la mejor manera posible. Aunque los hermanos nunca se llevaron muy bien (pensaba que todo era un problema típico de hermanos), Ethel siempre soportó todos las travesuras y tonterías que los chicos hacían. Sus primeros 6 años fueron normales para un chico de ese estatus social; clases de música, de idiomas y siempre, siempre se tenía que practicar un deporte. Todo cambió cuando, exactamente a los 6 años, su prima llegó a vivir con ellos. Su madre le explicó las razones por las que la niña llegó a esa casa. Jesse, aún a su corta edad, entendió lo que su madre quería decir y recibió a su prima con los brazos abiertos. Desde ese momento tuvo a alguien con quien jugar, con quien convivir y, desde ese día, tuvo una nueva hermana.

La vida en la familia Aldrich pasó de lo más normal. Breya, la prima de Jesse, pasó a ser parte de la familia rápidamente y aunque su hermano mayor no aceptara del todo a su prima, eso no afectó en nada la relación de los dos primos. La infancia del chico pasó rápidamente entre clases con buenos maestros, prácticas de fútbol soccer y algunas clases de música. Todo iba a bien hasta que, al cumplir los 12 años, su madre fue diagnosticada con un tipo de cáncer bastante fuerte. Al principio la mujer no dijo nada para que los chicos no se preocuparan por ella, sin embargo la enfermad avanzó y, al final de cuentas, se supo la verdad.

Jesse luchó contra el cáncer junto con su madre hasta los 18 años. A esa edad, una prestigiosa universidad Alemana le ofreció una beca para poder estudiar Economía, lo mismo que había estudiado su difunto padre. Jesse rechazó la oferta de inmediato, pensando en que no podía dejar a su madre y a Breya solas. Sin embargo, la mujer le pidió a su hijo que aceptara era beca y que cumpliera su sueño de poder estudiar en el extranjero. Fueron tanto los ruegos de la mujer, que Jesse acabó aceptando la beca y así, meses después, partió rumbo a Alemania para empezar sus estudios de Economía.

Si vida en Alemania pasó con altos y bajos. Gracias a que siempre fue una persona responsable en sus estudios y que había aprendido el idioma de aquel país, Jesse no tuvo problema al adaptarse. Los estudios más las fiestas hicieron que Jesse dejara de tener tiempo para preocuparse de los demás, aunque siempre hablaba con su madre para ver como seguía. Fue ahí donde, al sentir las presiones de las clases, empezó a drogarse para poder dar el 100% en sus materias. El pensaba que, al ser buen estudiante, la idea que se drogara no haría que lo vieran mal. Eso si, nunca llegó a ser un drogadicto con problemas y nunca se metió en líos por aquellas cosas. Esto lo mantuvo en secreto hasta que regresó a California. ¿Mujeres  espaciales? ¿Dramas de amor o accidentes? Nada de eso, la vida de Jesse en el extranjero pasó desapercibida para la comunidad estudiantil Alemana.

Ya a sus 24 años, Jesse recibió la noticia de que su madre había empeorados. Dejó Alemania para regresar a su país natal y así poder apoyar a su madre. Junto con Breya, Jesse apoyó a su madre hasta el último día. Poco tiempo después, se supo que la mujer les dejó una fuerte cantidad de dinero más un departamento. Todo a nombre de Jesse y Breya. Esto hizo que su hermano mayor se enojara y así empezaron los problemas en la familia Aldrich.

Aunque el chico bien pudo ser Omega, pensó que estaría mejor con los Deltas. Todos pesarían (al leer su personalidad) que una persona así no podría estar con los monos. Pero, si se lee bien, se darán cuenta que el Jesse frío y aburrido no es el verdadero Jesse. Aunque le importan sus materias, no es lo que realmente le interesa (o algo que le haga perder el sueño). Algo despreocupado, divertido, bromista... no gusta de meterse en problemas, pero siempre está en ellas. Le molestan las personas elitistas, y aunque prefiere no decir nada, cuando algo sobre eso le molesta, lo dice sin importar lo que pase.

Mascota: Un perro pequeño llamado Elvis
Pertenencia más preciada: Su balón de fútbol.
Mayor miedo: No lograr ser lo que su madre esperaba de él.
Pareja: ¿Qué es eso?
Canción que te describe: Because - The Beatles
Otras cosas: Nada que agregar