Call me [Priv]

Darren se había marchado al gimnasio con André porque ,al parecer, quería entrar en la policía y nadie mejor para entrenar que el rubio. La verdad es que André tenía más músculos de los que yo conocía y muchos más que tendría que solo Darren habría visto. Acepté sin dudar el cuidar de los dos pequeños durante unas horas y allí  me presenté a la hora acordada, bueno, diez minutos más tarde. Ella estaba en su parquecito jugando mientras Mathías correteaba por la casa seguido de los perros cuando me vieron llegar. Después de estar un rato con ellos llamé a Blake por si le apetecía venir y ayudarme. Los niños eran bastante buenos y no molestaban, pero seguro que con mi primo todo iba mejor. Me emocioné al oírle aceptar la petición y corrí a contárselo a Ella, como si me entendiese. Noté que algo iba mal con ella y me di cuenta de que era su pañal. -Alguien necesita que la cambien.-comenté haciéndole cosquillas y la llevé hasta la mesa para empezar a desnudarla. No tenía experiencia cambiando pañales pero tampoco me daba asco hacerlo; era solo una preciosa niñita que necesitaba ser cuidada como todos cuando éramos bebé.

Que Darren y André confiasen en mí para cuidar a sus dos hijos era algo que me llenaba de alegría. No era la primera vez que me llamaban para pedirme que fuese su cuidadora y esperaba que no fuese la última. ¿Para qué iban a gastarse dinero en alguien desconocido teniéndome a mí que era conocida y no les cobraría nada? Además, no es por ser egocéntrica, pero creo que se me da bastante bien. Tras haber desnudado a la pequeña vi que estaba bastante manchada debido a que se puso a jugar. Supuse que lo mejor sería bañarla a ella y a Mathías a también, así que me dirigí al baño con la bebé encima. Abrí el grifo para llenar el pequeño bañito de ella y luego el grande para que Mathías se bañase también. Justo en ese momento sonó la puerta y corrí un poco con la morena en mis brazos. Al abrirla ahí estaba Blake, al que le di un par de besos. -Pasa pasa, el baño está llenándose.-volví correteando hacia el cuarto de baño. Mathías se encontraba jugando por el salón y al ver a Blake fue corriendo a saludarlo gritando "Babar". Era increíble como siendo tan pequeño recordaba todo a la perfección.

Cualquier momento para compartir con Blake era ideal. Habíamos pasado muchos años separados y ahora teníamos que aprovechar la cercanía. Después del cumpleaños de Mathías quedó claro que este estaba encantado con Blake y seguro que se divertía mucho teniéndolo hoy aquí de nuevo. Tras dejarle pasar me fui corriendo al baño para que el agua no saliese demasiado caliente. Regulé el grifó hasta que salió a la temperatura deseada y entonces empecé a desvestir a la pequeña. -Ella se ensució bastante y se me ocurrió que sería bueno darle un baño al rubito.-dije guiñándole un ojo a Mathías, quien estaba entre los brazos de Blake. Metí con cuidado a Ella en su pequeño baño mientras ahora se llenaba el grande en el que Mathías entraría. -Que niña más buena y que le gusta el agua ¿verdad?-pregunté con cierto tono infantil mirándola. Con una pequeña esponja le eché agua sobre su cabecita y esta comenzó a reirse y a quitarse el agua de la cara. Unas risas se me escaparon de mi boca y miré entonces a mi primo, quien debía desvestir al rubio para meterlo en su baño.