I need to scape. ► Sebastian C. Arnzent

Una vez mas me había levantado luego de una pesadilla con los ojos llorosos y un inmenso vació en el pecho que solo indicaba una cosa, estaba volviendo a caer. Tenia miedo, sentía como los latidos de mi corazón aumentaban, y la oscuridad de la habitación no ayudaba en nada. Nuevamente, en sueños, había observado los ojos de mi padrastro, había escuchado todas las palabras malas que alguna vez dijeron de mi en mi cara, hasta incluso el rompimiento, toda la mierda de mi vida en una sola noche, todo conspiraba para causar un desastre en mi. Abrace mis piernas y cerré nuevamente mis ojos aun sentada en la cama, podía sentir como mi cuerpo temblaba y aunque quisiera mantener la calma, contar hasta tres y tatarear una suave canción, nada funcionaria. Ya no tenia a quien abrazar de noche pues a la única persona que me amo y me protegió lo decepcione. Yo solo era una simple mierda disfrazada de chocolate a la que nadie querría y debía estar acostumbrada, jamas seria lo suficientemente buena para alguien. Inhale con profundidad y lleve mis manos a mi cabeza tratando de calmar mis pensamientos, como si hacer un poco de presión en esa zona aliviaría todo, pero se me estaba yendo de las manos, tenia que pedir ayuda.

Aguante las lagrimas, acción que fue imposible ya que sin darme cuenta ya las estaba derramando. Sentía una opresión en el pecho que no me dejaba respirar y que cada segundo se hacia mas profunda, y dolía, dolía demasiado. Me levante de la cama con rapidez y me coloque el primer pantalón y remera que tenia en el placar con rapidez, no quería arrepentirme de mi decisión sin siquiera salir de la casa. No me había peinado, tan solo quería salir lo mas rápido posible de la residencia y llegar al lugar indicado. Solo esperaba que, a pesar de la hora, sea bien recibida o que al menos pueda darme un abrazo. Solo quería un puto abrazo.

Había tomado el primer taxi que cruzo por la cercanía y con cierto tartamudeo, luego de haber expresado un "a la casa de los Deltas" erróneo, pude pronunciar la dirección exacta con tal torpeza y desesperación. El hombre se dio la vuelta al observarme en tal estado y me mir con cierta firmeza y preocupación para luego preguntarme, nuevamente, si no deseaba ir al hospital.- Solo conduzca. -Pronuncie a secas esperando que maneje el maldito auto. Tape mi rostro por unos instantes en el viaje, esperando llegar lo mas antes posible.


Luego de llegar, entregue el dinero como pude, con rapidez y alegando que "se quede con el vuelto" antes de esperar un segundo mas a la devolución de lo que restaba de dinero, no sabia si estaba haciendo lo correcto en pedir su ayuda, pero Sebastian significaba la única persona con la cual podía llorar y hablar  sin pensar si le hacia mal, aunque ni siquiera le había contado una cuarta parte de mi historia, tal vez hoy sea el momento de liberarme. Toque la puerta de la fraternidad mil veces, con fuerza, con desesperación, alguien debía estar despierto y poder abrir.  De a momentos levantaba la mirada e ideaba un rápido plan para subir por la ventana, pero mis pensamientos, gracias al cielo, fueron interrumpido por un joven, ni siquiera tenia bien en claro su nombre pues no podía ver demasiado bien, ni estaba demasiado lucida como para reconocer a alguien mas. Lo pase de largo sin siquiera responder su pregunta y subí las escaleras en busca de una habitación. Solo quería hablar con una persona.- Sebastian, abre, por favor, abre...Despierta, soy yo, Julietta, por favor, necesito un abrazo, por favor... -Rogué detrás de la puerta con, ya, cansancio, como si mi cuerpo me dijera nuevamente que me dejara caer en el abismo, pues no había que luchar por nada mas.

Estaba bastante cansado aunque no sabía porque, los motivos los desconocía, pero se acordaba de algunos momentos del día que había pasado con su padre que no eran nada agradables,  luego de bañarse, ya de noche, se acostó en la cama, con solo un boxer puesto ya que tenía calor, pero por mas cansancio que tuviese le costaba dormirse, daba vueltas y vueltas pero no encontraba tranquilidad, la conversación con su padre lo había dejado bastante sorprendido "Tendrás que ir conmigo a Francia de nuevo, tu madre esta mal." , las palabras textuales de el provocaron una sensación no tan alegre, pero a la vez aunque sea por una vez podía volver a ver a su madre después de tantos años.

Se levantó de la cama para bajar a buscar una cerveza y un vaso de agua, no por tomarlo pero por si llegaba a necesitarlo en la noche, era una costumbre que su madre le había enseñado por lo tanto se le quedó pegado hacerlo, tenía sed y estaba sin sueño, volvió a subir para beberse la bebida allá, se acostó con su notebook, veía cosas por internet pero nada le bajaba sueño, dejó la cerveza, al lado del vaso de agua, en una mesa que estaba al costado y apagó la notebook poniéndola a un costado de la cama, total sabría que nadie se lo pisaría, de la nada cerró los ojos y se durmió. Lo que para el serían muy poco tiempo en realidad habían pasado horas, se despertó porque escuchaba que alguien golpeaba con fuerza la puerta principal, pero no prestó atención por lo cual siguió acostado y esta vez tratando de dormir de nuevo, hasta que sintió golpes en su propia puerta, golpes que no cesaban, también escuchaba una voz femenina que le parecía bastante conocida.

Abrió los ojos sorprendido y giró hacia la puerta, -¿Julietta?.- había dicho en voz baja como si fuese un reflejo, hasta que reaccionó -¡Julietta!- volvió a decir, se puso un short que había encontrado y abrió la puerta rápido -Ju...- sus palabras se vieron cortadas al ver la figura de la chica, su aspecto demostraba estar mas que mal, el cuerpo chiquito de ella parecía que fuese a desmoronarse al ver los hombros tan caídos, la abrazó rápido -Juli, Juli, ¿Que tienes?.- la abrazó fuerte, le apretó la cabeza en le pecho de el mientras le besaba la cabeza -Ya esta, ya esta, ven.- la llevó hacia dentro de la habitación para hacerla sentar en la cama, -Espera.- le dijo para ir a buscar una remera y ponérsela rápido.

- "¿Que le había pasado?, ¿Cual era el motivo por el cual estaba en este estado?" - Esas preguntas le rondaban en la mente -¿Que te pasó? ¿Te sucedió algo?, ¿Alguien te hizo algo?. - preguntaba preocupado, se arrodillo frente a ella mientras le acomodaba el cabello para atrás, observó el vaso con agua que había traído anteriormente - " Gracias madre, mira que oportuno es " - decía en su interior, la abrazó de nuevo y luego agarró el vaso con agua para dárselo a ella -Ten, toma agua, necesito que te calmes linda, cuéntame bien todo, pero primero cálmate, ya va a a estar todo bien.- Le dijo con una sonrisa para así por lo menos mostrarle mas seguridad de que esas palabras podrían llegar a ser ciertas. -¿Quieres que te acompañe a lavarte la cara?.- decía estando arrodillado.

Tan solo ya no podía más. Me había replanteado desde la residencia hasta llegar aquí el por qué debía seguir luchando, y no encontraba respuestas, no encontraba nada. ¿Por qué seguía aquí? No tenía motivos, ni razones y me había criado de tal forma que todo me importaba poco. ¿Vincent? Si habíamos cortado, él estaba mejor sin mi, sin los problemas, él merecía a alguien mejor que yo. Tal vez que era madrina de un lindo nene, pero de cierta manera podía escapar de UCLA y volver solo para verlo a él, me había encariñado demasiado con Mathi, pero también me dolía que yo sea su madrina, él también necesitaba algo mejor. Bajé la cabeza y tapé mi rostro mientras sentía los brazos de Sebastian rodeando mi cuerpo, estaba destruida. No encontraba razones y últimamente me cuestionaba cada respiración. "¿Qué harás Julietta?". No sabía, ya no me sentía a gusto aquí. Sentía esas inaguantables ganas de escapar, de correr, de irme a quién sabe dónde. Me sentía presionada, observada. Atrapada. No quería volver a sentirme así. Inhalé con profundidad dejándome llevar por el Delta quién era la única persona con la que pude confiar y le contaba de a pedacitos el por qué de todo, aunque la vergüenza y el dolor atravesara mi cuerpo. Quería gritar, y esperaba que Sebastian estuviera ahí para sostenerme luego, porque no quería caer de vuelta.- H-H-Hola. -Tartamudeé abrazándolo con fuerza.- Perdón por venir así.. -Pronuncie entre suaves sollozos mientras ocultaba el rostro en el hombro ajeno. Aproveché que se alejó de mi, ni siquiera vi a qué ni me importaba de cierta manera, y limpié mis lágrimas con cierta violencia con los puños de mi campera. Ya no quería llorar más, pero era como si mi vida fuera creada para sufrir. Cada maldito paso que daba terminaba en esto, y yo ya no quería.- Me siento una tonta bipolar, ¿Sabes? -Tragué saliva y sentí dolor en mi garganta por aguantarme las lágrimas, pues aún no había llorado como era debido, no me había desahogado de nada, no quería hacerlo tampoco. Volví a inhalar poniendo derecha mi espalda en busca de llenar los pulmones.- Pero ya no puedo más, ya no puedo.

Me abracé a mi misma y luego apoyé mis codos en mis piernas para poder taparme el rostro y rascarme con cierta rapidez la cabeza en un tic de desesperación. Aún no me permitía llorar delante de alguien.- Cada estúpida cosa que hago tiene consecuencias y son demasiado grandes y yo ya no soporto nada y... -Suspiré.- Soñé algo malo que parecía tan real. -Levanté la mirada y luego negué ante sus últimas palabras.- Y me dolió y... Ya no sé nada, ya no quiero saber nada. -Fruncí los labios y bajé la mirada. Me sentía tal imbécil de venir a molestarlo a estas horas.- Perdón. -Murmuré para volver a tapar mi rostro. Sinceramente era un idiota.

El hecho de ver a Julietta en ese estado me ponía bastante nervioso "¿Que la llevó a estar así? pensaba mientras miraba la figura del cuerpo frágil y tembloroso que tenía al frente mio -No te preocupes no debes pedir perdón, solo dime que te pasa.- mi tono de voz reflejaba lo preocupado que estaba. -¿Pero porque?, Juli cuéntame.- le insistí varias veces para que me hablara de lo que tenía pero no daba el brazo a torcer, eso le haría peor de lo que estaba, con el simple hecho de verla la noté ya casi sin energías -Vamos querida tienes que ser fuerte.- musité mientras la veía ponerse derecha aunque esa postura no duró mucho, le quería agarrar las manos y hacerla que me mire, pero en este momento tenía que dejarla moverse como necesitara para así expresarse mejor,  -Mírame, mírame.- le dije varias veces hasta que lo hiciera, ella es una chica que necesita de constante afecto, eso lo vi cuando una vez que nos vimos  no la había abrazado y ya se sentía mal, pero no la había visto de esta manera nunca, dejé que hablara sin interrumpirla, precisaba explayarse, sacar lo que tenía dentro poco a poco, cosa que no lograría si le estuviese cortando la palabra a cada rato, luego de que terminó y agachó la mirada para pedirme perdón, le agarré el rostro con ambas manos  -A ver Juli, no todo lo que haces trae consecuencias y si lo hace es porque la vida lo destina así, tienes que ver las cosas buenas que te han sucedido, sean muchas sean pocas, sean la cantidad que sean tienes que apreciar mas eso que otras cosas, pero no bajes los brazos mi niña.- le hablé mientras seguía con una rodilla apoyada en el piso y la otra flexionada frente a ella, -Dime que soñaste.- dije para luego soltarle el rostro lentamente para que ver sino volvía a hacer lo mismo, no me gustaba que una mujer, hiciera eso, especialmente ella, no toleraba nunca ver una cara que vive alegre y sonriente en este estado, triste, con pensamientos que conllevaban a la nada, el solo hecho de verlo me molestaba porque hasta que no podía hacerle cambiar eso me sentiría un inútil pero tenía que hacer el mayor esfuerzo por ayudarla en lo que pudiese, aun si tenía que estar toda la noche despierto con ella.

Me senté al lado de ella en la cama luego de pedirle que me contara sobre su sueño y la abracé  -No mi vida no pidas perdón, no has hecho nada malo como para hacerlo. - le decía para consolarla y así luego soltarla, no quería apretarla con muchos abrazos por ahora, necesitaba  que me contara lo que le había pasado, para ver la raíz de todo lo que pensaba y sentía, si precisaba llorar podía hacerlo  -Vamos, no te guardes nada, suéltalo todo ahora, estas bien y segura.- puse mis manos en los hombros de ella, no podía simplemente no abrazarla, tenía que hacerlo por lo que volví a tenerla entre mis brazos -Bien, vamos mas calmada, vas bien.- susurré para que se diese cuenta de que podría estar en el lugar correcto, el hecho de desahogarse, contando todo desde las entrañas lo decidiría ella, yo solo podía poner mi hombro, escucharla y ayudarla, pero solo si ella me lo permitía.

"La vida lo destina así" claro que lo hacía, ¿Pero por qué?, ¿Por qué se empecinaba en tirarme al suelo cuando me quería levantar?, ¿Por qué a mi? Intenté parar mi llanto y volví a tapar mi rostro sintiendo ese mismo sollozo insoportable que no te dejaba respirar, me estaba tragando todas las lágrimas pues no debía llorar, no debía dejar que Sebastian se meta en toda la tristeza que yo emanaba, él no tenía nada que ver y mi historia debía llevarla adelante yo sola. Nadie más. Pero me sentía destruida..- Es injusto Sebastian, es, es injusto. -O tal vez no.- Todo se va al carajo siempre, y no puedo, no puedo con esto. No puedo más. -Subí los pies hasta el borde de la cama del Delta haciendo que mis rodillas quedaran cerca de mi cuerpo y las abracé llevando mi rostro al hueco que se formaba, tapándome con mi propio cuerpo, sentía tanta vergüenza.- Ya no puedo más. -Susurra y levanta débilmente la cabeza para dejar el peso de la misma sobre mis manos y así tratar de calmarme lentamente, aunque obviamente sería imposible. Cerré mis ojos por unos instantes dejando mi cuerpo débil, pues estaba así, estaba sin ganas de nada y simplemente tirarme por ahí. Justo ahora me arrepentía, debía haberme quedado en la residencia y sufrir en silencio. Tomé aire y volví a entrar en modo fría, me tensé y tan solo comencé a rascarme el brazo como simple tic para calmar el dolor.- Solo soñé algo feo, lo soñé de nuevo, soñé esa maldita noche, Sebastian. Y ya no quiero soñarla más. -Levanté mi vista para observarlo con dolor, rogándole muy dentro de mi algo que él no podía hacer, era yo quien debía terminar con este dolor. Inhalé con profundidad y saqué mis lágrimas con cierta violencia de la piel de mis mejillas, estaba tan enojada conmigo misma.- Me siento tan sola, tan fuera de todo el mundo. Es como si no encajara en nada. Me siento, me siento a parte y... No sé que hacer. -Desvié la mirada hacia el lado izquierdo de la habitación tan solo para no observarlo más, realmente sentía vergüenza.- Este año termino la carrera y nosé a donde correr. No quiero quedarme pero tampoco quiero irme y... -Llené mis pulmones de aire y negué mordiendo sutilmente mi labio inferior, con frustración, me sentía atrapada, perdida.

No estoy bien ni segura. Algo aquí, aquí dentro. -Volví a fijar la mirada en el castaño mientras apuntaba directo al corazón.- Me dice que nada esta terminado, que volverá que me encontrará y me ... -Bajé la mirada y tan solo llevé mis manos a mis rodillas, necesitaba calmarme. ¿Qué había hecho tan malo que mi vida era una mierda? Había arruinado todo con mis amigos, con mi familia, con Vincent. Mi padre se fue y estoy casi segura que nunca me quiso, y el resto... Tan solo desea verme tres metros bajo tierra. Aproveché su medio abrazo para acurrucarme en su hombro y tan solo llorar en silencio.- Me siento tan perdida.