Flour Clouds {Elliot}

Dejo todos los ingredientes repartidos por el gran mesón de la cocina decidida a hacer mis muffins con crema, estaba inspirada y no había ido a trabajar ya que, Delsin, me había llamado para decir que hoy no abrirían, el porque era fácil de saber,él había dicho que tenía que ir a una convención de animes y que era muy importante su presencia, solo atine a darle una respuesta afirmativa y desearle un buen día. Observe la mesa dudosa, quería hacer mis delicias, pero sin embargo la casa se sentía silenciosa y eso me preocupaba, así que decidí llamar a alguien, en aquel momento un nombre corrió como flash por mi mente y me acordé de alguien que deseaba aprender a cocinar. Marqué el número de Elliot, un chico que había conocido hace poco tal vez, en una reunión donde habíamos coincidido con algunas amistades en común y había sido muy agradable charlar con él, así que no creía que fuese una molestia reunirnos ahora. El timbre de llamada sonó por al menos unas tres veces, fue entonces cuando una voz gruesa salió por el teléfono  - Elliot, eh, Soy Maren, la chica loca que cocina - Gran entrada Maren! ... me cuestiono un poco sobre lo que dije, si quizá no había sido una muy buena entrada, generalmente no era de hacer llamada y así, rió - Oye, me preguntaba si querías que nos juntáramos, podríamos preparar algo - ofrezco y observo los ingredientes en la mesa, quizá los pastelillos podrían esperar para otro día, quizá podría enseñarle a hacer alguna otra cosa por el momento, no tenía idea de que así que por el momento guarde todo lo que había sacado  - Podría darte algunas clases de cocina si no estás ocupado - bromeo con ello al recordar que no sabe ni como poner alguna a hervir y saludo a una de mis compañeras que entra a la cocina por agua, luego de su cometido se retira - Ahora estoy en la casa Omega por si quieres venir y eso - comento y muerdo una de mis uñas nerviosamente, no sabiendo el porque de este repentino nerviosismo - Entonces, adiós - doy por terminada la llamada y se siento sobre uno de los taburetes de la cocina y me apoyo en el mesón mientras espero que venga.