Elliot J. Hamilton ID {en construcción}

Elliot suele ser amable, respetuoso y divertido, aunque cuando se encuentra en territorio desconocido, es cerrado, cortante y tímido. No le gusta presumir, peor hacer sentir a las personas mal cuando él sabe que no es ni siquiera lo más cercano a perfección. No sabe mentir, y cuando lo hace, sus manos comienzan a sudar y muerde su labio inferior por impulso. Tiene pésimos reflejos, es muy torpe y tiene dos pies izquierdos. Tiene un noble corazón, le es muy difícil decirle que no a las persona y se le hace incapaz no ayudarlos.
No le gusta mucho compartir sus cosas, es muy raro que lo haga. Tampoco le gusta andar divagando sus secretos como si nada, piensa que si es su problema, él lo puede resolver sólo. Se estresa con facilidad, por lo que no es bueno molestarlo mucho y constantemente; esto también repercute en los pequeños ataques nerviosos que contadas veces suele tener, al igual que explica por qué se muerde las uñas de vez en cuando.
Suele ser muy selectivo. Es protector con personas de las cuales se ha encariñado mucho. Se aburre y distrae con extrema facilidad, le es muy difícil prestar atención cuando el tema no le interesa. Es extremadamente curioso, siempre querrá saber más de lo que sabe o incluso puede.
Le gusta vestirse bien, muy rara vez lo vas a ver desarreglado ya que tiene la idea de que nunca se sabe si en cinco minutos tienes una emergencia o si conocerás ese día al amor de tu vida. Le gusta ser caballeroso y detallista, pensando que ya casi en la actualidad ese tipo de cosas ya no se ven.
Prefiere no dormir debido a que piensa que cuando muera, tendrá mucho tiempo para hacerlo, pero debido a esto todo el tiempo está cansado o no quiere hacer nada más que ver una película o una buena serie en su cama.

Elliot Jacob Hamilton nació una tarde nublada y fría en la vieja Inglaterra en el Junio del 1992. Sus padres, Jacob y Marissa, se separaron cuando el pequeño a penas tenía tres años. Elliot, siendo hijo único, creció con su madre siempre tratando de ser el hombre de la casa. Debido a que la separación de sus padres fue cuando el era demasiado pequeño para entenderlo, se guió en lo que podía comprender. Su padre había abandonado a su madre, dejándola sola mientras ella se partía la espalda para mantenerlo. Claro, eso no era la única cosa que pasaba por su mente. Elliot creció creyendo que su padre no le quería, que le odiaba y por eso años después había tenido una nueva familia. Una hija nueva. En la escuela no era un chico social, era callado y tenía un amigo a duras penas. Gran parte de su infancia la pasó llorando y tratando de esconder sus sentimientos e ideas.
No fue hasta los doce años cuando Jacob al fin se enfrentó a su padre. A escondidas, decidió ir a verlo. Pero para su sorpresa, todo era muy diferente a lo que él planeaba. Su hermanastra, Cassie, le había abierto la puerta y cordialmente lo invitó a pasar. No se esperaba eso, esperaba un comportamiento mucho más grosero y desinteresado. Su padre cuando le volvió a ver lloró de la alegría, tenía años que no le veía. Elliot se separó y comenzó a gritar todolo que se le venía a la mente. "¡Nos abandonaste por una fami

Lo que llevo a Elliot a pertenecer a Delta Thau fueron cuatro palabras sumamente sencillas: tenemos alcohol y cigarros. Eso fue lo que lo convenció de que era la fraternidad correcta, ¿a quién no le gusta vivir de fiesta en fiesta? Además, realmente no quería tener que vivir en los dormitorios o rentar un apartamento solo, y también, en aquella fraternidad no era necesario practicar algún deporte. Escuchó de su historia cuando era su segundo día en el campus y ya estaba harto de compartir habitación. Su decisión le agradó en ese momento, aunque nunca supo lo pesadas que las bromas solían ser.

Mascota: Perro Chihuahueño.
Pertenencia más preciada: Encendedor Zippo.
Mayor miedo Alturas.
Pareja: Ninguna.
Canción que te describe:
Otras cosas: -