Bradley Elizabeth Stonem.

La verdad es que, en pocas palabras, la rubia es un huracán de emociones que amenaza con arrasar con todo a su paso, porque Bradley es todo lo contrario a lo que parece. Su apariencia dulce y su voz angelical es lo que le ha permitido manipular a la gente desde tiempos inmemoriales, y su capacidad para mentir ha metido en líos a personas que nada tenían que ver con las travesuras de la chica. Podrás encontrar en ella sarcasmo encubierto en dulzura, y una actitud desafiante a la que no te querrías enfrentar, ya que lo más probable es que te deje en vergüenza. Nunca confíes en ella a menos que Bradley haya confiado en ti primero, porque de lo contrario, ella se aprovechará y pondrá todas las cartas en tu contra. La mayor parte del tiempo sólo está pensando en qué plan nuevo llevar a cabo o a quién echarle la culpa la próxima vez que la pillen, por lo que si te mira por mucho tiempo o de pronto se interesa en tus pasatiempos sin que hayas hecho nada por ella, ten cuidado, lo más probable es que seas la próxima persona en su lista. Es una chica bastante reconocida por su gran sentido del humor que puede hacer reír incluso a la persona más triste, por lo que, a pesar de su complicado carácter, suele caer bien a las personas. Es también una chica impredecible, inteligente, observadora y muy astuta, que siempre está dos pasos por delante de cualquier persona. Por lo general, Elizabeth es una chica de pensamiento feminista, cosa que le fue heredada de su madre. Siempre ha querido hacer que la sociedad sienta la totalidad de la fuerza que la población femenina puede ejercer en el mundo, y por lo tanto, desde pequeña ha aprendido a ser una chica independiente,  lo que no cambió ni siquiera al obtener una vida más acomodada. Desde siempre ha sido una chica cuidadosa, aunque no lo parezca, con cada cosa que hace –incluso con sus travesuras- ya que comprende la cadena de consecuencias que se nace de nuestros actos más pequeños. De mente lógica y estratégica, suele confiar en su cerebro más que en su corazón, en su instinto más que en el sentimentalismo, por lo que muchos la han catalogado como calculadora y perspicaz. No es un buen plan tenerla como enemiga si no quieres ver tu vida siendo destruida poco a poco, ya que tiene la influencia suficiente como para lograrlo. Sin embargo, si quieres convertirte en una persona especial para ella, debes considerar que es una tarea difícil, ya que no es una chica demostrativa y mucho menos entrega su aprecio a cualquier persona. Para ella, primero debes ganar su confianza, y luego mantenerla, lo que es tan ardua tarea como lo es escalar el Everest. No obstante, vale la pena el trabajo, porque aunque parezca una chica fría y cruel, es tan humana como cualquier otro, y tiene un lado dulce y gentil aunque luche consigo misma por ocultarlo. Y es que cuando se entrega completamente a una amistad, puedes encontrarte con una persona leal, sincera y amable, que jamás te fallará incluso cuando todos los demás lo hagan. Que siempre te valorará y te dirá cuán especial eres para ella, aunque a veces parezca que sólo quiere matarte.

Bradley nació un frío 16 de noviembre en Chicago, Illinois, Estados Unidos, siendo hija de Aleen Stonem, una famosa vendedora de bienes raíces del lugar. Tuvo una gemela a la cual su madre dio en adopción, ya que al ser madre soltera se sentía incapaz de criar correctamente a dos pequeñas bebés. Vivió sus primeros años de vida en una pintoresca casa de estilo victoriano en el centro de la ciudad, la cual su madre compró en una subasta del sector. Se crió acostumbrada a no tener a su imagen paterna presente, por lo que las burlas que recibía en la escuela nunca le afectaron realmente, sino que le sirvieron para aumentar su fortaleza. Cuando cumplió los siete años su madre recibió como regalo por parte de su trabajo una casa en Minnesota, por lo que se tuvieron que mudar, dejando atrás una corta etapa de vida. Pero los problemas comenzaron cuando la chica cumplió los nueve, en busca de un material esencial para una nueva travesura, Bradley encontró en el sótano una carta con diez años de antigüedad que por el contenido, dedujo que era de una antigua pareja de su madre. Aquello picó justo en su curiosidad, por lo que comenzó a investigar la posibilidad de que aquel hombre fuese su padre; aunque nunca llegó a concluirlo, ya que su madre la pilló a tiempo y como castigo, le quitó el acceso a internet. La rubia, enfadada por montones, comenzó a tener malas actitudes con su progenitora, incluso cuando sabía que ella era la persona más importante en su vida, su heroína y su mejor amiga. Esta etapa de rebeldía duró por tres meses, luego de los cuales el enojo decayó hasta desaparecer por completo. Hubo un periodo en que ambas tuvieron una muy buena relación intrafamiliar, la cual cayó cuando un oficial de la policía llegó a casa para contarle a Bradley que su madre había perdido la vida en un accidente automovilístico. La rubia era demasiado pequeña como para hacer algo más que llorar, incluso cuando no comprendía con totalidad lo que la palabra muerte significaba. Al no tener familiares cercanos, la policía comenzó una ardua búsqueda para encontrar al padre de la rubia, y una semana más tarde dieron con un hombre de origen francés que figuraba como el padre según una prueba de ADN. Así fue como conoció a su verdadero padre, un hombre con desplante, una sonrisa gigante y que se manejaba muy bien con los negocios, y a su medio hermano Alain, el cual se convirtió en una de las personas más importantes para él. Sin embargo, no fue presentada al resto de la familia como la media hermana de Alain, sino como la prima, ya que la madre del chico no la habría aceptado de saber que, en realidad, era una hija ajena al matrimonio. Su adolescencia fue bastante tranquila, nunca tuvo necesidades económicas, ni muchos amigos tampoco, pero pasaba buenos momentos con su hermano. Y así fue siempre, incluso cuando cumplió los dieciocho e ingresó a UCLA junto a él, con las ganas de estudiar medicina forense, aún buscando la posibilidad de volver a tener a su madre junto a ella.

Si bien Bradley no quería ingresar a ninguna fraternidad, se decidió por Alpha Phi, porque le era más fácil codearse con chicas de la alta sociedad aunque sus pensamientos libertinos y feministas se pasaran a llevar, que demostrar una faceta suya que no quería dar a conocer al mundo. Ya saben,no hay que dejar que se estropee la gota de misterio. Además –y como bono extra para la fraternidad- ésta le generaba una reputación bastante buena y necesaria para que nadie se metiera con ella más de lo necesario.

Mascota: no.
Pertenencia más preciada: su cámara, regalo de su madre por su cumpleaños.
Mayor miedo: más allá de los miedos mayores comunes, tal vez nos encontraríamos con su miedo a las alturas, su miedo a la oscuridad o su claustrofobia, hay para elegir.
Pareja: -.
Canción que te describe: Ruby Tuesday-The rolling stones.
Otras cosas: Además de fotografía, y su carrera de medicina forense, Bradley estudia música, toca el violoncello, el cual cuenta como su instrumento favorito y su segunda pertenencia más preciada..