Rockin Around The Christmas Tree || CLUB DE MÚSICA

Debido a las vacaciones el club se acababa de quedar sin lugar para ensayar  durante las vacaciones y por eso no se me ocurrió otra idea mejor que ofrecer mi casa. No era demasiado grande, pero despejando los muebles del salón podíamos aprovechar una gran estancia donde reunirnos para practicar. Sabía que en estas fechas era complicado quedar todos porque la mayoría viajaba para estar con su familia y ,de hecho, yo mismo viajaría en unos días, por lo que era importante reunirnos antes de eso. Desde pequeño me gustaba decorar la casa mientras cantaba villancicos con mi familia o amigos, así que se me ocurrió que podrían venir todos a mi departamento y decorarlo mientras cantábamos y practicábamos un poco con los instrumentos. Yo lo veía buena idea y algunos más aceptaron, así que también les gustó.


Mis tres perritos Stitch , Castiel y Pegaso se encontraba correteando por la casa ladrando mientras movía los muebles para dejar un gran espacio en el centro de la sala donde pondríamos el árbol. Cada vez que hacía algo diferente los tres se ponían nerviosos y corrían por toda la casa jugando entre ellos. Amaba la Navidad y este año intentaría que fuese la más especial de todas o ,al menos, de las mejores. Lo cierto es que tenía buenos recuerdos de todas las Navidades y esperaba seguir disfrutando de unas fiestas tan bonitas donde nos reuníamos toda la familia para celebrar un año más en el que seguíamos juntos. Además, este año tenía a un hermano más al que estaba encantado de presentar a los míos.

La música sonaba por toda la casa y dejé la puerta abierta porque seguramente no me enteraría si llamaban al timbre. No iba a pasar nada malo por dejarla entre abierta ya que estaba por aquí cerca y nada extraño ocurriría.

El Mono se Dirigio a la casa de Darren quien con todo gusto le abrio, se disponia a ayudarle mas esperaba que los demas llegaran, así que tomo su guitarra mientras los otros llegaban. -Hey, Jefe cantare algo!-. Dijo divertido el Mono y comenzo a tocar la guitarra y acto seguido su Canción llamada "Aquellos Diciembres". Miraba a los Perros de Su Lider de Club rodearlo y mover la cola al rededor de el Al parecer la canción les Había gustado, mientras a la ves se arrepentía de no haber taído a la casa a Su "Mike", El Husky que recogio en la calle y cuido con mucho amor, apesar de estar viejo el lo adoraba y siempre protegería. Mientras recordaba eso cantaba feliz mente su canción y mas con el espiritu navideño que esta merecía por la epoca.

Código:

https://www.youtube.com/watch?v=VjeJlzg1k4s

El Chico Tocaba su Guitarra con dedicación mientras cantaba la canción, y miraba a Darren Sacar las decoraciones seguía tocando esperando al resto de los integrantes, mientras miraba a su jefe con una cara de "No, me muevo hasta que vengan los demas". Pero le gano el tratar de ayudar y terminando la canción dijo -Jefe, En que Le Ayudo!?-. extendio su mano al estilo militar en su frente dispuesto a ayudarle al lider. Pero a la ves deseaaba que mas miembros del Club se presentaran a la actividad, ya que por el momento solo estos dos estaban presentes, pero no había problema el resto ya llegaría, Tal ves era algo temprano, o se habían retrasado.

Darren y algunos miembros del club, incluyéndome, habíamos quedado para ensayar unas cuantas veces en el departamento de nuestro líder. Las fiestas estaban cerca y era una gran época por California, a donde vayas encontrabas algún adorno referente a la festividad o a niños cantando y jugando.  Mientras conducía su “tesoro” se le vino una idea fantástica, paró en una tienda de fachada fina y adornada muy bien con colgantes de Navidad.
El olor a galletas de jengibre entraba por mis fosas nasales, muffin y cupcakes estaba también segura que preparaban ahí. Ordeno un docena de todo, la atendieron de una manera rápida y eficaz, en menos de diez minutos conducía nuevamente hacia el departamento de Darren.
Subió con las tres cajas, como pudo logro llegar a un departamento en el que salía mucho sonido, la puerta estaba entreabierta por lo que prefirió tocar o al menos asomar su cabeza por el espacio que había. Ahí estaban, escucho gritar a un chico castaño la disposición que tenia por ayudar a Darren, bajo la mirada y se encontró con tres canes frente a ella, ladrando.
-Buenos Días hermosuras- salude a las mascotas de Darren y me introduje al departamento. Salude a los únicos presente, el dueño de casa y un mono, Francisco, sabía que cuando se trataba de esto las rivalidades entre fraternidades desaparecían.-Darren traje esto, para todos- sonreí amable y deposite las cajas en una mesa cerca. Vi como alejaban los muebles y opté por empezar a ayudar. –Bueno, si desean puedo ir adornando las paredes.- esto era un buen comienzo.

Me gustaba tener a gente en mi casa porque me sentía como de pequeño cuando siempre teníamos visita en estas fechas tan importantes. No tenía nada claro para hacer hoy porque todo surgió de repente, aunque simplemente estar con algunos amigos ya era un buen plan. Finalmente decidí que decorásemos un poco esto para aprovechar la navidad y cantásemos algo. El primero en aparecer fue Francisco, quien se puso a cantar una canción acompañada de su guitarra. Mis tres perros comenzaron a correr y al tiempo se detuvieron frente al chico para oírlo. Estaban acostumbrados a verme practicar y les encantaba. La música amansa a las fieras…buen dicho.

Comencé a reir con su petición. Me resultaba gracioso cuando me llamaba jefe, pero no quería que me viese como alguien superior. -Puedes llamarme Darren. -dije entre risas. -Pero ya que te ofreces podrías ir a la cocina y coger los vasos de plástico que puse en la mesa. Tráelos todos para servir luego algo porque supongo que estarán al llegar los demás.-me encogí de hombros y entonces apareció Ally. -¡Hola!-rápidamente los tres pequeños comenzaron a subirse sobre las piernas de la alpha cuando olieron que traía comida. -Claro, puedes empezar ya y esperemos que lleguen los demás ya.

El Chico escucho la petición del "Jefe", o lider del club, Sonrio y al estilo militar acepto la orden y caminando un tanto gracioso para hacerlo reir fue a la cocina por los dichosos vasos, al principio no los encontraba pero vio a uno de los perros de Darren y le llamo con un pequeño silvido el perro se acerco a el y meneaba su cola feliz, los perros del jefe parecían ser muy simpaticos, riendo se agacho y comento al perro -Oye amiguito, sabes donde estan los vasos que menciono el Jefe?, ah que va...no creo que me entiendas...-. En ese momento el joven vio al perro de Darren tomar la bolsa donde se encontraban los vasos el joven le sonrio y le dio unas cuantas carias uno que otro abrazo y no se marcho de la cocina sin un : -Gracias!-.

El chico regreso donde estaba Darren y coloco los vasos en la mesa ya listos para cada miembro, cuando sintio un olor a comida y una fragancia tipica de Las Alpha, dicha fragancia era la que el odiaba, pero no pensaba hacer enemigos era un genial club así que dejaría de lado las rivalidades de fraternidades. -Hola!, genial ya ha llegado alguien faltan los demas, Ah Jefe, Digo Darren que hago ahora?-. Dijo el entusiasta mono con ganas de ayudar.

Cuando vi la lista para decorar el lugar donde ensayaríamos, en este caso la casa de Darren no dudé en anotarme de clavada. Extrañaba hacer un arbolito, desde el incidente con mi... familia jamás lo hice, nunca tuvimos ese sentimiento de navidad, tal vez sí años anteriores con mi padre, pero casi ni eso. Suspiré, esperaba este año tener una buena Navidad. Subí las escaleras y como buena invitada metiche entré a la casa al son de: - ¡¡Buenos días!! -Esbocé una gran sonrisa observando el lugar con curiosidad.- ¿En qué puedo... -Ese olor... Ese rico olor. Interrumpió sus propias palabras para acercarse a las cajas de Ally y sacar una galleta de Jengibre, no podía conmigo misma.- Lo siento, pero se sienten ricas. -Reí.

Di un mordisco y me acerqué a la bolsa en uno de los rincones abriéndola, esperaba que no fueran cosas personales, sino, no tocaría absolutamente nada sin permiso en toda la tarde, pero ¡Adivinen! Era el arbolito. Esbocé una gran sonrisa y por fin levanté la mirada hacia los presentes.- ¡Yo quiero armarlo!, ¡Pido la estrella! -Y por fin mi mirada se posó en Francisco, ¿¡Qué hacía él aquí?!.- Tú... -Murmuré mirando fijamente. Ignóralo Julietta, solo ignóralo. Tomé aire de manera profunda, bloqueé los miles de pensamientos que seguramente me destruirían ante su presencia y pestañeé antes de dar un paso hacia adelante tratando de distraerme y mirar esta vez a Darren.- ¿Puedo comenzar? -Comenté casi sin emoción, confundida, extraña, su presencia me incomodaba y me descolocaba de sobre manera. Aclaré mi garganta y llevé una mano a mi brazo empezando a rascar mi piel, esperaba que aquel chico no dijera ni una sola palabra, ni siquiera se acerque... ¿O quería todo lo contrario?

El chico escucho a alguien entrar y lo supo por ver a los perros de Darren en acción -Genial mas miembros!-.Comento el chico divirtiendoce, miro a una chica entrar parecía conocerla y se confirmo cuando ella dijo el "Tu...", el chico reconocio su voz, como no hacerlo era su hermanastra, muchas cosas pasaron por su mente, el no quería tocar el tema no sabía que hacer estaba en un leve estado de Shock, pero no quería que el jefe Darren lo notace, trato de tomar su guitarra y como pudo toco una canción, no tenía nada que ver con la epoca pero el tocaba "Is This Love" una canción que le relajaba, el chico estaba nervioso su lengua enredada no hallaba que palabras decir por lo que no la canto, solo la toco, terminada la canción salio un rato de la casa para respirar aire fresco uno de los perros de Darren le acompaño. -Gracias, eres buen amigo-. Le sonrio al perro el chico estaba algo confundido. El chico miro a la calle y abrazo al perro luego se rio un poco y dijo -Va que tonto, debería hablarle...pero me recordara, ah claro que si, mejor le hablo otro día-. DIjo el chico levantandoce y volviendo a entrar a la casa junto al perro -Perdón jefe quise respirar aire puro-. dijo excusandoce y buscando como ayudar, el era nuevo en eso de decorar.

Poco a poco el ambiente se estaba llenando de Navidad lo cual me agradaba mucho porque me recordaba a todos los años de mi infancia. Era agradable tener a algunos amigos decorando todo pero lo más divertido era que los primeros justamente fueron de diferentes fraternidades rivales.  Envié a Francisco para que fuese a coger los vasos porque todos irían llegando y les invitaría a tomar algo. Obviamente no iba a darle nada de alcohol porque en esta época lo que de verdad quedaba bien ahora era zumo o chocolate caliente, al menos a eso estaba acostumbrado yo.

Julietta era una alegría de chica que nos regalaba a todos su sonrisa y nos alegraba a todos. -¡Julietta!-exclamé sonriendo y me acerqué a darle dos besos. Comencé a reir cuando se fue a por las galletas y luego agarró el árbol. La chica se caracterizaba por ser muy extrovertida con nosotros y eso era algo necesario para triunfar en la música. Miré a la chica y a Francisco y me encogí de hombros. -Pues podemos comenzar todos con el árbol porque hay que montar las piezas y no creo que Juls vaya a tener fuerza para encajarlas todas bien.-le guiñé un ojo y fui un momento a la cocina, trayendo conmigo chocolate caliente que había estado haciendo. -¿Alguien quiere un chocolatito caliente?-pregunté y los perritos me siguieron dando saltitos. -Creo que ellos sí.-reí. Miré a ambos lados y no encontraba a Fran. -¿Y Fran?-entonces lo vi llegar y fruncí el ceño. -¿Pasa algo?-no entendía nada.

Desvié la mirada de Francisco y aclaré mi garganta.- ¿Qué tal todo Ally? -Esbocé una sonrisa ladina mientras me disponía a hacer lo que debía, aunque trataba una y mil veces de ignorar al mono lo observaba de reojo. ¿Qué hacía él en UCLA? Me maldije internamente, no quería hablar si quiera con él aunque sabía que aquel chico era mi salvador, el único que tuvo la valentía de sacarme de ese oscuro mundo en que me sumergía y no podía salir. De no ver la luz del día nuevamente. Tomé aire, llené los pulmones y solté levemente el mismo mientras desempacaba el arbolito.- Tranquilo, Darren, yo puedo.. Bueno, espero. -Solté una pequeña risa bastante forzada. Sólo finge que no está aquí, Julietta.- ¿Tienes los adornos por aquí?, ¿Hay que limpiarlos? Ah, dice la tradición que hay que agregar una cosa nueva, por lo menos una, cada año. ¿Lo haz hecho Darren? -Pregunté apresuradamente para causar confusión en él al propósito, esbocé una gran sonrisa cumpliendo a raja tabla la meta: No entablar palabra con Francisco hasta nuevo aviso. Por suerte el aire de incomodidad disminuía poco a poco, al menos de mi parte. Fingir era todo un arte, el cual dominaba por completo.

No entendía nada de lo que estaba pasando por aquí y lo cierto es que sentía curiosidad por saberlo todo.  Las reacciones de Julietta y Francisco eran las típicas de dos personas que se conocían y se guardaban algun tipo de mal recuerdo. No sé, tal vez estuviese siendo un exagerado pero eso es lo que veían mis ojos. Pese a todo intenté ignorar los problemas y centrarme en que estábamos juntos haciendo algo divertido. La navidad era para estar felices y unidos, por lo que había que dejar aparcados a un lado  todas las dificultades.

Observé como Juls intentaba sacar el arbolito ella sola y reí al ver que le estaba costando esfuerzo , como predije. -Espera, Batman.-bromeé mientras me acercaba y le ayudaba. Dos segundos después ya estaba el arbolito fuera. Me agaché para abrir las patas y lo estiré para que quedase abierto. Muchas personas usaban abetos de verdad pero yo prefería uno falso porque matar a un árbol para estar dos semanas con adornos no es algo que me gustase mucho. -Te extrañaba , amigo.-bromeé. Miré a Juls con la ceja alzada. -¿Crees que se me había olvidado?-pregunté haciéndome el ofendido. Caminé hacia una de las mesas y cogí una caja de cartón repleta de adornos. -Tal vez alguno tenga polvo de estar ahí guardado, no sé bien. Y el nuevo es este.-saqué una pequeña cajita y dentro se encontraba una bolita celeste con notas musicales dibujadas. -Siempre respeto las tradiciones.-le guiñé un ojo de forma cómplice.

¡Demonios! Casi lo olvidaba, aquel día habíamos quedado algunos miembros del club de canto para ensayar en casa de Darren, no entendía como me podía haber olvidado de algo así, para mi el club de canto era una de las mejores cosas que tenía en la vida. Me apresuré a vestirme con lo primero que vi, aunque cuidando que quedara bien, cuando acabé de vestirme me dí cuenta que me había quedado un look bastante navideño. Sonreí frente al espejo y después salí de la casa sigma en dirección al metro que me llevaría a casa de Darren, había preguntado con antelación y no quedaba muy cerca de la casa sigma, podría haber ido caminando de no ser por que iba bastante tarde.

Cuando llegué me planté frente a la puerta a esperar que alguien me abriera, pasados pocos segundos el anfitrión me abrió -Darren... perdona el retraso- dije mirándole con cara de corderito arrepentido, fingiendo pucheros. Me adentré en la casa y miré a mi alrededor, la casa de Darren era bastante bonita y más bonita que la pondríamos aquella tarde cuando acabásemos de decorarla. Después me percaté de la presencia de algunos de los miembros del club, como Ally, Francisco y Julietta, si no había mirado mal -¿Va a venir alguien más? ¿O soy yo la última?- dije rascándome la nuca algo avergonzada -Esta bien... pongámonos manos a la obra ¿En que os puedo ayudar?- dije quitándome el abrigo y dejándolo en uno de los sofás junto al resto de mis pertenencias.

Me encantaba la Navidad, era una de las épicas del año que mas me gustaban, y no solo por el simple hecho de que no había clases, y compartir una tarde con mis compañeros del club de canto era toda una alegria -¿Y el ensayo?- pregunté divertida, aunque aquella idea de decorar me había gustado casi más que la idea de ensayar.

Mientras observaba los adornos en la caja y volvía mi mirada a las paredes, tratando de captar una idea para decorar aquellos muros llenos de cuadros y adornos comunes. Los adornos que pondría le darían aquel brillo y felicidad a esta casa, la Navidad era una de las mejores temporadas y de vez en cuando hacia lucir bien todo.

Pronto llegó Juli, una hermosa joven a la que ya había tenido el gusto de conocer, dejando su saludo para todos y acercándose a los aperitivos que había traído hace unos cuantos minutos.-No hay problema, es para todos.- Suelto una ligera carcajada y vuelvo mi vista a Darren, quien venía con chocolate caliente. Deje a un lado todo lo que traía en mano y mi tarea principal requería de un pequeño descanso, aunque hubiese comenzado recién.-Yo, yo, yo quiero una taza por favor.- Tome una y sonreí antes de probarlo, estaba delicioso y ayudaba en algo con el poco frio que se sentía.

Mientras gozaba del chocolate, dirigí mi vista una vez más a Juli y sonriendo pude responder a su pregunta.- Todo está bien guapa, ¿Qué tal va tu vida?-centre mi atención en el árbol que se iba levantando, hoy nos esperaría una jornada larga, en mi cabeza ya empezaba a sonar un clásico de Navidad.- Jingle Bells, Jingle Bells, Jingle all the way!...What fun it is to ride, In a one-horse open sleigh ¡Hey!- canto y tarareo un poco la melodía, pronto llega Jacque, una sigma que bueno a pesar de ser de aquella fraternidad nos llevamos algo bien.