Nous serons toujours ensemble [Flashback- Linds]

Estaba investigando gran parte de los libros que se encontraban en la biblioteca de la fraternidad, ya me había quejado varias veces con las demás…los libros no estaban organizados de la manera pertinentes y simplemente mi “yo compulsiva” saltaba a relucir con mi carácter estricto de “libros en orden alfabético” o  separados por autor, las demás se reían, pero yo lo decía seriamente. Esa tarde no tenía nada mejor que hacer. Así que ahí estaba yo, para enfrente de la estantería dándole un vistazo de arriba hacia abajo y dando pequeños golpecitos con mi dedo anular sobre mis labios mientras tomaba la iniciativa. Conecte el reproductor de música y a mis espaldas se podía escuchar “Boom clap”, mientras comenzaba a organizar un gran cumulo de libros.- Come on to me, come on to me now.- Dejé escapar en una pequeña porción de la letra mientras mis pies se movian de forma rítmica al compas de la canción.

De repente escuche el ruido de la puerta y me extrañe de que alguna Sigma estuviera afuera de la residencia. Prendí el celular y miré el grupo donde solíamos mandarnos mensajes, quizá algo se me había pasado de largo. Fue entonces cuando detecte “Nueva Sigma, sean agradables y denle un bonita bienvenida” de parte de una de las líderes de la fraternidad. Deje escapar una pequeña sonrisa de mi rostro, siempre me alegraba cada vez que llegaba una nueva integrante. La mayoría de las jovencitas que habitaban en la casa eran de lo más agradables. Me asomé en la puerta y pude ver una cabella rubia caminando con su maleta en la mano y una serie de papeles que seguramente eran los horarios pertenencias a la asignatura de su carrera. Apoye mi mejilla sobre la fría pared y la inspeccione por unos segundos, me recordaba a mi primer día en la universidad.
Comencé a caminar lentamente por el pasillo sin hacer demasiado ruido, agradecí eternamente mi manía de andar en calcetines por toda la casa.  Las mujeres tenemos 3 grandes talentos: nos enteramos de todo, nos hacemos las locas y sabemos disimular. Sin hacer demasiado ruido, pude ver con lujo de detalles el perfil de la jovencita. Entrecerré apenas un poco mis ojos…se me hacia realmente familiar ¿Pero de donde? Crucé mis brazos y trate de hacer un pequeño recorrido mental de mis viajes por el globo terráqueo.  Cerré mis ojos un momento y ahí fue cuando surgió nuevamente el recuerdo.

[Primer día en Alemania, acompañe a Ana y Richard a visitar a uno de sus amigos.  No me gustaba el lugar, no sabía cómo comunicarme. Al llegar a la casa, una bella niña rubia de ojos celestes extendió su mano hacia mí e hizo una pequeña reverencia invitándome a jugar. Afortunadamente sabía hablar ingles. Fue mi primera amiga luego del gran accidente. Recuerdo que todos comentaban alrededor que parecíamos hermanas mellizas de lo parecido que eran nuestras contexturas físicas]

Apreté mi labio inferior con severidad y comencé avanzar por el pasillo, para poder verla con más claridad. Solo algo lo confirmaría…recordaba que cuando éramos pequeñas solíamos inventar una serie de frases en otros idiomas. Las palabras eran en francés “Nous serons toujours ensemble“, lo que significaba estaremos siempre juntas. Embocé una sonrisa cuando juntamos nuestras vista y susurré.- Nous serons…- Solo esperaba que ella completara la frase y que fuera Linds, de lo contrario la nueva integrante de la fraternidad me tendría con un aire de extraña. Yo no sabía qué diablos estaba haciendo pero algo de estar parada frente a ella me daba una extraña sensación de calma.

Después de terminar de empacar mis cosas del apartamento de mi madre el taxi que esperaba fuera me llevo a la universidad.No sin que antes mi progenitora se despidiera de mi dándome un fuerte abrazo y diciéndome algunas palabras dulces.Solo en el momento en que menciono que me extrañaría hizo que la mirara con una rara expresión "Mamá...trabajas en la universidad" respondí,pero alego que ya no me vería por las noches ni pasaría tanto tiempo con ella como antes.Ahora venia la parte más difícil despedirme de los gemelos,mis niños,mis amores,lo que más amaba en la vida.Me repetía a mi misma que estaba haciendo lo mejor para ellos,pero imposible que no se me rompiera el alma por tener que sacrificar tiempo con mis hijos. Después de abraza, besar a ambos y recordarles cuando los quería me despedí de los pequeñitos.Sabia que haría una escapada al día siguiente pero no estaría para darles el beso de las buenas noches y era difícil después de no haberme separado ni un momento en cuatro años.

Se sentía tan extraño estar allí....extraño pero agradable.Miraba todo el lugar por la ventanilla ,chicos y chicas riendo mientras caminaban con libros en sus manos o grupo de amigos que bromeaban entre ellos.El taxi se detuvo frente a la casa Sigma Delta y el conductor me miro por el espejo retrovisor preguntándome si estaba lista. Afirme con una sonrisa  en lo que este me ayudo a bajar mi  equipaje y me saludo deseándome suerte.Ya la tenia,había entrado a la fraternidad sigma.Antes de que pudiese tocar el timbre estando frente a la puerta,esta se abrió dejando ver a una chica que me saludo muy sonriente.Escuche la bienvenida que me daba mientras más chicas se acercaban a saludarme y otras tomaban mis maletas ¡Que simpáticas! fue lo primero que pensé.Me hacían algunas preguntas que tímidamente pero con una sonrisa contestaba,eran bastantes las chicas que estaban a mi alrededor pero me alegraba que estuviesen tan entusiasmadas por mi llegada.Cada vez reafirmaba aun más que había hecho una buena elección y que me sentiría muy a gusto en esa fraternidad.

Alguien en la escalera llamo mi atención pero una de las chicas volvió a hablarme así que aparte la vista nuevamente aun pensativa.¿Era ella? si,sin duda lo era o alguien extremadamente muy parecida.Era tan parecida de pequeña que era fácil de reconocer pero ¿Amelie en Ucla? ¿Amelie en mi fraternidad? oh mejor dicho.... ¡Amelie en Ucla y en mi fraternidad!.Todavía estaba atónita sin poder creer que fuese ella y estaba casi segura de que era esa pequeñita de la que me había hecho amiga en Alemania.Recordaba nuestra amistad como la de mejores amigas pero la rubia era bastante viajera por lo que siempre me lamente no poder haber seguido el contacto.En un momento las dos cruzamos la mirada como intentando recornocernos y Amelie...o hasta ahora la supuesta Amelie,se acerco para susurrar unas palabras que me hizo confirmar lo que sospechaba.-¡Ujours ensemble! Una sonrisa de emoción se dibujo en mi rostro al terminar de decir nuestra frase.-¡Ame!-inmediatamente abrí mis brazos para darle un abrazo contentísima no podía creer que mi mejor amiga de la infancia estuviese ahí conmigo.-¿Pero que..? ¡No puedo creer ceerlo!-deje soltar un pequeño gritito  mientras movías las manos dando algunos saltos,estaba realmente contenta de tener a Amelie Cortazár en frente mio.

Off: Perdón la tardanza,user torpe perdió el post original

Mis ojos se llenaron de lágrimas de manera inevitable, mientras la mecía lentamente en mis brazos. Solía llevar ese olor característico que jamás olvidaría, una mezcla entre jazmines y jabón en su cabello era simplemente indescriptible. Inhale profundamente su aroma. Ejercí presión entre mis manos y su espalda, sin querer soltarla. Infinitos habían sido los días que había necesitado ese abrazo desesperado. Era más que una bienvenida, era un reencuentro y toda una sorpresa. Me traslade a nuestra despedida, quizá éramos demasiadas pequeñas y no teníamos obligaciones a nuestro alrededor, pero siempre que lloraba era mi rubia la que secaba mis lágrimas, con un pañuelo rosa de tela y me recordaba lo bonito que era sonreír. Si no fuese por ella, probablemente me hubiera privado de vivir una niñez feliz. Significaba mucho más que una simple amistad de la infancia, ella había sido mi rama de apoyo en la situación más dura de mi vida.  Seque rápidamente mis mejillas, aunque era inevitable ese sentimiento de felicidad en mi interior.- ¡No sabía que eras vos! Hubiera preparado una bienvenida…un pastel, no sé…algo.- Volví a estrecharla contra mi cuerpo y esta vez una sonrisa invadió mi rostro.

Me separe lentamente de su cuerpo y ubique una de mis manos en su espalda, indicándole que pasara a la sala de estar, donde pasábamos la mayoría del tiempo con las visitas. Me senté en uno de los sillones y tantee a mí lado para que tomara asiento.- ¿Y qué tal? ¿Muy largo el viaje? – Susurré apoyando ambas manos sobre mi regazo y centrando mi atención en ella. Durante los años habíamos perdido contacto, por lo que no sabía si aún seguía viviendo en Alemania o se había marchado…sin embargo, nuestros acentos nos delataban. “Estemos donde estemos, siempre seremos extranjeras” solía decir Ana cada vez que se quejaba con Richard, por su poca voluntad de prender nuevos idiomas. - ¿Cómo está todo en tu casa? – Murmuré con emoción, aún recordando el gran jardín que solía tener en la entrada de su casa y donde pasábamos la mayor parte del tiempo. Tape mi boca un momento y me predispuse a escuchar, de lo contrario podría hacer todo un bombardeo de cuestionamientos. Debíamos ponernos al día y reformar la amistad, sin embargo, en el fondo de mi corazón yo sabía que nunca la había dejado ir del todo.

¿Como podía ser ella? pero si lo era,tenia a la mismísima Amelie allí en frente mio y en mi misma fraternidad.Estaba segura de que aquella vieja y bonita amistad que teníamos de pequeñas resurgiría nuevamente aunque en realidad,siempre había estado ahí por más lejos y desconectadas que estuviéramos de la otra.Estaba feliz de volver a verla ¡la había extrañado muchísimo! y sin duda me había hecho mucha falta.Recordaba cuando eramos pequeñas,ella era mi mejor amiga y siempre quería protegerla.La abrace y deje escapar algunas lagrimas,me las quite con la mano y solté una risa al escuchar su comentario.-¿Un pastel? Ame esta es la mejor sorpresa que me pueden dar-respondí sincera.Las demás sigmas nos observaban sonrientes y seguramente sorprendidas por nuestro encuentro,que hasta nosotras mismas todavía no podíamos creer. Pensé en cuanto le contase a mi madre que Amelie estaba aquí,sin duda también se emocionaría.

Entramos a la sala de estar que observe por completo,era hermosa en realidad todo lo que venia viendo de la casa lo era y allí viviría yo,increíble.Me senté a su lado ansiosa por contarle todo y escuchar que había sido de su vida en todo este tiempo.-Todo esta perfecto..mi madre entro a trabajar en esta universidad y conseguí una beca ¿Ana y Richard?-respondí sonriente y pregunte.Al escuchar su respuesta solo asentí y no dije una palabra más durante alguno segundos,apoye mis manos en las de ella dispuesta a soltar la bomba.-Y....tengo dos niños Madison y Kash-agregue mirándola divertida esperando su reacción.Definitivamente mi vida si había cambiado muchísimo y el cambio más grande habían sido los niños.Era increíble que hubiesen llegado a mi vida y cambiado todo de repente,los amaba eran mi adoración y moría porque Ame los conociera.

¿Ana y Richard? Probablemente debería nombrar que soy una psicótica en extremo. Los extrañaba tanto como estaba segura de la existencia de la humanidad. Una pequeña parte de mi corazón crujía cada vez que recordaba sus nombres y la distancia ahora existente entre mi cuarto y el de ellos. Di unos pequeños golpecitos sobre el apoyabrazos del sillón.  Ahora no bastaba simplemente con cruzar una puerta para encontrarme con ellos. Tenía que hacer un llamado a la distancia, que más de una vez no recibía respuesta gracias a las interferencias transcontinentales. Deje escapar un pequeño suspiro...no me invadiría nuevamente de recuerdos, no ahora que tenía a semejante presencia frente a mis ojos. Embocé una sonrisa llena de bondad, con un brillo peculiar en mis ojos, que no podía esconder aunque me esforzara.- Ellos... están bien. Están viviendo en Brasil, ya sabes...cosas de trabajo.- Agregué mientras dejaba mis ojos en blancos. Ella tenía tan claro como que yo que el trabajo de Richard lo obligaba a estar constantemente de un país a otro. Simplemente no nos dejaban instalarnos en un lugar que ya deberíamos ir a otro.

Pero...los caminos se bifurcan, cada uno toma una dirección pensando que al final los caminos se volverán a unir y en momentos como estos es que mi mente me recuerda que mis decisiones no están completamente erradas ¿Como era que el destino nuevamente nos reunía? Era una clara señal, que no pensaba desperdiciar en absoluto.

Tapé mi boca con un pequeño aire de asombro. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que la había visto que el simple hecho de que ya se haya convertido en una madre simplemente sonaba como una utopía más que una realidad. Quería bombardearla de preguntas, no lo podía negar, pero de mi boca solo pude reproducir un.- ¡Felicitaciones! - Hasta una persona que no me conociera al pie de la letra podría notar mi felicidad. Aún podía recordar los días que pasábamos tardes enteras jugando entre muñecas y ahora simplemente todo era real. Es medio extraño como la vida te atropella con los años...y en la medida que no te das cuenta no haz hecho absolutamente nada de lo que querías. Emboce una gran sonrisa llena de esperanza.- Seguramente son tan bonitos como vos.- Agregué mientras acariciaba lentamente uno de sus brazos.Amo los juegos de niños, pero aquí esta el problema, ya no soy una niña como para andar jugando.