Time flies [ Circe Xenidis]

- No estas ayudando  a que Emma te quiera- le dije con voz muy seria a Tigre mientras  el pequeño gatito se daba una vuelta más sobre la cama de mi cuñada dejando toda la superficie llena de pelos, haciendo que llevara una mano a mi frente, negando reprobatoriamente aunque tuviera una sonrisa en mi rostro, enternecida por el pequeño animal que mostraba su encanto único. LO miré ladeando mi cabeza con amor maternal unos momentos más, hasta que sentí era momento de limpiar la cama de Emma antes que ella llegara y se enojará por enésima vez en el día con el gatito. ¿Qué sabíamos nosotras que la chica mas tierna del mundo odiaba los gatos? Es verdad que era maniática de la limpieza pero para Amelie, Brooke y para mí nada era más limpio que un gato, y aunque ese pequeñín era un mimado, siempre estaba bastante limpio y no hacía mayor destrozo. Lo levanté entre mis brazos dejándolo cómodamente en mi cama para sacar cada pelo con prolijidad, envolviéndolos en un pañuelo desechable y lanzarlo al bote de basura. Lo miré nuevamente y lo tomé con cariño encaminándome fuera de la habitación. Te sacaré de aquí antes que te metas en sus libros. Dije mientras le hacía cariño en la barriguita mientras tiraba un manotazo causando un pequeño rasguño. El odiaba le hiciera demasiado cariño en la barriga.- ¡Hey! ¡Respeto!- le reprendí sin que el se sintiera un tanto aludido al respecto, haciéndome nuevamente sonreir .

Bajé hasta el salón de la casa sigma que estaba bastante tranquilo, habían días en que todo era locura, pero otros en que cada una estaba en sus propios asuntos y era difícil encontrar a alguien desocupado. M encaminé hacia el salón cuando una sonrisa se formó en mi rostro al ver a Circe sentada con su gato.- ¿Cómo esta mi femme fatale?- dije con una sonrisa en mis labios mientras dejaba un beso en su mejilla,  porque era mi forma de molestarla un poco y saludarla, ya que me había encantado en la pijamada como mi hermanita Sigma había respondido sin titubear a las preguntar, así me agradaba la gente, honesta.- ¿Qué haces tan tranquila por aquí?- me senté a su lado esperando una respuesta.[/color]

— No Cherry, no hagas eso... — exclamó la castaña al ver que el pequeño gatito empezaba a jugar con el ratón de goma de Minnie. Sin sorprenderse y, también, sin poder controlarlo, Circe vio como su gata blanca emitía un chillido agudo y empezaba a perseguir a Cherry por toda la habitación. Era una suerte que ninguna de sus compañeras estuvieran, aunque ella ya se habían acostumbrado a las peleas de sus mascotas. Era bastante tranquilo el saber que todas tenían una mascota y no se desesperaban por lo que hacían todos los animales. Soltando un suspiro y sin perder más tiempo, la griega corrió detrás del pequeño Cherry, quien saltaba de cama en cama para poder huir de Minnie. -Me van a matar de un coraje- pensó con fastidio cuando capturó a Cherry y entre chillidos le pudo quitar el ratón de goma. Aventó el juguete a la almohada de Minnie, la cual se calmó y se fue a vigilar su juguete, y miró al más pequeño de sus "hijos". — Cherry, tienes tus juguetes ¿Por qué debes de tomar el juguete favorito de Minnie? — le preguntó con desesperación, ganándose un pequeño y tenue maullido por parte del gatito.

Sin ganas de tener otra pelea con sus gatos, Circe tomó los juguetes de Cherry y junto con él se dirigió a la sala de la casa Sigma. Todo parecía muy tranquilo, cosa que le gustaba mucho a Circe, quien se sentó en un sofá y sacó el juguete favorito de Cherry, quien empezó a jugar con él. La chica estaba tan entretenida que se sobresalto al escuchar a Lili, quien había llegado con su mascota, otro pequeño gatito. Soltó una risa divertida al escuchar como la llamaba. — Me arrepiento de haber dicho eso... — comentó entre risas, recordando lo que había dicho en esa pijamada. Ahora esos dos estaban siendo su tormento y la tenían envuelta en un mundo de confusiones.

Ladeó una sonrisa al ver que se sentaba junto a ella y se encogió de hombros al escuchar su pregunta. — Estoy bien, gracias ¿Y tú?... y bueno, Cherry estaba haciendo destrozos en la habitación así que decidí sacarlo de ahí antes de que acabe con todo lo que tenga a su alcance. — le contestó entre risas mientras veía que Cherry empezaba a dar vueltas de forma graciosa. — ¿Y tú? ¿Por qué tan sola? — le cuestionó amablemente al mismo tiempo que acariciaba al gatito de Lili. Circe amaba a los gatos.

- Noooo, jamás te arrepientas, ene se momento dije: Circe debe ser mi amiga- confesé con honestidad. En esa pijamada no conocía tan bien ni a Imogen ni a Circe aún, y por eso agradecía esas actividades de la fraternidad para conocer algo más a ala gente con la que no compartía habitación y solo teníamos saludos amables y cordiales cuando debíamos hacerlo. Pero cuando vi que Circe respondía sin dudar siquiera, sin pensar en como sonaran bien las palabras sino respondiendo a la verdad precisamente con ello, verdad, es que me dije era de las mías, de las que son quienes son y podíamos llevarnos bien. Luego había podido compartir más con ella y teníamos en común muchas cosas, entre ellas el amor por los animales. Por eso en cuanto vi a Cherry entre sus brazos una sonrisa enternecida para acariciar al pequeño destructor, a veces los había visto correr juntos por los pasillos con Tigre, de seguro haciendo maldades porque por más que lo vendiéramos a Emma como el gato perfecto, limpio y no buscaproblemas, la verdad es que era un mimado Tigre, el tener tres madres le hacía mal.

- ¿Así que estas haciendo maldades, precioso? Se deben llevar bien con estas uñas afiladas de acá….- dije a Cherry con ternura mientras levantaba la patita de Tigre. Le sonrió de vuelta a Circe.- Yo estoy bien, en la misma situación… Tigre estaba dejando pelos en la cama de Emma… y la relación de ellos dos no es lo que llamemos perfecta.- le confesé soltando un suspiro. Con Ame y Broo éramos optimistas, creíamos que pronto eso cambiaría pero Tigre no ayudaba.- Y tenía la tarde libre, más tarde le iré a dejar comida a Jacko al estudio- terminé por decir con una sonrisa un poco infantil, me gustaba verlo, aunque últimamente el pobre trabajaba mucho y y si bien no me podía quejar, su tiempo libre me lo destinaba, me gustaría que descansara algo más, por eso lo consentía un poco.- Aún no tengo actualización de lo tuyo eh ¿Elegiste alguno?- dije respecto a mi saludo, que nuevamente había recordado pues uno de los chicos era mono, y por tanto, mi favorito en la lucha por el corazón de la hermosa sigma. Tenía una predilección que era difícil de ocultar por los monos. Me acomode en posición india y puse en mi regazo a Tigre, de manera que ambos escucháramos lo que tuviera que decir, o no decir Circe, ya que si no quería contarme, estaba en todo su derecho.

Circe no pudo evitar reír por el comentario de Lili. La castaña recordaba exactamente las palabras de la chica y sonrió tiernamente en el momento que volvía a verla a los ojos. — Si, es verdad. Lo recuerdo bien — le dijo entre risas, aunque seguía pensando que había hablado demasiado ese día. Pero vaya que Lili tenía razón; aquella respuesta había sido la causante de que ahora estuvieran hablado cordialmente y se llevaran mejor que antes. Aunque le gustaría, Circe no conocía a muchas chicas de la fraternidad cuando se hizo aquella pijamada (realmente solo se llevaba con Imogen y las chicas de su habitación) y esa actividad hizo que se pudiera relacionar mejor con todas. — Creo que todas dijimos cosas que… bueno, tú me entiendes — dijo entre risas, haciendo que Cherry levantara la cabeza para mirar a su dueña.

Una sonrisa tierna se formó en los labios de Circe al ver que Lili le hablaba a su pequeño Cherry, quien le respondió con un pequeño maullido. La griega soltó al pequeño gatito, quien caminó hasta donde estaba Tigre y soltó una suave risa cuando la chica le contó sobre los problemas que había en su habitación. — Bueno, hay que decirle a Emma que cuando una persona no se lleva bien con un gato, éste les hace más maldades — le contó entre risas sin despegar la mirada de Cherry, quien ya había llegado hasta donde estaba Lili con Tigre. Soltó un pequeño suspiro y ladeó una sonrisa divertida. — Me pasa lo mismo con mi pequeño demonio y Athan. — puso los ojos en blanco al recordar las millones de veces que su hermano le había dicho que odiaba a los gatos. No es que en verdad los odiara, es que solo odiaba a sus gatos porque ellos no lo querían — Los dos tienen guerra… aunque todos sabemos quién va ganando — le comentó mientras señalaba a su gato, haciendo que la griega riera. Todos sabían que a un gato no se le puede ganar fácilmente.

Su tierna sonrisa se amplió al ver que Lili ponía una linda sonrisa al mencionar a su novio. Circe siempre había pensando que hacían una hermosa pareja y le alegraba ver a Lili feliz cada vez que lo mencionaba. — Eso es muy tierno de tu parte — le dijo con ternura. Sin embargo, aquella sonrisa se redujo un poco y su rostro se volvió de color rojizo al escuchar la pregunta de su amiga. — Bueno… — comentó un poco nerviosa. — No es como si tuviera que elegir a alguien — ladeó un poco la cabeza y soltó un suspiro. — El Delta es solo mi amigo y no creo que quiera algo más allá de una amistad — se encogió de hombros. Ella no quería que su amistad con John se acabara solo por esas tonterías. — Y el Omega… bueno, con él es muy difícil todo. Casi nunca lo veo — hizo una pequeña mueca al recordar a Isaiah. La única persona que sabía toda la historia era Imo y sabía lo mucho que había sufrido los últimos días. Volviendo a negar con la cabeza, Circe sonrió. — No tiene mucha importancia… — dijo entre risas. Realmente no quería preocuparse por eso.

- A mi me hicieron decir cual era mi sueño erótico… creo todas dijimos cosas locas ese día, menos mal sé que quedara entre nosotras- confesé con algo de risa recordando cuando a Circe y a mí nos preguntaron nuestras verdades, las dijimos con una naturalidad y facilidad que segundos después de haber soltado lo del auto me alarmó a mi misma. Pero June no había tenido la loca idea aún de contarle a Jackson como me amenazó toda la semana siguiente a la pijamada.- Creo que nos sentimos en confianza… es algo bueno, no sé… no solía tener amigas mujeres hasta que llegue aquí- confesé con tranquilidad. En la escuela solía tener los amigos de mi hermano mellizo, y si bien los seguía viendo, un nuevo mundo se había abierto para mi al ingresar a una fraternidad femenina y ver que los prejuicios de mujeres arpías y perras las unas con las otras estaba bastante lejos de la realidad sigma, lo que me hacía feliz. Acaricie a Tigre con amor, incluso ahora tenía una mascota con dos amigas.

- Le dije que Tigre se limpiaba solito, pero creo que le dio más asco aún de lo que le daba, es que Emma le encanta que todo este impecable- comenté ya que si bien yo era ordenada, me daba hasta ternura encontrarme con pelos de Tigre en mi almohada, significaba el había dormido en mi cama y me llenaba de orgullo maternal. La escuché con atención como Cherry también tenía sus problemas con Athan, el hermano de Circe. Reí, los gatos eran así, idolatrados por algunos, odiados por otros, pero siempre ganaba el gato, no importaba como tuviera que ganar.- Veo que esta ganando por paliza, no lo he visto por aquí en un rato- dije riendo ya que las ultimas veces que había visto al Xenidis habían sido en casa Delta.- Muy bien Cherry, proteges bien la casa Sigma… Tigre aún no aprende como castrar chicos indeseados- dije en broma mientras reía relajándome en el sofá y acaricie a ambos gatos que se miraban para jugar, sabiendo en cualquier momento saltarían del sofá y se volverían locos.

Solté un suspiro y luego sonreí.- No sé si es tierno o egoísta…. Sé que debe trabajar pero quiero verlo y se enfermara si sigue así… pero la verdad no me quejo, esta siendo feliz y comparte todo lo que puede conmigo- dije sonriendo casi por inercia, me costaba no hacerlo cuando estábamos tan bien pese a haber tenido unos problemas en un momento, pudimos arreglar todo. La miré con atención, no era naturalmente chismosa ni quería saberlo todo de todos, peor si me interesaba que una de mis hermanas ,a la que le había tomado bastante aprecio, estuviera bien. No es que el amor hiciera la felicidad, pero ya que sabía de algunas dudas en ella, quería cerciorarme su corazón estuviera bien.- No voy a ser objetiva, soy la Monkqueen , voy por el delta- dije riendo, no podía de otra manera, delta era mi fraternidad tanto como lo era Sigma, y John me caía de maravillas, al Omega por otro lado ni siquiera lo conocía.- Que lástima que no veas al Omega…. ¿anda con muchas cosas?- pregunté sin saber si preguntaba de más.- pero tengo una acotación que hacer respecto al delta… ¿ son amigos porque ambos quieren o solo uno de ustedes? Porque si te sientes friendzoneada, creeme que a veces es mejor salir de la duda…. Yo juraba que Jacko me friendzoneaba hasta que me besó de la nada- le confesé riendo, recordando con alegría aquel momento.- Quien no se arriesga a mojarse no cruza el rio, cariño- dije mientras Tigre saltó al otro sofá, siendo seguido por Cherry lo que me hizo reir. Además, ¿Quién me manda a andar dando consejos que nadie pidió? Sobre todo yo, que nunca había tenido una relación seria antes.

Circe empezó a reír cuando recordó la respuesta de Lili en la pijamada. Era cierto, todas habían dicho cosas que nunca habrían pensado que dirían, eso le pasó a Circe que se sorprendió de decir aquello sin ninguna vergüenza. Y la verdad de todo aquello era que nunca había pensando en esos chicos de esa forma, hasta ese día. Hizo mueca divertida al recordar aquello y rió levemente. — ¿Y aún no cumples tu sueño? Quizás es el mismo que el de tu novio... — dijo sin vergüenza alguna y empezó a reír. Sonrió levemente y asintió por el otro comentario que hizo Lili y se sorprendió al saber que la chica había sido como ella. — Bueno, somos dos. Tampoco fui de las chicas que tuvo amigas... — confesó y se encogió de hombros recordando su infancia rodeaba de doctores y niños. Desde siempre había odiado jugar con niñas, ya que ella era de las niñas que amaban jugar rudo y eso no les gustaba mucho a sus compañeras. — Crecí solo con mi padre... supongo que esa es una buena a razón — le dio poca importancia al asunto.

Circe soltó una suave risa al saber lo que pasaba con Emma, y ya lo había sospechado, pues recordaba que la chica no se alegró mucho cuando Circe llegó con sus dos gatos a la actividad Sigma. — Ya veo... Tigre tiene mucho trabajo por delante — comentó entre risas mientras veía al pequeño gatito. No pudo evitar soltar otra risa cuando Lili mencionó a su hermano y asintió cuando le dio a entender que Cherry estaba ganando. — La culpa es de Athan por no tratar bien a este pequeño angelito — miró a su pequeño gato quien maullo y siguió en su juego con Tigre. Las risas no pararon con loa siguientes comentarios. — Cherry es el guardián de las Sigmas... entra un indeseable y ataca. — dijo entre risas. Su pequeño Cherry nunca haría algo así, solo era un pequeño juguetón.

Miró a su amiga mientras hablaba de su novio y negó con la cabeza por su comentario. — Si los dos lo hacen por su bien y su felicidad, no se le puede llamar a eso egoísmo. — le dijo con ternura. Lili era muy adorable cuando hablaba del chico Delta y eso le daba mucha ternura a la griega. Soltó una risita cuando la castaña le dio su voto a John y soltó un suspiro cuando le dio consejos y le hizo recordar al Omega. — Juega Baloncesto... supongo que son las prácticas, la verdad no sé — ladeó una triste sonrisa. — Y... no es tan fácil, tengo miedo de perder su amistad. Y si hablamos de eso, el omega ya me besó — se sonrojó un poco. — Es muy confuso, con el Delta todo es bueno, me siento protegida y feliz. Pero con el omega... con él... todo es natural y puedo ser yo. — dijo con tranquilidad, aunque era lo último que sentía.

Los colores subieron brevemente a mi cara, para luego reír relajándome mientras negaba con la cabeza. Yo no se lo había dicho y esperaba June no hubiera abierto la boca- No, aún no… y no creo que lo sea pero de seguro algún día lo quiero intentar…- dije riéndome tranquilamente, la verdad no hablaba nunca abiertamente esos temas, siempre hacía bromas pero hablarlos con tanta normalidad me hizo sonreír. Obviamente con Emma no podía tocar esas materias, jamás. Y Amelie estaba de viaje, por tanto sorpresivamente Circe me preguntaba y yo con gracia respondía.- Un día vendré diciendo Desafío completado, y solo tu entenderás- le guiñe el ojo.

Me sorprendió aquella espontanea confesión. En sigma pensé que solo yo tenía esa extraña realidad, de jamás haber tenido amigas mujeres antes de llegar a la fraternidad, y sabía que incluso lo podían ver raro, como que yo tenía algo fallado en mi personalidad para solo tener amigos chicos, que en mi caso eran los amigos de mi hermano mellizo. Pero me sentí aun mas cómoda hablando al respecto con lo que me dijo Cir, sonriéndole y luego asintiendo con la cabeza, yo sabía exactamente a que se refería. – Yo tenía un hermano mellizo, de verdad prefería saltar arroba de las cosas y andar en bicicleta que hacer fiestas de té… por algo somos sigmas y no alphas después de todo.- reí sintiéndome orgullosa de ambas. No me agradaban mucho las alphas, de todas las que había conocido pocas, casi ninguna podían agradarme, teníamos otro modo de vivir sencillamente, otro mundo que no se juntaba con el de ellas.

Acaricie con cariño a Cherry cuando paso cerca de mí. Era un felino encantador, y era de un tamaño que aun podía jugar con Tigre sin aplastarlo, como los gatos de June o Kelsey. La miraba de reojo mientras le hacía mimos al minino, su gesto se volvió bastante mas triste lo que provocó mis ojos pestañearan rápidamente un par de veces. No me gustaba verla así, estaba tan confundida. Y lo peor es que ni siquiera estaba segura que pudiera dar un buen consejo, no tenía experiencia alguna en las relaciones amorosas.- Con Jacko… yo le dije me gustaba, pensando que solo me quería como amiga, di el paso y me fue bien- dije no sin dudas de que estuviera diciendo lo correcto.- No sé ni que consejo te estoy dando… solo que te atrevas… sabes cual es mi opinión, los monos siempre son mejores, pero debes ver lo mejor para ti- le comenté con una sonrisa, tratando de reconfortarla.- Y eso solo lo sabes tú… más alla de quien es seguro, quien es natural y a quien has besado.

Circe soltó una risa cuando vio que Lili se sonrojaba ligeramente cuando le preguntó sobre lo que había dicho en la pijamada. Sabía que, si lo hacía, no lo iba a comentar tan fácilmente con cualquier persona, así que dejó el tema ahí. No pudo evitar soltar una carcajada cuando la chica siguió hablando sobre que algún día podría intentarlo y cual sería la manera de que ella se enterara que lo había hecho. Puso rostro sorpresivo y luego volvió a reír — Bueno, esa será nuestra clave. — dijo entre risas. — Solo que... sin detalles, por favor — comentó entre risas. Eso ya le había dicho a Imogen con sus aventuras con su hermano mayor, solo no quería detalles vergonzosos.

La chica escuchó atentamente lo que Lili decía, y quien parecía haberse sorprendido de que ella había tenido una infancia, podría decirse, parecida. Ella siempre había pasado su infancia entre doctores y, en el colegio, entre niños que jugaban fútbol o hacían bromas tontas entre ellos. Las madres de sus compañeras no querían que Circe se acercara a sus hijas, por lo que ella acabó entre niños. Lili habló sobre un hermano mellizo, pero no quería preguntarle ya que había dicho "tenía". Quizás aquello era algo de lo que no le gustaba hablar y prefirió no molestarla — Te entiendo, yo pasé mi infancia entre tierra y lodo. — comenté y solté una risa sobre que no eramos alphas. — Mi madre me quiso educar para ser una alpha y no lo logró — comenté alegremente.

La griega sonrió de forma tierna cuando Lili habló de como había empezado con su novio. Sin embargo, Circe no se sentía con el valor de hacer algo así y menos con John. Con el Omega sería mucho más fácil, pues ya lo había hecho, aunque después de eso se había hecho un gran problema. Soltó una suave risa ante el amor que Lili le tenía a los monos y negó ligeramente con la cabeza. — También los omegas son un amor y, además, tengo que decir que solo he conocido a monos fáciles... ahí tenemos a mi hermano — dijo entre risas y se encogió de hombros, volviendo a poner expresión confusa. No sabía que era lo mejor, el Delta o el Omega. O quizás ninguno de los dos. — La verdad... me veo más con el Omega y no sé la razón. Quizás me arrepienta más tarde y eso es lo que me preocupa — soltó un suspiro mientras acariciaba la cabeza de Tigre, quien pasó frente a ella con toda la intención de acercarse a Cherry.

Reí de buena gana, no era de estar contando mis intimidades, debía ser porque jamás tuve un grupo de amigas de esos que salían en las películas para adolescentes que se contaban todo y hasta el más pequeño detalle, como si no hubiera nada que quedara entre las dos personas que componían una pareja. Yo tenía confianza en mis amigas, con Amelie hablábamos de que  nos pasaba por el corazón muchas veces, y contaba cosas que nos pasaban entre todas, pero ese nivel máximo de indiscreción jamás llegaría. Por eso negué riendo.-  Jamás, que vergüenza- dije tapándome un poco la boca con mi mano, para luego sonreírle a mi hermana de fraternidad.- Solo te diré Challenge accepted.- asintió muchas veces como para darle seguridad.

Me gustó saber un poco  más de la vida de Circe, y más específicamente de su infancia, que parecía ser bastante parecida a la mía. De hecho  era un detalle importante para estar en esa fraternidad. Claro que todas nosotras éramos muy diferentes, Brooke de mi, Imogen de Circe, Amelie de Emma, Lara de June. Pero había aquella particular del alma que era del mismo color en todas nosotras, que nos hacía hermanas a pesar de recién conocernos en la Universidad. Abrí mis ojos y no pude dejar escapar una risa cuando me contó que su madre la había criado para ser una Alpha y que no le había resultado.-  Dios bendiga tu rebeldía, que raro hubiera sido verte toda rosa- reí fuerte, de verdad era loco eso,  incluso cuando mi propia madre era una princesa, un ser delicado pero de todas formas jamás creí que ella de haber pertenecido a una fraternidad  hubiera sido alpha. De hecho cuando ella estudió Derecho en UCLA no había pertenecido a ninguna fraternidad y se sorprendió que yo quisiera estar en una.

- Bueno, es que no conozco demasiado a los Omegas, no puedo hablar…- me excuso reafirmando con el  rostro que incluso antela  confesada ignorancia sobre los Omegas, para mi seguían  siendo los mejores del mundo.- Hey- exclamé cuando  me dijo que eran todos unos fáciles.  Bueno, algunos si lo eran, y hasta podía hacer la lista, pero también habían monos buenos y si bien no podían ser serios por ser deltas y bromistas, si podían ser serios en las materias del corazón si se lo proponían.- ¿Conociste a Troy no?- le pregunté por mi mejor amigo, ya que siempre me reía de que el era un fácil y que le gustara todo lo que tenía falda.- Pero no son todos así, te pongo a Jacko de ejemplo… y de lo que conozco, John es un amor- dije  segura, cada vez que iba era un encanto de persona, bromeaba como todos, sobre todo con Paul, su mejor amigo, pero seguían siendo unos chistosos encantadores que me decían Madre Mona, haciéndome reir a carcajadas.- Pero repito, debes ver que quieres tu… soy la peor dando consejos- dije tapándome un ojo, casi un facepalm a mi misma.- Cuando yo hice lo que hice , Circe, pude perderlo como amigo…. Es verdad.. todo tiene sus consecuencias y ojala tener una bola de cristal que viera el futuro, pero creo la clave es ver en que te arrepentirías en cada decisión, y elegir en la que te arrepentirías menos…- afirmé.-   Lo siento Cir, no soy buena en esto- tome su mano, era un asco, pero ella ya sabía no estaba acostumbrada a las amigas, y por tanto a los consejos amorosos, y me encantaría poder ayudarla mejor.

Circe no pudo evitar reírse junto con Lili, ante la idea de que fuera gritando sus intimidades por toda la casa Sigma. Ninguna de sus hermanas eran así y claro, todas respetaban las intimidades de las demás. Ella confiaba mucho en Imogen, y aunque la rubia supiera la mayoría de las cosas que le sucedían a la castaña, había cosas que prefería guardárselo con suma importancia. Y claro, si hablaban de ese tipo de "cosas" en especial, simplemente se limitaban a decir: Hice aquello con tal persona y fue bien. Eso de los detalles morbosos no era de ella ni de sus amigas, cada quien cuidaba su privacidad como mejor le parecía. — Oh bien, pensé que llegarías gritando hasta el tipo de condón que usaron — comentó entre risas y negó con la cabeza, dando a entender con su expresión el que todo era una broma. — Muy bien, me sorprenderé mucho cuando llegues diciendo eso — comentó con media sonrisa. Podría ser que Lili si lo cumpliera, pero aquello ya era asunto de ella y Circe no tenía ninguna intención de saberlo.

Circe sonrió cuando escuchó y vio a Lili reírse cuando la castaña le contó como había sido su infancia. Aunque ella no había convivido mucho con su madre, desde que había sido una pequeña de 4 años, la mujer había intentado meterla en clases de etiqueta y cosas por el estilo, las cuales nunca rindieron frutos. Circe siempre fue vestida como ella quería, se despeinaba y le daba golpes a los niños que le decían algo, aparte de que siempre había estado encerrada en un hospital junto a su padre. La castaña se encogió de hombros y le volvió a sonreír a Lili — Bueno, eso intentó cuando era niña y cuando llegué a este país... mis padres están separados y mi madre se quedó con Athan — le explicó a su compañera. Ella había vivido poco tiempo con su madre y cuando fue aceptada en la fraternidad, se deslindó por completo de ella. Claro, iba a visitarla seguido, pero eso siempre acababa en un pelea muy poco productiva. — El verdadero milagro es que Athan no haya acabado como un Epsilon — comentó divertida y se puso a reír, pensando en lo mucho que Athan odiaba a los toros.

Otra risa se le escapó a Circe cuando Lili se quejó con la idea de que los monos eran fáciles. Se quedó pensando unos momentos, intentando recordar al chico que Lili mencionaba — Si, creo que lo vi cuando se hizo lo de la ayuda para la escuela... estaba con una de mis amigas. — recordó al chico con quien Ania, una lejana amiga, hablaba. Sonrió y asintió cuando Lili habló sobre su novio, y un ligero sonrojo apareció cuando habló sobre John. Circe sabía que el Delta era increíble y aparte de ser extremadamente guapo, lo importante era que era amable, divertido y alegre. — Lo sé, John es increíble... — comentó con voz tenue y sonrió al escuchar los consejos de Lili. — Son buenos consejos, Lili... el problema es que estoy demasiado confundida, los dos me gustan mucho — comentó con un ligero suspiro y tomo la mano de la chica.

Me tapé la boca aguantando la risa mientras negaba enérgicamente con la cabeza. No, no era mi estilo hacer escándalo o andar contando intimidades, y el hecho que respetáramos el espacio de la otra tanto dejarla ser como no exponerla a momentos incómodos, es que estaba segura que había elegido bien mi fraternidad.- Jamás te espantaré, es mi promesa de hermana sigma, Circe, y también que siempre me puedes decir cualquier cosa… menos que te gusta Jacko… eso es pelea- levanté las cejas como mostrando enojo, solo en broma. Pero era cierto, Circe podía confiar en mí porque no solía contar a otros lo que me decían y porque la chica valía la confianza,

Conocía más a Athan de mis visitas, demasiado seguidas, demasiado prolongadas, a  casa Delta, si bien nunca había hablado demasiado con el chico de nada de la vida si debía ser honesta, pero en esa casa los chicos por más visitas que hubiera  (aunque yo no me consideraba una)  eran completamente genuinos, para bien, porque me dejaban ser parte del mundo delta que tanto me gustaba, y para mal, pues habían cosas que era mejor no ver ni saber de los monos. Pero en ninguna de mis vistas había tenido la mas mínima imagen de que Athan pudiera haber legado, en ninguna de sus vidas paralelas, algo siquiera parecido a un toro.- Eso hubiera sido extraño….  Athan toro…. Yo lo veo bien de mono- comenté sonriendo por el hermano de Circe, no podría ser de mis grandes amigos delta pero claro que lo conocía y bueno, como tenía mi teoría: no había mono malo.

- La verdad… es que no hay consejo bueno- dije con dulzura, mirándola a los ojos, le había tomado mucho cariño a Circe y de verdad me hubiera gustado mucho saber cómo ayudarla más de lo poco, nada y deuda que estaba haciendo. Y lo estaba haciendo pésimo, a mi modo de ver.- Pueden darte cien razones para que te vayas con uno de ellos, Cir, pero tú solo necesitas una y listo, que salga de ti, y listo, no seguirás el consejo- dije riendo, la mente humana era un misterio, y por más que la lógica pareciera ser parte importante de ella, finalmente se dejaba llevar más por impulsos. O eso había concluido después de mis cortos años de vida. No quise generar algún tipo de rechazo o que me dejara de ver como alguien imparcial o que estaba de su parte, por eso decidí no seguir enalteciendo a Jon, aunque si me parecía todo lo bueno del mundo y más.-   Yo creo que eres joven, cariño…. Tal vez debes averiguar algunas cosas que sean importantes para ti antes de tomar una decisión…. No sé… y no ponerlo sobre una lista… solo dejarte llevar…



off: disculpa la tardanza! juraba te había contestado !!