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Does Evil Like Pictures? || Circe
:: Habitaciones
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Does Evil Like Pictures? || Circe
La lluvia había arreciado. Circe y yo habíamos hecho planes para el día de hoy, pero no habíamos contado con el mal tiempo que a lo lejos, en el horizonte se asomaba. En verdad los planes no eran algo del todo definido, pero ya que no teníamos nada que hacer pasar el día juntas yendo a algún sitio, o simplemente haciendo largas caminatas por algún lugar de California nos diese por acabar teniendo una de nuestras conversaciones, aunque claro, eso no era necesario para acabar conversando sobre cualquier cosa con mi mejor amiga. Circe estaba en su cama, jugueteaba con Cherry mientras, desde su ordenador podía escucharse una canción de The Beatles, yo por mi parte, estada encima del escritorio, miraba por la ventana llover, esperando que el chaparrón diese una tregua y algún rayo de sol invitase a ir fuera a hacer algo sin la necesidad de ponerse empapadas.
Durante el fin de semana habíamos estado ordenando la habitación, de limpieza y esas cosas. Circe había dejado algunas cosas por recoger aún. Fruncí el ceño un poco y miré hacia todos esos objetos que se apilaban a uno de los lados bajo la última balda del estante que ocuparían. — ¿Y si acabamos de recoger todo eso de una vez?— Dije mostrándome algo inquieta pues quedarme parada sin hacer nada me ponía un poco nerviosa. —Yo creo que entre las dos no tardaremos nada en hacerlo, y debo mantener la mente ocupada en algo...— Llegué hasta el filo de lo que era su cama y me senté sobre esta alargando mi mano para, con delicadeza, acariciar la cabecita a Cherry.
Miré a mi amiga con algo de preocupación, bueno, Circe estaba como siempre, pero en los últimos días la había notado un poco ... Como distraída, no sé quizás eran cosas mías. No había hecho referencia alguna a tal cosa, ella fuese lo que fuese siempre acababa contándome lo que fuese, pero cada uno precisábamos de un buen momento para hacerlo. — Venga, terminemos de recoger todo esto y vayamos a por un chocolate caliente, eso si las "doble K" nos ha dejado algo— (Me refería a Kathy y Kitty) Le dije dando un bote de la cama y comenzando yo misma a ordenar un poco todo lo que habíamos desordenado anteriormente con la limpieza de fondo que habíamos hecho. La miré de reojo... —¡Venga arriba!— Dije lanzándole de forma divertida divertida un peluche con forma de gato que había por ahí.
Durante el fin de semana habíamos estado ordenando la habitación, de limpieza y esas cosas. Circe había dejado algunas cosas por recoger aún. Fruncí el ceño un poco y miré hacia todos esos objetos que se apilaban a uno de los lados bajo la última balda del estante que ocuparían. — ¿Y si acabamos de recoger todo eso de una vez?— Dije mostrándome algo inquieta pues quedarme parada sin hacer nada me ponía un poco nerviosa. —Yo creo que entre las dos no tardaremos nada en hacerlo, y debo mantener la mente ocupada en algo...— Llegué hasta el filo de lo que era su cama y me senté sobre esta alargando mi mano para, con delicadeza, acariciar la cabecita a Cherry.
Miré a mi amiga con algo de preocupación, bueno, Circe estaba como siempre, pero en los últimos días la había notado un poco ... Como distraída, no sé quizás eran cosas mías. No había hecho referencia alguna a tal cosa, ella fuese lo que fuese siempre acababa contándome lo que fuese, pero cada uno precisábamos de un buen momento para hacerlo. — Venga, terminemos de recoger todo esto y vayamos a por un chocolate caliente, eso si las "doble K" nos ha dejado algo— (Me refería a Kathy y Kitty) Le dije dando un bote de la cama y comenzando yo misma a ordenar un poco todo lo que habíamos desordenado anteriormente con la limpieza de fondo que habíamos hecho. La miré de reojo... —¡Venga arriba!— Dije lanzándole de forma divertida divertida un peluche con forma de gato que había por ahí.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
La mirada de Circe se perdía en su pequeño Cherry, quien estaba jugando con su pequeña plumita atada a un pequeño bastón. La castaña no podía evitar sonreír ante la concentración que tenía Cherry y la cual se le notaba en su pequeña carita. A lo lejos podía escuchar las voces de sus hermanas, quienes se habían quedado en casa gracias a la lluvia que azotaba ese día a California. Era la primera vez que Imogen y ella habían planeado algo y que la lluvia se los arruinaba de forma espectacular. De reojo pudo ver a Imogen, quien estaba sentaba, aburrida viendo la lluvia caer. Ladeó una pequeña sonrisa y volvió a su juego con Cherry. Desde el día que se había encontrado con su ex, todo se había vuelto bastante tenso. Ahora sabía que el castaño estudiaría medicina en UCLA y que, lo más seguro, lo tendría que ver pasear por los pasillos de la facultad. Eso no le gustaba en lo más mínimo, recordando lo que le había hecho años atrás. Esa historia solo la sabía Athan y era porque, gracias a las lágrimas de Circe, se había enterado de lo que había pasado. Athan también era un gran problema. En el momento que se enterara de que aquel chico había regresado, bueno… lo más seguro es que la sacaría de la facultad a rastras.
Soltó un pequeño suspiro y negó con la cabeza, volviendo a concentrarse en su Cherry. La voz de Imogen la hizo voltear y ver a la chica, quien veía hacia una esquina. Ella sabía a lo que se refería, por lo que hizo un gesto de flojera y miró a su amiga suplicante. Lo último que quería era hacer algo, pero al notar la mirada de su amiga supo que no tendría de otra. – Ok… – dijo no muy convencida, pero en vez de levantarse, la chica siguió jugando con su pequeño Cherry, quien parecía no tener un límite. Asintió levemente cuando Imogen habló sobre mantener la mente ocupada, algo que le gustó mucho como sonaba. Pero aún así, su cuerpo no quería responder y siguió sentada en la cama, sin mover la pluma y haciendo molestar a su gato.
Con pocas ganas, Circe empezó a levantarse de la cama y ladeó una ligera sonrisa ante la idea de que Kathy y Kitty hubieran dejado algo de chocolate. – Acabaremos tomando café, te lo aseguro – dijo en tono un tanto divertido y se cubrió cuando Imogen le lanzó un peluche de gato. – Ya voy, cuanta desesperación – hizo una mueca y se acercó hasta donde estaban las cosas que seguían sin ser seleccionadas. Tomó de forma distraída un libro negro y frunció el ceño al recordar que era. Su álbum de fotos. Debía tener unos cuantos años arrumbado, y se había olvidado de él completamente. Se lo pasó a su amiga y sonrió. – Quizás veas aquí a un Athan en pañales o llorando porque no le compraron un juguete – rió levemente y siguió en su labor de recoger las demás cosas.
Soltó un pequeño suspiro y negó con la cabeza, volviendo a concentrarse en su Cherry. La voz de Imogen la hizo voltear y ver a la chica, quien veía hacia una esquina. Ella sabía a lo que se refería, por lo que hizo un gesto de flojera y miró a su amiga suplicante. Lo último que quería era hacer algo, pero al notar la mirada de su amiga supo que no tendría de otra. – Ok… – dijo no muy convencida, pero en vez de levantarse, la chica siguió jugando con su pequeño Cherry, quien parecía no tener un límite. Asintió levemente cuando Imogen habló sobre mantener la mente ocupada, algo que le gustó mucho como sonaba. Pero aún así, su cuerpo no quería responder y siguió sentada en la cama, sin mover la pluma y haciendo molestar a su gato.
Con pocas ganas, Circe empezó a levantarse de la cama y ladeó una ligera sonrisa ante la idea de que Kathy y Kitty hubieran dejado algo de chocolate. – Acabaremos tomando café, te lo aseguro – dijo en tono un tanto divertido y se cubrió cuando Imogen le lanzó un peluche de gato. – Ya voy, cuanta desesperación – hizo una mueca y se acercó hasta donde estaban las cosas que seguían sin ser seleccionadas. Tomó de forma distraída un libro negro y frunció el ceño al recordar que era. Su álbum de fotos. Debía tener unos cuantos años arrumbado, y se había olvidado de él completamente. Se lo pasó a su amiga y sonrió. – Quizás veas aquí a un Athan en pañales o llorando porque no le compraron un juguete – rió levemente y siguió en su labor de recoger las demás cosas.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
Circe no parecía tener una predisposición muy acusada a lo que venía siendo acabar con la taréa de recoger todas esas cosas. Suspiré con pesar, vale que al igual yo tenía una flojera considerable, pero cuanto antes lo acabásemos, mejor, ya tendríamos el resto del día libre para vaguear y no hacer nada, en verdad era lo que un día cómo hoy sugería hacer: Quedarse tirada en la cama sin hacer otra cosa que vaguear... Sí, definitivamente era una idea demasiado atractiva que hacía mucho tiempo no practicaba.
Circe, aún seguía en su tarea de juguetear con el pequeño Cherry, el gatito parecía haberse adaptado de la mejor manera a su nueva habitación y aunque ahora estaba tranquilamente jugando con la castaña, normalmente se le solía ver vagando por cualquier lugar imprevisto de aquella estancia. A decir verdad, era un gato mucho más tranquilo que Tequila, pero también era cierto que al ser un bebé, las travesuras que podía hacer no eran tan temibles como las de aquél gato de June. Acabé activandome casi de forma automática, me erguí y señalando a mi amiga, casi la obligué a acabar con la tarea que habíamos comenzado el sábado de ese fin de semana, y que la pereza nos había hecho a ambas dejar aplazada hasta ahora. Circe y yo nos miramos con cara de pena, y seguidamente le dí una sonrisa de lado. —¡Vaaaamos, ni que estuviese llevándote a la cámara de tortura!— Bromeé. Se notaban las pocas ganas con las que Circe comenzaba con la tarea mencionada. —Venga, al menos cuentas con mi ayuda—. Dije divertida, pasando un brazo por sus hombros de forma amistosa. —¿Tú crees?... Si tomo café entonces si que soy capaz de quedarme sin dormir tres noches seguidas... Eso será mi final— Dije poniendo una mueca de aversión y riendo después.
Poco a poco y casi a regañadientes, mi amiga se incorporó del todo —No podemos dejar todo esto por aquí... Ya no estamos solas— Comentaba mientras ella, venía a mi lado y yo acomodaba algunos libros en una de las baldas del estante vacío. Reí con ganas en cuanto comentó lo de alguna foto de Athan en pañales — Daría lo que fuera por ver algo así — Reí y proseguí con lo mío, luego me paré — ¿Era Athan un niño muy caprichoso de pequeño?— Le pegunté a mi amiga con curiosidad y volteando la vista para verla. La castaña había agarrado una especie de libro oscuro el cuál miré con curiosidad, no parecía un libro normal y corriente. —¿Que tienes ahí? — Inquirí, jugando con Circe a atrapar esa especie de libro. Mi despiste fue tal al mencionar a su hermano, que un par de libros se me escaparon de las manos dando a parar al suelo, junto al de color negro que mi amiga tenía en la mano y que previamente, yo había intentado agarrar. Al caer se salieron unas fotografías. — Vaya, doble trabajo... Creía que íbamos a ordenarlo todo no a desordenarlo mas...— Comenté con diversión —Joder, tengo manos de trapo hoy...— Le dije a Circe quejándome y me agaché a recoger lo que se me había caído.
Circe, aún seguía en su tarea de juguetear con el pequeño Cherry, el gatito parecía haberse adaptado de la mejor manera a su nueva habitación y aunque ahora estaba tranquilamente jugando con la castaña, normalmente se le solía ver vagando por cualquier lugar imprevisto de aquella estancia. A decir verdad, era un gato mucho más tranquilo que Tequila, pero también era cierto que al ser un bebé, las travesuras que podía hacer no eran tan temibles como las de aquél gato de June. Acabé activandome casi de forma automática, me erguí y señalando a mi amiga, casi la obligué a acabar con la tarea que habíamos comenzado el sábado de ese fin de semana, y que la pereza nos había hecho a ambas dejar aplazada hasta ahora. Circe y yo nos miramos con cara de pena, y seguidamente le dí una sonrisa de lado. —¡Vaaaamos, ni que estuviese llevándote a la cámara de tortura!— Bromeé. Se notaban las pocas ganas con las que Circe comenzaba con la tarea mencionada. —Venga, al menos cuentas con mi ayuda—. Dije divertida, pasando un brazo por sus hombros de forma amistosa. —¿Tú crees?... Si tomo café entonces si que soy capaz de quedarme sin dormir tres noches seguidas... Eso será mi final— Dije poniendo una mueca de aversión y riendo después.
Poco a poco y casi a regañadientes, mi amiga se incorporó del todo —No podemos dejar todo esto por aquí... Ya no estamos solas— Comentaba mientras ella, venía a mi lado y yo acomodaba algunos libros en una de las baldas del estante vacío. Reí con ganas en cuanto comentó lo de alguna foto de Athan en pañales — Daría lo que fuera por ver algo así — Reí y proseguí con lo mío, luego me paré — ¿Era Athan un niño muy caprichoso de pequeño?— Le pegunté a mi amiga con curiosidad y volteando la vista para verla. La castaña había agarrado una especie de libro oscuro el cuál miré con curiosidad, no parecía un libro normal y corriente. —¿Que tienes ahí? — Inquirí, jugando con Circe a atrapar esa especie de libro. Mi despiste fue tal al mencionar a su hermano, que un par de libros se me escaparon de las manos dando a parar al suelo, junto al de color negro que mi amiga tenía en la mano y que previamente, yo había intentado agarrar. Al caer se salieron unas fotografías. — Vaya, doble trabajo... Creía que íbamos a ordenarlo todo no a desordenarlo mas...— Comenté con diversión —Joder, tengo manos de trapo hoy...— Le dije a Circe quejándome y me agaché a recoger lo que se me había caído.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
El clima y su estado de ánimo encajaban perfectamente. Sus ganas de hacer algo eran nulas, por lo que se limitaba a hacer jugar a Cherry, quien parecía estar feliz con su nueva soledad. Por alguna extraña razón (o bien no tan extraña), cuando llevó a sus mascotas a la casa de su madre, Minnie se encariñó mucho con la mujer. Su madre siempre había dicho que odiaba completamente a los animales, sobre todo a los gatos de la castaña, por lo que se le hizo bastante extraño que la gatita se acercara a la mujer. Y claro, lo más extraño de todo fue que la mujer aceptó a Minnie y decidió quedársela por un tiempo, para poder aligerar la carga de Circe. Y desde ese día, la caprichosa gata blanca de Circe vivía en la casa de su madre, dejando a Cherry completamente solo. Aún así, el pequeño gatito no se sentía triste o abandonado, sino todo lo contrario. Cherry estaba feliz de ser el centro de atención de Circe y a veces de Imogen. Era feliz al ver que nadie le quitaba el almohadón más cómodo o su comida favorita.
El rostro de Circe debía de ser el de una persona torturada, pues Imogen la seguía animando a que se levantara y terminaran lo que habían dejado pendiente. El estado de ánimo de Circe era tan deplorable que el solo pensar en levantar un dedo le pesaba. – ¿Qué tal si tú lo haces y yo te veo? – le preguntó con un tono de aburrimiento que le hizo reír y negar con la cabeza. Nunca se había sentido de esa forma, pero bien sabía la razón de aquella situación. Soltó una pequeña risa ante la idea de que no pudiera dormir y se encogió de hombros. – Te mando una noche a la casa Delta y te aseguro que duermes – soltó en tono divertido y le guiñó el ojo de manera juguetona. – Ok, no… dejaré de decir esas cosas – sacudió su cabeza como si quisiera quitarse esos pensamientos de la cabeza y se soltó a reír, recordando lo que le había dicho a su hermano días antes de su viaje a Grecia.
Ya completamente de pie, la chica levantó las manos e hizo una seña de que se calmara – Tranquila, Imogen… quizás hasta ellas son más desastrosas que nosotras – comentó con cierta diversión y empezó su trabajo. Soltó una pequeña risa ante las palabras de su amiga y ladeó un poco la cabeza, intentando recordar donde había dejado esas fotos. Más de una vez se había reído al ver los gestos que había hecho Athan cuando era un bebé o cuando lloraba por alguna razón extraña que hasta le habían tomado fotos. – Uhmm era odioso. Una vez le cortó el cabello a mi Barbie solo porque jugaba con uno de sus juguetes – comentó con una pequeña mueca y empezó a reír, recordando la pelea que habían tenido. Sin prestar mucha atención, le pasó el libro a su amiga y siguió viendo que podía tirar a la basura y que no. El golpe de los libros al caer le hizo voltear y dejar las cosas que tenía en la mano para poder ayudarle. Soltó una pequeña risa al ver la foto de un niño rubio en pañales y se la pasó a su amiga. – Te lo dije, era adorable… – dijo entre risas. – Te la regalo – comentó mientras veía las demás fotos, esperando ver más tesoros como ese.
El rostro de Circe debía de ser el de una persona torturada, pues Imogen la seguía animando a que se levantara y terminaran lo que habían dejado pendiente. El estado de ánimo de Circe era tan deplorable que el solo pensar en levantar un dedo le pesaba. – ¿Qué tal si tú lo haces y yo te veo? – le preguntó con un tono de aburrimiento que le hizo reír y negar con la cabeza. Nunca se había sentido de esa forma, pero bien sabía la razón de aquella situación. Soltó una pequeña risa ante la idea de que no pudiera dormir y se encogió de hombros. – Te mando una noche a la casa Delta y te aseguro que duermes – soltó en tono divertido y le guiñó el ojo de manera juguetona. – Ok, no… dejaré de decir esas cosas – sacudió su cabeza como si quisiera quitarse esos pensamientos de la cabeza y se soltó a reír, recordando lo que le había dicho a su hermano días antes de su viaje a Grecia.
Ya completamente de pie, la chica levantó las manos e hizo una seña de que se calmara – Tranquila, Imogen… quizás hasta ellas son más desastrosas que nosotras – comentó con cierta diversión y empezó su trabajo. Soltó una pequeña risa ante las palabras de su amiga y ladeó un poco la cabeza, intentando recordar donde había dejado esas fotos. Más de una vez se había reído al ver los gestos que había hecho Athan cuando era un bebé o cuando lloraba por alguna razón extraña que hasta le habían tomado fotos. – Uhmm era odioso. Una vez le cortó el cabello a mi Barbie solo porque jugaba con uno de sus juguetes – comentó con una pequeña mueca y empezó a reír, recordando la pelea que habían tenido. Sin prestar mucha atención, le pasó el libro a su amiga y siguió viendo que podía tirar a la basura y que no. El golpe de los libros al caer le hizo voltear y dejar las cosas que tenía en la mano para poder ayudarle. Soltó una pequeña risa al ver la foto de un niño rubio en pañales y se la pasó a su amiga. – Te lo dije, era adorable… – dijo entre risas. – Te la regalo – comentó mientras veía las demás fotos, esperando ver más tesoros como ese.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
No hacía falta ser muy observador para comprobar como, en efecto a Circe le daba una pereza extrema tan solo comenzar a hacerse la idea de terminar de ordenar todo aquello, y el pequeño Cherry, parecía entretenerla lo suficiente como para que la castaña prefiriese quedarse jugando con él. En verdad lo entendía perfectamente, pero yo también hacía un buen esfuerzo... Le sonreí un poco mientras continuaba en mi empeño de hacer que se moviese. –Buen intento, Cir... – Le dije girando de repente mi rostro hacia ella y soltando una carcajada. La referencia a mi falta de sueño y eso fue objeto de algún que otro comentario chistoso por parte de mi amiga. En cuanto dijo lo de mandarme a dormir a la casa Delta mis jos se abrieron como platos y una carcajada mayor que la anterior se dio paso entre las cosas que ambas decíamos... La miré de reojo – Luego te quejas cuando empiezo a dar demasiado detalle de según que cosas – Me quejé con diversión. Circe era mi mejor amiga, pero Athan era su hermano, había que tener en cuenta que el ser ciertamente "cuidadosa" con las cosas que contaba era la mejor opción a tener en cuenta. A veces entiendo que explicar ciertos asuntos era algo complicado, pero Circe siempre había aprobado aquella relación, incluso antes de que Ambos empezásemos a salir. – No creo... A caso tú pegarías ojos teniendo a ¿John cerca?– La miré y alcé una ceja, la respuesta a mi pregunta dependía de muchas cosas, supongo, pero en líneas generales, estaba segura de que su respuesta sería negativa.
Mi preocupación, dejando a parte a los chicos de nuestra vida, ahora, pasaba por pensar en el grado de organización o desorden de nuestras nuevas compañeras. –Tampoco somos tan desorganizadas–. Miré hacia Cherry el cual jugueteaba con algo que parecía un calcetín y me reí mientras me acercaba a quitárselo – Bueno quizás un poco... Sí... – Acabé admitiendo. – Pero entre dos acabaremos antes de darnos cuenta–. La conversación se desvió hacia Athan. No sé, quizás el desorden, y las pocas ganas que ambas teníamos para llevar a cabo la tarea que nos habíamos propuesto, nos llevo a empezás una conversación sobre chicos, o sobre Athan en este caso – ¡Joder eso... Eso es muy cruel!– Expresé con un desgrado que podía ser calificado como divertido... – Pero te entiendo, yo crecí siendo la única chica con 4 hermanos... Ya...– resoplé con deje algo melancólico quizás... – Casi ni recuerdo las putadas que me hacían... Clayton al ser mas cercano en edad quizás era distinto... Pero los demás eran unos auténticos diablos...– Dije con diversión y terminé de emparejar el calcetín que le había "robado" a Cherry para guardarlo junto a su pareja. – Gracias por la foto, ya tengo un objeto para hacerle chantaje en caso de emergencia inminente– Bromeé mientras observaba con detenimiento aquella fotografía y la guardaba con sumo cuidado en uno de los bolsillos traseros de mis vaqueros.
Ya en aquella posición, comencé a echar un ojo a aquél álbum de fotos. Me gustaba mirar imágenes de otro tiempo, me daba pie a imaginar las situaciones que podrían haberse vivido y los diferentes desenlaces que podrían haberse sucedido en cada una de ellas. Al pasar una de las páginas del final mi vista dio inmediatamente con el rostro de un chico que sin duda, se me hizo demasiado conocido, y no me era del todo agradable, por lo que mi gesto afable y divertido, cambió de un segundo a otro. – De qué ... Quien es...– Hice una pausa, tratando de pensar en la mejor manera de formular la pregunta – Oye Cir, ¿de qué conoces a este muchacho?– Le pregunté con gesto dudoso... estaba segura de que era el mismo con el que había tenido el encontronazo en la cafetería hacía algún tiempo... Me quedé pensando que bueno, ya había pasado demasiado tiempo y que quizás la mente me estaba jugando una mala pasada, pero no, era demasiado buena recordando rostros, y mas uno que casi me provoca una expulsión de la que por vergüenza, no había contado nunca nada a ninguno de mis amigos, ni tan siquiera a Circe.
Mi preocupación, dejando a parte a los chicos de nuestra vida, ahora, pasaba por pensar en el grado de organización o desorden de nuestras nuevas compañeras. –Tampoco somos tan desorganizadas–. Miré hacia Cherry el cual jugueteaba con algo que parecía un calcetín y me reí mientras me acercaba a quitárselo – Bueno quizás un poco... Sí... – Acabé admitiendo. – Pero entre dos acabaremos antes de darnos cuenta–. La conversación se desvió hacia Athan. No sé, quizás el desorden, y las pocas ganas que ambas teníamos para llevar a cabo la tarea que nos habíamos propuesto, nos llevo a empezás una conversación sobre chicos, o sobre Athan en este caso – ¡Joder eso... Eso es muy cruel!– Expresé con un desgrado que podía ser calificado como divertido... – Pero te entiendo, yo crecí siendo la única chica con 4 hermanos... Ya...– resoplé con deje algo melancólico quizás... – Casi ni recuerdo las putadas que me hacían... Clayton al ser mas cercano en edad quizás era distinto... Pero los demás eran unos auténticos diablos...– Dije con diversión y terminé de emparejar el calcetín que le había "robado" a Cherry para guardarlo junto a su pareja. – Gracias por la foto, ya tengo un objeto para hacerle chantaje en caso de emergencia inminente– Bromeé mientras observaba con detenimiento aquella fotografía y la guardaba con sumo cuidado en uno de los bolsillos traseros de mis vaqueros.
Ya en aquella posición, comencé a echar un ojo a aquél álbum de fotos. Me gustaba mirar imágenes de otro tiempo, me daba pie a imaginar las situaciones que podrían haberse vivido y los diferentes desenlaces que podrían haberse sucedido en cada una de ellas. Al pasar una de las páginas del final mi vista dio inmediatamente con el rostro de un chico que sin duda, se me hizo demasiado conocido, y no me era del todo agradable, por lo que mi gesto afable y divertido, cambió de un segundo a otro. – De qué ... Quien es...– Hice una pausa, tratando de pensar en la mejor manera de formular la pregunta – Oye Cir, ¿de qué conoces a este muchacho?– Le pregunté con gesto dudoso... estaba segura de que era el mismo con el que había tenido el encontronazo en la cafetería hacía algún tiempo... Me quedé pensando que bueno, ya había pasado demasiado tiempo y que quizás la mente me estaba jugando una mala pasada, pero no, era demasiado buena recordando rostros, y mas uno que casi me provoca una expulsión de la que por vergüenza, no había contado nunca nada a ninguno de mis amigos, ni tan siquiera a Circe.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
Una sonrisa se formó en los labios de Circe cuando miró a su amiga, quien la veía con expresión de querer matarla si no se levantaba y la ayudaba a recoger su desastre. La pereza de Circe era tan grande que ahora entendía porque era la hermana de Athan, quien siempre parecía tener pereza de todo, menos cuando tenía que ver con Imogen. Soltó una risa cuando vio la expresión de su amiga y se encogió de hombros cuando la chica habló sobre el tema. – Ya soy inmune a ese tema, Imogen. – dijo en tono divertido, pensando que era tiempo de que la chica supiera sobre las platicas de los hermanos Xenidis. – Sabes, un día Athan me dijo que era lesbiana – comentó con cierta gracia e intentando no reír para poder acabar su historia. – Le dije que era cierto y que tú solo andabas con él para despistar ya que la verdadera pareja éramos tú y yo. – soltó una carcajada y miró a su amiga con diversión. – No quieres saber lo que dijo… es bastante traumante. – volvió a reír y miró a su amiga con expresión juguetona. – John es un santo… creo que sería yo la que lo tendría que violar – dijo entre risas y negó con la cabeza, pensando que debía controlar sus tonterías o toda la casa Sigma pensaría otra cosa. – por eso que no, no podría – comentó con diversión y dejó a Cherry en la cama para que hiciera lo que quisiera.
La castaña frunció el ceño ante la idea de que no eran desordenas y volteó a ver a su gato, quien jugaba con un calcetín. Puso los ojos en blanco cuando Imogen fue a recogerlo y la miró con expresión divertida. – Solo un poco… estoy segura de que las ratas no llegan solo porque tenemos a este pequeño leoncito – dijo con ternura mientras acariciaba a su gatito, quien ya empezaba a ser un gato más grande. Para ella siempre sería el mismo; pequeño y adorable. Cuando la plática regresó a Athan, la castaña asintió sabiamente al escuchar la palabra cruel. – Sabes, le han de estar zumbando los oídos – dijo con diversión. Escuchó atentamente las palabras de su amiga y sonrió ampliamente al recordar a Clayton. – Por cierto, ¿Cómo está? Ya no sé nada de él – hizo un gesto triste el cual cambió cuando miró que su amiga se guardaba la foto de Athan. – Antes de que se la muestres, sácale copias y guarda la imagen en la computadora. Puede que quiera romperla – soltó una risa y siguió intentando recoger lo que había quedado pendiente.
Absorta en su trabajo, Circe dejó que Imogen siguiera viendo las fotos mientras ella intenta ver que le servía y que no. Un poco distraída, volteó a ver a su amiga cuando ésta balbuceo algo que no pudo entender. – ¿Qué pasó? – le preguntó un poco distraída. Sus ojos se enfocaron en la foto que Imo veía con detenimiento y se puso tensa inmediatamente. No podía creer que aún quedara una foto de aquel castaño cuando había pensado que había desechado todas. Sus pensamientos volaron hacia la época donde aquel chico era su todo y a quien siempre quería ayudar, aunque el castaño nunca valorara lo que hacía por él. Tomó la foto y la hizo trocitos pequeños para después lanzarla al bote de basura, sabiendo que tenía que contarle todo a su amiga. – Es mi ex – se encogió de hombros. – Apenas había llegado al país cuando empecé a salir con él… no es una historia muy bonita – hizo una mueca. Se sentó nuevamente y tomó a Cherry – Lo quería mucho, pero él apenas me tomaba en cuenta. Cuando supe que se metía con otras fue cuando lo dejé… no terminamos apropiadamente, solo dejé de tener contacto con él. A él no pareció importarle por lo que ahí acabo lo nuestro. – se encogió de hombros y sonrió – Ya pasó mucho tiempo, no es nada que me afecte. No lo creí importante por eso nunca te conté… – miró a su amiga y ladeó la cabeza. – ¿Por qué tu pregunta? ¿Lo conoces? Hace unos días lo vi de nuevo, pero nada que me quite el sueño – mentía, claro, pero ella sabía que todo era por la desagradable sorpresa que le había dado. En unos días volvería todo a la normalidad.
La castaña frunció el ceño ante la idea de que no eran desordenas y volteó a ver a su gato, quien jugaba con un calcetín. Puso los ojos en blanco cuando Imogen fue a recogerlo y la miró con expresión divertida. – Solo un poco… estoy segura de que las ratas no llegan solo porque tenemos a este pequeño leoncito – dijo con ternura mientras acariciaba a su gatito, quien ya empezaba a ser un gato más grande. Para ella siempre sería el mismo; pequeño y adorable. Cuando la plática regresó a Athan, la castaña asintió sabiamente al escuchar la palabra cruel. – Sabes, le han de estar zumbando los oídos – dijo con diversión. Escuchó atentamente las palabras de su amiga y sonrió ampliamente al recordar a Clayton. – Por cierto, ¿Cómo está? Ya no sé nada de él – hizo un gesto triste el cual cambió cuando miró que su amiga se guardaba la foto de Athan. – Antes de que se la muestres, sácale copias y guarda la imagen en la computadora. Puede que quiera romperla – soltó una risa y siguió intentando recoger lo que había quedado pendiente.
Absorta en su trabajo, Circe dejó que Imogen siguiera viendo las fotos mientras ella intenta ver que le servía y que no. Un poco distraída, volteó a ver a su amiga cuando ésta balbuceo algo que no pudo entender. – ¿Qué pasó? – le preguntó un poco distraída. Sus ojos se enfocaron en la foto que Imo veía con detenimiento y se puso tensa inmediatamente. No podía creer que aún quedara una foto de aquel castaño cuando había pensado que había desechado todas. Sus pensamientos volaron hacia la época donde aquel chico era su todo y a quien siempre quería ayudar, aunque el castaño nunca valorara lo que hacía por él. Tomó la foto y la hizo trocitos pequeños para después lanzarla al bote de basura, sabiendo que tenía que contarle todo a su amiga. – Es mi ex – se encogió de hombros. – Apenas había llegado al país cuando empecé a salir con él… no es una historia muy bonita – hizo una mueca. Se sentó nuevamente y tomó a Cherry – Lo quería mucho, pero él apenas me tomaba en cuenta. Cuando supe que se metía con otras fue cuando lo dejé… no terminamos apropiadamente, solo dejé de tener contacto con él. A él no pareció importarle por lo que ahí acabo lo nuestro. – se encogió de hombros y sonrió – Ya pasó mucho tiempo, no es nada que me afecte. No lo creí importante por eso nunca te conté… – miró a su amiga y ladeó la cabeza. – ¿Por qué tu pregunta? ¿Lo conoces? Hace unos días lo vi de nuevo, pero nada que me quite el sueño – mentía, claro, pero ella sabía que todo era por la desagradable sorpresa que le había dado. En unos días volvería todo a la normalidad.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
Por fin parecía ser que la castaña se animaba a concluir con las tareas mencionadas, claro que no sin antes entreverle ese atisbo de desánimo por hacerlo. Me hacía un poco de gracia pero aún así acabé animándola para que no se lo pensara más. Mientras tanto, cuando la conversación entre ambas comenzó a fluir como algo meramente casual e inocente, su confesión me hizo alzar la mirada y dedicando a Circe un gesto de curiosidad cruzó mi rostro. No sabía bien qué pensar pero ella prosiguió. La manera en la que mi mejor amiga tenía de evadir ciertas "bromas" y comentarios era brutal. –¡No!– Dije aunque más bien era un pensamiento en alto. Había llevado mi mano a mis labios tratando de tapar una carcajada que era inminente. Lo que en verdad expresaba con esa exclamación era un monosílabo bastante gracioso y acusativo con el que no podía creer que le dijese eso a su propio hermano. Vale, en esas no pude contener por mas tiempo la carcajada y estallé. –Creo que preferiría no saberlo, aunque si que me causa cierta curiosidad....– Respondí aun tratando de recomponerme de aquel ataque de risa. Sacudí la cabeza, realmente era tentador saber lo que él habría dicho, pero no me lo imaginaba saltando de alegría precisamente, sino mas bien en plan de " Circe, hay comentarios que mejor podías ahorrarte" o algo así. Fuera como fuese, era demasiado cómico y sabía, que la imagen la tendría revoloteando por mi cabeza bastante tiempo. Claro que todo fue en dirección a Johnny poco después. Miré a Circe curiosa... No era necesario preguntar nada, sabía que entre ellos había algo incluso antes de que mas o menos fuese "oficial" un momento, ¿era oficial lo de John y Circe? – Viólale, seguro que se deja– Solté con diversión sin más. – Bueno no, si se deja ya no sería violación, olvidemos esa idea – Rectifiqué y volví a reír sin parar.
Miré hacia la castaña que jueteaba por momentos con Cherry, alternando con la tarea que aun quedaba por terminar – Ha crecido mucho desde que lo tienes– Dije apreciativamente y fruncí el ceño poniendo una mueca de asco al escuchar la palabra "ratas". –Sí seguro que es un buen guardaespaldas, y cuando crezca un poco más nos defenderá de posibles invasores que quieran trepar por la ventana para colarse dentro de nuestra habitación.– Bromeé y le guiñé un ojo. Era obvia la referencia que había hecho a cuando John decidió entrar para sorprender a Circe por la ventana. –A veces me pregunto si Athan habría trepado hasta aquí arriba... – Dije pensativa... –Aunque me quedo más tranquila si no lo hace... Ya tenemos bastante con un mono loco que sí lo hizo y casi se cae – Sacudí la cabeza de forma negativa y poniendo una sonrisa leve en mis labios. Voltee la mirada mientras terminaba de colocar unos cuantos libros más en el estante de arriba y dando un suspiro retité de una pequeña patada la caja en la que habían estado embalados. Fui al lado de Circe y la escuché preguntarme por Athan a lo que en ese momento simplemente me encogí de hombros. –No lo sé, creo que ha llegado el momento en el que ha empezado a tomarse en serio eso de estudiar e hincar codos... Y, viendo el temporal que hace no creo que esté fuera o lo que sea... Nos veremos a la noche, supongo– Dije aunque no es que estuviese del todo segura. Reí cuando me aconsejó sobre qué hacer con la foto... – No creas que no lo haré, me leíste el pensamiento, Xenidis... Tenía cara de bueno ¿verdad?– Tras unos segundos analizando un poco la imagen en sí, seguimos nuestro trabajo como si nada, por momentos hasta se nos ocurría entonar una canción que la otra seguía y seguíamos hablando de cosas intrascendentes hasta que al revisar aquel álbum de fotos di con algo que hubiese deseado no haber visto... No. No pude evitar hacer la pregunta y casi tenía miedo de escuchar la respuesta... Joder, si alguien tiene fotos de otro alguien es porque ese "otro alguien" es o debió ser una "pieza importante" en su vida, ¿no?...
Circe miró y esperé su respuesta que apenas y se tardó en llegar. – Tu ex – Dije seria y torciendo un poco los labios. Quise revisar de nuevo y efectivamente, era el abusón de la cafetería, estaba segura, no había dudas. Mientras me ubicaba de nuevo y trataba de procesar aquella información me incorporé y me senté mejor sobre la cama, mirando la fotografía, Circe relataba parte de aquella historia como un capítulo de su vida muy triste y que realmente quería olvidar... Pero yo, a cada palabra que iba saliendo de boca de la castaña, más odia le agarraba a aquél épsilon. Tomé un poco de aire y clavé mi vista en mi amiga... No sé por que no me extrañaba nada de lo que ella me contaba. Asentí a sus palabras y sobre todo, reafirme con un movimiento de cabeza a eso de si le conocía...– Este fue el "idiota" con el que me peleé en la cafetería hace ya algún tiempo... Alguna vez que otra lo he visto pero siempre he podido evitarlo... Este tío es un .... Es un ....– traté de contenerme, no quería usar palabras feas... La miré con preocupación... –Cir... Guardabas aún una fotografía de él... – Dije seria pero apretando una mueca traté de convencerme a mí misma de que una simple foto tampoco debía significar nada del otro mundo... – Está bien... Confío en ti, pero, ¿ Seguro que está todo bien con él? Es un tipo agresivo y no me haría mucha gracia que estuvieses mal por un tipo que no merece la pena– Le aseguré.
Miré hacia la castaña que jueteaba por momentos con Cherry, alternando con la tarea que aun quedaba por terminar – Ha crecido mucho desde que lo tienes– Dije apreciativamente y fruncí el ceño poniendo una mueca de asco al escuchar la palabra "ratas". –Sí seguro que es un buen guardaespaldas, y cuando crezca un poco más nos defenderá de posibles invasores que quieran trepar por la ventana para colarse dentro de nuestra habitación.– Bromeé y le guiñé un ojo. Era obvia la referencia que había hecho a cuando John decidió entrar para sorprender a Circe por la ventana. –A veces me pregunto si Athan habría trepado hasta aquí arriba... – Dije pensativa... –Aunque me quedo más tranquila si no lo hace... Ya tenemos bastante con un mono loco que sí lo hizo y casi se cae – Sacudí la cabeza de forma negativa y poniendo una sonrisa leve en mis labios. Voltee la mirada mientras terminaba de colocar unos cuantos libros más en el estante de arriba y dando un suspiro retité de una pequeña patada la caja en la que habían estado embalados. Fui al lado de Circe y la escuché preguntarme por Athan a lo que en ese momento simplemente me encogí de hombros. –No lo sé, creo que ha llegado el momento en el que ha empezado a tomarse en serio eso de estudiar e hincar codos... Y, viendo el temporal que hace no creo que esté fuera o lo que sea... Nos veremos a la noche, supongo– Dije aunque no es que estuviese del todo segura. Reí cuando me aconsejó sobre qué hacer con la foto... – No creas que no lo haré, me leíste el pensamiento, Xenidis... Tenía cara de bueno ¿verdad?– Tras unos segundos analizando un poco la imagen en sí, seguimos nuestro trabajo como si nada, por momentos hasta se nos ocurría entonar una canción que la otra seguía y seguíamos hablando de cosas intrascendentes hasta que al revisar aquel álbum de fotos di con algo que hubiese deseado no haber visto... No. No pude evitar hacer la pregunta y casi tenía miedo de escuchar la respuesta... Joder, si alguien tiene fotos de otro alguien es porque ese "otro alguien" es o debió ser una "pieza importante" en su vida, ¿no?...
Circe miró y esperé su respuesta que apenas y se tardó en llegar. – Tu ex – Dije seria y torciendo un poco los labios. Quise revisar de nuevo y efectivamente, era el abusón de la cafetería, estaba segura, no había dudas. Mientras me ubicaba de nuevo y trataba de procesar aquella información me incorporé y me senté mejor sobre la cama, mirando la fotografía, Circe relataba parte de aquella historia como un capítulo de su vida muy triste y que realmente quería olvidar... Pero yo, a cada palabra que iba saliendo de boca de la castaña, más odia le agarraba a aquél épsilon. Tomé un poco de aire y clavé mi vista en mi amiga... No sé por que no me extrañaba nada de lo que ella me contaba. Asentí a sus palabras y sobre todo, reafirme con un movimiento de cabeza a eso de si le conocía...– Este fue el "idiota" con el que me peleé en la cafetería hace ya algún tiempo... Alguna vez que otra lo he visto pero siempre he podido evitarlo... Este tío es un .... Es un ....– traté de contenerme, no quería usar palabras feas... La miré con preocupación... –Cir... Guardabas aún una fotografía de él... – Dije seria pero apretando una mueca traté de convencerme a mí misma de que una simple foto tampoco debía significar nada del otro mundo... – Está bien... Confío en ti, pero, ¿ Seguro que está todo bien con él? Es un tipo agresivo y no me haría mucha gracia que estuvieses mal por un tipo que no merece la pena– Le aseguré.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
Ciertamente, la emoción por empezar a hacer labores “domesticas” seguía sin llegar a Circe. Lo único que la animó un poco fue la pequeña conversación que había empezado con Imogen y la cual había llegado hasta llegar a una antigua plática de los hermanos Xenidis. No pudo evitar reír junto con Imogen después de haber contado esa anécdota, aun recordando los gestos de su hermano. Unos habían sido de total diversión, otros de total asco. Pero, a decir verdad, esos recuerdos le parecían de lo más divertido a la castaña, aun cuando no podía pensar en hacer cosas así con su mejor amiga. Sin dejar de reír, miró la expresión curiosa de su amiga y la miró con diversión. – Sé que quieres saberlo, se te nota en la mirada… – dijo de forma juguetona y volvió a reír. La griega aun recordaba los fuertes cometarios de su hermano quien había dicho que si no fuera porque ella era su hermana, la idea no le hubiera molestado en lo más mínimo. Soltó una risa solo al recordar ese comentario y negó con la cabeza. – Me contó cosas muy fuertes, Imogen… – le lanzó una almohada a su amiga. – Cosas que él hacía con su lengua y no exactamente a la hora de besar – volvió a reír y fingió hacer una mueca de asco. No podía creer que su hermano se hubiera atrevido a decir algo así. – Pero no te preocupes, no diré nada… – la miró de forma picara y siguió riendo. – yo se la regresé peor, pero eso si ya no lo quieres saber. – le guiñó el ojo y siguió riendo. Aquel día parecía que se había drogado o algo parecido, o eso pensaba solo al recordar sus contraataques. Su risa volvió a aparecer cuando el tema cambió a John. Puso un gesto pensativo ante las palabras de su amiga y volvió a reír. – No podría hacerle algo así al pobre niño, ¿Y si lo asusto? – le cuestionó entre risas y negó con la cabeza. – John es demasiado adorable como para hacerle algo así – le sonrió a su amiga y siguió con su tedioso trabajo.
Con mucho cariño, la castaña tomó a su ya grande Cherry y sonrió ante las palabras de su amiga. – Es cierto. – el tiempo había pasado muy rápido y eso se podía ver en su gato, quien pronto dejaría de ser una cría. Una tierna sonrisa se formó en los labios de Circe cuando Imogen habló sobre los invasores que entraban a las habitaciones por las ventanas. – Será el guardián de las ventanas – comentó entre risas, recordando el día que John se había colado en la habitación… entrando desde la ventana. Ese día lo había regañado por ponerse en riesgo de esa manera, pero no podía mentir diciendo que no le había gustado esa locura. Soltó una risa ante las palabras de su amiga y negó con la cabeza. – Athan es demasiado perezoso como para hacer algo así… incluso le da pereza subirse a una silla para cambiar un foco. – comentó entre risas. – Y si, John tuvo suerte, conociendo a Athan… él si se mata. – puso los ojos en blanco y volvió a reír divertida. Sin embargo, aquella risa se apagó cuando habló sobre el rubio. No creía que ese niño se tomara en serio los estudios, seguramente estaba de vago con John, a quien tampoco había visto. – Tampoco he visto a John… escuché a Athan decir algo de ‘pasar tiempo juntos’, ya sabes cosas de niñas. – ladeó una sonrisa divertida, la cual no se borró cuando el tema cambió al tema de la foto de su hermano. Soltó una suave risa al saber que Imogen guardaría bien esa foto y que tendría cuidado de no perderla.
Como era de esperarse, ya que siempre les pasaba, los temas divertidos dieron un giro. Circe no podía creer que hubiera olvidado la foto de aquel chico. La mayoría había dado a dar al bote de la basura, menos esa. Miró con curiosidad a Imogen quien parecía conocer al castaño y soltó una risa al escuchar cómo le decía. – Es un… – le animó a seguir. – Vamos Imogen, puedes decirle como quieras – comentó entre risas. – Con que fue eso, ahora entiendo tu expresión de molestia al ver la foto – ladeó la cabeza un tanto divertida y volvió a reír. Negó con la cabeza al ver que Imogen empezaba a dudar y le sonrió para tranquilizarla. – La mayoría las tiré, supongo que esa se me pasó y por eso estaba ahí… créeme, no es nada que me haga sufrir – comentó con total sinceridad. No pudo evitar fruncir el ceño al escuchar la palabra ‘agresivo’. ¿En verdad lo era? No recordaba eso, o al menos no le había hecho nada el día que se habían vuelto a ver. – ¿Es agresivo? – le cuestionó un tanto extrañada. Se encogió de hombros y siguió tomando los libros que seguían tirados. – Ladra pero no muerde, no te preocupes por él. – intentó que su voz fuera tranquila, esperando que Imogen no le tomara más odio del que ya le tenía.
Con mucho cariño, la castaña tomó a su ya grande Cherry y sonrió ante las palabras de su amiga. – Es cierto. – el tiempo había pasado muy rápido y eso se podía ver en su gato, quien pronto dejaría de ser una cría. Una tierna sonrisa se formó en los labios de Circe cuando Imogen habló sobre los invasores que entraban a las habitaciones por las ventanas. – Será el guardián de las ventanas – comentó entre risas, recordando el día que John se había colado en la habitación… entrando desde la ventana. Ese día lo había regañado por ponerse en riesgo de esa manera, pero no podía mentir diciendo que no le había gustado esa locura. Soltó una risa ante las palabras de su amiga y negó con la cabeza. – Athan es demasiado perezoso como para hacer algo así… incluso le da pereza subirse a una silla para cambiar un foco. – comentó entre risas. – Y si, John tuvo suerte, conociendo a Athan… él si se mata. – puso los ojos en blanco y volvió a reír divertida. Sin embargo, aquella risa se apagó cuando habló sobre el rubio. No creía que ese niño se tomara en serio los estudios, seguramente estaba de vago con John, a quien tampoco había visto. – Tampoco he visto a John… escuché a Athan decir algo de ‘pasar tiempo juntos’, ya sabes cosas de niñas. – ladeó una sonrisa divertida, la cual no se borró cuando el tema cambió al tema de la foto de su hermano. Soltó una suave risa al saber que Imogen guardaría bien esa foto y que tendría cuidado de no perderla.
Como era de esperarse, ya que siempre les pasaba, los temas divertidos dieron un giro. Circe no podía creer que hubiera olvidado la foto de aquel chico. La mayoría había dado a dar al bote de la basura, menos esa. Miró con curiosidad a Imogen quien parecía conocer al castaño y soltó una risa al escuchar cómo le decía. – Es un… – le animó a seguir. – Vamos Imogen, puedes decirle como quieras – comentó entre risas. – Con que fue eso, ahora entiendo tu expresión de molestia al ver la foto – ladeó la cabeza un tanto divertida y volvió a reír. Negó con la cabeza al ver que Imogen empezaba a dudar y le sonrió para tranquilizarla. – La mayoría las tiré, supongo que esa se me pasó y por eso estaba ahí… créeme, no es nada que me haga sufrir – comentó con total sinceridad. No pudo evitar fruncir el ceño al escuchar la palabra ‘agresivo’. ¿En verdad lo era? No recordaba eso, o al menos no le había hecho nada el día que se habían vuelto a ver. – ¿Es agresivo? – le cuestionó un tanto extrañada. Se encogió de hombros y siguió tomando los libros que seguían tirados. – Ladra pero no muerde, no te preocupes por él. – intentó que su voz fuera tranquila, esperando que Imogen no le tomara más odio del que ya le tenía.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
No hacía falta decirlo, pero aunque era una persona de todo curiosa, había veces en las que era mejor quedarse con la duda. Escuché a Circe y sacudiendo un tanto la cabeza, me negaba a seguir escuchando aquello. Me hacía gracia, sobre todo porque bien sabía lo reacia que era la castaña a escuchar según que tipo de cosas... Alcé una ceja con diversión – Lo hace para molestarte...– aseguré y traté de contener la risa. – ¿Que se la devolviste y peor? – Antes de que la curiosidad volviese a hacerme preguntar que de qué se había tratado, intenté imaginarme algunas ideas y enseguida, supe claramente que preferiría mantenerme con la duda, así que mejor no preguntaba. – Vale, prefiero no saberlo – Aseguré alzando mi mano derecha. – Con respecto a John... Vale, pero puede ser adorable sin ser tan parado ¿no?– Comenté y luego no sé cómo ni por qué recordé a mi primo y a June... – Bueno, aunque mi primo también era demasiado parado y ... Joder, va a ser papá...– Dije aún sin poder creerlo del todo. – Nada, todo es mejor que siga su curso... Además llevas razón, no en lo de que sea adorable, eso se ve, sino en lo de que quizás se asustaría– Bromeé y me encogí de hombros.
Cir comento la observación que yo misma había hecho con Cherry, ya no era tan pequeño, pero en verdad, y quizás fuese porque había visto crecer a ese gatito, que ya no era tan "gatito", me había reconciliado de alguna forma con el mundo de los felinos, bueno, no en general, pero Cherry era un gato diferente y hacía cada cosa que llamaba la atención aunque no quisiera. A pesar de ello era muy discreto. – Es cierto eso de que las mascotas se parecen a sus dueños– Le dije a la castaña y reí. Suspiré imaginando que estará haciendo Athan y sopesé la idea que Circe remarcaba como probable... – Sí, es mas fácil que anden haciendo cualquier cosa que no implique libros... Aunque con la que está cayendo... – Dudé un poco. – Cosas de niñas... Ojalá pudiese verlos a la hora de ponerse en plan "la hora del cotilleo" Seguro que tú igual lo has pensado alguna vez– Le dije riendo, sabiendo que era algo bastante difícil de conseguir.
Claro que de un momento a otro la conversación graciosa y amable había dado un giro radical y ahora se había enfocado más en el individuo de la fotografía que, extrañamente, Circe aún guardaba... – En serio es un ... Es un abusón – La palabra que habia pensado en un principio era mucho mas malsonante que esa pero logré contenerme. – ¿En serio saliste con él?– Estaba muy sorprendida ante aquello, Circe lo contaba con toda naturalidad y eso sí que logró darme un plus de tranquilidad. Dejé la fotografía a un lado – Sí, no encontré la palabra que mejor le definiera. Se puso cómo un endemoniado cuando un chico le tiró el café encima de su trabajo... Al muchacho quiso pegarle... No volví a verlo por la cafetería, claro, que yo tampoco es que haya vuelto a ir mucho – La miré torciendo los labios un poco. – ¿Tú has vuelto a verlo?– Era simple curiosidad, y por lo que tenía entendido, ambos estudiaban la misma carrera así que sería altamente probable... – Le tiré una pepsi entera por encima de los pantalones, delante de un montón de gente... Seguro que quiso matarme...– Fruncí el ceño al recordar algún que otro detalle de cuando el decano nos mandó a dirección. – Debe ser un tío con influencias... De todo lo malo, lo bueno fue que ni hubo sanción, ni castigo ni nada... Aunque prefiero no volver a verlo, de seguro aún me la tiene guardada.... – Confesé y recogiendo la fotografiá la devolví bien colocada al álbum – Te la dejo aquí, tú verás que hacer con esta reliquia... Sabes... De no ser por lo capullo que es, hasta diría que tiene cara de buen chico...– Al final, la palabra que había tratado de no soltar acabé por decirla.
Cir comento la observación que yo misma había hecho con Cherry, ya no era tan pequeño, pero en verdad, y quizás fuese porque había visto crecer a ese gatito, que ya no era tan "gatito", me había reconciliado de alguna forma con el mundo de los felinos, bueno, no en general, pero Cherry era un gato diferente y hacía cada cosa que llamaba la atención aunque no quisiera. A pesar de ello era muy discreto. – Es cierto eso de que las mascotas se parecen a sus dueños– Le dije a la castaña y reí. Suspiré imaginando que estará haciendo Athan y sopesé la idea que Circe remarcaba como probable... – Sí, es mas fácil que anden haciendo cualquier cosa que no implique libros... Aunque con la que está cayendo... – Dudé un poco. – Cosas de niñas... Ojalá pudiese verlos a la hora de ponerse en plan "la hora del cotilleo" Seguro que tú igual lo has pensado alguna vez– Le dije riendo, sabiendo que era algo bastante difícil de conseguir.
Claro que de un momento a otro la conversación graciosa y amable había dado un giro radical y ahora se había enfocado más en el individuo de la fotografía que, extrañamente, Circe aún guardaba... – En serio es un ... Es un abusón – La palabra que habia pensado en un principio era mucho mas malsonante que esa pero logré contenerme. – ¿En serio saliste con él?– Estaba muy sorprendida ante aquello, Circe lo contaba con toda naturalidad y eso sí que logró darme un plus de tranquilidad. Dejé la fotografía a un lado – Sí, no encontré la palabra que mejor le definiera. Se puso cómo un endemoniado cuando un chico le tiró el café encima de su trabajo... Al muchacho quiso pegarle... No volví a verlo por la cafetería, claro, que yo tampoco es que haya vuelto a ir mucho – La miré torciendo los labios un poco. – ¿Tú has vuelto a verlo?– Era simple curiosidad, y por lo que tenía entendido, ambos estudiaban la misma carrera así que sería altamente probable... – Le tiré una pepsi entera por encima de los pantalones, delante de un montón de gente... Seguro que quiso matarme...– Fruncí el ceño al recordar algún que otro detalle de cuando el decano nos mandó a dirección. – Debe ser un tío con influencias... De todo lo malo, lo bueno fue que ni hubo sanción, ni castigo ni nada... Aunque prefiero no volver a verlo, de seguro aún me la tiene guardada.... – Confesé y recogiendo la fotografiá la devolví bien colocada al álbum – Te la dejo aquí, tú verás que hacer con esta reliquia... Sabes... De no ser por lo capullo que es, hasta diría que tiene cara de buen chico...– Al final, la palabra que había tratado de no soltar acabé por decirla.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
La sonrisa burlona de la castaña no se desvaneció al escuchar las palabras de su amiga. Fuera broma o no, la chica se había divertido mucho cuando su hermano le había hecho ese tipo de comentarios. El muy tonto debió pensar antes el que aquello lo podía usar para molestarlo. Había veces que los hermanos se parecían bastante, por lo que Circe podía a llegar a ser bastante molesta con esos temas. Soltando una pequeña risa, pudo notar que su amiga seguía teniendo curiosidad de lo que su hermano le había dicho, sin embargo estaba segura de que se había dado cuenta que en verdad era mejor no saber lo que la castaña le había contestado. – Buena decisión, no te diré nada – comentó mientras soltaba unas pequeñas risitas y tomaba una botella con agua que estaba en su cama. Mientras la abría, la castaña soltó una pequeña risita al escuchar las palabras de su amiga. Era cierto que John era un poco… ¿lento? Pero a ella le parecía el chico más adorable, aún con su lentitud. Limitándose a encogerse de hombros, la chica empezó a tomar de su botella tranquilamente; sin embargo, las palabras de su amiga hicieron que casi se ahogara. – ¡Imogen! No quiero imaginar que los hombres “parados” acaben metiendo gol a la primera – dijo entre risas y negó con la cabeza. – John es perfecto como es, incluso el ser lento es uno de sus encantos – reí nuevamente y le saqué la lengua de forma infantil.
Con una pequeña sonrisa, la castaña tomó a su gatito y lo cargó como si fuera un bebé. Soltó una pequeña risa al ver que el gato intentaba librarse del abrazo y lo dejó en su cama, en donde se puso a jugar con el juguete que había dejado ahí minutos atrás. Ahora él era el rey de la habitación. Circe estaba segura de que el pequeño no habría tomado muy bien el que Mantecado llegara a quitarle su trono, por lo que fue una buena idea dárselo a John. Solo esperaba que su hermano no le hiciera nada al pobre gato… aunque pensándolo mejor, esperaba que Mantecado no le hiciera nada a su hermano. Soltando una pequeña risa, Circe miró a su amiga y asintió. – ¿Verdad que si? Cherry es un gato muy guapo – comentó en tono bromista y volvió a reír. Una pequeña pero triste sonrisa se formó en los labios de la castaña al notar que su amiga extrañaba a Athan. No podía culparla, a ella le pasaba lo mismo con John, solo que en este caso era culpa de ella. Todos estaban de vacaciones, pero ella tenía que ir regularmente al hospital. Su carrera estaba en la etapa final y debía esforzarse hasta en las vacaciones. Miró hacia la ventana al escuchar las palabras de su amiga y sonrió. – Claro que me lo imagino – soltó una carcajada solo con pensarlo. – Seguramente son peores sus platicas que las nuestras – alzó levemente una ceja y se encogió de hombros. – A veces los hombres son más chismosos que las mujeres, eso nunca lo dudes – soltó otra carcajada y se limitó a sonreír. En realidad, no quería saber lo que ellos hablaran, ya que estaba segura de que hablaban de ellas dos. No quería saber las reacciones de Athan ante las historias de John, que aunque no tuvieran nada de “malo”, el rubio llegaba a ser un tanto exagerado.
Con una mirada bastante divertida, Circe podía notar que su amiga le había tomado mucho odio a su ex. Y no, no la culpaba, ella también le habría tomado coraje si no fuera porque le parecía una pérdida de tiempo. Soltó una pequeña risita al escuchar como lo llamaba y se encogió de hombros ante la pregunta de la rubia. – Puede llegar a ser… lindo – dudó un poco en la palabra, pensando si esa era la correcta para definir la otra cara del castaño. Con curiosidad, la chica escuchó la historia de la rubia y no pudo evitar soltar pequeñas risas ante todo lo que le estaba contando. Recordando cómo era aquel chico, Circe ya se imaginaba como se había puesto. Llegaba a ser un exagerado y se creía el rey del mundo. Al pensar en eso, Circe también se preguntó cómo había podido salir con alguien así. – Lo volví a ver hace una semana, en la playa – frunció levemente el ceño, como si le molestara recordar ese día. – Nada especial – comentó con total sinceridad. Quizás al principio había sido algo horrible, pero después de tranquilizarse, le había parecido solo un mal encuentro. Sin evitarlo, soltó una carcajada ante la historia de Imogen y levantó sus pulgares en modo de aceptación. – Bien hecho, es algo que siempre se ha merecido. Odia quedar en total ridículo – dijo entre risas. – Lo es – levantó la mirada hacia su amiga cuando le contó sobre sus sospechas. – Fue gracias a mi madre que lo conocí, ahora entenderás – hizo una ligera mueca y soltó un suspiro. – Ella solo se junta con gente que, según ella, vale la pena – puso los ojos en blanco. Tomó la foto y rió levemente – Podemos ponerla en la basura, no es importante – le sonrió amablemente y siguió con el trabajo – Debemos seguir con esto o las ratas no tardarán en llegar – bromeo un poco y quitó a Cherry de la almohada de Imogen, su favorita.
Con una pequeña sonrisa, la castaña tomó a su gatito y lo cargó como si fuera un bebé. Soltó una pequeña risa al ver que el gato intentaba librarse del abrazo y lo dejó en su cama, en donde se puso a jugar con el juguete que había dejado ahí minutos atrás. Ahora él era el rey de la habitación. Circe estaba segura de que el pequeño no habría tomado muy bien el que Mantecado llegara a quitarle su trono, por lo que fue una buena idea dárselo a John. Solo esperaba que su hermano no le hiciera nada al pobre gato… aunque pensándolo mejor, esperaba que Mantecado no le hiciera nada a su hermano. Soltando una pequeña risa, Circe miró a su amiga y asintió. – ¿Verdad que si? Cherry es un gato muy guapo – comentó en tono bromista y volvió a reír. Una pequeña pero triste sonrisa se formó en los labios de la castaña al notar que su amiga extrañaba a Athan. No podía culparla, a ella le pasaba lo mismo con John, solo que en este caso era culpa de ella. Todos estaban de vacaciones, pero ella tenía que ir regularmente al hospital. Su carrera estaba en la etapa final y debía esforzarse hasta en las vacaciones. Miró hacia la ventana al escuchar las palabras de su amiga y sonrió. – Claro que me lo imagino – soltó una carcajada solo con pensarlo. – Seguramente son peores sus platicas que las nuestras – alzó levemente una ceja y se encogió de hombros. – A veces los hombres son más chismosos que las mujeres, eso nunca lo dudes – soltó otra carcajada y se limitó a sonreír. En realidad, no quería saber lo que ellos hablaran, ya que estaba segura de que hablaban de ellas dos. No quería saber las reacciones de Athan ante las historias de John, que aunque no tuvieran nada de “malo”, el rubio llegaba a ser un tanto exagerado.
Con una mirada bastante divertida, Circe podía notar que su amiga le había tomado mucho odio a su ex. Y no, no la culpaba, ella también le habría tomado coraje si no fuera porque le parecía una pérdida de tiempo. Soltó una pequeña risita al escuchar como lo llamaba y se encogió de hombros ante la pregunta de la rubia. – Puede llegar a ser… lindo – dudó un poco en la palabra, pensando si esa era la correcta para definir la otra cara del castaño. Con curiosidad, la chica escuchó la historia de la rubia y no pudo evitar soltar pequeñas risas ante todo lo que le estaba contando. Recordando cómo era aquel chico, Circe ya se imaginaba como se había puesto. Llegaba a ser un exagerado y se creía el rey del mundo. Al pensar en eso, Circe también se preguntó cómo había podido salir con alguien así. – Lo volví a ver hace una semana, en la playa – frunció levemente el ceño, como si le molestara recordar ese día. – Nada especial – comentó con total sinceridad. Quizás al principio había sido algo horrible, pero después de tranquilizarse, le había parecido solo un mal encuentro. Sin evitarlo, soltó una carcajada ante la historia de Imogen y levantó sus pulgares en modo de aceptación. – Bien hecho, es algo que siempre se ha merecido. Odia quedar en total ridículo – dijo entre risas. – Lo es – levantó la mirada hacia su amiga cuando le contó sobre sus sospechas. – Fue gracias a mi madre que lo conocí, ahora entenderás – hizo una ligera mueca y soltó un suspiro. – Ella solo se junta con gente que, según ella, vale la pena – puso los ojos en blanco. Tomó la foto y rió levemente – Podemos ponerla en la basura, no es importante – le sonrió amablemente y siguió con el trabajo – Debemos seguir con esto o las ratas no tardarán en llegar – bromeo un poco y quitó a Cherry de la almohada de Imogen, su favorita.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
Claro que tenía curiosidad por la conversación que hubiesen mantenido ambos hermanos, pero prefería mantenerme con la incógnita. Lo único que sabía al cien por cien, era la capacidad de Circe para 'trolear' a todos sin apenas levantar sospecha de que lo hacía por simple diversión, por cosas como esas, tenía claro que era mi mejor amiga. ¿Quien dijo que las personas con actitud parecida estaban condenadas a llevarse mal? Había cosas en las que seguramente tendríamos nuestras diferencias, pero ser un fastidio cuando nos lo proponíamos, era algo en lo que nos parecíamos bastante, algo como saber cómo y cuando convertirnos en una especie de 'auténtica pesadilla' para quien osara a cuestionar nuestra capacidad de contraataque. No tardó en recalcar que no me lo contaría y no pude evitar tener la precisión exacta, para contener las ganas de cuestionarla con aquella duda... Pero no... Que Athan era su hermano... Las situaciones bizarras y surrealistas podían esperar.
Acepté de nuevo con una sacudida de cabeza que dejaba claro mis intenciones de pasar a otro tema completamente diferente, bueno... No tan "diferente". – Cos´You are amazing, just the way you are...– Tarareé o más bien canturreé con el poco talento para eso de cantar con el que mas de una vez me había atrevido a "deleitar" a mis amigos. – ¿En serio?– Cuestioné poniendo un gesto de duda. –Bueno, ya sé que John es un chico tierno y todo eso... Pero... Un poco de romance no implica necesariamente meter gol – Dije divertida y reí sin parar. –Vamos a ver... Quién no imagina por ejemplo la cita perfecta, o el momento perfecto en el que él diga que no puede vivir sin tu sonrisa, o... No sé, que después de una discusión por algún partido de fútbol, por ejemplo, haya la posibilidad de una de esas reconciliaciones de película...– Bromeaba y al final de decir aquello, me encogí de hombros y mantuve un gesto pensativo para acabar sonriendo a mi amiga suavemente... – Es John, Circe... Sea lo parado que sea, no importa, quiere estar contigo y tú quieres estar con él...– Acompañé esa firme sentencia con un movimiento de cabeza afirmativo.
Poco a poco, la tarea de limpieza iba aminorando, todo iba quedando en su lugar. La respuesta de Circe a la observación del crecimiento del pequeño gato me sacó una sonrisa que me hacía sentir aun más ternura que otra cosa. –¿Sabes que gracias a ti y a Cherry podré volver a reconciliarme con el mundo de los gatos?– Comentaba soltando una carcajada que me devolvió a su lado una vez hube terminado de colocar libros en mi parte del estante. –Puede que sean peores, quizás podamos inventar un método de persuasión alternativo para que ellos mismos confiesen– Acaricié a Cherry con suavidad y reí animada ante lo disparatado de mi idea, a lo que se unió aquello que la castaña dijo, y que tenía tanta razón:" Los hombres podían ser más chismosos que cualquiera de nosotras".
Miré a Circe con gesto de curiosidad al mencionar a el chico épsilon, Julian. Sabía que las circustancias en la que nos habíamos conocido, no propiciarían para nada en absoluto un acercamiento, tan siquiera medianamente amistoso entre él y yo, así que, por ahora y de momento, me limitaba a escuchar parte de la experiencia de Circe con... Él. Y sí, si aún me era complicado asumirlo, imaginad lo que significaría mencionarlo a viva voz... – Un momento... ¿estamos hablando del mismo Julian? – Obvio que sí... Pero era una muestra directa de lo que me costaba entender que en realidad sí que hubo un pasado compartido entre mi mejor amiga y aquél "Ogro" épsilon. La escuché atenta y procesando cada una de sus palabras, asintiendo con la cabeza y riendo con ganas nada más me felicitó por mi "hazaña" –Bueno, en ese momento justo... En lo que menos pensé era en la gente que había alrededor... Luego tan solo sentí cómo me fulminaba tan solo con la mirada, y lo siguiente... La voz del decano que nos llevó a su despacho...– Relaté –Vaya... En mi opinión creo que esta vez, tu madre no dio para nada en el clavo... Pero en fin...– Reí y me encogí de hombros... – La parte buena es que, si hubiese sido cualquier Toro molesto y maleducado, con ganas de simplemente joder, me hubiese caído el castigo de mi vida... – Tomé la fotografía y preferí dejarla a un lado, al fin de cuentas, era parte del pasado de Circe, quizás debía ser ella misma la que se deshiciese de la foto en cuestión, aunque no me importaba echarle un cable.
Era algo maniática con algunas cosas a veces, quizás las cosas absurdas y algo extrañas que formaban mi persona y que a veces no se llegaban a entender del todo – Hum... Me da mal rollo romper fotos... ¿eh? – Dije dudosa y reaccioné tras quedarme pensativa por momentos. – Sí, ya queda menos, pero antes... – Saqué mi mechero y en cuestión de segundos, prendí la fotografía reduciendo a cenizas la misma. – Los malos recuerdos se queman para que los nuevos renazcan con fuerza–. Miré la pequeña llama sofocarse al fondo de la papelera metálica vacía, consumiendo poco a poco la imagen que ennegreciéndose dejaba tan solo las cenizas. Una vez hube acabado, miré en dirección a Circe... – Listo. Ahora podemos acabar con la limpieza, creo que lo mas "gordo" ya nos lo hemos quitado de encima...– Reí. Hacía referencia obvia a aquella imagen que Circe, sin saberlo había guardado y que ahora pasaba al lugar que realmente debía ocupar en su vida: La papelera de nuestra habitación.
Acepté de nuevo con una sacudida de cabeza que dejaba claro mis intenciones de pasar a otro tema completamente diferente, bueno... No tan "diferente". – Cos´You are amazing, just the way you are...– Tarareé o más bien canturreé con el poco talento para eso de cantar con el que mas de una vez me había atrevido a "deleitar" a mis amigos. – ¿En serio?– Cuestioné poniendo un gesto de duda. –Bueno, ya sé que John es un chico tierno y todo eso... Pero... Un poco de romance no implica necesariamente meter gol – Dije divertida y reí sin parar. –Vamos a ver... Quién no imagina por ejemplo la cita perfecta, o el momento perfecto en el que él diga que no puede vivir sin tu sonrisa, o... No sé, que después de una discusión por algún partido de fútbol, por ejemplo, haya la posibilidad de una de esas reconciliaciones de película...– Bromeaba y al final de decir aquello, me encogí de hombros y mantuve un gesto pensativo para acabar sonriendo a mi amiga suavemente... – Es John, Circe... Sea lo parado que sea, no importa, quiere estar contigo y tú quieres estar con él...– Acompañé esa firme sentencia con un movimiento de cabeza afirmativo.
Poco a poco, la tarea de limpieza iba aminorando, todo iba quedando en su lugar. La respuesta de Circe a la observación del crecimiento del pequeño gato me sacó una sonrisa que me hacía sentir aun más ternura que otra cosa. –¿Sabes que gracias a ti y a Cherry podré volver a reconciliarme con el mundo de los gatos?– Comentaba soltando una carcajada que me devolvió a su lado una vez hube terminado de colocar libros en mi parte del estante. –Puede que sean peores, quizás podamos inventar un método de persuasión alternativo para que ellos mismos confiesen– Acaricié a Cherry con suavidad y reí animada ante lo disparatado de mi idea, a lo que se unió aquello que la castaña dijo, y que tenía tanta razón:" Los hombres podían ser más chismosos que cualquiera de nosotras".
Miré a Circe con gesto de curiosidad al mencionar a el chico épsilon, Julian. Sabía que las circustancias en la que nos habíamos conocido, no propiciarían para nada en absoluto un acercamiento, tan siquiera medianamente amistoso entre él y yo, así que, por ahora y de momento, me limitaba a escuchar parte de la experiencia de Circe con... Él. Y sí, si aún me era complicado asumirlo, imaginad lo que significaría mencionarlo a viva voz... – Un momento... ¿estamos hablando del mismo Julian? – Obvio que sí... Pero era una muestra directa de lo que me costaba entender que en realidad sí que hubo un pasado compartido entre mi mejor amiga y aquél "Ogro" épsilon. La escuché atenta y procesando cada una de sus palabras, asintiendo con la cabeza y riendo con ganas nada más me felicitó por mi "hazaña" –Bueno, en ese momento justo... En lo que menos pensé era en la gente que había alrededor... Luego tan solo sentí cómo me fulminaba tan solo con la mirada, y lo siguiente... La voz del decano que nos llevó a su despacho...– Relaté –Vaya... En mi opinión creo que esta vez, tu madre no dio para nada en el clavo... Pero en fin...– Reí y me encogí de hombros... – La parte buena es que, si hubiese sido cualquier Toro molesto y maleducado, con ganas de simplemente joder, me hubiese caído el castigo de mi vida... – Tomé la fotografía y preferí dejarla a un lado, al fin de cuentas, era parte del pasado de Circe, quizás debía ser ella misma la que se deshiciese de la foto en cuestión, aunque no me importaba echarle un cable.
Era algo maniática con algunas cosas a veces, quizás las cosas absurdas y algo extrañas que formaban mi persona y que a veces no se llegaban a entender del todo – Hum... Me da mal rollo romper fotos... ¿eh? – Dije dudosa y reaccioné tras quedarme pensativa por momentos. – Sí, ya queda menos, pero antes... – Saqué mi mechero y en cuestión de segundos, prendí la fotografía reduciendo a cenizas la misma. – Los malos recuerdos se queman para que los nuevos renazcan con fuerza–. Miré la pequeña llama sofocarse al fondo de la papelera metálica vacía, consumiendo poco a poco la imagen que ennegreciéndose dejaba tan solo las cenizas. Una vez hube acabado, miré en dirección a Circe... – Listo. Ahora podemos acabar con la limpieza, creo que lo mas "gordo" ya nos lo hemos quitado de encima...– Reí. Hacía referencia obvia a aquella imagen que Circe, sin saberlo había guardado y que ahora pasaba al lugar que realmente debía ocupar en su vida: La papelera de nuestra habitación.
Imogen S. Truman
Fecha de inscripción :
04/03/2015
Re: Does Evil Like Pictures? || Circe
La mirada de Imogen le daba a entender a la castaña que la chica seguía sintiendo algo de curiosidad acerca de lo que su hermano y ella habían dicho. Lo cierto era que la castaña no quería recordar las tonterías que había dicho, pero al ser algo tan extraño, no podía evitar recordarlas cada vez que se hablaba de la relación de Imogen y Athan. No tenía ni idea de lo que se había metido o lo que había tomado, por lo que se sorprendió al escuchar esas palabras salir de su boca. Negó con la cabeza y decidió cambiar el tema, algo que fue fácil al ver que Imogen también deseaba eso. Sin embargo, el tema cambio a uno que relacionaba directamente a John. Al escuchar las palabras de su amiga no pudo evitar soltar una risa y fruncir el ceño al ver que Imogen no había entendido lo que había querido decir. No era exactamente eso lo que quería dar a entender, sino que la idea de que un chico “parado” a la primera que tuviera una relación sexual, lo haría con tantas ganas como para dejar embarazada a la chica. Le lanzó una almohada al escucharla cantar y rió levemente ante la idea del romanticismo. – Dime que Athan no ha dicho algo así… – cerró los ojos y evito pensar a su hermano romántico. Y no, no es que eso fuera malo, simplemente que no podía pensar en un Athan romántico y cursi. – Si lo ha dicho, la próxima vez lo grabas para poder reírme un poco. – soltó una pequeña risita y negó con la cabeza. – No era lo que quería decir, Imogen. – soltó un suspiro y se sentó en la cama, pensando en John y su personalidad “parada”. – Lo decía por la razón del embarazo… no quiero pensar que todos los hombres que son “parados” tengan la mala suerte de embarazar a la primera. – volvió a reír y frunció el ceño. La idea de tener un hijo no estaba en sus planes, no al menos en los cercanos. Una ligera sonrisa se formó en sus labios al escuchar lo último y se encogió de hombros. – Eso creo... – no le gustó parecer dudosa, aunque el que fuera un poco “parado” la hacía pensar de ese modo. No era algo muy bueno.
El tema “Cherry” hizo que todas sus dudas quedaran en el olvido y soltó una pequeña risa ante la idea de que Cherry hizo que se conciliara con el mundo de los gatos. Aún recordaba lo que había dicho June del primer encuentro… bien, eso, de Athan e Imogen. No podía creer que los dos fueran tan irresponsables de haberlo hecho frente a una pequeña creatura hermosa e inocente. Seguramente el pobre gato había quedado traumado después de eso. Era por eso que Athan tenía prohibida la entrada a la habitación, para que el gato no sufriera por verlo desnudo. – Todos aman a Cherry, menos Athan… tienen una guerra y estoy segura de que mi bebé siempre ganará. – sonrió divertida y abrazó a su gato mientras Imogen lo acariciaba. Él era un pequeño bebé. – Bueno, sabemos bien cómo puedes convencer a Athan – se encogió de hombros y le sonrió a su amiga. Imogen podría sacarle todos los chismes a su hermano, no creí que le fuera negar nada a su novia. La adoraba.
Para ella, su historia de desamor le era indiferente, era parte de una historia que tenía casi olvidada. Pero para Imogen, todo aquello era nuevo y le daba gracia que se sorprendiera de tal manera. Si, estaba de acuerdo de que aquel chico podía ser grosero, odioso, prepotente, idiota… y muchas cosas más, pero por algo se había fijado en él hace algunos años. La pregunta era, ¿Qué había sido ese algo? Bueno, parecía que Imogen tenía la razón. Soltó una carcajada ante la historia y soltó un suspiro. – Que mal que lo tuvieras que conocer, Imo. – se encogió de hombros, como si aquello fuera culpa suya. – No te preocupes por él, mientras te vea conmigo, no te dirá nada o yo lo pondré en su lugar – le guiñó el ojo con diversión y se soltó a reír. Aún recordaba la expresión molesta del castaño, pero nunca se atrevió a decir lo que pensaba. A ella no la iba a joder de nuevo, o acabaría mal. – Mi madre no aún no sabe como soy, con él pensaba que había dado un paso positivo… – negó con la cabeza y se rió, ¿Por qué seguiría pensando esas cosas? Soltó otra carcajada cuando habló sobre lo que le hubiera pasado. – Ese toro también es maleducado y molesto, pero su primera intención no fue joder – dijo divertida. De reojo pudo ver que dejaba la fotografía a un lado, ignorando que hacer con ella.
Cuando estuvo cerca de romperla, las palabras de Imogen le hicieron fruncir el ceño. Ella nunca había sido de las personas que decían que no debían romper fotos por tal cosa o no pisar tan cosa, ella siempre hacía las cosas lo más fácil y cómodo que podía. Frunció levemente el ceño al ver que su amiga quemaba la foto y la tiraba a la papelera, haciéndola reír levemente. – ¿Puedo danzar alrededor? – le cuestionó divertida y miró el poco trabajo que quedaba. – Bien, es hora de terminar antes de que tus amigas las ratas llegues – siguió bromeando con ella y siguió su trabajo.
El tema “Cherry” hizo que todas sus dudas quedaran en el olvido y soltó una pequeña risa ante la idea de que Cherry hizo que se conciliara con el mundo de los gatos. Aún recordaba lo que había dicho June del primer encuentro… bien, eso, de Athan e Imogen. No podía creer que los dos fueran tan irresponsables de haberlo hecho frente a una pequeña creatura hermosa e inocente. Seguramente el pobre gato había quedado traumado después de eso. Era por eso que Athan tenía prohibida la entrada a la habitación, para que el gato no sufriera por verlo desnudo. – Todos aman a Cherry, menos Athan… tienen una guerra y estoy segura de que mi bebé siempre ganará. – sonrió divertida y abrazó a su gato mientras Imogen lo acariciaba. Él era un pequeño bebé. – Bueno, sabemos bien cómo puedes convencer a Athan – se encogió de hombros y le sonrió a su amiga. Imogen podría sacarle todos los chismes a su hermano, no creí que le fuera negar nada a su novia. La adoraba.
Para ella, su historia de desamor le era indiferente, era parte de una historia que tenía casi olvidada. Pero para Imogen, todo aquello era nuevo y le daba gracia que se sorprendiera de tal manera. Si, estaba de acuerdo de que aquel chico podía ser grosero, odioso, prepotente, idiota… y muchas cosas más, pero por algo se había fijado en él hace algunos años. La pregunta era, ¿Qué había sido ese algo? Bueno, parecía que Imogen tenía la razón. Soltó una carcajada ante la historia y soltó un suspiro. – Que mal que lo tuvieras que conocer, Imo. – se encogió de hombros, como si aquello fuera culpa suya. – No te preocupes por él, mientras te vea conmigo, no te dirá nada o yo lo pondré en su lugar – le guiñó el ojo con diversión y se soltó a reír. Aún recordaba la expresión molesta del castaño, pero nunca se atrevió a decir lo que pensaba. A ella no la iba a joder de nuevo, o acabaría mal. – Mi madre no aún no sabe como soy, con él pensaba que había dado un paso positivo… – negó con la cabeza y se rió, ¿Por qué seguiría pensando esas cosas? Soltó otra carcajada cuando habló sobre lo que le hubiera pasado. – Ese toro también es maleducado y molesto, pero su primera intención no fue joder – dijo divertida. De reojo pudo ver que dejaba la fotografía a un lado, ignorando que hacer con ella.
Cuando estuvo cerca de romperla, las palabras de Imogen le hicieron fruncir el ceño. Ella nunca había sido de las personas que decían que no debían romper fotos por tal cosa o no pisar tan cosa, ella siempre hacía las cosas lo más fácil y cómodo que podía. Frunció levemente el ceño al ver que su amiga quemaba la foto y la tiraba a la papelera, haciéndola reír levemente. – ¿Puedo danzar alrededor? – le cuestionó divertida y miró el poco trabajo que quedaba. – Bien, es hora de terminar antes de que tus amigas las ratas llegues – siguió bromeando con ella y siguió su trabajo.
Circe Xenidis
Fecha de inscripción :
22/02/2015
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