Shake It Up! // Imogen

Tomando su la ultima bolsa llena de ropa, Circe salió de su antigua habitación y se dirigió a la habitación 102, su nuevo hogar. La castaña había pensado que las líderes se opondrían cuando la chica les pidió que si se podía cambiar de habitación al enterarse que había un lugar libre en donde estaban sus amigas. Para su suerte, nadie se opuso y bastante contenta se fue corriendo hasta el cuarto y empezó a tomar sus cosas para luego cambiarlas de lugar. Ese día no estaba ninguna de las chicas, así que les daría una sorpresa cuando las chicas llegaran y vieran que Circe ya se había instalado en la habitación.

Con el pie, la griega abrió la puerta de la habitación y la cerró con cuidado con el mismo pie, ya que hasta su boca estaba ocupada cargando una pequeña bolsa. Con pasitos algo torpes, Circe llegó hasta su nueva cama y dejó caer todas las cosas que traía en mano. Soltó un pequeño resoplido cuando vio que todo era un gran desastre, así que remango las mangas de su sudadera y empezó a arreglar todas las cosas. Empezó con sus guitarras, las cuales fueron a dar en la esquina más cercana de su cama y lo más lejos de los cojines de sus gatos. Sacó toda su ropa y empezó a colgarla en su nuevo pequeño armario, pensando en que ahí no cabria toda su ropa y maldiciendo a su madre, mentalmente. Circe estaba al tanto de que sus pequeños gatos estaban al pendiente de todo lo que hacía su dueña, así que, aburridos, empezaron a explorar la habitación. Minnie conoció al gato de June, quien había estado viendo a sus nuevos compañeros de habitación, y Cherry, quien ya se había instalado en la almohada de Imogen. Con ternura, Circe tomó a su pequeño gatito y lo puso en su cojín. — No empieces con la patita izquierda, Cherry — lo regañó con ternura y siguió con su tarea de arreglar todas sus cosas.

Pasó casi una hora y dándole el último toque a su pedazo de habitación (pegar el poster de The Beatles), sonrió con aprobación. Todo había quedado perfecto. Se tiró en su cama y se estiró al sentir un poco de cansancio. — Ouch — se quejó al notar que Cherry se acostaba en su estomago y sonrió al ver que Minnie parecía haber hecho un nuevo amigo, la mascota de June — Bueno, ahora a esperar a nuestras nuevas compañeras de habitación — les comentó con ternura, acariciando a Cherry con amor.

La castaña se quedó contemplando a su pequeño gatito con ternura. Por su mente pasaron las cosas horribles que le pudieron pasar al pequeño Cherry si ella no lo hubiese rescatado de la calle. Seguramente los demás gatos no lo hubiesen aceptado o quizás las personas, como eran, lo hubiesen maltratado de diferentes formas. Su vida hubiera sido bastante diferente a la que había llevado Minnie. Pero el destino había dicho que Cherry cayera en sus brazos y ahora estuviera felizmente enrollado sobre el estomago de su dueña, en la seguridad de la habitación 102. Con dos dedos, Circe se puso a acaricia su cabeza y con una gran sonrisa escuchó los ronroneos del pequeño. Esa tranquilidad no duró mucho, ya que escuchó que la puerta de la habitación de abría dejando ver a su amiga Imogen. La castaña sonrió ante la primera pregunta de la chica y frunció el ceño de manera divertida al ver que la rubia pensaba rápido. — Sí, creo que es lo que crees que es — le comentó de forma divertida y le sacó la lengua desde la cama.

Soltó una carcajada cuando vio que la chica se le lanzaba y la abrazaba, haciendo que su pequeño Cherry se asustara y saliera corriendo hacia donde estaba Minnie, quien se enojó con el pequeño gatito y empezó una pelea que la castaña fue a parar. — ¡Basta! ¡Son unos demonios! — dijo mientras separaba a los dos gatos y los ponía en sus cojines. Soltó un suspiro cansado y volvió a mirar a su amiga con felicidad — ¡Sí! Kitty aceptó — dijo con emoción. Realmente no podía creer que hubiera sido así de fácil, ya que solo se lo pidió y la castaña aceptó de inmediato. Estaba al tanto de que alguien ya había ocupado su lugar, así que no se sentía mal al haber dejado a sus otras compañeras. Ellas sabían que Circe las adoraba, sobretodo Kitty. La castaña negó con la cabeza ante la pregunta de la rubia y le sonrió nuevamente — No, he acabado... pero gracias — dijo y soltó una pequeña risa por el reproche que le hacía la menor. — ¡Era una sorpresa! — se encogió y le guiñó el ojo con ternura. Circe no pudo evitar soltar otra risa y la volvió a abrazar — Lo sé, así ya no molestaras a Kitty con tus golpes. — le sacó la lengua y fue a tomar a Cherry quien se volvío a trasladar a la almohada de Imogen.

Con Cherry en manos, Circe se volvió a sentar frente a Imo y le sonrió con cierta diversión. — ¿Algo que debas contar? — le dijo con picardía — En la fiesta de June solo me dijiste lo que pasó con mi hermano, pero luego te vi dándole una bofetada — comentó con tono de sorpresa. Claro, estaba segura de que Imo había tenido una razón, así que no le molestaba en lo más mínimo, sino todo lo contrario. Alguien debía poner en regla a ese niño. — ¿Por qué maltrataste a mi pequeño y dulce hermano? — dijo con una gran sonrisa, pues al ver el semblante de Imo durante esos días, era obvio que había pasado algo bueno después de eso.

Circe asintió cuando la rubia exclamó que había sido una gran sorpresa. Sabía que Kitty y Brooke no eran unas brujas malvadas, pero llevaban muy en serio las reglas de la fraternidad, por lo que le sorprendió mucho el que no se opusieran un poco. Ni siquiera tuvo que rogar para que la cambiaran, esas niñas eran un amor. Cuando Imogen mencionó lo de la fiesta de Clay, la castaña hizo un gesto de sorpresa y se enderezó. — Es verdad, ¿Cómo vas con eso? ¿Te puedo ayudar en algo? — le preguntó con interés. Clay le caía bastante bien y esperaba celebrar su cumpleaños de la mejor manera, ese chico era un amor y se lo merecía. Soltó una ligera carcajada ante la idea de un código secreto y asintió con una seriedad que ni ella se lo creía. — Lo sé, lo sé… — dijo con tono sarcástico y empezó a reír.

La chica miró a su amiga bastante atenta cuando empezó a contarle todo lo que había pasado después de aquella bofetada en la fiesta. Con tranquilidad, Circe levantó las manos cuando Imogen empezó a hablar — Ok, se que pasó después de la fiesta de Domi… recuerda que no quiero pensar en eso — comentó con cierta gracia y quedó en silencio, escuchando toda la historia de su amiga. Su primera reacción fue de molestia al pensar que su hermano había tenido el descaro de alejarse de su amiga — ¡Que cobarde fue! Se merecía ese bofetón — dijo indignada y volviendo a callarse para seguir escuchando a la rubia. Su expresión cambió a uno de felicidad cuando escuchó que ella no podía estar con otra persona y su felicidad se hizo más grande cuando comentó que estaban, por así decirlo, juntos. — ¡Dime que no es broma! — le comentó con mucha emoción — ¿Te puedo decir cuñada? ¿En verdad? ¡Athan aceptó eso! — Se levantó bastante sorprendida — ¡Eso es genial, Imogen! Sabía que ahí había algo… — dijo con demasiada emoción. Athan había aceptado algo así y era obvio que lo hacía porque Imogen le gustaba, este podía ser un gran cambio para bien.

Su sonrisa se apagó un poco cuando Imogen le preguntó por John, pero vamos, era obvio que lo iba a hacer. Circe se volvió a sentar y se puso un poco nerviosa. — Bueno… — miró a Cherry — Se supone que solo bailé con él, solo que… casi nos besamos. — comentó con media sonrisa. — No es bueno, Imogen… él es mi amigo y no quiero perder su amistad solo por algo así. Además, él había bebido… — si, era una excusa bastante tonta pero la castaña no sabía que decir. — Además… volví a encontrarme con Isaiah y… bueno… — se puso más nerviosa. — Nos besamos y él… él me confesó que le gustaba. — soltó un pequeño suspiro y rió — Soy tonta, Imo. De nuevo caí y mañana lo volveré a ver. — miró a Minnie y luego volvió a ver a Imogen, dándole a entender con la mirada el que estaba muy confundida.

Miré a Circe con un gesto entre ilusionado, nervioso... No sé. Sonreí un poco. En verdad nunca había organizado algo así pero Kathy me había ayudado, en verdad fue una idea de ambas, y eso me dejaba algo más tranquila. Asentí suavemente ante su pregunta —Bueno, en verdad ya apenas queda nada, solo dar los "retoques finales" para que todo esté perfecto, pero, en un rato volveré a ver cómo quedó todo, si quieres puedes venir. Kathy, se ocupó de echarme una mano— Dije con una sonrisa y me encogí de hombros. —Ya solo queda esperar a esta noche y pasarlo genial. Espero que a Clay le guste, por que si no... Moriré—. Comenté de forma algo mas seria y solté un suspiro. Reí con ganas ante la idea de poder haber molestado a alguna de las Sigmas con mis inoportunos llamados a altas horas de la madrugada. —Creo que Kitty podrá dormir más tranquila sabiendo que ya no volveré a interrumpir cuando esté a punto de pillar el sueño— Miré a mi amiga divertida mientras sonreía.

Cuando me esmeraba en contarle a Circe lo sucedido en la fiesta de June, durante y después de esta... estaba consciente de no querer ser demasiado "detallista" con según que cosas, Athan era su hermano, y eso lo tenía muy presente, pero al igual que era un chico maravilloso, a veces podía rozar el límite de ser un verdadero patán y en aquella ocasión, fue lo que sucedió. —En verdad ese bofetón es algo que preferiría olvidar... Ni te imaginas lo mal que me sentí todo el tiempo después hasta que decidimos aclararlo todo... — Hice un gesto cómo si aún no creyese que todo se había solucionado de la mejor de las maneras, pero así era. Mi mirada se había perdido por unos momentos y de nuevo, viró a la castaña. Le acababa de confesar que Athan y yo estábamos juntos, y su alegría fue inmediata. —No, no es broma— Dije conteniendo una sonrisilla que poco después pude soltar del todo con su comentario sobre llamarme "cuñada". 

Mi expresión ante eso, y sin perder el gesto alegre que se había dibujado en mi rostro, fue muestra de obviedad ante la situación. —Supongo que... Supongo que sí...— Le respondí y al decirlo en alto se me hizo extraño. Agradable, pero extraño. Miré a Circe levantarse emocionada, casi le faltó ponerse a dar saltos y volteretas sobre la cama (?) Mi risa y agrado por cómo se lo había tomado todo no podían estar mejor plasmadas en mi cara. —Tú siempre lo dijiste... Incluso cuando no había nada...— Aunque no sé quizás siempre lo hubo y nunca nos dimos cuenta, de haberlo hecho, quizás hubiésemos podido ahorrarnos situaciones que nos habían hecho demasiado daño por separado. —Bueno ya... ¡se van a enterar todos si seguimos gritando así!— Le dije riendo y apreciando aún la buena reacción de ella. —Y bueno, ahora calmémonos un poco y cuéntame sobre ti— Le dije alzando una ceja. —Aunque si no quieres que hablemos de ello si te incomoda... Supongo que todo es un poco complicado ... — Dije justamente antes de haber procesado correctamente sus palabras y sobre todo ese "beso" que por lo visto había quedado en el "limbo"— ¿Casi?— Atiné a preguntar poniendo un gesto de querer saber más, pero Circe, no parecía contenta, es más, parecía un poco desubicada con toda esa situación, y me temía, que un Omega se llevaba algo de "mérito" en ello. 

La observé, definitivamente no era una situación agradable para Circe. —Entiendo... — Cómo no iba a entenderlo... Esa situación me era familiar, aunque a otro nivel, pero me era familiar, al fin de cuentas. Justo cuando posteriormente, ella me confesó lo de Isaiah, el chico omega —¿Te...Te ha besado?— Ahora lo entendía todo un poco mejor, no hacía falta mas que un beso para descomponer la realidad a un nivel vano de reacción, quiero decir, que eso causaba confusión a Circe y probablemente, algo de impotencia al no tener ni idea de qué hacer o que decidir. La miré tratando de ser suave en mis palabras —¡No! ¿Tú no eres tonta, por qué dices eso?— Me acerqué a su lado y con un brazo la rodeé. —Solo estás en una situación confusa, pero eres demasiado inteligente cómo para saber elegir bien—. Le sonreí con ternura. —Aún así a veces parece que las cosas se complican demasiado, pero no te preocupes, por que todo va a ir bien. Solo tienes que estar segura de lo que deseas para ti— Le dije en un tono de voz que era suave. —Yo solo vi a Isaiah una vez, y tampoco puedo opinar, pero, si te fijaste en él, supongo es por algo, ¿verdad?— Le dedique una sonrisa —Y no vuelvas a decir que eres tonta, por que no lo eres en absoluto—. Solté y en broma la señalé acusativamente con mi dedo índice.

La castaña ladeo la cabeza mientras escuchaba todos los planes para la fiesta de Clay e hizo un gesto de sorpresa cuando escuchó que Kathy había participado mucho en la elaboración de esta. No sabía si había algo ahí; sin embargo, se limitó a encogerse de hombros y pensar que algún día Clay le contaría todo si es que pasaba algo importante. Le sonrió con ternura a su amiga y la tomó de la mano, tratando de tranquilizarla. — Ya verás que le gustará… además, la intención es lo que cuenta — le dijo tranquilamente esperando que su amiga se calmara un poco. Soltó una suave risa cuando siguieron con los comentarios de los ruidos en la pared y la castaña asintió ante las palabras de la rubia. — Creo que ya pensaba que había fantasmas ruidosos — dijo entre risas, recordado una noche que se asustó por unos golpes en la pared.

Circe se quedó completamente callada cuando su amiga le contó todo lo sucedido con Athan y la bofetada. Aunque ella quería decirle que en verdad se lo merecía, eso y más, prefirió callarse para saber los puntos de vista de la rubia. Circe sabía que su hermano podía ser un completo idiota, patán y todo lo que quisieran, pero en el fondo era un chico excepcional. Después de lo que había pasado con aquella Alpha, ella siempre había esperado que su hermano consiguiera una chica adorable que lo hiciera olvidar la idea de que no encontraría el amor o que todo se limitara a ir de cama en cama. El que se hubiese fijado en Imogen era señal de que eso había terminado, o eso quería pensar. No pudo evitar sonreír al ver la felicidad de su amiga y ahora cuñada, en verdad le alegraba mucho a la castaña. Tomó las manos de su amiga y le volvió a sonreír — Athan es un buen chico… solo te diré que le tengas muchas paciencia — dijo entre risas y negó con la cabeza, el chico podía ser un cabezota. — Muy bien, desde hoy te diré cuñada — comentó entre risas y asintió cuando Imogen recordó que Circe siempre había dicho que entre ellos había algo especial. — Yo lo veía… se veían de una forma especial y él era diferente contigo — le dijo con seriedad. En un principio, ella había pensando que todo era parte de su imaginación, pero pasó el tiempo y cada día se veía más obvio. Hacían una hermosa pareja. Circe soltó una risa y le sacó la lengua a su amiga — ¿Te molesta que todos se enteren? — le cuestionó divertida — Ok, ya… intentaré calmarme — dijo entre risas e intentó poner un semblante serio.

Después de la alegría pasó a la confusión. Circe asintió cuando Imogen la cuestionó, haciéndola soltar un suspiro triste. — Casi… — dijo en un susurro. Rápidamente recordó todo lo que había pasado en la fiesta de June, aquello que le había hecho ver distinto a John. Ella siempre pensó que él solo la veía como su amiga y luego, en la fiesta, trató de besarla ¿Qué quería decir con eso? — ¿Recuerdas mi vestido mojado? Bueno, June nos empujó a la piscina en ese momento — se encogió de hombros. Siempre le agradecería a June el que los empujara, sabiendo que el beso habría sido un grave error. Circe volvió a asentir con la siguiente pregunta de Imo y ladeó una pequeña sonrisa — Fue un sueño, Imo… el problema es que… — soltó un suspiro frustrado — El se alejó de mi a propósito, no quería volver a verme por eso, porque le gusto… dice que no quiere lastimarle… que no toma las cosas en serio. — susurró con tristeza. Circe rió leventemente cuando Imogen le reprochó sus palabras y se encogió de hombros. — El problema es que no sé qué es lo mejor… — dijo con media sonrisa. — Los dos tienen algo especial, algo que me gusta mucho. Con John todo es alegría y me siento protegida. Con Isaiah todo es natural, soy yo… — dijo rápidamente e hizo una mueca. — Creo que mejor evito problemas y que no sea ninguno — dijo de una forma divertida, sabiendo que aquello no era tan fácil.

La castaña no pudo evitar sonreír y compartir la emoción de la rubia cuando empezó a habla sobre la fiesta que le había preparado a su hermano, cosa que la hizo reír al ver lo preocupada que estaba Imogen. Circe estaba segura de que todo saldría bien, además, era una fiesta hecha por Imo ¿Qué podía salir mal? No había chica más alegre que ella. — Bueno, lo que menos importa es la decoración, lo importante es que se la pase bien… inclusive si es en un bar de mala muerte — le dijo entre pequeñas risas y asintió cuando habló sobre la cerveza — Eso nunca debe de faltar — le comentó con tal seriedad que hasta ella se la creyó, para luego reír de nuevo. La chica de silenció cuando Imogen le indicó que le diría un secreto y esperó a que la chica hablara. No pudo evitar soltarse a reír cuando Imogen le habló sobre el plan y pasó un buen rato a que la chica se controlara del todo. Se limpió las lagrimas que había derramado y sonrió — ¡Eso es una putada total, Imogen! — exclamó con diversión y sonrió de forma malvada — Llevaré mi cámara de vídeo y le diré:  Esto va  para Youtube — dijo entre risas y de nuevo se soltó a reír hasta que se pudo calmar.

La chica no podía dejar de sonreír al escuchar como Imogen hablaba de su hermano. No pudo evitar sonreír y asentir cuando la chica dijo que Athan merecía toda la paciencia del mundo, y es que, aunque ella sabía que podía ser de lo peor, estaba segura de que en verdad era un buen chico. Circe lo adoraba totalmente. — Athan se lo merece… hay que tener en cuenta de que en ese tema no ha tenido mucha suerte — la castaña hizo una pequeña mueca y negó con la cabeza, olvidando a la tipa esa y recordando que ahora estaba en muy buenas manos, en las de Imogen. Soltó una suave risa cuando la rubia le dijo que no sabía cómo tomaría Athan el que Circe le dijera cuñada a Imogen, a lo que la castaña hizo un gesto que decía: “Tú no te preocupes, eso déjamelo a mí” — Athan no puede decirme nada… soy su adoración, incluso él hace lo que le digo — comentó con superioridad y empezó a reír de nuevo, negando con la cabeza. Volvió a asentir cuando la rubia le dijo que no tenía problema con que todos se enteraran y sonrió — Lo iré a gritar por toda la casa Sigma — dijo con una gran sonrisa.

Circe no sabía cómo es que podía pasar de un tema muy alegre a uno que la hacía sentirse muy mal; sin embargo, eso era lo que había pasado en ese momento. Realmente, Imogen era la única persona en la que Circe podía confiar ciegamente… aunque le hiciera citas de la nada, como fue el caso del Delta. Negó con la cabeza cuando le cuestionó y soltó un suspiro. — No lo sé… le dije que no creía que me fuera a herir a propósito. Estoy segura de que nunca lo haría… — le dijo totalmente convencida, recordando que en el salón la había tratado mal pero era porque no sabía cómo llevar las cosas, y parecía que aún no sabía cómo llevarlas. — Sí, creo que eso haré — le dio la razón a la rubia y soltó otro suspiro, recordando lo que había estado pensando en los últimos días. — Me iré un mes a mi país — le dijo de repente, esperando que no lo tomara a mal ya que no la había consultado para tomar esa decisión — Últimamente estoy olvidando muchas cosas, y con todo esto no creo que sea sano seguir aquí — se mordió levemente el labio y tomó la mano de Imogen — necesito despejarme un poco ¿No crees? — le dijo con media sonrisa.

La castaña no podía evitar reír ante la idea que había tenido Imo, sobre todo cuando ya sabía cual iba a ser la reacción de Clay cuando se enterara de la "verdad". Y eso no era nada a comparación de lo que harían sus hermanos monos, si ella no se llegaba a atreverse a filmarlo, estaba segura de que algunos de los monos lo haría y le haría peor burla que cualquiera de las Sigmas. — No debe de arrepentirse, será épico — comentó entre risas y negó con la cabeza cuando su amiga le dijo que esperaba que se dejaran grabar. — Vamos, Imo... sabes que lo pueden hacer a escondidas. Solo que no digas nada — le dijo de forma divertida y la miró con los ojos entrecerrados como diciendo: "Más te vale no avisarle". Soltó a reír de nuevo y volvió a negar con la cabeza cuando la rubia le indicó que no era tan malo. — No, para nada... solo imagínate lo que dirá cuando vea su cruda realidad. — siguió riendo alegremente hasta que se calmó un poco.

La sonrisa de Circe no se perdió cuando su mejor amiga hablaba sobre su hermano, notando el cariño que le tenía al mayor. Desde siempre (ok, desde que se conocieron) había soñado que los dos acabaran juntos y cuando se enteró de que eran buenos amigos, sus esperanzas crecieron más. Ella había notado como Athan veía a Imogen y el que siempre estaba al tanto de ella, sobre todo en las fiestas. Ella nunca se había quejado con su hermano cuando el rubio salía con Imogen, esperando que en una de esas salidas llegaran a algo, aún cuando su hermano le decía que solo era su amiga. Con un poco de molestia, Circe recordó la mala experiencia de su hermano. — Pero bueno, ahora si fue inteligente y se fijó en una chica muy bonita e inteligente — le tomó la mano y le sonrió amablemente. Escucho atentamente las palabras de Imogen y sonrió ampliamente al ver el semblante de la chica. Ella sería algo bueno para su hermano... — Confío en que ayudaras mucho a Athan... dejo a mi hermano en tus manos. — le dijo con un tono serio y luego empezó a reír. Ella sabía que Athan estaría bien junto a Imogen y que nunca le haría algo malo... el problema era Athan y sus tonterías. Soltó una risa cuando la chica habló sobre que ya todas las Sigmas lo sabían. — ¿Ya le dijiste a todas que él es tuyo y no lo deben de ver? — le cuestionó con diversión, sabiendo que su amiga no era así.

Y claro, como era de esperarse las pláticas de Circe tenían un comienzo alegre y terminaban en uno no muy bueno. Aquel tema la había atormentado desde que el Omega apareció y aunque ella sabía que al final la iba a lastimar, ella seguía ahí como idiota. Su amiga la obligó a mirarla y así contar sus planes de viaje. Le dolió en el alma notar la tristeza de su amiga, pero simplemente no tenía otra opción. Además, su visita a Grecia también tenía otra meta que no quería decirle a su amiga, sabiendo que se preocuparía aún más. Aquello solo se lo podría decir a su hermano, aunque... quizás, si se lo decía a él, Athan se lo diría a Imogen. Miró a Imogen cuando ella le cuestionó si en verdad pensaba irse. — Solo será un mes y juro que estaremos en contacto... — le dijo con ternura, esperando que se sintiera un poco mejor. — Además, necesito estar segura de que Athan sigue en una sola pieza y sé que él nunca me diría la verdad para no preocuparme — sonrió levemente. Soltó un ligero suspiro cuando Imo siguió insistiendo en otra opción, a lo que Circe negó con la cabeza. Tenía que decirle. — No, Imo... además necesito ver como está mi padre, hace mucho que no lo veo. — le comentó con media sonrisa. — Y bueno, tengo que hacerme una revisión medica... — comentó un poco nerviosa. No podía mentir, ni a Imogen ni a Athan... — En estos últimos días no me he sentido muy bien, me siento cansada y se me olvidan las cosas... quizás solo es por tantas cosas que tengo en la cabeza, pero no está de más una revisión ¿No crees? — le cuestionó tranquilamente. Miró a su amiga y la tomó de nuevo de las manos. — No hay nada de que preocuparse, solo que... te pido que no se lo digas a nadie,  solo se lo diré a Athan. No quiero que nadie lo sepa. Si alguien te pregunta, di que me fui a pasar unos días con mi padre ¿Por favor? — se lo pidió con nerviosismo. Lo último que quería es que John se enterara de todo.