Pagando apuestas - Privado

Recuerdo del primer mensaje :

Había llegado el día que habían quedado de acuerdo para el pago de la apuesta, cuando él le había contado que al final arreglo todo ella había estado muy feliz de recuperar por fin su real nota, pero un poco nerviosa por lo que eso significaba para con el chico.  Para colmo de los colmos ese día no tenía nada que hacer, no tenía que ir al hospital, no tenía clases y no tenía que trabajar, eso le dejaba mucho tiempo libre para pensar y era lo que no quería hacer. Luego de darse una ducha la Castaña llevaba más o menos media hora envuelta en solo una toalla sin saber que ropa usar. Por un lado hace tiempo no tenía un encuentro de este estilo y quería verse guapa, pero por otro lado era solo una apuesta, que había perdido y con un Epsilon por lo que no quería esforzarse en buscar, entonces al final opto por lo usar lo más sencillo así que fue a buscar primero a los  cajones donde guardaba la lencería - Desde cuando mi ropa interior es tan sexy - Bufo y rodó los ojos , estaba sola así que nadie la escucharía, todo le parecía demasiado llamativo, así que dejo eso de lado y se puso a ver los bañadores, de esos tenía un par que se veían bastante comunes, así que como el asunto era en el yate de él, se puso un bañador y encima unos short gastados, una polera corta y una camisa amarrada encima, se miró al espejo y sonrió, exactamente como era cuando quería vestir casual.

Tanto se demoró en decidir que la hora se le vino encima, había dormido gran parte de la mañana. Así que metió ropa interior al morral, no se iba a devolver con lo mismo que llevaba puesto. Termino por meter un montón de cosas que podría necesitar, se delineo los ojos, se puso brillo labial, tomo el casco de la moto y se fue tan rápido que olvido sacar la casadora de cuero y mientras iba camino al yate se iba maldiciendo, el viento estaba helado. Para su suerte el viaje no fue tan largo y cuando se bajo, se saco el casco y se acomodo el cabello, ahora solo le quedaba buscar el famoso nombre, no habían muchos así que no tardo nada en encontrarlo, mientras avanzaba iba por todo el sol para sentir calor nuevamente.
Al llegar, paso el puente y entró - Hola... - Elevo un poco la voz, se suponía que él ya estaría allí, así que se adentro como si no fuese la primera vez que estaba en ese lugar.

Atuendos:

En aquel momento  no había nada más en mi cabeza que no fuera aumentar el placer que en este momento estaba recibiendo a causa de lo exquisito que era su cuerpo,  toda aquella piel color caramelo hacia que su figura realmente fuera toda una obra de arte, toda una diosa egipcia tendida en mi cama, jadeando a medida que mis embestidas aumentaban, sus gemidos provocaban que mis olas de placer fueran más intensas uniéndose totalmente en mi erección ahora palpitante en su interior lo que me decía que pronto estaría llegando a mi clímax, la sensación de mi cuerpo moviéndose en su interior siendo rodeado por aquellas estrechas paredes lograban hacer que mi intención de procurar prolongar el momento lo mejor que podía en realidad no fuera de mucha ayuda pues mi respiración estaba a punto de perderse en cuento sentí como su cuerpo debajo del mío se estremecía llegando al placer lo que me hizo apretar las sabanas con mis manos dando unas ultimas embestidas con toda mi fuerza quedándome quieto a la última procurando mantenerme lo más profundo de su centro mientras la sensación de orgasmo me recorría de pies a cabeza  dejándome soltar un suspiro  notándola relajarse totalmente tendida en la cama.

En cuanto mi respiración se relajó un poco una sonrisa se palmo en mi rostro mirando a la chica en la cama, disfrutando aun de las sensaciones, por lo que me acerque a su cuello dejando un beso seguido de una mordida sobre la piel a la vez que mi cuerpo salía del suyo con suavidad hasta finalmente dejarme caer a su lado, intentando que mi pecho se tranquilizara un poco más antes de girar mi rostro para ver a la hermosa morena – Me gustan tus gemidos –Comente suavemente con mi voz un poco más grave de lo habitual antes de tomar uno de mis brazos para colocarlo detrás de mi cabeza tomando una posición realmente cómoda riendo un poco pues sabía que no perdería una oportunidad para ser perspicaz – Hasta podría acostumbrarme a ellos –Le agregue divertido mientras sentía el sudor de mi cuerpo comenzar a desaparecer con rapidez.

La Castaña tenía una sonrisa en los labios que más que por la sensación post sexo era porque había logrado volver a ser la misma de antes, aquella chica que no le complicaba la idea de tener relaciones casuales con algún atractivo chico sin tener alguna razón aparente, en este caso había sido una apuesta, pero aun así pudo cumplir con ella dejando sus temores e inseguridades que había dejado su antigua relación amorosa. Si bien es cierto que siempre tendría un lugar en su mente y corazón para el amor de su vida que ahora yacía bajo tierra, lo que había pasado hoy era el paso que necesitaba para seguir adelante, paso al que se había negado a dar por un montón de peros que sola se había auto impuesto. Pero esa sensación de sentirse tan satisfecha hace mucho tiempo que no la sentía y seguramente cada poro de su cuerpo lo demostraba, su respiración dificultosa intentando calmarse, sus músculos flojos volviendo a la normalidad, sus mejillas sonrosadas y el sudor de su piel secándose y dejando un rastro de pequeñas gotas por algunos sitios y entonces por fin abrió los ojos, los que estaban algo cristalinos también como resultado de su plena satisfacción.

Y entonces el beso en su cuello y aquella suave mordida la hicieron reír por lo bajo y abrir los ojos saliendo completante de sus pensamientos y encontrar la mirada del chico que espanto sus absurdos temores, a Domi por lo general no le gustaba esa sensación de abandono que se producía cuando la virilidad del hombre abandonaba su cavidad, no cuando había tenido un buen sexo. Ella siguió con su mirada al chico que ahora estaba a su costado, así que giro un poco la cabeza para verlo bien, aun mantenía la sonrisa que se ladeo un poco al escuchar sus palabras - Gracias - Susurro divertida, no recordaba a alguien que le haya dicho esa frase, sus manos se colocaron sobre su vientre y miró el techo notando también el como se mecía suavemente la cama, fácilmente se podría dormir allí con tanta tranquilidad. Pero volvió a mirarlo cuando volvió a hablar - Si te acostumbras ya no tendría gracias - Sonreía pero a la vez era muy cierto para ella, sentía que acostumbrarse a algo provocaba aburrimiento ya que sería siempre lo mismo. Giró su cuerpo para quedar igual que él pero de frente - ¿Que te parece si vamos a ver como esta el agua? - Necesitaba salir de allí si no en serio se dormiría y nadar le parecía una muy buena idea, claro si el dueño del asunto lo permitía. Y sin esperar respuesta se levanto, busco la parte de abajo de su bañador y se la puso y luego comenzó con la parte superior.

Parecía que por primera vez estaba en total acuerdo con la morena una vez que uno llegaba a acostumbrarse de algo todo se volvía monótono, era por eso que una de mis ideales siempre había sido saber cuándo retirarse en especial con una chica, era ese momento cuando lograba percibir que la chica tenía algún tipo de sentimiento o interés por mi persona cuando hacia una de mis huidas triunfales logrando que muchas de ellas llegaran a detestarme por completo luego de ignorar sus llamadas por semana hasta que simplemente entendían el mensaje. Asentí con la cabeza mientras mi cuerpo se recuperaba por completo del órganos delicioso que había experimentado con ella, solté un suspiro al sentirme totalmente relajado, el adormecimiento normal luego de un encuentro sexual comenzó a recorrer por completo cada uno de mis músculos mientras nos manteníamos en silencio, no era necesario decir mucho más, al menos tenia esta idea de que la charla luego de intimar era siempre un detonador para algún tipo de discusión, pues se prestaba para la pregunta “¿A dónde va esto?” Aunque sabía que con la morena no era el caso pues ambos estábamos claros que todo este jugueteo se debía a la atracción sexual que termino dejando las decisiones en manos de una apuesta infantil.

Note el cuerpo desnudo de la chica a mi lado levantarse lo que me hizo sonreír admirando aun así cada una de sus curvas, note como colocaba sus bragas mientras me sentaba un poco – Si gustas –Dije con mi voz ahora más liza o normal mientras me levantaba despacio solo para ir hacia el baño de mi habitación para poder de algún modo deshacerme del preservativo y regresar solo un par de minutos después aun desnudo en busca de mi bañador el cual tome sin problema para colocarme sin dejar de verla, era difícil contenerme en volver a lanzarme sobre ella para intentar hacerla mía de nuevo luego de haber unos minutos antes estado dentro de su cuerpo - Te prefiero sin el bikini – Comente antes de caminar hacia la puerta sin siquiera interesarme en colocarme la remera para esperarla antes de salir al pasillo, siempre esperando por ella como todo un caballero.

La Castaña sonreía porque a pesar de que el momento paso y su mente volvió a la normalidad con sus pensamientos, no había absolutamente ninguno recriminándola, mas bien todo lo contrarío, parecía no tener ningún tipo de remordimiento ni nada, de nada dando vueltas en los rincones de su mente, eso realmente era un alivio porque a pesar de que el era un Epsilon, sabía que de esa embarcación aquello no saldría y eso la relajaba incluso más de lo que la sesión anterior la había dejado. Había superado otra etapa de su vida y allí estaba disfrutando sin nada que reclamar ni nada que auto-criticar, en aquellos momentos solo quería gozar de las agua de aquel enorme océano que los rodeaba, pues pensaba que sería lo más estúpido que pudiera hacer no aprovechar de meterse al agua estando allí, seguro sería una experiencia nueva *Quizá sea como clavarse un piquero en una alberca* pensó mientras ataba la parte superior del bikini, prenda que seguramente después terminaría lejos de su cuerpo para poder aprovechar bien el sol y que la prenda no le quedase marcada en el cuerpo.

Dorian se había demorado nada en el baño, mientras tanto Dominique paseaba su vista por la habitación aun que sus ojos se fueron automáticamente al cuerpo de él en cuanto lo vio aparecer, se deleitaba mirando a aquel hombre y su trabajado cuerpo además en mirar no había engaño, ahora que estaban allí podía verlo todo el tiempo que quisiera, como se ponía la parte de abajo del bañador con toda calma y en su rostro una sonrisa ladina al encontrar la mirada ajena - Lo mismo digo - Se giro para caminar a la puerta pero todo el tiempo pendiente de la espalda del chico, era del tamaño perfecto según opinaba la Castaña quien a pesar de tener bastante espacio, paso rozando sutilmente el cuerpo de él jugando - Gracias - Sonrió de medio lado y le guiño el ojo para seguir fuera solo un poco más allá donde apareció el perro de Dorian quien se sentó justo en frente de Domi, no estaba batiendo la cola pero no se veía amenazador, ella estiro la mano un poco a medio camino entre su cuerpo y el perro, esperando la reacción de este que no se movió ni se puso en guardia, entonces termino por acariciarle la cabeza justo detrás de la oreja donde a los animales les gustaba que le hagan cariño y para su sorpresa el perro se dejo - Creo que me confunde contigo - Dijo cuando sintió al chico detrás - Huelo a Epsilon- Arrugo la nariz bromeando y hablando bajito para no provocar al perro, no quería abusar de su confianza.

A pesar de que muchas chicas me consideraban un canalla aun así siempre  me comportaba como un caballero sin importar la situación, a pesar de que sabía que mi humor era una de las peores cosas en mí, jamás me dejaba llevar por él, lo había confirmado en la ocasión que los estúpidos monos habían arruinado por completo mi auto, por el cual tenía un enorme sentimiento, lo que decía que se mi hacia más fácil expresar cariño a autos, yates o en todo caso mi mascota que a otra persona, en realidad con las únicas que se me podía ver cálido en público era con mi madre con la cual tenía una conexión especial y con mis pequeñas hermanas gemelas que siempre sacaban mi lado protector. Sonreí a la morena al escuchar su respuesta una vez que me detuve en la puerta esperando por ella, sintiendo como su cuerpo se rosaba un poco contra el mío lo que me hizo levantar una ceja al mismo tiempo que una sonrisa ladina de aquellas que solían siempre estar en mi rostro se marcó por completo comenzando a caminar tras de ella sintiendo los músculos de mi cuerpo realmente relajados, no había nada mejor que un buen polvo para estar de bueno animo el resto del día.

En cuando estábamos por terminar de salir del pasillo, Elvis se presentó recordándonos su presencia, era tan parecido a mí, siempre le gustaba hacerse notar y mientras estaba frente a alguien más escondía su lado juguetón e inquieto, en realidad solo parecía un cachorro divertido cuando estaba entre personas de confianza lo que limitaba a solo la familia Lawson y Litzen cuando solíamos ser cercanos. Mire  al canino dándole confianza para que se dejara acariciar por la sigma mientras yo pasaba a su lado dando unos pasos al frente, escuche como la chica decía oler a Épsilon lo que me hizo reír- De nada- Le dije guiñándole un ojo antes de dar un pequeño silbido que hizo que Elvis se levantara de golpe echando a correr hacia  el exterior del bote- Vamos muchacho al agua –Le comunique por lo que el perro sabía exactamente que esperar, desde que lo había adquirido acostumbraba hacerlo nadar hasta que una vez se acostumbró al agua. Mire a la chica unos segundos ya que había sido abandonada por el can, me acerque a ella sin decir una palabra tomando su cintura con una de mis manos para tirar de su cuerpo hacia mí, atacando sus labios nuevamente solo unos segundos, pero con un beso intenso, aquello labios eran tan carnosos que se hacían un poco irresistibles- Al agua –Dije luego de separarme para seguir caminando tomando el salvavidas de Elvis, que era una especie de chaleco para colocarse, no era porque el animal no supera nadar, simplemente era seguridad además de que era más fácil poder hacerlo subir nuevamente al yate.

Domi mostraba su habitual sonrisa de cuando estaba en confianza con alguien ya que solía ser muy alegre y estar en medio del océano y haber tenido buen sexo solo aumentaban sus indices de alegría, siempre le había llamado la atención el mar y cada vez que tenía algún problema donde perdía el control de si huía a alguna playa alejada o quebrada donde sentarse por largas horas solo a contemplar el movimiento de las olas o el romper de estas en las rocas, solo se movía de allí por que el frío le calaba los huesos o por hambre, pero aquel paisaje lograba calmarla como nada, pensar y mirar ese escenario era como una medicina natural para los enfados y las penas o solo para pensar cuando quiere estar sola o aclararse. Pero siempre suele ir a un sitio en especifico que queda por las afueras de la ciudad, es un poco complicado llegar por lo mismo siempre esta sola. Algo parecido a la tranquilidad y comodidad sentí ahora rodeada de agua donde fuese que mirara y así iba avanzando por el pasillo hasta toparse con la mascota de Dorian a la que solo pudo acariciar unos instantes antes de que se fuera corriendo, pero algo era algo - Pero mira si sabes reír - Sonrió la Castaña al escuchar esa risa algo diferente a las irónicas que había escuchado en la universidad. Lo vio acortar la distancia y tomarla por la cintura entonces sus manos se posaron en los hombros de él por inercia esos segundos en que la beso, se había sorprendido al comienzo pero después sonrió ladina y coqueta, aquel acto había echo que su estomago diera un vuelco porque no se lo esperaba.

Le tomo uno segundos recomponerse y seguir al Epsilon viendo como le ponía el chaleco salvavidas a su mascota unos instantes antes de seguir caminando, el yate se movía a causa del movimiento del mar y ella iba despacio hasta la orilla donde se giró, miro a Dorian con una sonrisa ladina y se volvió para mirar al frente para quitarse la parte superior del traje de baño sin antes mirar a todos lados si no había algun barco cercano y luego se lanzo al agua en una bombita, sabía clavar piquero pero le apetecía más eso ya y ver que tan abajo podía llegar. Una vez en el agua abrió los ojos y le ardieron un poco pero los mantuvo abiertos todo lo que pudo, siempre había querido ir a bucear pero jamás tuvo la oportunidad, ahora de vuelta iba a ver si podía conseguir ir a uno de esos cursos . Salió a flote y con los brazos se mantenía arriba - Esta deliciosa el agua ¿Que esperan? - Rió la Castaña mirando a Dorian y a su mascota ella estaba en su salsa en el agua, así que decidió ver si podía darle una vuelta al yate a nado y se puso en marcha con un estilo mariposa bastante refinado.

No pude evitar soltar una pequeña risa cuando hablo de mi risa, era verdad no solía ser simpático, alegro o simplemente agradable según algunos decían pero llegaba un momento cuando me encontraba con personas que me daban confianza donde realmente me mostraba un poco más relajado, reía, bromeaba y hasta se podía decir que tonteaba un poco, claro mientras me encontrara en un lugar intimo pues había algo en mí que no me dejaba abrirme cuando me encontraba en público. –Hay mucho de mí que no sabes –Le dije mientras salía del pasillo para proceder a colocar el salvavidas al canino que se movían inquieto pues sabía que disfrutaba de jugar en el agua. En cuando la chica se acercó a la orilla observe como simplemente observaba a los lados para asegurarse que no tuviéramos compañía, era raro encontrarse con un yate cercano puesto la costa era bastante grande además que no todos llegaban muy lejos a menos que quisieran hacer algún tipo de actividad ilegal queriendo estar fuera de terreno náutico para que no pudieran hacer alguna de demanda. Sus manos sacaron su bikini lo que me hizo sonreír de lado mientras Elvis olfateaba ahora la prenda en el piso mientras mi mirada seguía en su silueta que se lanzaba al agua en aquel momento.

El chapoteo fue pequeño, entonces ella volvió a aparecer o al menos su cabeza fuera del agua, podía ver sus pechos o parte de ellos puesto el agua era bastante clara lo que me hacía mirarla con algún tipo de travesura – No comas ansias –Respondí a la chica que empezaba a nadar, por lo que tome un juguete de Elvis, entonces lo lance con fuerza y el canino reacción de inmediato lanzándose a toda velocidad para ir a por el comenzando a nadar con sus patas, entonces simplemente me clave en la superficie azul para salir unos metros más lejos del yate esperando que la chica regresara disfrutando del agua mientras flotaba un poco mirando algunas nubes acercarse poco a poco que ocultaban el sol despacio como anunciando que no será un día totalmente soleado después de todo.

La Castaña casi rió al escuchar nuevamente la risa de Dorian, realmente podía notar la diferencia de su comportamiento allí y el que había tenido en cualquier otro encuentro anterior a ese en la escuela. Y si él tenía razón ya que realmente Domi no conocía nada de nada de ese hombre ni si quiera lo más básico, se puso a pensar en lo que realmente conocía y era su nombre apellido y que era bueno en la cama - Si, realmente no se nada de ti - Comento aun algo pensativa, aquel tampoco sabía nada de ella o no mucho más que cualquier otra persona que tuviese de compañero de clases pero de todos modos evito el comentario típico del "Lo mismo digo" y se dedico a mirar el mar y ver también por donde se podía lanzar a nadar un rato, podía estar lloviendo pero a ella no le importaba mucho eso, quizá lo único que podría impedir que se de un chapuzón sería que estuviera haciendo demasiado frío porque de que es friolenta lo es, pero a pesar de que no estaba totalmente soleado y una que otra nube se cruzaba el agua estaba normalmente cálida aun que seguro después le daría algo de frío cuando se saliera.

Se puso a nadar lentamente al estilo mariposa para dar la vuelta al yate después de la interacción con Dorian, a quien le dio una sonrisa ladina y sexy antes de comenzar su "travesía" realmente era grande aquella embarcación, pudo haber contado cuantos braseos daba antes de llegar nuevamente al punto de partida y cuando a la distancia vio a Dorian flotando se le ocurrió una pequeña travesura que de seguro al Epsilon no le iba a gustar mucho pero para ella sería divertido, se sumergió y comenzó a nadar por debajo del agua y cuando estuvo cerca subió y empujo las piernas de él para desestabilizarlo y se alejo nada más un poco para no recibir ningún golpe y se puso a reír - No lo pude evitar - Dijo entre risas y se acerco pasando sus brazos por el cuello ajeno y darle un beso con sabor a mar, luego se alejo un poco - Creo que no tendremos mucho rato de diversión - Dijo y miró al cielo para hacerse entender, el clima al parecer les pretendía aguar la fiesta. Y después miro con una sonrisa como cerca estaba la mascota del chico feliz de la vida nadando - ¿No se cansa? - Pregunto con curiosidad aun que seguramente el perrito estaba acostumbrado.

Cerré mis ojos dejándome relajar por el movimiento del mar sin prestar mucho atención a los movimientos a mis lados, después de todo Elvis simplemente se mantendría nadando hasta alcanzar el juguete, entonces se acercaría para que lo volviera a lanzar, pero entonces sentí como tiraban de una de mis piernas logrando hacerme tragar un poco de agua salada en el momento que perdí el control de mi cuerpo, abrí los ojos rápidamente mirándola con mis ojos entrecerrados ante su atrevimiento pero simplemente negué con la cabeza cuando dijo no haber podido evitarlo – Eres un peligro –Le dije mientras miraba el cielo, si el viento venía con la lluvia entonces si era un poco peligroso estar en el mar, se volvía violento, podía hacer a la embarcación alejarse metros sin que lo notáramos por lo que me mantenía atento mientras estábamos disfrutando del agua – El clima puede ser engañoso, más en el mar –Le explique dejando que notara la seriedad del asunto al sentir su beso en mis labios, el cual me hizo sonreír un poco notando como se alejaba luego siendo una especie juego para ella, debía saber que yo era un jugador y uno muy bueno.

Mire a Elvis con el juguete entre sus dientes acercándose orgulloso para dejarlo flotando frente a mí- Ve!- le ordene señalando el yate, entonces este se apresuró a subir en la embarcación en una especie de base al nivel del mar, entonces se secó moviendo todo su cuerpo rápidamente fue entonces cuando tome el juguete para lanzarlo con fuerza, al ver mi movimiento el perro se lanzó nuevamente al agua para ir tras el- Así como su dueño, nunca se agota –Le explique con una sonrisa ladina en mi rostro acercándome a ella como si se tratase de un tiburón tras la presa tomando sus caderas con fuerza para tirar de ella hacia mí.

El espíritu de Dominique era un poco rebelde y por lo mismo impulsivo por lo que estaba acostumbrada a hacer o decir cosas sin pensar si quiera una vez sobre las posibles consecuencias, por lo menos en este caso el Toro no se había enfadado por su actuar mientras tanto ella se reía y trataba de mantenerse a flote, una tarea bastante difícil en medio del mar - A veces - Dijo una vez se calmo y sonrió de medio lado con coquetería que era otra cosa que no podía evitar hacer. Pero cuando le escucho hablar del clima en altamar se puso totalmente seria *¿Será peligroso seguir aquí?* Se pregunto sin ser capas de hacer saber su duda, pero su mirada estaba directamente hacia arriba, viendo como se arremolinaban las nubes y el bonito día soleado se iba tornando gris - Ya veo - Murmuro en respuesta después de lo que le pareció una eternidad imaginándose distintos panoramas según como se pusiera el clima - ¿Deberíamos irnos? - Lo miró nuevamente sin expresar ninguna emoción en particular.

Y como de costumbre cuando veía a un animal feliz y contento ella sonrió bobamente mirando todo el tiempo al perrito de Dorian flotar frente a ellos para llevarle el juguete a su amo y lo siguiente le pareció un rutina que parecía entretener aun más a ambos, como el juego favorito o algo así. La Castaña seguía mirando en todo momento a la mascota del chico como subía a la base de la embarcación y luego se volvía a lanzar al agua en busca del juguete lanzado, estaba tan absorta mirando que recién volvió a prestar atención a él cuando hablo y la sonrisa ladina se le pego también en el rostro a ella - ¿Estas seguro de eso? - Elevo suavemente una ceja sin dejar que la sonrisa ladina abandone su rostro mientras que sus brazos descansaban en los hombros ajenos y sus piernas se envolvían en las caderas ajenas.

Mire al cielo ante sus preguntas, parecía que aun faltarían unos minutos antes de las nubes grises trajeran los vientos fuertes por lo que arrugue un poco el ceño –Tenemos unos minutos más –Dije suave antes de centrarme en el juego con Elvis, tal vez no era muy bueno demostrando algún tipo de cariño o sentimiento con las personas pero sin dudo con mi can realmente no me importaba era mi compañero antes de cualquier otra cosa por lo que siempre se me veía disfrutar de su compañía más en momentos como aquellos cuando nos divertíamos. El perro volvió a brincar al mar sin problema comenzando a nadar hacia el juguete que se alejaba mientras mi mirada volvía a la chica que ahora se apoyaba no solo en mis hombros sino que sus piernas me envolvían mientras las mías seguían un movimiento coordinado igual que mis brazos en el agua para de esta manera mantenernos a ambos a flote, sonreí de lado por sus palabras notando inmediatamente el doble sentido de las palabras - ¿Quieres confirmarlo? –Le dije con una sonrisa ladina sintiendo como al sus piernas rodear mi cuerpo ahora nuestras pelvis se encontraban realmente cercanas logrando que el movimiento del agua creara un rose involuntario entre nosotros que finalmente disfrutaba mientras miraba los ojos claros de la chica en los cuales para decir verdad no había prestado mucha atención antes de aquel momento, minutos antes en la cama recordaba su rostro pero con sus ojos cerrados y su boca entreabierta soltando gemidos suaves.

Aunque –Dije suave aun algo divertido con la situación pues también podía sentir sus pechos desnudos frotarse con el mío lo que creaba estas ansias en mi – Es algo complicado, en estas circunstancias –Le comente ya que por experiencia sabía que follar en medio del mar era bastante complejo, pues no había ningún tipo de sostén donde poder aferrarse o mantenerse en flote, así que levante una ceja esperando ver que entendiera a lo que me refería.