Paul J. Reedus

Piensa un momento en el típico chico mujeriego, con dinero y arrogante. ¿Lo tienes? Bien, pues ahora haz que se esfume. Estás a punto de conocer a Paul, un chico que es todo lo contrario al prototipo de macho alfa que hace babear a las mujeres, que las utiliza, que les hace sufrir y que solamente sabe mirarse el ombligo.
Paul es un chico fiestero, adicto a las locuras y la adrenalina. Impulsivo, un vividor de toda la vida. Le gusta vivir, disfruta haciéndolo porque impide que los problemas le amarguen. Afronto los días con una sonrisa en el rostro. Alegre y bromista, le encanta hacer reír a los demás, el típico payaso de clase que se lleva bien con todos. Un chico entusiasta, con una frescura nata. En su adolescencia fue un chico problemático, siempre en el despacho del director y recibiendo broncas por parte de su madre. Con los años se ha hecho un poco más responsable, con más cabeza pero eso no le impide salir de fiesta hasta el amanecer, fumar porros o meterse en problemas. No es un chico aficionado a las peleas, suele evitarlas pero si le buscas le encuentras. Algo descuidado, tanto con sus palabras como con su aspecto. Solamente le verás arreglarse cuando le guste una chica. Es terco como él solo, le agobia el compromiso, es un espíritu libre pero no lo confundas con un mujeriego. Listo pero vago, odia estudiar. Negado para mentir, se le nota enseguida. A veces es tan inocente como un niño pequeño, lo que le da un toque adorable. Detesta que le traten como a un chiquillo pequeño. Es algo vacilón pero no lo confundas con arrogante ni chulo. Le encantan los retos.

Cariñoso y hasta tierno. A PJ le gusta abrazar y mimar a sus seres queridos, no hace diferencia entre chicos y chicas. Si eres su amigo lo dará todo por ti, fiel hasta decir basta. No es un chico despistado, se da cuenta de cuando alguien está mal, lo que suele hacer es intentar distraer a esa persona con sus tonterías. Bromista y algo cabrón, ya que a veces se pasa con sus comentarios, si se da cuenta de que te ha hecho daño te mirará y te pedirá perdón de la forma más original que se le ocurra. Detallista, puede ser descuidado con su ropa y su vocabulario, incluso con ciertos gestos pero le encanta hacer regalos, tener pequeños detalles con las personas que le importan. Es un romántico perdido. No es de esos chicos que una semana sale con una y a la siguiente con otra, para nada. Eh pero tampoco es un cursi, aunque si se enamora es de esos que al verlo dan ganas de vomitar arcoiris, jamás lo reconocerá. Le gusta ligar con chicas, más en plan broma que en serio, pero para nada juega con los sentimientos de otras personas, odia a la gente que hace eso. Cuando una chica le gusta es caballeroso y la trata con suavidad pero con sus amigas no es para nada de esa forma. Es del pensamiento que las mujeres y los hombres son iguales, por lo tanto no lo verás soltar comentarios machistas, si eres su amiga te invitará a jugar a los videjojuegos o ir a montar en monopatín. Es de la creencia que los hombres y las mujeres pueden ser amigos sin implicación sexual.

En definitiva es alguien alegre, lleno de vida, al que le gusta relajase con un porro en una mano y una birra en otra. Pero es alguien enérgico, le gusta practicar deportes diversos y dibujar paisajes y rostros. Amante de las mujeres, mal hablado y de gestos bruscos. Un enemigo terrible. Impulsivo y buen chico a pesar de hacer locuras. Un bromista. Un Delta de los pies a la cabeza.

Nació en Los Ángeles una primavera de hace 23 años en el seno de una familia de clase media. Su madre era una gran admiradora de los Beatles, así que no dudo en ponerle Paul a su hijo. Su padre, un hombre tranquilo no se opuso ante la insistencia de su querida esposa. Sus padres tenían un restaurante, además su madre tocaba algunas noches en un pub de la ciudad. Su progenitora siempre soñó con dedicarse a la música pero no pudo ser, por eso quiso inculcarle a su hijo la idea de que soñar es bueno pero a veces hay que tener presente que existe una realidad que no podemos controlar. Su padre siempre soñó con ser cocinero y al final lo consiguió. Son una familia con una relación muy buena. Siempre están bromeando y es habitual que Paul abrace a su padre o se ponga a bailar con su madre. Desde crío vivió rodeado de gente, tanto su familia como los amigos de sus padres, músicos, actores, cocineros... de todo. Gente muy diversa pero con una gran pasión con el arte, algunos vivían de ello y otros, como su madre lo vivían como un hobbie. Se crió rodeado de música, pintura, baile y teatro. No es de extrañar que con cinco años quisiera empezar a tocar la guitarra. Su madre fue la que le enseñó. Mientras ella le enseñaba acordes y cómo entonar las notas su padre le enseñaba a disfrutar del surf.

Tenía seis años cuando conoció a su mejor amigo John. Desde entonces ambos han vivido dos mil trescientas aventuras, han crecido juntos, se han peleado, se han defendido, han salido de fiesta, han vomitado el uno al lado del otro y han entretenido a las amigas de la chica que le interesaba al otro. Aliado para ligar y copia en los exámenes. Fieles amigos, siempre han estado ahí cuando el otro lo ha necesitado. Paul no sería Paul sino hubiera conocido a John tantos años atrás cuando ambos comenzaron la escuela primaria.
Tuvo una infancia feliz, ya ahí comenzó a hacer travesuras ante las que su madre sonreía. Un chico con inquietudes que sentía fascinación por el arte pero como todos tuvo que pasar por esa maldita etapa: la adolescencia.

Guapo, músico, extravertido y bueno en los deportes. No es de extrañar que destacase al entrar al instituto. Junto con John se convirtió en un novato deseado pero también envidiado. A los mayores no les gustaba que ese par de críos se ganase tanta atención por parte de las chicas del lugar. Y ahí comenzó su etapa problemática. A pesar de ser un chico pacifista nunca ha podido controlar sus impulsos, si le insultaban golpeaba y gastaba bromas pesadas. Se ganaba buenas broncas por parte de su madre, le castigaban pero él no aprendía. Se daba contra el mismo muro una y otra vez. Empezó a salir de fiesta a escondidas cuando tenía dieciséis, se juntó con los chicos malos, fumaba y bebía. Le gustaba esa vida. Pero al final la razón llegó a él, esta razón tenía nombre y apellido, una chica. Oh una bonita historia de amor, pensarás. Para nada, una bonita amistad más bien. La Hermione de Paul y John apareció en sus vidas cuando ellos estaban en su último año y a ella la habían trasladado justo cuando comenzaba su tercer año. Una muchacha alegre, decidida y responsable, bastó una conversación en una fiesta para que les hiciera entrar en razón. No podían ser adolescentes para toda la vida. Fue entonces cuando las peleas terminaron, se acabó lo de llegar borrachos a casa y con la nariz sangrando. Pero el fumar y el salir no terminaron. Se tomaron sus estudios algo más en serio, habían sacado una selectividad decente, si subían un poco más su media podrían entrar en UCLA. Porque a pesar de todos ambos sacaban buenas notas. Fue un gran año.

Pero después de graduarse no fueron a la universidad, pidieron una prorroga y se marcharon. A ver mundo dijeron, a vivir pensaron. Fueron cogiendo olas en la costa, yendo en monopatín por carreteras vacías, fumando en antros de ciudades atestadas de gente, besando chicas extrajeras y crecieron. Trabajaban de lo que podían, iban tirando de ahorros. Su Hermione se fue a la universidad y ellos tuvieron que seguir sus vidas sin ella.

Luego fue a UCLA y se metió en una fraternidad llena de chicos como él. Empezó a estudiar informática y todo en su vida fue constante. Pero se enamoró y su vida se fue a la mierda, ella era una mujer adulta que jugó con sus sentimientos. Paul necesitaba desaparecer y así lo hizo. Otro año que vivió en compañía de su mejor amigo. Ambos fueron un tiempo a vivir con su Hermione, la necesitaban. La notaron cambiada pero sabían que seguía siendo la misma. Eso fue cuando acabaron sus correspondientes carreras. Ahora han vuelto a UCLA para hacer sus correspondientes maestrías.

Ganas de vivir, experimentar y reír.

¿Adónde podría ir un informático fiestero y bromista? No había mejor lugar que Delta Thau. Una fraternidad en la que todos se cuidan como hermanos, donde no hay pijos arrogantes ni mujeriegos estúpidos. Paul es una persona sencilla, friki de los videojuegos y las películas, amante del humor absurdo y de las bromas más tontas del mundo. ¿Una fiesta temática de frutas con tutú? Paul se apuntará. Es un vago con los estudios y no se preocupa por las cosas insignificantes, está demasiado centrado en vivir y divertirse. No le importa de donde proceda la gente, ni su orientación sexual, ni siquiera su pasado, para él lo importante es la esencia de cada uno y sus actos. No le importan las apariencias, querrá a sus hermanos sean como sean, con sus extrañas manías y aunque no sean muy limpios. Le gustan los retos y las locuras en general. Se apuntará a un bombardeo.

Mascota: Su amigo John
Pertenencia más preciada: Su longboard
Mayor miedo Convertirse en un adulto aburrido
Pareja: John Walker
Canción que te describe: Riot - Three Days Grace
Otras cosas: Con un porro es el hombre más feliz del mundo