Christian E. Glovesclock

Tal como una buena copa de champagne, Christian se define como una persona burbujeante, energética, que irradia vida. Ahí por donde vaya las chispas brotarán, dejarán un rastro y si se da el caso, pueden llegar a incendiarlo todo. No puedes evitarlo, querrás consumirte en ese fuego tan cálido, tan cautivador, tan atrapante. Porque Christian lo es, el tipo que llama la atención con una total naturalidad, porque no puede pasar desapercibido, porque esa forma de ser tan abierta y resuelta llamará tu atención y pronto, estarás dentro del juego, dentro de su juego.
De naturaleza ligera y despreocupada, Christian se toma la vida como viene, así como se la den. No le importa si es agua o alcohol, el muchacho dará fondo con ello y listo, sin detenerse ni un momento siquiera a preguntarse qué es. Porque de eso se trata todo, de disfrutar de las cosas así como surjan, de lo improvisto, de lo inevitable. Para él, ese es el sentido de la vida, vivir al máximo, vivir todo lo que se ponga enfrente y sin dar pero alguno, dispuesto al reto, a la confrontación, a la superación. Llenando todo a su paso de matiz y color, de genialidad, de subidas y caídas, de aciertos y errores. Y así como Christian lo percibe, intentará arrastrarte con él a las imparables aventuras, unas tantas que terminarán en victoria y otras tantas en inimaginables y titánicas catástrofes. Ese es él, Christian, el muchacho que ama vivir, que ama sentirse vivo y que disfruta de ello a más poder, puesto que si bien sabe que la vida es corta, no piensa desaprovecharla en lo absoluto.

El que jamás duda, el que jamás da un paso atrás, el que se mantiene firme a sus decisiones. Christian es una persona fiel a lo que es y nunca va en contra de ello. Es muy seguro de sí mismo y posee una confianza gigantesca, que le permitirá atreverse a todo sin pensar en las consecuencias y después, a enfrentar las mismas. Totalmente impulsivo y un tanto irreverente, tal vez extremista en ocasiones. Le gusta dar lo mejor de si, por lo que irá de aquí allá y sobre explotará sus cualidades para, verdaderamente, ser lo mejor, darse a él mismo lo mejor que tiene. Un hombre que toma riesgos, puesto que sabe que quien no arriesga, no gana y aunque no es una persona ambiciosa, le gusta ver cumplidas sus metas. Es imparable, nada lo detiene. Si algo se le mete en la cabeza, no lo pensará dos veces y jamás descansará hasta ver sus objetivos logrados. Es extremadamente persistente, no acepta los 'no' como respuesta y es de aquellos que mantienen el dedo sobre el renglón hasta llegar al punto final. No es de esas personas que miden peligros, hará y deshará para después detenerse a observar los resultados y consecuencias con los que lidiará luego. No es afecto a preocuparse por sus problemas, pues si éstos tienen solución fácilmente lo arreglará y sino ¿Para qué desgastarse? Igualmente nada cambiará, por lo que resulta más cómodo tomárselo con calma.

Es un eterno adolescente, a veces un poco infantil y bastante desbocado. Cabezota en ocasiones, hambriento de diversión y con muchas hormonas. Es mujeriego por excelencia, le gusta pasar un buen rato en compañía femenina y tenlo por seguro, han sido muchas las mujeres que han pasado por su cama. No es de esos tipos a los que le guste estar en una relación seria, aunque sí las ha tenido. Cuando tiene un genuino interés y una persona le gusta verdaderamente, suele comprometerse y en esa faceta, se hallará un caballero inigualable, que conquista, enamora y seduce, que da todo, que se entrega de forma única.

Con todo ello, Christian tiene cierta madurez. Sabe comportarse dependiendo del lugar y la gente que le rodee, aunque siempre mantendrá ese estado alegre y radiante. Es asombrosamente encantador y si lo sumas a ese carisma que le sigue a todas partes, seguramente tú también caerás bajo aquella red, discreta e inconscientemente entretejida por manos hábiles. Ingenioso, creativo y original, no solo cuando se encuentra creando un nuevo proyecto, también en la forma en que se relaciona con su entorno, con las personas. Bromista, destila diversión por todos y cada uno de sus poros. Te hará reír de una y otra forma, aunque estés del peor de los ánimos logrará arrancarte una sonrisa como mínimo. Sin embargo, jamás será pesado. Suele mantener el ambiente relajado y simple, no se pasará de la raya si sabe que no podrás seguirle la broma, pero debes entender que no tendrá una mala intención. Rara vez se molesta, ya que odia sentirse enfadado y por ello mismo lo evitará a toda costa. Perdona con gran facilidad y sabe dar segundas, terceras y tantas oportunidades sean necesarias, porque tiene muy en claro que todos somos humanos y todos cometemos errores. Habla hasta por los codos, aunque también sabe escuchar. Nunca pierde la oportunidad de conocer gente nueva, de atreverse a hacer nuevas cosas y a romper con la rutina. Le gusta descubrir, divertirse, aventurarse, arriesgarse y perderse en la locura. Vivir la vida, sacando lo mejor posible de ella y siempre, siempre disfrutando de todo lo que eso conlleve.

Desolación. Tristeza. Vacío. Esos fueron los sentimientos que llenaban el corazón del pequeño Glovesclock desde sus primeros años de vida. Y él. Solo en un mundo inmenso, con unos padres preocupados por la fortuna y viajes, sin tiempo para dedicarle a su pequeño hijo. Christian Elijah Glovesclock alguna vez perteneció a un barrio de clase alta, allá por Seattle, veintidós años atrás. Sus padres, unas personas adineradas, famosas y poderosas, se sintieron dichosos cuando después de lo que pareció una larga espera, el pequeño finalmente estuvo entre sus brazos. Había sido un parto difícil, en medio de una tormentosa noche cercana a noviembre. Pero ahí estaba, un niño que contagiaba a todos de vida, que llenaba todo de luz y esperanza.

Protegido por el techo de un precioso pent-house duplex en la última planta de uno de los mejores edificios de Seattle, Christian pasó ahí los primeros años de su vida. Puede ser que pasara más tiempo en brazos de la nana de la familia, pero, cuando pasaba un par de días con sus progenitores todo parecía ser perfecto. Christian apreciaba los lujos y caprichos que sus padres le brindaban, pero, un niño de apenas un año no necesitaba más que el cariño y amor de sus padres. Christian no podía imaginar que algo más pudiera mejorar su vida, pensamiento que cambió cuando Marlon le informó que iba a tener un hermanito. La emoción que invadió al castaño cuando Marlon y Priscila llegaron con su nuevo hermano a casa fue inmensa, pero aún más grande fue la sorpresa que se llevó al inclinarse sobre la cuna de su hermanito y descubrir que era una preciosa niña. Emily  atrapó el corazón de Christian. Pero desde ese momento todo cambió. Sus padres pasaban menos tiempo en casa y Marlon siempre le hacía la firme promesa de volver pronto y de que todo estaría bien. Sin embargo, dichas promesas se quebrantaron al igual que su vida y su pequeño e infantil corazón. La ausencia de sus padres era cada vez mayor y ambos demostraban lo poco que se interesaban por él y su hermana.

A pesar de no tener más de tres años, Christian comprendía el mundo a su alrededor y aunque sentía claramente la ausencia de su familia, aquel era su hogar uno que le brindaba conforte y seguridad. Desde el primer  momento Christian se aseguró de convertirse en el apoyo de su hermanita pequeña, él era el hombrecito de la casa y quien podía y debía cuidar del bebé. Christian  le tenía mucha paciencia al bebé e intentara ayudar a su hermana en lo que pudiera. Christian siempre se mantuvo ahí para su hermanita. Los hermanitos  se consolidaron como familia y fuertes vínculos se desarrollaron entre ambos. Pero fue hasta que John y Rachel Evans llegaron a casa de los Glovesclock, que Christian sintió que las oportunidades volvían a su vida, que podía ser feliz otra vez. Eran un matrimonio joven, ambos fueron contratados por Marlon para ser, John guardaespaldas y Rachel niñera e institutriz de sus hijos. John y Rachel quedaron encantados con los niños, quienes con su gran carisma y falta de amor rápidamente les robaron el corazón. John y Rachel se convirtieron en los padres que Christian y Emily necesitaban. Christian encontró en ellos, una nueva familia y un lugar al que pertenecía. Poco a poco, la tristeza que nublaba sus ojos fue desapareciendo gracias al cariño que sus niñeros le brindaban cada día. Se sentía especial por primera vez en mucho tiempo y aunque compartía con sus verdaderos padres en eventos sociales, reuniones familiares y alguno que otro fin de semana, para él son los Evans sus únicos padres.

Para ese entonces, Christian desarrolló también una habilidad que más tarde sería su futuro. Christian era de esos chavales que pasaban horas y horas jugando con los bloques, imaginando a que construía una ciudad. Una vez que los bloques y las pistas de autos dejaron de llamarle la atención, comenzó a dibujar. Así, mientras tocaba la guitarra, aprendía español y practicaba judo, también se dedicó a crear con lápiz y papel cantidad de ideas que le pasaban por la mente. Con el paso de los años, los que parecían bocetos chuecos y líneas mal pintadas, se transformaron en verdaderos proyectos, hechos y derechos. Por lo que cuando llegó el momento de entrar a la universidad, el mayor de los Glovesclock inmediatamente eligió estudiar arquitectura. Se marchó a California para ello, feliz de comenzar su vida en UCLA. Aprovechando su apellido se acerca a la fraternidad Epsilon Mu, lugar al que perteneció su padre, pero, la razón principal era que tenía varias amistades dentro de la hermandad, y al ser la mejor del campus fue su elección.

Además de disfrutar de lleno su carrera, Christian también disfrutó de algunas otras cosas. Las chicas siempre habían estado ahí, intentando llamar su atención. Muchas lo consiguieron, aunque en la mayoría de esas ocasiones solo fueron rollos de una noche. Y entre continuas salidas a fiestas, diversiones y mujeres, Christian conoció a Lucy. Gracias a un hermano toro  y a la relación de éste con la mejor amiga de la chica. Aquella noche terminó bailando con la rubia para después terminar en su piso. Desde el primer momento en que sus ojos se cruzaron con los chispeantes orbes de ella, Christian quedó totalmente prendado. Nunca imaginó que un encuentro tan casual como aquel terminara en algo tan serio. Lucy verdaderamente le gusta, no solo por su atractivo físico, sino por su forma de ser. La tenaz y persistente mujer atrapó su corazón. Lucy fue su primera relación formal y luego de tres meses de salir con ella, la chica le informó que estaba embarazada, el toro no podía estar más feliz. Christian Adoraba pasar ratos con ella, descubrir cada una de sus facetas y hacerla feliz. Pasaban mucho tiempo planificando sus vidas en común, buscando el mejor lugar para vivir juntos con el bebé que venía en camino. Las cosas iban de lo mejor, pero no todo es perfecto, una noche, unos delincuentes tomaron a la chica en una calle oscura de Los Ángeles, la robaron y abusaron de ella, el maltrato fue tal que cuando la policía la encontró no había mucho por hacer, aun así la trasladaron a una clínica, los doctores trataron de salvar a Lucy y a la niña, pero, solo lograron salvar a la pequeña, pues, el corazón de la madre falló en último minuto y no hubo nada que hacer.

Christian no supera del todo la pérdida de la rubia, la extraña y no cree que vuelva a cruzarse con alguien como ella jamás, pero, aceptó lo que le tocó vivir, recuerda a Lucy con amor y piensa en ella como su ángel de la guarda. La bebé vive con sus abuelos maternos en California, hasta que Christian se gradúe y adquiera una vivienda propia y pueda llevar a la pequeña a vivir con él. Christian,  visita a su hija a diario y cubre todas las necesidades de la niña, además de pasar los fines de semana con ella.  

A pesar de todo el moreno está disfrutando de su vida al máximo y está abierto a todas las experiencias que lleguen, después de todo, la vida es demasiado corta y todo debe seguir su curso. Dentro de todo, es feliz la mayor parte del tiempo, y las decepciones son parte de la vida, lo aprendió gracias a sus padres quienes, a pesar de ignorarlo a él y a su hermano les dieron la sorpresa de que no eran los únicos Glovesclock si no, que tenían un par de hermanos a los que no conocían. Ahora difícilmente algo puede alterarlo.  

Christian es un chico bastante amigable y le gusta estar rodeado de personas, ya sean familia o amigos; por ello desde antes de llegar al campus deseaba pertenecer a una hermandad. En su primera visita al campus, el verano antes de que comenzaran las clases, Christian conoció a un par de chicos pertenecientes a la fraternidad Epsilon Mu con los que hizo amistad, y así supo que quería pertenecer a aquella hermandad. Esa misma tarde al comentarle aquello a John, el hombre le informó que el mismo Marlon Glovesclock, un par de hermanos de este, tíos y hasta el bisabuelo de Christian habían pertenecido a la hermandad de los toros, y que, aquello podía ayudarle. Así pues, haciendo uso de su apellido y de sus habilidades propias demostró ser un tipo digno de ser miembro de los Epsilon. Christian posee una personalidad fuerte pero relajada, aún así es de aquellos que se juegan el pellejo por conseguir lo que quiere y por seguir sus ideales, es fiel a sus amistades y jamás cambia de bando a conveniencia, no, el es como el capitán de un barco, lucha hasta el final y jamás abandona su nave. Atlético, inteligente, galante y divertido son otras de sus mejores características. Todas y cada una de ellas le sirvieron para estar en el lugar en donde está actualmente. Siendo un miembro activo de los Epsilon Mu.

Mascota:
Tiene un huski siberiano llamado Blaze.
Pertenencia más preciada:
Su Hummer h2 color negra.
Mayor miedo
Cualquier cosa mala que pueda pasarle a su pequeña.
Pareja:
No tiene.
Canción que te describe:
-
Otras cosas:
-Es todo un fanático del béisbol. Cada que puede se escapa a ver algún juego, un deporte que sin duda alguna le habría gustado practicar, pero que nunca tuvo la oportunidad.
-A pesar de sus responsabilidades, suele siempre hacerse un espacio para divertirse. No cree que toda la vida se trate de trabajo, por lo que suele buscar su equilibrio entre lo laboral y las salidas.
-Además de continuar en el judo, va constantemente al gimnasio, le gusta estar en forma y sentirse saludable.
-Adora estar con su hija, jugar con ella, cuidarla, contarle las cosas que desea, lo que harán juntos en el futuro, ayudarla a descubrir cosas nuevas y maravillarse con la enorme sonrisa de la pequeña. Con la niña siente una confianza tremenda, con ella se siente en una total libertad de ser el  mismo, es la única persona que la ve con amor infinito y jamás lo juzga, es quien lo ve como un héroe y a el le encanta saber que su bebé lo admira y lo necesita tanto.
-Habla perfectamente español, idioma que eligió aprender por Rachel quien es de origen latino y le hablaba en castellano en ocasiones.
-Compra autos último modelo y los revende, es su forma de ganar dinero mientras obtiene su título y pueda comenzar a ejercer.