La vida es un juego ► Cynthia A. Lavoissier

La invitación de Zeta, para que lo visitara en su mansión había sido totalmente improvisada por lo que aceptó con rapidez puesto que con lo atorada que estaba en trabajos y entras, las últimas semanas, pocas veces podían coincidir en encontrarse y ponerse al día con las cosas del otro. En cuanto llegó, no le tomó ni dos minutos en acomodarse en el lugar como si fuera su propia casa, por lo que se sentó en uno de los sofá del living tomando un control de consola. — ¿Cómo que no voy a poder? ¿Perdón? Es solo una tonta consola, nada de que temer…. — Enarcó las cejas elevando la voz para que su amigo la escuchara desde la cocina. Parecía que entendía aquél aparato pero en cuanto se acercó, era entender chino básico, por lo que optó por toquetear todo lo que tuviera alrededor, cuando se dio cuenta ya había hecho un lío con los cables que realmente no entendía como había pasado. . — Ajá, que gracioso…. — Hizo una mueca cuando comentó sobre sí había roto algo, podía ser algo torpe, pero esta vez había sido una excepción, sacando claro el lío en el que se había convertido la consola.

Se llevó las manos a la cadera, mirándolo. . — Solo lo hice apropósito para complicarte un poco la existencia…. — Sonrío de manera divertida, para luego tomar nuevamente uno de los mandos que se encontraba a su lado. Realmente no tenía mucho antojo de algo en especial por lo que cualquier cosa le apetecía, pero solo para picarlo un poco, como era habitual estaba pensando en algo para que pusiera manos a la obra. . — Hmmm a ver gran chef, ¿puedes sorprenderme con algún postre? — Sonrío, esperando su respuesta, sabía que él la molestaría con eso del término chef, pues ese era una de las cosas que no entraban en habilidades de la castaña y tanto él como las Gornie, adoraban usarlo para molestarla.