The way you look tonight || Chloe +18

La ansiedad la comía completa y tenía una mezcla de emociones digna de cualquier persona que sufriera bipolaridad. La emoción que había sentido en cuanto llegó a la disco y vi a todos sus amigos ahí, jamás la había sentido antes. No podía creer como siquiera había pasado por su mente el hecho de que podrían haberse olvidado de ella. Casi se quiere reír mentalmente cuando recuerda como había odiado a cada ser humano mientras iba con Ruby en el auto camino hacia la disco, sin embargo en cuanto los vio a todos ahí todo se le olvidó. Y bueno, cabe destacar claramente que haber visto a Jax entre medio de esas personas le había alegrado, porque bueno, el rubio le gustaba. No de la manera en la que le encantaría casarse con él, tener 3 hijos y diez perros. Le gustaba más de la manera en la que dices "Es agradable pasar tiempo contigo, divirtámonos mientras podamos" Y la diversión era algo que la menor de las Rousseau jamás podría negar.

Sus cejas se alzan con sorpresa en cuanto ve donde se encuentran y una sonrisa se hace presente en su rostro, el chico definitivamente sabía como sorprenderla. No era un enorme yate, y no lo necesitaban, era realmente lo justo y lo necesario para que la noche de su cumpleaños terminara de la mejor manera posible. Aprieta su mano en cuanto el castaño la toma y se pone en puntas de pie para besar su mejilla—Gracias, es genial—sonríe siendo totalmente sincera y se adentra en el yate observando cada uno de los lugares. Sigue a Jax por entre medio de estrechos pasillos con una mirada asombrada, era la primea vez que estaba en uno cuando era de noche y se veía espectacular. Muerde su labio en cuanto se encuentra en el dormitorio y mira con una sonrisa al ojiazul para luego asentir a la vez que abre las puertas. Sus ojos se vuelven a abrir y su boca cae—Dios Jax, esto es wow....—susurra totalmente enamorada de cada una de las prendas que se encontraban en el armario y es 100% seguro de que sus ojos destellan brillos. Vuelve a sonreír y se gira hacia el para mirarlo a los ojos y se acerca con cuidado tomándolo por el cuello para luego besar sus labios con extrema tranquilidad y con un poco más de pasión con la que lo hacia normalmente—Eres genial, me encanta todo—susurra en sus labios y los besa otra vez, ahora cortamente para luego posar sus ojos en una botella de champagne y dos copas que se encontraban sobre una mesa. Se acerca con cuidado y toma la botella para dársela y sonríe a la vez que toma las copas—¿Me haces el honor de abrirla? Necesitamos un brindis—sonríe realmente complacida y feliz de haber tomado la decisión de irse de la fiesta junto a él.

Era extraño, la primera vez que la castaña había visto a Jax jamás pensó que se pudiese sentir realmente cómoda con él. Si bien, ambos venían de una familia con dinero y bastante clase, Chloe siempre se había sentido como si fuese el pequeño bichito extraño de la familia. Aquella a la que no le interesaba seguir con el negocio familiar, si no que prefería seguir el amor por el teatro y la música que tanto le gustaba. Y cuando miraba al ojiazul simplemente veía a un chico serio, de aquellos que aunque le gustaba la diversión, jamás irían de fiesta junto a personas totalmente desconocidas. Tal vez era justamente eso lo que la hacía sentirse en comodidad junto a él. La facilidad de la castaña para socializar con gente y la seriedad y hasta a veces un poco introversión de Jax. No estaba enamorada de él, ni siquiera estaba cerca de estarlo, sin embargo tal vez ahora entendía el porque la mayoría de las personas pensaban que ellos calzaban perfectamente el uno para el otro.

Levanta su copa en forma de brindis con una sonrisa en cuanto el castaño las ha servido y recorre el lugar con los ojos para que luego su mirada quedase fija en él y su sonrisa se hace más amplia—Por un buen comienzo de mis veinte y una noche inolvidable—guiña su ojo y lleva la copa hasta sus labios dando un pequeño sorbo.  Se apoya en el pequeño mueble que se encuentra tras de ella y hace una mueca al sentir el dolor en sus pies. Tantas horas con los tacones era horrible, incluso para una chica como ella que estaba acostumbrada a llevarlos—Hey, tu sabes navegar, deberías enseñarme—le comenta al chico con una sonrisa y suspira—Solo ugh, necesito sacarme los tacones—susurra con vergüenza y lleva sus manos hasta sus zapatos para quitarlos. Un suspiro de satisfacción sale de sus labios en el momento en que se encuentra de pie sin ellos. Le toma la mano al castaño para salir hasta la cubierta y suelta una risa en cuanto se observa a ella unto a él—Dios, me veo realmente pequeña a tu lado—

Muerde su labio a la vez que posa sus manos en el timón, trata con todas sus fuerzas que las manos que Jax tiene sobre su cintura no la desconcentren demasiado, tal vez de esa manera pueda aprender mucho mejor. No es capaz de demostrar el miedo que está comenzando a snetir al tener semejante cosa a su poder, vagamente recuerda cuando su padre comenzó a enseñarle a manejar un coche, eso no había salido muy bien. E incluso, a la castaña le tomó mucho más de un año aprender a manejar correctamente, hasta el día de hoy existían veces que el coche se le calaba. Frunce el ceño y toma una fuerte respiración para luego expulsarlo toda—Pensandolo bien, no sé si sea una buena idea...—susurra más para ella misma mientras trata de seguir cada una de las indicaciones del rubio que se encuentra detrás de ella. El nerviosismo la estaba comenzando a volver loca.

Sonríe cuando se da cuenta como ha terminado su noche, y pensar que durante todo el día creyó que absolutamente nadie iba a estar junto a ella, sin embargo terminó en una fiesta sorpresa en la cual se encontró con la mayoría de sus amigos. Incluso cuando había una mezcla de tipos de persona e incluso algunos roces entre ellos, todos se habían juntado por una sola razón celebrarla a ella. ¿Y ahora? Bueno se encontraba en un yate, junto a lo que sea que fuese Jax de ella ahora mismo y disfrutando de la noche, mientras pensaba en ¿Por qué le había pedido clases de navegación a Jax? La desconcentración se hace presente y mueve el timón fuertemente haciendo que el yate gire por sorpresa—Bien, eso ha apestado—suelta una carcajada y se gira mirando al rubio—Tengo que admitir, que tampoco soy muy buena manejando coches—comenta divertida y muerde su labio a la vez que mira al rubio—Dios, apesto en esto—se queja mientras suelta una risa burlandose de ella misma. ¿Para que ocultarlo? Después de todo, había quedado demostrado frente al rubio que ella no tenía futuro manejando en el mar.

Tenía que darle al rubio el crédito de que aún no perdía la paciencia. Aún podía recordar a su padre tratando de enseñarle a manejar un simple coche y como habían terminado discutiendo. La morena tuvo ganas de reír al recordar como había dejado el coche aún encendido en la mitad de la calle y salió enojada con su padre para volver hasta su casa en un taxi. A si que, definitivamente ahora Jax se estaba llevando el gran premio a la paciencia con ella, aún no creía como no se burló o simplemente la alejó del timón. Muerde su labio tratando de concentrarse mientras sigue las indicaciones del rubio—Creo que solo necesito practica—susurra más para si misma al ver que al menos aún no ha hundido el yate o algo por el estilo.

Agradece el momento en que el rubio recorre sus brazos hasta llegar a sus manos y se hace cargo de la navegación dejando que esta vez se encontraran mucho más cerca de las luces que sobresalían de la costa. No tenía ni la menor idea que una feria se encontraba en ese lugar, sin embargo la mezcla de luces hacían que la noche fuese más mágica, si es que acaso eso era posible. Siente como pequeñas mariposas comienzan a revolotear en su estomago y una corriente eléctrica le recorre la columna al sentir los besos del rubio en su oreja. Definitivamente las clases de navegación las dejaría para otra ocasión, ya no le interesaba absolutamente nada. Apoya su cabeza en el hombro del rubio dándole total acceso a la parte derecha de su cuerpo y cierra sus ojos dejándose llevar. Muerde su labio mientras suelta el timón y se gira con cuidado quedando a pocos centímetros de él—Realmente no me interesa seguir aprendiendo como manejar un yate—susurra en sus labios para luego besarlo con suavidad mientras engancha sus manos en la nuca y da pequeñas caricias en su cuello.

Sonríe en los labios del chico en el momento en que este responde el beso. Incluso cuando casi podía sentir las luces de la feria atravesando por sus parpados cerrados, el olor y el sonido del mar cuando chocaban las pequeñas olas en el yate, ahora todo había pasado a segundo plano y no podía estar más contenta por ello. Sabía a lo que habían venido, lo había tenido claro desde el momento en que aceptó pasar el resto de la noche junto al rubio. No importaba que ellos no estuviesen locamente enamorados como el mundo decía, a ella le agradaba. Le gustaba rubio, lo justo y necesario como para pasar esta noche especial junto a él y ver después como salían las cosas. Justamente ahora, mientras sus labios degustaban los des Jax como si su vida dependiera de ello era lo único que le interesaba.

Un pequeño y suave gemido sale de sus labios en cuanto el rubio aprieta su trasero y sin siquiera notarlo sus manos jalan un poco el cabello del rubio, a la vez que muerde sus labios con suavidad. Si en algún momento estuvieron cerca de pasar una noche sin contacto fisico, eso había terminado justamente en este momento. Ni siquiera se dio cuenta cuando acerco su cuerpo mucho más al de él permitiendo que su pecho choque con él de él. Corto el beso por unos segundos para pasar su lengua delicadamente por los labios de él, mientras los delineaba con suavidad. Antes de poder darse cuenta dirigió sus manos hasta la camisa de Jax y subió sus ojos hasta encontrarse con los de él—Uhm, veremos si puedes adivinar que es lo que me gustaría manejar—susurra con cuidado mientras con sus manos trata de deshacerse de su camisa.

Una sonrisa de suficiencia se posó en los labios de la chica en el momento en que la oferta del castaño salió de sus labios. No podía negarlo, por mucho que la encendiera simplemente terminar las cosas justo ahí, en la cubierta y a la luz de la luna, el chico tenía un buen punto. Muy probablemente estarían más cómodos en la comodidad e intimidad de la habitación. Además Jax se había esforzado muchísimo tratando de que cada rincón del cuarto quedara bellisímo y distribuyera de alguna manera esa sensualidad. Era justo, él se había esforzado por esto y ella no podía simplemente llegar y arruinar todos los planes, además estaba completamente segura de que terminaría siendo muchísimo más especial.

Trato de caminar con lentitud, sin demostrar realmente lo muy ansiosa que estaba con este momento. Para el segundo en que Jax la tumbo en la cama, una sonrisa apareció en los labios de la chica, que claramente duro unos pocos segundos, puesto que antes de darse cuenta, los labios del castaño estaban sobre ella nuevamente. Dejo que su cuerpo se relajara y llevó su mente a un lugar bastante alejado, donde no pudiese pensar ni tampoco cuestionar lo que estaba haciendo. Dio un pequeño mordisco en los labios del ojiazul, para luego simplemente enredar sus piernas en la cadera de este y dar un giro rápido para quedar sobre él—Definitivamente estamos mucho más cómodos aquí—susurra con una sonrisa picara a la vez que acerca sus labios con cuidado hasta el cuello del chico y comienza a dejar un sendero de besos por entremedio de su clavícula y sus pectorales, mientras que sus caderas se movían sutilmente sobre el chico, volviendola completamente loca por la pequeña fricción de su cuerpo chocando contra el de él.

Él era magnifico, no importaba si ellos no estaban realmente enamorados, ni si en alguna otra ocasión ambos podían pasar una noche con otra persona. Lo importante era lo que estaba ocurriendo ahora mismo y absolutamente nada más. Sin embargo, la castaña tenía que ser sincera, jamás había pensado que el rubio fuese a preocuparse tanto por que ella se sintiera cómoda. Y es que, a pesar de que a ojos de todos, ellos parecían la pareja perfecta y completamente enamorados, en la intimidad no lo eran, ambos sabían que simplemente estaban tratando de pasar un buen rato, Jax no tenía porque preocuparse de como ella se sintiera. No creyó que un chico que se mostraba tan frío como él pudiese ser capaz de armar esta habitación tan romántica, no podían culparla. Después de todo, Jax siempre había sido el chico que destacaba por no darle importancia a nada.

Sin embargo eso no importaba, no ahora, no en este momento en el que dejaba que sus lenguas estuvieran batallando, nada de eso importaba ahora que sentía las manos del rubio recorriendo cada parte de su cuerpo. Con desesperación, tratando de encontrar algún botón o alguna cremallera que pudiese hacer la tarea mucho más sencilla. Aquel cuerpo la estaba volviendo loca, completamente loca. Deja que su boca se aleje de la del rubio, mientras con cuidado la lleva hasta su cuello y comienza a dejar un pequeño camino de besos, un pequeño gemido se escapa de sus labios y da un suave mordisco cerca de la clavícula del rubio, a la par que toma sus manos y las acerca hasta la cremallera de su vestido, con la esperanza de que pronto pudiese ser despojada de él. No quería esperar más, no estaba completamente segura de que pudiese hacerlo.

Muerde su labio con desesperación al sentir las caricias del castaño por su cuerpo. Casi se siente libre en el momento en que la liberó del sujetador. Sus pechos cayeron fácilmente y simplemente por el rostro de Jax, sabía que al menos estaba contento con su cuerpo. Chloe era una chica segura de si misma, sabía que tenía un cuerpo agradable para cualquier chico, sobre todo cuando se refería a la intimidad y saber que causaba lo mismo en Jax, no hizo nada más que aumentar aún más su ego.

Dejó que sus manos viajaran hasta el cuello del castaño y sin siquiera darse cuenta sus uñas se enterraron en su piel a la vez que un gemido escapa de sus labios al sentir como la boca de Jax hacía maravillas en sus pechos. Mierda, sus pezones estaban demasiado duros y cada vez que el rubio mordía uno el otro reclamaba atención. Dejo que su mano libre viajara recorriendo cada uno de los abdominales del rubio, mientras que con cuidado dejaba que sus uñas lo rozaran tranquilamente. Un enorme suspiro se escucha en la habitación en cuanto siente las manos de Jax hacer su camino hasta su entrepierna y que de por si, ya reclamaba muchísima atención para poder seguir esperando. Una sonrisa se extiende en los labios de la pelinegra en cuanto llega al borde de los pantalones y con habilidad es capaz de desabrochar el botón con tan solo una mano. Con ayuda de sus piernas es capaz de bajarle el pantalón y sin mucha fuerza, aleja al rubio de sus pechos para ahora quedar ella encima de él. Enfoca sus ojos en los azules de Jax, a medida que baja sus pantalones dejándolo ahora simplemente con sus boxers, que no tardarían en ser quitados. Se acerca nuevamente a él y besa su pecho mientras su mano viaja dentro de los boxer tomando su miembro