Cabaña11: Alojamiento. || Compañeros ♥

Será una larga mañana.

Si no llegaba alguien moriría de un pico de glucosa.

Nuevamente me separe de esta chica misteriosa del verano pasado. Ahora ya sabia que no se llamaba Cindy, y que su comportamiento había cambiando bruscamente. Algo referido a Antoine, mi compañero Epsilon. ¿Tan chico era Los Ángeles? Y pensar que apenas la llegue a ver que... 15 minutos, ni eso, ella salio a la disparada, escabulléndose entre la gente. Evadiéndome a como diese lugar. Mal no le hice, habíamos pasado un verano juntos, con mucho fuego, algo de cariño tal vez, pero nos entendíamos a la perfección.
Nuevamente no pude quitarme a esta chica de la cabeza, tampoco tome coraje de preguntarle a Antoine, aunque, que le preguntaría si ni su nombre se ahora. Seguramente lo terminaría confundiendo.
¡Que manera de empezar las vacaciones de invierno!

Los estudiantes de Ucla habían sido todos invitados para compartir una jornada en las cabañas cercanas al lago. La distribución era a elección, ahora si no habrían sorpresas como cuando fuimos a las islas Maldivas, los toros y las chicas alphas, en lo que termino mal, con Emilia habíamos empezado algo que luego, termino todo, ella lo termino, y me frustro bastante, porque realmente quise a esta chica, pero que mas daba, una relación amorosa mas a la basura.

Entre las personas que me acompañarían en la cabaña estaba Antoine, Dafnée que era hermana de Grosjean, Dominique una chica Sigma, y Julietta, pero quedaba un espacio libre de mas. Me había tocado la cabaña N°11.

Llegado el día, una avioneta me arrimo junto con mis maletas, lo indispensable para un par de días. Si me aburría demasiado, me iría. Como me paso en Maldivas.

Busque entre las cabañas, de gran tamaño estas, la 11. Veía algunas personas caminando por los senderos, algunas personas se notaban que habían llegado temprano, seguramente en barco. -listo, ahí estas cabaña 11- subí los escalones rústicos de madera y golpee la puerta -¿Hay alguien en casa?- no se porque hacia eso, era costumbre para mi. Decidí entrar, y ya me esperaba alguien dentro -¿Julietta si no me equivoco?- pregunte a la chica con sus manos en sus jeans.

Cuando llegue a la cabaña numero 11 que era la que me correspondía, note que dentro ya había una persona, pero esta estaba un tanto distraída al momento que la saludé, se trataba de Julietta Stryder, la había conocido en otra excursión improvisada de algunos estudiantes de Ucla. Quizás no me había escuchado y no pretendía distraerla tampoco, por lo que entre mis maletas y las deje a un lado junto a una cómoda con espejo -¿ya llegaron los demás?- pregunte y al momento de hacerlo siento pasos que se acercan a la puerta de entrada.

-al parecer no seremos los únicos- bromee viendo de quien se trataba al verle ya dentro. Era la chica misteriosa del cumpleaños de June, misteriosa en el sentido de que ahora no sabia ni su nombre, porque ella me había mentido todo este tiempo, y quien sabe que otras cosas mas no eran verdad de ella.

-hola- respondí en un tono frio, pues la ultima vez que nos vimos no fue de la mejor forma -no sabia que estarías en esta cabaña- agregue dando unos pasos corriendo una cortina blanca casi transparente para que entrase la luz solar, luego volví a mirarla y tenia ganas de decirle muchas cosas, mas no quería crear un clima de tensión -me voy a dar una ducha, nos veremos luego- me incline para tomar un bolso de mano donde tenia shampoo y jabón de tocador, para buscar una habitación libre subiendo las escaleras.

Estando arriba, apoyando un brazo sobre el barandal de madera de la escalera, mire a la joven que acompañaba a Julietta, pero lo hice para que esta me mirara y notase que estaba molesto y que no era lugar ni momento para hablar. Ya tendríamos tiempo para hablar, y muy seriamente.

Desaparecí del hall – living principal, encontrándome con un dormitorio rustico, con 3 camas king sise, seguramente al ser 6, seriamos 3 hombres en un dormitorio y 3 mujeres en el otro. No me molestaba compartir habitación, lo hacia en la fraternidad Epsilon ya. Deje mi bolso de mano sobre una cama con cubrecama marrón con detalles negros y sabanas blancas. Apreté las almohadas, estas eran cómodas, y me aventé a la cama con mis manos sobre mi pecho, pensando en lo que fue la noche del cumpleaños de June.