Gianna Bacherelli (ID)

Ad ogni uccello il proprio nido è bello.

Italiana de pies a cabeza. Descendiente como se menciona mucho, de la familia Bacherelli y última integrante de esta familia, por lo que le queda a saber, heredera total por testamento y mandato del abuelo Bacherelli. Lleva corona donde puedas verla y brilla con absoluta autonomía, más si te fijas bien, el cielo que hay detrás de esos ojos, esconde el mejor misterio que podría existir. Fuerte, capaz e independiente, frágil cuando le tocas puntos fuertes de ella misma. Acostumbrada a un entorno incapaz de pecar frente a su palabras, retenida mentalmente cuando se reúsa a dar un gran paso, pero jamás falla. Soberbia, que solo aspira a tener más y más, pasar el límite que puedes plantearle, pero lista para retroceder en un paso falso. Estuvo oculta durante muchos años, encerrada en una torre buscando su propia salida, sin la necesidad de un príncipe azul que la viniese a salvar.

Intereses como lo artístico y profundo, hecha para estudiarte de pies a cabeza. La sola ventaja de tener ojos mentirosos hace de esta mujer, alguien controladora, que puede meterse y embriagarte con el suave tono de su voz. Seductora, apasionada y cohibida con sus propias vergüenzas de vez en cuando, pequeños tropiezos que pintan sus mejillas de carmesí intenso. Construye barreras, limpia el suelo a su paso y deja un camino iluminado, siembra odio cuando quiere cosechar amor sin darse cuenta y por sobre todo, imposibilitada a dejar de lado los caprichos. Tanto su ambición como su codicia se ven muy afectadas cuando le llegan ataques de compasión, se rinde ante una mirada inocente y se termina derritiendo por un piropo limpio. No por desear más y más, hiere su lado solidario, deja de todo en cuanto se trata de caridad y recapacita mucho cuando las oportunidades se presentan, dejando en claro que por más dura que parezca, es una buena mujer.

No es católica, ni judía, pero el corazón le late al saber que puede existir alguien arriba con la suficiente potestad de hacer con su vida lo que desee. Amante sin infidelidad de los libros, no al extremo de llegar a ser llamada una “cerebrito”, pero lo suficiente para ser considerada hábil. Es sutil al decir las cosas, entra mucho en la empatía si se lo propone y la toma como arma para descubrir lo que más escondes. Alegre, nadie se lo niega y melancólica cuando se lo preguntan. No hay mayor desastre que el de ser tan compleja, más beneficioso lo considera ella.

A prima vista.

La Italia en el siglo XIX no se compara nada a la actual. Principalmente por la gran unificación que se formó entre sus distritos, armando y destruyendo el estereotipo que habían dejado marcados los romanos. Gracias a Julio César por pisar esta tierra, Florencia nació siendo una ruta maravillosa hasta la capital y en su esplendor, actualmente el clima hace que el puente Vecchio parta en colores vivos, imponiendo más belleza a la ciudad. La metropolitana vio crecer entre su seno, acunándola en pétalos de lirios florentinos, al sol radiante encarnado en una ragazza preciosa. Viéndose a dar a luz un 23 de Noviembre, Giannina Gadioli Bacherelli, trajo al mundo a Giana, heredera absoluta del amor de su familia y las posesiones que esta venía dejando tras siglos de triunfo en tantas cortes y/o respetables bufes de abogados. Che sarà sarà.

Su padre, Lazzo Barichelli, digno merecedor de su apellido, le hizo honores a su matrimonio y no tuvo más salida que llevarse a su familia a su tierra natal. Absorta en el fruto bendito de su vientre, la mujer no se negó en ningún momento a condenarse a esa vida, festejando sublimemente la llegada de su única hija. Un año después, acostumbrados a la alta economía con la que convivían y apoyo moral de su familia, el matrimonio simplemente se corta, ante el último acontecimiento que podrían gozar todos juntos. Santa María del Fiore bautizó a la primogénita con el nombre de Giana Eloisa Bacherelli, dispuestos a aceptar que el fracaso los separaba, madre e hija se quedaron con las propiedades merecedoras de su regazo. Alcanzando ya una edad determinada, las navidades habían trascurrido desde un hogar a otro reconstruido, se ocultaba en la oscuridad de su armario y se armaba de valor cuando tenía valijas en mano. Veranos en Venecia, Florencia, Nápoles, tenía a Italia en la palma de su mano y si no hubiese sido por su familia, hubiese pasado las festividades encerrada en su habitación.

Dispuesta a un cambio en su entorno, se le internó en el Instituto Sacro Cuore, donde vivió reprimiendo las ganas de aventurarse hacia otros horizontes. No supo de su madre hasta que salió de esas paredes, se opuso a continuar con su mandado, con el apoyo incondicional de ambos par de abuelos, emprendió su propio viaje turístico alrededor al menos, de cinco países. En menos de un año ya regresaba a casa, pero con el ideal perfecto para continuar lejos de las ideas frustradas que su madre le proponía, la quería, pero si ella no pudo en el pasado, ella no lo haría en su remplazo para un futuro. Nuevamente partía de Florencia, pasó a extrañar prontamente su Italia, pero algo nuevo quería marcar su vida. Fortalecida por las constantes cartas, que aún acostumbraban a mandar los florentinos, se llenó de valor y por fin pisó suelo californiano. No fue muy difícil elegir una carrera, agradecida con las religiosas del convento de su instituto, había estudiado por mucho tiempo ramas menores de la psicología y estaba saturada en curiosidad por ese ámbito profesional. Han transcurrido ya tres años desde su llegada, Italia aún sigue en su primer plano, pero California ha pasado a ocupar el mismo puesto.

Giana reúne demasiadas características para pertenecer a cualquier grupo o fraternidad femenina. Su primera opción había sido Omega Eta, lamentablemente aún no podía adaptarse a ese estilo de vida tan relajado. Luego estaba Alpha Phi, que tenía todo lo que ella quería, pero como era así, ella también tenía lo propio y no necesitaba llevar ese apodo de "princesa" para que se sepa. Sigma Xi quedó rechazado totalmente por la incomodidad que sentiría como ni bien pusiese un pie en aquella casa. El hecho de tener demasiados rasgos asociados a estas fraternidades la había dejado lejos de unirse a cualquiera, era tan perteneciente a la élite social como de corazón bondadoso, cuando se le antojaba. El instituto no le marcó mucho, tampoco le enseñó a soltar un poco las cosas materiales y definitivamente jamás se desprendería de su gran forma de ser.

Mascota: Una perrita de raza Brittany Spaniel, llamada Gigi.
Pertenencia más preciada: Su primera cámara fotográfica instantánea.
Mayor miedo La sangre.
Pareja: Ninguna.
Canción que te describe: Royals—Lorde.
Otras cosas:*Adele, Lorde, Beyoncé son sus cantantes favoritas.
*Sufre de hemofobia.
*El único baile que sabe, es de salón.
*Tiene un diario o agenda, pero en el guarda algunos hechos o secretos importantes en su vida.
*No tolera mucho el bullicio.