Everybodys Changing // Breya

Una de las cosas que menos me agradan en la vida es despertar temprano en fin de semana, y con este ya van dos consecutivos en los que no me dejan dormir, el pasado por el campamento con Paris y compañía y hoy solo porque tocaban hacer las compras de la fraternidad y esta ocasión me había tocado a mi, claro mi compañía sería la mejor y mas divertida, quien mejor que Breya para que hasta las tediosas compras fueran divertidas, ademas extrañaba pasar tiempo con ella, ya de por si me sentía una mala amiga por haberme ido al campamento justo en el cumpleaños de mi amiga, pero ella solo fue quien me animo a ir, ademas había dejado ese pequeño obsequio en aquella cajita sobre su buro, justo antes de salir de su habitación la que por suerte compartían, me había costado demasiado decidirme, pero al verlo simplemente supe que sería perfecto para ella, sabía que las cosas celtas eran de su agrado, y dios su perro se llamaba trébol en algún idioma extraño, seguro que le había encantado, ademas había escuchado en algún sitio que las piedras de jade traían la buena fortuna, asi que un trébol de cuatro hojas hecho de jade, seguro la convertiría en la persona mas afortunada del mundo. Esperaba que le hubiera gustado, nos veíamos cada día, pero el tiempo no nos alcanzaba para platicar, menos cuando yo solo entraba por cortos periodos a buscar ropa o mis cosas, pues prácticamente pasaba mas tiempo en la habitación de Paris que en la mía.

Baje las escaleras lista para comenzar con nuestra tortura con las llaves del auto que mis papás me habían regalado por mi cumpleaños, no solía usarlo casi nunca, pero hoy era día de compras. -Estoy lista. - grité esperando que mi amiga saliera de algún sitio, en cuanto apareció solo tomamos camino rumbo a la calle, aun me siento medio dormida así que he encendido la radio para escuchar algo de música, keane suena y tarareo un poco de la canción. -¿Trajiste la lista? - digo esperando que ella la haya recordado pues yo solo estoy mas dormida que despierta. -Tenemos que comprar helado de chocolate, no de vainilla - digo feliz porque odio el de vainilla, y cuando Rico hace las comprar solo lleva de vainilla. sonrió un poco a la castaña, viendo como falta poco para que lleguemos, y justo cuando voy a girar para entrar en el estacionamiento del supermercado un carro de atraviesa en mi camino y freno lo mas rápido que puedo, el tipo solo se ha metido en mi camino ¿O quizás yo me metí en el de él? Puede ser... pues ni siquiera estoy totalmente consciente. Al final sin mas contratiempos solo llegamos y estaciono. No traigo nada mas ademas de mis llaves y celular... y claro la pequeña bolsa con el dinero y la lista de lo que compraremos esta en posesión de mi amiga.

Y de esa forma abril pasaba hasta llegar a sus días términos, temporada en la cual se conmemora mi cumpleaños, que en esta ocasión fue bastante atípico, de echo, siendo más exactas... todo el mes fue un perfecto desastre. Comenzando por las contraindicaciones de un marzo ajetreado cargado de una "interesante vida social" que derivó en rezongos, enfados y disminución de calificaciones; prosiguiendo con la inminente confusión en la que mi mejor amigo Bent y yo nos habíamos metido luego de "casi" liarnos en pleno viaje a Irlanda; la finalización de ese estado de nebulosa entre ambos que trajo consigo alguna que otra noche de llanto; el enfrentamiento a esos tipos del bar y la enorme moradura en el ojo de Patrick; y para finalizar mi cumpleaños. Sí, me caótico y extraño cumpleaños, en el que mi tía empeoró, mis mejores amigos, Zoe y Bent, se fueron de campamento y yo no estaba de humor como para hacer nada, hasta que después de pensarlo opté por salir con Patrick, el omega con el que últimamente pasaba mis horas de ocio y que era mi salvador en momentos de aprieto.
Así que si a ese panorama le sumas que la mayoría de las personas en las que confías tienen una vida ajetreada, cuando una de ellas te pide que la acompañes a realizar las compras un sábado en la mañana definitivamente no puedes negarte.

Luego de una apurada ducha, me vestí con la primer ropa que encontré en mi armario, até mi cabello en una cola de caballo y me abroché la  cadenita, obsequio de Zoe por mi vigécimo primer cumpleaños. Debía recordar ni bien la viera darle las gracias por ella, en verdad si que me había gustado, era muy "yo".
Bajé la escalera a toda velocidad para por fin unirme a mi amiga en la marcha hacia la labor de hoy: las compras.
-Heme aquí -Respondí sonriendo y como era de esperar olvidándome de mi plan inicial. Sin más preámbulos nos pusimos en movimiento. -¡Oh no! ¡Rayos yo sabía que me olvidaba de algo! -Me golpeé la frente con la palma de mi mano, aunque momentos después, sonriendo con diversión saqué dicho papelito de mi bolsillo. -Aquí está. -La tranquilicé, antes de que pudiera ponerse a chillar, como buena señora responsable de nuestra fraternidad.  -Mucho helado de chocolate. . -El chocolate es el sabor más fantástico que un helado puede tener, aún no entendía porque en la heladera de nuestro hogar constantemente abundaba el de crema.
Después de un pequeño percance de tránsito en el estacionamiento, debido a un torpe hombre que nos taponeó el paso, finalmente llegamos al súper mercado. -Muy bien a comprar se ha dicho. -Tomé una carrito y nuevamente saqué la lista de encargos del bolsillo de mi pantalón. -Primero: chocolate, helado de chocolate, alfajores de chocolate, galletas también de chocolate, más chocolate Y... ¿Dónde está la góndola de chocolates? -Le pregunté obviando la lista por completo. -Está bien, seré seria, debemos comprar... Milanesas de soja, harina, arroz integral y fideos de... ¿Que dice aquí? -Le enseñé la hoja, seguro que ella entendía mi letra más que yo misma.

Mi amiga tomo un carrito y dimos marcha dentro de Costco era raro, estar ahí haciendo compras, sobretodo porque lo que comprábamos eran cosas "serias" al menos. La escuche decir lo del chocolate en mas de una ocasión cuando me tocaba a mi me hubiera gustado mandar al diablo la comida y comprar solo chatarra, pero el dinero solo era mío y desgraciadamente teníamos que comer algo saludable al menos de vez en cuando. - Me siento una abuela cuando toca hacer las compras. - comente cuando se puso seria, mientras intentaba descifrar aquel jeroglífico propiedad de mi amiga. -¿Soya? No tengo idea, llevemos los primeros que veamos. - Normalmente no suelo hacer las compras, pero cuando acompaño a alguien ellos siempre van pasillo por pasillo... supongo que para no olvidar algo que no este en la lista y se necesite? -Deberíamos ir pasillo por pasillo... los chicos lo hacen. - digo solo observando lo enorme de aquella tienda que ademas de comestibles venden infinidad de cosas.

Comenzamos a caminar para ser sábado en la mañana esto esta repleto, y lo primero que pareciera el destino fuimos a dar con las galletas y cosas de chocolate. -¡Quiero estas.! - dije poniendo una caja en el carrito mirándola que fue por algo mas, mientras seguimos avanzando solo veo muchas cosas que me apetecen. -Un segundo mas aquí y gastaremos todo el dinero en este pasillo. - digo comenzando a empujar el carrito. [b][color=indigo] -Creo que al final debemos volver aquí. Digo avanzando al siguiente pasillo.

Asentí. -Yo también... -Creo que no eramos las personas más indicadas para realizar las compras ya que al parecer nuestra adicción por la comida chatarra y la poca paciencia ante los artículos comunes para la adecuada subsistencia diaria tendía a dispersarnos un poco, al menos por ahora solamente en pensamiento. Si lográbamos salir de aquel supermercado sin olvidarnos de nada y evitando comprar cosas extras sería un verdadero milagro. -¿Soya? -Repetí con los ojos entrecerrados acercándome a ella para ver el papelito nuevamente -Sí, parece que dice soya ¿Por qué habré anotado soja y luego soya?  -Pensé en voz alta, definitivamente mi caligrafía era buena únicamente escribiendo música. -Me parece un buen plan. -Asentí cuando dijo lo de llevar lo primero que veamos y volví a hacerlo al escuchar su plan de ir góndola por góndola. -Hagamos eso, quizá de esa forma conseguimos salir de aquí con todo lo necesario y en tiempo record. -Miré a mi amiga con una gran sonrisa mientras nos lanzábamos a la búsqueda de los artículos de nuestra lista.
Como si aquel sitio tuviera una especie de poder de atracción que nos había llevado hasta allí arrastras, llegamos a las estanterías donde se ubicaba el chocolate. Inmediatamente ambas nos lanzamos sobre ellas. -¡Y yo estos! -Exclamé dejando en el carrito una caja de alfajores de chocolate. -¡Vámonos ya! -Definitivamente si ese dinero fuera únicamente nuestro apostaba que lo gastaríamos íntegramente en chocolate, dulces y frituras. -Sí, debemos apresurarnos con las otras compras para volver a allí. -Unos pasos más y llegamos a la sección de shampoo, dentífricos y artículos de perfumería. -Oh, el universo nos está jugando una mala pasada...Debemos ser fuertes y no sucumbir ante la tentación. -Bromeé.

Supongo que vistas desde otra perspectiva podríamos vernos hasta graciosas, Breya y yo siempre terminábamos siendo un desastre juntas, nos pasaban cosas tan fuera de lugar y terminábamos en circunstancias tan cómicas que si solo lo planeáramos de esa manera jamas pasaría. -A mi no me mires, tu escribías mientras todo el mundo hablaba. - esas pequeñas reuniones que hacemos poco antes de que se lleguen el día de las compras cada vez se vuelven un poco mas intensas y claro también mas caóticas, supongo que nos falta un poco de coordinación, pero como todo en omega al final siempre termina todo como debe ser, no importa por lo que pasemos. -Si, que no tengo idea del acomodo de los pasillos. - digo solo recordando el caos que me presentaba ir siguiendo la lista.

Salir lo mas rápido de ese pasillo fue complicado, probablemente por que allí se encontraban almacenadas todas esas cosas que gustaban de comprar, así que solo nos dimos a la tarea de seguir caminando llegando al pasillo de higiene y perfumería, no había nada que debiéramos llevar de allí, pues las cosas de higiene al ser personales cada quien las compraba por su cuenta. Pero claro mis ojos curiosos comenzaron a merodear por ahí cuando mi amiga hizo mención de aquello, pero solo comenze a caminar hacia el frente para salir de aquel sitio cuanto antes, pero algo entre todas las cajas de aquel estante llamo mi atención, me detuve y acerque mi mano a la pequeña caja. -¿Cómo crees que me quedaría este? Siento que necesito un cambio veinte años siendo pelirroja es demasiado. - comento colocando la cajita a un lado de mi cabeza entre cabello.

Resoplé desanimadamente ¿Que caso tenía hacer una lista de compras sino podías descifrar lo que tu misma escribiste? En fin, había echo lo mejor que podía teniendo en cuenta el lío de voces de todos nuestros hermanos morados al mismo tiempo, no se que nos sucedía pero cuando se trataba de compras nos volvíamos los seres más hiperactivos del planeta, quizá esto se debía porque en parte nuestra esencia es así: Divertidos de nacimiento.
Observé pensativamente a Zoe. -Debería haber un buzón de compras... -Musité. -Quizá... Cada uno podría poner lo que desea comprar en el y luego lo discutimos en la reunión. Eso podría ahorrarnos malas listas como esta.  -Sonreí y suspiré pensándolo bien a Rico y a Paris les iba muy bien con el sistema de pedidos actual -O... ¡Ya sé! sencillamente por el bien de todos ¡Vetanos de las compras Zoe! -Dije en tono bromista caminando junto a mi amiga por los pasillos de estantes. -Yo tampoco... no tengo idea de cual es el criterio para su orden. -Le confesé, tal vez no tenían uno o sí, la verdad es que no sabía nada acerca de hipermercados y tampoco me esforzaba por hacerlo.

Al llegar a la sección de perfumería y higiene fue imposible que mis ojos al igual que los de Zoe se perdieran entre los artículos, muchos de los cuales emanaban deliciosos y tentadores aromas. Firmemente dirigí mis pies hacia el frente evitando detenerme, pero la voz de la Omega me forzó a hacerlo, así que sin pensarlo dos veces paré mi marcha. Observé la caja junto a su rostro reflexivamente intentando imaginármela con ese tono de color en su cabello. -En mi opinión te quedaría fantástico. Llévala. -La alenté, agregar un solo artículo extra a no variaría tanto nuestro presupuesto. ¿O sí? -Si quieres puedo ayudar a aplicártela. -Afirmé mitad bromeando, mitad enserio. -Supongo que en youtube habrá algún tutorial... Además ¿Que tan difícil puede ser?

No tengo la menor idea de como lo hacen, pero acompañar a Rico a hacer las compras es tan fácil, que cuando dijo que no podría y Paris también estaba ocupado nosotras nos ofrecimos pensando que sería sencillo, cosa que realmente no nos está funcionando, quizás sea porque juntas somos un desastre, pero al menos es divertido, como todo cuando estoy con ella. -Sería imposible ponernos nunca de acuerdo, aun con el buzón. Quizás deberíamos registrarnos en esa cosa que llevan las compras a tu casa. Aunque es un servicio caro, o quizás solo deberíamos dejar de ofrecernos para estas cosas. - Si bien el dinero no era realmente un impedimento para algunos, incluso yo podría ponerlo de lo que mis padres me enviaban, simplemente nadie estaría de acuerdo, los omegas eran así todos debíamos ser iguales y era por eso que me gustaba tanto estar en esa fraternidad. ¡Vetemoslas!- digo emocionada. Aunque claro esa no es una posibilidad, supongo que sería como estar en medio de la jungla, al dejar a omega sin comida, ya nadie sería amor y paz, pues creo que una persona con hambre pocas veces puede ser amigable.

Lo pienso un poco, yo realmente deseo un pequeño cambio así que ¿porque no? Tome la cajita y la arroje al carrito, en realidad no llevaba mi dinero pero si ella estaba de acuerdo luego podría reponerlo, quizás podríamos pasar de cosas que realmente no eran tan necesarias y luego ir a buscarlas, o incluso dejar lo que fuera mas básico y comprarlo en el mini super que estaba cerca de nuestra casa. -¿Crees que una alcance para mi cabello? - pregunto dudando un poco. -Genial, no creo que sea tan difícil... todo el mundo lo hace. - comente ahora emocionada por que mi amiga estuviera dispuesta a ayudarme. -¿No se necesita decolorante para estas cosas? - digo ahora dudando de que tendremos que comprar, para que todo salga bien...

Quizá después de todo habíamos subestimado la dificultad de las compras, ya que al ver a los chicos hacerlas se veía tan sencillo, pero ahora que estábamos allí paseándonos góndola a góndola en el mar de artículos podía afirmar que eramos un desastre comprando responsablemente.
-Sí quizá sí. -Asentí parte de lo malo de ser revoltosos y además de formar parte de una fraternidad con miembros cuyas personalidades eran muy variadas, es que nuestros gustos muchas veces tienden a ser verdaderamente diferentes entonces al organizarnos por ese carácter de "revoltosos" tendemos a ser caóticos. -Definitivamente lo indicado sería no encargarnos más de las compras... Aunque ahora ya está echo, debemos comprar igual. -Musité. -¡Volvámonos auto suficientes, vivamos de la huerta y hagamos pasta de diente propia! -Exclamé, sería fantástico vetar por completo las compras, o mejor dicho vetarnos a nosotras haciendo compras.

Recuerdo que cuando iba al instituto mi tía solía aplicarse tintes en su cabello ella sola, sin embargo muchas veces se le dificultaba por lo cual yo debía ayudarla, así que en cierto punto no era una completa inexperiente en este campo. Creo que en parte por eso le ofrecí a mi amiga ayudarla con su cambio radical de aspecto. -Mmm... lleva dos, tienes el cabello muy largo. -Más vale que sobre a que falte. ¿Que haríamos si nos quedábamos sin tinta a la mitad? -Exacto, funcionará podremos con esto. -Afirmé con toda confianza en nuestros "talentos peluqueros".
Cuando el tema de decolorar salió a flote hice una mueca según he oído por algún que otro lugar, el procedimiento para quitar el color no es tan simple... -Tendríamos que decolorarlo, pero es algo... peligroso. -Mi sorprendente seguridad decayó unos cuantos puntos sin embargo intenté recomponerla. -Aunque tu cabello se ve sano, no creo que haya problemas al decolorarlo. -Saqué mi celular y busqué en internet los artículos necesarios que utilizaríamos para esa tarea. -Primero polvo decolorante, luego un líquido llamado oxigenta como eres pelirroja aquí dice que llevemos uno no muy fuerte, volumen 20. Mmm... papel aluminio, shampoo especial y... creo que ya está ¿Llevamos esas cosas? -Le pregunté después de leer esa pequeña gran lista de compras para una sesión de belleza casera.

Un suspiro pesado salio de mis labios al escuchar a mi castaña amiga, tenía razón había sido un error, pero bueno ya ni quejarse era bueno, como ella bien decía el asunto ya estaba hecho.

Me quede unos segundos pensando en lo que estaba a punto de hacer, miré una y otra vez las instrucciones en las pequeñas cajitas, parecía demasiado sencillo, ademas Breya me ayudaría. ¿algo podría realmente salir tan mal? mi cabello era natural así que según lo descrito allí no habría demasiado drama. Pero y si solo terminaba por echarlo a perder. Mire la caja un par de veces, hacia ya un tiempo que deseaba cambiar mi look, aunque no había pensado en algo tan extremo como pintarlo, mas bien yo había pensado en un corte, pero ahora el cambio de color me parecía interesante. Sonreí cuando dijo que llevara dos cajas, y luego solo caí en cuenta, yo no llevaba nada a excepción de las llaves del coche y mi celular. -No traigo dinero, tu? - pregunte un poco dudosa. Mi rostro cambio al escuchar todo lo que mi amiga indico, pero esos eran demasiados artículos, y claro una cosa era gastar mi dinero y otro el de los omegas, no quería decir que no lo regresaría pero probablemente nadie querría volver a hacer las compras luego. -¿Quizás deba dejarlo para luego?- pregunte mientras rascaba un poco mi cabello.

Y solo termine por dejar las cajas en el estante sin moverme, ya era mas un capricho que un deseo, pues sabia que simplemente no era el momento por algo los obstáculos se nos estaban viniendo encima. -Yo de verdad lo quiero, ¿crees que haya problema si pongo el dinero luego? Podría comprar lo que haga falta en el minisuper, no importa que gaste un poco mas. - pues lo de menos era el dinero, la tarjeta de emergencias no había sido tocada asi que cualquier cosa que necesitáramos podría incluso comprarla con ella.

Fui leyendo en mi celular la lista de artículos que necesitabamos para lleva a cabo la decoloración de su cabello, maravillándome de la cantidad de información que podía acceder mediante aquel pequeño aparatejo, parecía un verdadero milagro que estuviéramos allí, en el supermercado informándonos sobre productos estilísticos mientras los comprábamos. Debía darle gracias a internet y al inventor de los teléfonos inteligente. Suspiré poniendo los ojos en blanco ante mis propios pensamientos que evidenciaban la contaminación que algunas amistades, o mejor dicho que UNA amistad fanática de lo tecnológico estaba ejerciendo en mi y volví a la realidad al escuchar la voz de Zoe. -En realidad no, no traigo dinero... -Musité. Había dejado mi billetera en la habitación debajo de mi almohada para no verme tentada de malgastar mis ahorros en las tentadoras chucherías que podía encontrarme en aquel lugar, aunque a decir verdad no creo que los Omegas se hicieran problema si utilizábamos ese dinero prestado momentaneamente. Me encogí de hombros mirando como la pelirroja dejaba de nuevo las cajas en su sitio pero poco tiempo. -Zoe no habrá ningún problema, vamos llévalo, mañana en la mañana podrás ir al minisuper o incluso hoy de noche si es urgente, no te preocupes. -Tomé el shampoo especial para decoloraciones y lo sacudí enseñándoselo persuasivamente, antes de ponerlo en el carrito de compras. -Siendo honesta, apuesto que todos en la fraternidad debieron suponer que algo así sucedería al enviarnos a nosotras de compras. -Murmuré sonriendo, que ella y yo eramos eramos una peligrosa combinación cuando estábamos juntas no era novedad para nadie.

Sonrei al escuchar a Brey aceptar la idea de reponerlo después, un poco emocionada, y luego mientras ella revisaba en su telefono la observe sonreír un poco, conocía esa sonrisa era la que ponía cuando pensaba en Paris, pero que yo supiera Breya no pensaba en nadie. Me quede viéndola un poco hasta que tomo el shampoo y solo sonreí, la castaña se traía algo entre manos, era seguro. Al escucharla solo sonreí si supongo que deberían haberlo imaginado. -¿Ya está todo? ¿o nos falta algo mas? - pregunte solo comenzando a caminar con el carrito porque entre mas cosas veía mas quería poner dentro.

Creo que la idea del tinte nos emociono un poco porque el resto de las compras termino siendo demasiado rápido, hasta que llegamos a la caja para pagar, con demasiadas cosas de chocolate, galletas, cereal, helado, incluso un par de barras de chocolate que se usa para diversas tareas, un par de adictas, unas pocas de cosas de la lista y el resto cosas para el cabello. -¿Nos falto algo importante?- pregunto encogiéndome de hombros al no tener la menor idea. Y solo esperando a que sea nuestro turno.

Repasé una vez más la lista improvisada de compras para su cabello y me di cuenta que sí, nos faltaba algo. -Falta el pincel para el tiente. -Tomé uno de aquellos largiruchos pinceles y lo puse dentro del carro. -Ahora sí, no necesitamos nada más. -Le sonreí ampliamente a mi amiga mientas volvíamos a caminar entre las góndolas realizando las comprar restantes. Por suerte no tardamos mucho tiempo y sobrevivimos a la tentación de agregar más "chicherias" de las acostumbradas, únicamente sucumbimos ante el chocolate, pero ese fue de esperarse.

Finalmente llegamos a la caja y mientras esperábamos observé unos stickers que estaba colgados en uno de esos peculiares exhibidores de pegotines que hay en los supermercados. Los miré girándolos para poder ver cada paquete y me encontré con uno que poseía stickers con "rayos" y un superheroe que parecía correr a toda velocidad con su traje de rojo. Era flash. Los tomé moviéndolos para ver el brillo que desprendían y sin pensarlo los puse en el carro de nuestras compras, sabía que era medio infantil llevarlos sin embargo... no lo sé, quise hacerlo. -También repondré el dinero por eso... -Dije evitando la mirada de Zoe con gesto de "por favor no digas nada".
Nuevamente revisé el listado de compras Omega para corroborar que nada de lo indispensable nos faltaba. -No, todo en orden, estamos cubiertas. -Respondí relajando mi expresión y sonriendo.

Nuestro turno para ser atendidas llegó y a medida que la cajera fue pasando los artículos que habíamos comprado por la registradora y poniéndolos en bolsas, fuí tomándolas y colocándolas en otro carro para transportarlas hasta el estacionamiento en el que luego de unos minutos nos encontramos acomodándolas dentro del automóvil de la pelirroja. -¡Falta menos para tu cambio de look! -Exclamé con entusiasmo.

Mientras hacíamos fila una que era algo así como eterna, estuve mandando un par de mensajes a Paris solo tonteando un poco, pero de reojo observaba a mi amiga que estaba en aquel exhibidor viendo ¿pegatinas? me pareció un poco extraño, y cuando la vi acercarse con unas de flash y ver su rostro me quedaba mas claro que había algo que no me estaba diciendo, pero no comente nada. Al llegar nuestro turno y pagar solo nos retiramos al estacionamiento para guardar las compras pero me costaba trabajo solo dejar de mirarla, hasta que hizo aquel comentario sobre mi cambio de look. La verdad me sentía nerviosa, nunca había pintado mi cabello, y no quería un cambio drástico, pero lo peor es que ambas eramos inexpertas y bueno tenia un poco de miedo por eso también, aunque bien dicen por ahí que el cabello crece. Estoy nerviosa. - digo con un poco de emoción.

La música se enciende sola, pero yo solo no me aguanto más, y bajo el volumen. -Anda cuéntame ya. - digo sin hacer referencia a nada en especifico pero se que ella entenderá. -Conozco esa sonrisa. Es la del amor. - digo para molestarla un poco y solo sonrió emocionada.

Miré a Zoe, a decir verdad yo también estaba un poco nerviosa ya que nunca le había teñido el pelo a nadie, cuando era chica solía cortármelo yo misma pero entre cortar y teñir hay una gran diferencia. Sonreí y opté por dejar los nervios de lado ya que sabía que si estábamos muy ansiosas o nerviosas las cosas no resultarían bien y el universo con su ley de atracción nos traería un resultado opuesto al que deseábamos tener. -Tranquila, debemos confiar en que todo va bien y así lo será. Quedaras hermosa. -Apostaba que las delicadas facciones de mi amiga la harían ver como una muñeca con cabello rubio, no teníamos de que preocuparnos más que por nuestra destreza de peluqueras que resultaría buena si conservabamos esa calma.

Subimos al auto de Zoe, que al poner la llave en su contacto y hacerlo arrancar, se llenó de música. La canción que sonaba no era conocida para mi, la escuché con atención hasta que la Omega bajó el volumen de la radio y volvió a hablar. Sabía a que se referían sus palabras sin embargo no tuve idea de lo que debía responder responder, no había nada en mi vida que pudiera adecuarse para contestar a lo que ella acababa de decir. -¿Que te cuente? -Murmuré frunciendo ligeramente las cejas. -¿Amor? ¿Que es eso? ¿Se come? -Bromeé riendo ligeramente. -No hay nada, ya sabes, nunca hay nada. El amor no es lo mio. -No era de esa clase de chicas que se enamoraran constantemente a decir verdad, cuando salía con un chico generalmente solo sentía atracción y a veces ni siquiera era una muy profunda. En mis veintiún años de vida no creo haberme enamorado ni una sola vez.

-Eres una mentirosa. - dije un poco en broma, un poco en serio, pero con una actitud totalmente relajada, pues en realidad creo que realmente algo pasa, pero quizás ella misma ni siquiera lo haya notado, yo misma no lo hice hace tiempo cuando Paris y yo eramos aquellos mejores amigos que se la pasaban juntos, y yo solo no tenía idea de cuanto me gustaba. Podría ser que ella este pasando por algo parecido pero con ¿quien? -¿Segura? Podría apostar que esa sonrisa es la misma que hay en mi rostro cuando veo o recuerdo a Paris. - solo hago ese comentario y vuelvo a solo concentrarme en el camino, pues realmente no quiero ser una molestia, cuando ella lo sepa estoy segura me lo contara.

El resto del camino solo hablamos trivialidades y algunos planes que tiene para los próximos meses, llegamos sin muchas dificultades y solo comenzamos a bajar las compras, mientras algunos omegas que están por ahí solo nos ayudan con las cosas. En cuanto terminamos tomamos todo lo que hemos comprado que es nuestro y vamos a nuestra habitación. Vaciando todo en su cama. -Estoy nerviosa, pero saldrá bien. - entre las cosas observe los stickers que ya antes había observado miraba. -No sabía que te gustaban los superheroes, o comics. - comente pues para mi definitivamente no saber algo que le gustaba a mi amiga era algo importante. -No me digas que te volverás una nerd al estilo Patrick. - dije jugando un poco, pues aunque realmente Patrick y yo no somos grandes amigos, realmente me parece bastante interesante aunque no es la persona mas amistosa del mundo, me cae bien.

Hice una mueca... ¿A quién rayos quería engañar? Ella estaba en lo cierto sí era una mentirosa incluso ahora en mis propios pensamientos cuando me decía a mi misma que no había ocurrido nada "especial" en mi presente para utilizar de respuesta a su pregunta estaba mintiendo.
Miré a mi amiga mordiendo mi labio inferior y quise decirle -Sí, algo sucedió. -Pero no sabía por donde empezar. Todo había sido tan espontáneo, tan poco premeditado de mi parte, tan... tan irreal y extraño.

-¿Segura? -Murmuré intentando formular una afirmación que contrariamente a mi cometido sonó como una pregunta. Por suerte Zoe puso atención a el camino que se proyectaba frente a nosotras y eso en verdad me alivió ya que aún no encontraba el valor para hablarle sobre lo ocurrido aquel lluvioso día.

El resto del viaje fue ameno, hablamos sobre temas muy casuales y aproveché aquel momento para contarle que me habían admitido en los seminarios de Nueva York. Al llegar a la casa Omega las cosas no cambiaron, tuvimos mucha suerte al encontrarnos con hermanos caritativos que nos ayudaron con las compras, así que sin miramientos luego de varios minutos estábamos en nuestra cálida habitación. -Saldrá fantástico, ya lo verás... Paris morirá por ti aún más. -Dije con una sonrisa traviesa, tomando mi notebook para que comenzáramos con la búsqueda de tutoriales que guiaran nuestro "reto" del día de hoy. -En realidad no soy fanática de ellos. Tan solo me gusta The Flash. -Respondí distraídamente sentándome en el borde de mi cama con la computadora encima de mis piernas. -Vamos youtube no nos falles hoy... -Farfullé pensando en voz alta mientras escribía "Tutoriales para decoloración del cabello". Estaba completamente inmersa cuando el nombre de aquel Omega llegó a mis oídos y mi estómago dio un ligero brinco. -No, eso sería imposible. -La contradije esforzándome por que mi voz sonara contenida, pero otra vez la pregunta inicial volvió a aparecer en mi cabeza... ¿A quién rayos estaba deseaba engañar? -Pues, supongo que a mi misma. -Exhalé un gran suspiro y posé mis ojos en mi amiga con expresión abatida y algo confundida. -Zoe... yo... él... ¡Rayos! Me gusta Patrick. -Voví mi mirada al computador. -¡Mira! Este tutorial tiene buen aspecto, seguro nos servirá. -Exlamé cambiando de tema como si la confesión anterior nunca hubiera salido de mis labios.

Estaba un poco nerviosa, quizás cambiar no era una buena idea, cabía la posibilidad de que a Paris no le gustará. No a él le encantara me dijo algo, pero no es que fuera fácil combatir todas esas inseguridades que viven dentro de mi.

Algo pasa con mi amiga, pero bueno tampoco insistiré hasta cansarla, quizás solo este hecha un lio y solo no esta lista para contar nada y claro lo respetare. Comienzo a sacar todos los productos de sus envolturas, buscando primero que nada los guantes para mi amiga, y esa pequeña no se "capa" que termino poniendo alrededor de mi cuello. No entiendo para que tanta cosa, pero escucho a mi amiga, diablos espero que el tutorial sirva, eh visto en algunas ocasiones como las cosas no les terminan por funcionar al final y solo espero que no sea nuestro caso.

Ella comienza solo a seguir los pasos que va indicando el tutorial, en realidad nada ha sido la gran cosa, creo que incluso con leer las instrucciones de la caja hubiéramos podido hacerlo, pero luego ella solo suelta esa frase, y yo solo no tengo nada para decir. Creo que me quedo un poco en shock, yo no esperaba ni en un millón de años que ella dijera eso. -Si tu lo ves bien. - digo acerca del tutorial. Jalo una silla cerca de su cama donde tiene la computadora y todas las cosas y solo siento como comienza a hacer cosas en mi cabello, justo como la chica del vídeo le ha dicho. -¿Como te diste cuenta? - digo ahora solo refiriéndome a lo de Patrick. -Él es tan amm... ¿Cómo es? - digo ahora dándome cuenta que realmente no lo conozco. Y no puedo solo opinar de él. Aunque estoy segura que es un buen tipo, y ademas especial, pues se que mi amiga no estaría así por el de no serlo.

Observé aquel tutorial con atención y me resultó bastante simple, o sea los pasos del procedimiento eran sumamente claros y entendibles. Tomé unas pinzas para el cabello que tenía guardadas en uno de los cajones de la mesa de luz y lo primero que hice fue comenzar a dividir el cabello de mi amiga con cuidado, luego leí las instrucciones de las cajas mientras escuchaba su voz que en mi fuero interno despertó todo aquel debate sobre como decirle que en verdad sí había alguien que me gustaba. Honestamente no es que me costara hablar con Zoe era mi mejor amiga y no tenía vergüenza de hablar ningún tema con ella. Sin embargo, toda esa cuestión de mis sentimientos, de admitir que nuevamente comenzaba a sentir algo por alguien, me era complicada, me hacía sentir incluso angustiada. Durante varios segundos me quedé allí pasmada, dejando las cajas de productos a un lado y fijando mi vista nuevamente en el tutorial que seguía transcurriendo en aquella computadora. -En realidad... no sé si lo veo como algo que esté bien. -Respondí sacudiendo mi cabeza, cuando lancé las palabras "me gustas" aquella noche, hasta yo misma me soprendí de ellas, no creí tener esos sentimientos por Patrick, pero al parecer aunque racionalmente no lo tenía muy comprendido en ese momento cuando las dije, todo fue verdad y desde entonces no puedo dejar de pensar en él. Observé a la Omega durante unos segundos y en ese instante caí en cuenta que en realidad no estaba hablando sobre el chico en cuestión, estaba hablando sobre el video de youtube. -Ah, lo siento, sí... sí este tutorial creo que nos servirá. -Musité frunciendo mis labios con rigidez, y tomando un pequeño. Terminé de colocarle esas pinzas en el cabello a Zoe, cuando ella tomó asiento en una silla cerca de la cama. Por mi parte en cuanto saqué mis manos de su cabello, luego de colocarme los guantes, las dirigí hacia la oxigenta y el polvo decolorante que comencé a mezclar en un cuenco que habíamos comprado especialmente para eso. Al terminar de hacerlo sostuve un pequeño mechón de su pelo y probé el producto realizando un leve "prueba de alergia". -Avísame si te molesta, te arde o pica. -Le dije aprovechando a leer más instrucciones durante los minutos que debíamos esperar para que aquella sustancia actuara y pudiéramos saber si era correcto continuar aplicándola o no. Era rara la situación porque mi mente parecía divida en dos, una parte de mi procesaba las acciones que estaba haciendo y otra intentaba reflexionar en como expresar lo que estaba sintiendo por ese alguien que captaba la atención de mis pensamientos.  -Pues la verdad es que no sé. -No tenía idea de como lo supe, tan solo en ese momento lo sentí, quizá la situación contribuyó para que me diera cuenta. Con voz nerviosa, hablando rápido me esforcé por ser más clara. -El día de mi cumpleaños tu no estabas y Bent tampoco, y entonces me enteré que proyectarían una película en la playa, pero lo más fantástico de todo es que serían clásicos y la energía se produciría por pedaleo de bicicletas. No podía perdérmelo, por eso invité a Patrick todo iba bien hasta que de pronto empezó a llover... Y cuando llovió no lo sé... algo, algo en sus facciones me hizo pensar "él me gusta". -Estaba ruborizada por suerte me encontraba detrás de la Omega ya empezando a aplicarle aquel producto en las raíces de su cabello, al ver que no le había provocado ninguna reacción alérgica. -Él es... -Me interrumpí para tomar una bocanada de aire y armarme de valor. -Él es muy amable... a veces parece salido de otra época, y es verdad que es muy tímido pero también es tan detallista, tan... tan valiente. -Mis ojos se abrieron de par en par. -Zoe, él incluso se lanzó contra dos tipos que se metieron en un bar conmigo, pese a que eran mucho más grandes. ¡No pensó en pedir ayuda! ¡Lo golpearon y el chico se paró listo para arremeter contra ellos, cuando ni siquiera nos conocíamos bien! -Dejé la brocha con la que estaba "pintando" su cabello con el decolorante y sacudí mi cabeza. -No lo sé... creo que estoy perdida.

Tenía que admitir que la confesión de mi amiga me sorprendía un poco, no por el hecho de que dijera que Patrick le gustaba, eso comenzaba a sospecharlo, esa insistencia desde él inicio porque él saliera y viera como era el mundo, incluso esa necedad por querer ser su amiga, sabía que había visto algo especial en él, pues aunque era parte del espíritu de Breya ser un ente social y ser amiga de todos, con él simplemente no se rindió. Lo que le sorprendía era el tono en que ella misma lo decía como si no estuviera segura de lo que decía.

Escuche su relato atenta mientras sentía como colocaba ya la mezcla sobre mi cabello, estaba nerviosa aún, pero al menos todo este lío de mi amiga me lograba distraer de lo que estaba pasando en mi cabeza. Sonrió al escuchar lo que dice, -aww que lindo. - comento mientras espero que ella solo siga con su relato. Me encanta la manera en que ella lo describe, solo denota cuanto le gusta, y me agrada de sobremanera que ella este así, ilusionada. -Genial, ¿y que paso? ¿Ya se besaron? ¿Algo más? - pregunto bastante curiosa con la idea. -¿Pérdida? ¿Porque? - en realidad solo quiero saber todo, y de pronto solo me doy cuenta que ella ha terminado de pintar.

Ha pasado ya un rato, el tiempo suficiente para que solo lo enjuaguemos, así que mientras seguimos platicando solo vamos al baño para comenzar a lavarlo. Y espero entusiasmada a que ella me cuente el resto de su historia con nuestro ahora querido "nerd".

Compartir todos esos pensamientos, o mejor dicho, sentimientos se me hizo dificultoso aunque inesperadamente me encontré hablando sin parar como si tuviera la necesidad en verdad tuviera la necesidad de contárselos a alguien. Quizá en parte mi gran habladuría se debía a eso, a los nervios que me generaba el tema en sí o que estaba frente a Zoe, mi amiga, una persona en quien confío plenamente.

Continué hablando sin parar y simultáneamente esparciendo todo aquel producto decolorante en su cabello. -En realidad, sí, nos besamos -Respondí con algo de rigidez, no lo sé, aun intento comprender porque me cuesta tanto expresar este tipo de cosas. -Mmm... ¡Ah! Me obsequió esto. -Me aparté un poco de su cabello hasta quedar delante de ella, junto a la cama y le enseñé el dije que colgaba en mi cuello junto a su trébol. -Por cierto, gracias por el regalo... ¡Me ha encantado! - Desde que recibí ambos presentes, los usé permanentemente ya que cuando los usaba pensaba en ambos. Le dediqué una gran sonrisa que habría sido un abrazo sino fuese porque tenía mis manos ocupadas con el pincel y el cuenco contenedor del decolorante.
Sin más volví a mi tarea, hasta que casi sin darme cuenta el producto estuvo aplicado en su totalidad. -Porque... me gusta. De verdad.

Nos dirigimos rumbo al baño luego de varios minutos, listas para lavar su cabello, ya de paso cargamos con la tinta y mientras Zoe se enjuagaba el pelo yo la mezclaba. No supe que más decir acerca de Patrick así que guardé silencio unos instantes.
-¿Estas lista? Tengo el tinte pronto esperándote. -Le pregunté al cabo de un rato.

Un grito de felicidad acompañado de unos pequeños aplausos salio en forma de escándalo de mi cuerpo. Me agradaba la idea de que mi amiga tuviera a alguien, y que claro fuera correspondida era lo mejor. Miré el dije que colgaba junto al que yo misma le había dado. -Es hermoso Brey. - digo sonriendo y ahora bastante contenta con ella, pero ella solo parecía un poco rigida, y no tan emocionada como debería estarlo. - Me alegra, vino a mi mente en cuanto lo vi que debía ser para ti. - digo feliz de que le haya gustado.

-¿No debería ser algo bueno? ¿Él te corresponde no? - claro que yo solo soy un poco insensata, se que hay personas que besan solo por hacerlo, y puede ser que yo este emocionada por un beso, que quizás para él no haya significado nada, y por eso mi amiga está como está, aunque no conozco demasiado a Patrick no me parece que sea el tipo de chico que vaya por ahí besando a una u otra, ni siquiera habla con nadie, mucho menos intercambiar fluidos bucales. Al menos no creo que si no le gustara mi mejor amiga, simplemente ¿para que regalarle algo?, ¿para que besarle?, seguramente Breya era igual de especial para él, que lo que estaba siendo para ella, quizás incluso más, pero podría ser que solo fuera ¿timido?

-Lista. - comente en cuanto termine con mi cabello, ella parecía no querer seguir hablando del tema, y no es que quisiera presionarla, pero moría de curiosidad por saber más. -Ándale cuéntame más, ¿que más paso? ¿algo malo? ¿porque estás asi? - se por experiencia propia que el amor es difícil, pero a pesar de todo lo malo, es lo mas bonito que uno puede experimentar en la vida. Sentir como tu corazón se acelera al pensar en esa persona, que una sonrisa se aparezca en tu rostro.

Las exclamaciones de emoción de mi amiga me hicieron sonreír ampliamente, no imaginé que su reacción fuera tan aparatosa como para incluir aplausos además de gritos de entusiasmo. -Sí, me gusta. -Asentí moviendo ligeramente aquella clave de sol para que desprendiera algún que otro brillo. -En verdad, es fantástico, me encantan los tréboles. -Le aseguré pronunciando aún más mi sonrisa, lo que más me agradaba de su obsequio es que además de venir de ella se notaba que de verdad me conocía al elegir ese símbolo tan importante para mi que hasta le había dado un nombre a mi mascota y se encontraba tatuado en mi cuerpo.

-Por supuesto, es más que bueno que me corresponda. -Afirmé con toda seguridad. -Pero... en parte eso me aterra porque a mi... -Me trabé y no supe que hacer si continuar hablando o detenerme. Un ligero suspiro se escapó de entre mis labios y luego de que otra pequeña bocanada de aire se adentrara en mis pulmones junté el valor para proseguir. -Zoe a mi me asusta que las cosas funcionen y... comience a sentir algo más. -Sí, me aterraba enamorarme, probablemente estuviera a años luz de hacerlo ya que a penas me había dado cuenta que Patrick me gustaba, pero cada vez que me lo cruzaba en los pasillos o simplemente pensaba demasiado en él, el cosquilleo de mi estómago se hacía más y más intenso. En verdad me sentía como una adolescente.

-¡Bien! Ven para aquí. -Le dije moviendo mi mano para que se acercara en dirección hacia el lavatorio que en ese momento estaba oficiando como "mesa" de trabajo estético. -A ver... -Llevé  mis manos nuevamente hacia su cabeza y comencé a aplicar el tinte usando aquel peine enjuagado previamente. -En realidad malo, lo que se dice malo no ha sucedido nada... Es solo que él es bastante tímido y yo he descubierto que en lo que a estos temas respectan tengo unos cuantos baches... -Murmuré intentando que mi humor mejorara. -Creo que al principio todo es difícil... ya sabes, el tema de definir que hacer o las dudas sobre que pensará el otro de ti, sumado a la "vergüenza" no lo sé... Todo está bien. Cuando suceda algo más prometo contarte -Me encogí de hombros ligeramente sin tener idea de que agregar. -En fin... no hablemos más de mi, cuéntame acerca de ti. ¿Las clases? ¿Paris? -Dije unos segundos después, con interés, habíamos pasado todo ese rato hablando acerca de mis novedades amorosas pero yo también quería enterarme de como iba todo en su vida.

Sonreí un poco, en este justo momento Breya me recordaba tanto a mi misma cuando todo lo de Paris comenzó a suceder después de aquel beso en la playa era como si avanzar un paso más pudiera lanzarme por un precipicio todo eran nervios y miedo. Ese momento en el que no sabía que pasaría. -No es que tenga experiencia, pero con Paris me paso algo parecido, eramos amigos y de repente un día él me beso y yo sentí tantas cosas, pero durante algunos días creo que inconscientemente lo evitaba, yo tenía miedo de que pasara algo más y me lastimara. Y claro hay demasiadas posibilidades de que sufras, cuando quieres a alguien todo duele mil veces más que si no lo hicieras, pero creo que también si solo te dejas llevar por el miedo te perderás de la mejor experiencia que puedes vivir. Porque no recuerdo nada que me haga sentir como cuando me mira ya sabes y todas esas demás cosas ridículas y cursis. - digo solo dándome cuenta de como he comenzado a hablar.

-Si es difícil, pero te lo garantizo no hay nada mejor. - digo al escucharla mientras le sonrió. [color=indigo] -Quiero ser la primera en escuchar todo. [b] -Todo bien, clases pues ya sabes demasiado trabajo pero me encanta, con Paris todo va bien no estamos en nuestro mejor momento pero creo que lo vamos superando... Pero si que tengo algo que contarte parece que voy a poder hacer la pasantía durante el verano, con un productor no muy famoso pero trabaja en Universal Studios. Así que quizás me toque ver algo interesante, aunque aun están por confirmarme. - mi entusiasmo al hablar sobre aquello solo es grande, así que no puedo mas que demostrarlo a mi amiga.

Era bastante extraño, en verdad, que me costara hablar tanto sobre temas amorosos incluso con ella, con Zoe, mi mejor amiga una de las personas en quien confiaría con los ojos cerrados. Sin embargo no puede evitar encontrarme nerviosa cuando dije esas palabras que para mi fueron una confesión profunda, tan profunda que incluso no pude mencionar con el nombre exacto de aquel sentimiento que me atemorizaba tanto. -Exactamente así es como me siento. -Afirmé al escuchar su descripción acerca de como eran sus emociones cuando tenía miedo a ser lastimada en un principio de su relación. Luego, fui meditando lo que decía procurando que el miedo no interfiriera en mis pensamientos. En el fondo sabía que ella tenía mucha razón y si dejaba pasar todo esto simplemente por estar asustada probablemente me arrepentiría, como las veces anteriores en las que había arruinado prometedoras relaciones por esa "especie de ataque anticompromiso e involucramiento". Poco a poco esbocé una sonrisa de gratitud (por sus consejos) y también de felicidad, ya que me encantaba cuando hablaba de esa forma acerca de su relación con Paris porque parecía que su rostro se iluminaba. -Eres sabia Kavanagh. -Afirmé con seriedad.

-Esta bien, confiaré en ti. Serás la primera en saber cuando algo trascendental suceda, por supuesto.-Musité culminando de aplicar el tinte en sus raíces y procediendo a aplicarlo en el resto del cabello. -Eso es importante, nada mejor que hacer lo te gusta. ¿Por qué? ¿Algo sucedió entre ustedes? -Mi ceño se frunció ligeramente para mi Zoe y Paris eran una pareja bastante constituida a mi entender, no lo sé, pese a los malos entendidos creo que se amaban y de eso no quedaba duda alguna. -Bueno siempre hay complicaciones lo importante es eso... que las superen. ¡Vamos cuenta! ¿En serio? ¡¡Fantástico!! ¡Felicidades! Seguro te confirmarán, serían unos tontos sino lo hacieran con todo tu talento.

Yo misma asiento cuando dice que se siente de aquella forma, supongo que todos pasamos por algo así, o quizás no pero se que Breya y yo somos bastante parecidas, sobre todo a como yo solía ser antes de Paris, alocada y un tanto renuente a solo sentir algo por alguien, pues solo tenía demasiado miedo a que alguien me lastimara. -Lo se.- digo llena de orgullo. -Quizás cambie de carrera a psicología, al parecer sería buena para eso. - digo con un poco de ironia porque es bien sabido que las psicólogas al menos algunas que yo conozco necesitan ver a un loquero mucho más que nosotras mismas. Supongo que viven trastornadas y solo quieren curar su enfermedad por eso estudian aquello, ademas no me veo cargando miles de libros aburridos para ver que pasa.

-No, solo creo que hemos estado un poco no se estresados y no está llendo como siempre. Pero bueno todos pasamos por eso. - Al menos quiero creer que es eso solamente.

Y cambiando de tema a algo que me tenía realmente feliz. -Si bueno me dijeron que había otras tres solicitudes pero que solo se podía un interno, así que ahora solo a esperar, al parecer habrá una ronda de entrevistas además la chica que me atendió dijo que si tenía suerte podría hasta quedarme trabajando, que ella había sido interna hace un par de años. - digo solo emocionada y un poco nerviosa por ello, realmente las cosas no son fáciles y no quiero hacerme ilusiones, pero si lo obtengo creo que podría hasta dejar de dormir de la emoción. Ya ha pasado el tiempo indicado desde que termino de aplicarlo, y estoy ansiosa por eso también.