Briana A. Coghland

23 años

Medicina/Traumatología

Heterosexual

DESCRIPCIÓN PSICOLÓGICA

Guerrera de lo justo, esas son las palabras con que su tía suele describirla. Briana desde pequeña ha sido incapaz de ser un espectador pasivo de cualquier acto de violencia o conflictos, siempre ha trata de buscar una solución o un punto de conciliación, cree firmemente en que cada persona, y cada ser tienen el mismo valor; cualquier idea racista, machista o prejuiciosa que atente a esta idea de equidad y armonía es una causa contra la que Briana luchara. Convencida de que lo que mueve al mundo es el amor, y la esperanza es su fiel escudero, tiene un enorme sentido de justicia y se le rompe el corazón al ver o saber que se vulnera a alguien. Si alguien le pregunta cuál es el mayor problema del mundo, ella te dirá: que han olvidado como amar, aunque paradójicamente le tiene un terror inexplicable a enamorarse.

Es  valiente y apasionada, no sabe callar ni puede quedarse tranquila frente a una injusticia, más que un hábito aprendido es inherente a su persona; desde sus inicios ha demostrado ser incapaz de aceptar que sobrepasen a alguien, los títulos y cargos no significan nada para ella, el valor se lo otorga a la persona por lo que jamás ha sentido más respeto por quien goza de un título pomposo que por quien tiene el trabajo más humilde. Es esto, lo que le válido algunos problemas a la hora de aceptar a la autoridad, le resulta difícil aceptar normas autocráticas sobre todo si las coincidiera discriminativas de alguna forma.

Rebelde y escéptica a pesar de lo soñadora e idealista de su personalidad. Tiene una tendencia natural a hablar demás -teniendo una facultad casi ridícula de expulsar millones de palabras por minuto sin titubear ni una sola vez- y dejar que la ironía se escape por sus labios, sonando un poco más grave o con tendencia a la estupidez de lo que realmente es.

Alegre, obstinada, protectora con quienes ama dejando escapar sus tintes maternales y de hermana mayor con cuanta persona estima. Una vez que decide que alguien forma parte de los suyos jamás lo deja sin importar en que tantos problemas se pueda meter ni que tan profundos sean sus errores, la lealtad es algo con que corre en la sangre de su pueblo, de la misma forma que los valores familiares, por lo que para ella los amigos son familia y no existe ninguna discusión al respecto. Para la irlandesa Familia es a quienes amas y te aman, a quienes apoyas y te apoyan.

De sonrisas fáciles y gran corazón, incluso si en algún momento le has parecido alguien insufrible Briana no sabe decir que no a quienes le piden ayuda. No es rencorosa y perdona con facilidad a quien lo pide. Tampoco le presta especial atención a los desagrados o las molestias.

Sincera, si bien la mayor parte del tiempo guarda en el bolsillo sus mal humor, no acepta la hipocresía y puede llegar a ser un poco ruda cuando esta frente a ella. Tiene dificultades a la hora de hablar de sus emociones, no porque no quiera compartirlas, si no que más bien se relaciona con el hecho de que no está acostumbrada a sentarse a asimilarlas u comprenderlas.

HISTORIA DEL PERSONAJE

Briana respiro por primera vez un 6 de octubre 5 minutos después que su hermano mellizo Alan, en una modesta casa en Adare, Irlanda. Nacida del matrimonio entre Alan Tooland, un orgulloso y testarudo veterinario irlandés, dedicado a cuidar los caballos desde incluso antes de graduarse y  Lana Prescott, una joven estadounidense que recién había obtenido su título medicina y que había acudido embarcada en una cruzada de medicina voluntaria con otro grupo de jovenes.
Aiden y Lana apenas se conocieron habían sentido las chispas saltar entre ellos llevándolos a un conflictivo e interesante enamoramiento, debido a sus diferentes personalidades.  La joven americana parecía cruzarse siempre en el camino del irlandés en los momentos más inoportunos, y dándole una patada a su ego masculino le encontró solución a más de uno de sus problemas. A los meses de haberse conocido poco antes de la fecha fijada por Lana para volver a su país cedieron ante la atracción y se casaron recibiendo a los nueve meses la sorpresa de que el embarazo de Lana era de mellizos y no de un solo bebé cómo pensaban.
Los mellizos crecieron sus primeros años de vida acogidos en aquel cálido ambiente; rodeados del cariño de sus padres y de su tía Eileen -la hermana de su padre-, su esposo Gaile y sus hijos Kyle y Shain. Gael solía quejarse de lo terrible que había sido la idea de mudarse a la casa vecina a la de su hermana mayor, ya que a menudo daba la sensación de que todos vivían juntos.
Cuando los mellizos tenía seis años un accidente automovilístico le quitó la vida a sus tíos, por lo que sus primos  Kyle- un año menor - y Shain -dos años mayor- se fueron a vivir con ellos. Fue esto lo que en parte gatillo que los cuatro crecieran tan unidos y se hicieran cierta fama dentro de la ciudad. Cada uno de los cuatro con diferentes rasgos en su personalidad fueron nutriendo sus "experiencias" de grupo, que en general terminaban en juegos inocentes, rescates de animales, y con la dueña de una de las pocas granjas turísticas de Adare muy molesta con la presencia de los pequeños.
-Shain, ¿me quieres decir porque tienes la ropa rota y estas lleno de raspones? - pregunto Alan- Me caí corriendo a las carreras, pero gané
La energía vibrante y constante del mayor de los Madigan, Shain, quien aparte de no poder mantenerse quieto ni por un instante, daba todas las luces de su férrea constancia cuando algo le interesaba. Tarea aparte era mover al perezoso niño de 7 años cuando decidió que algo no le llamaba la atención. Terco y vivaz, hizo que se ganara el respeto entre sus mayores.
[b]-Kyle ¿porque tú y tus primos han estado recogiendo madera toda la mañana? ¿van a construir algo?-[b] preguntó Trevor quien era el cocinero de una de los pocos restaurant de la ciudad.
El menor de los Madigan, Kyle, fue creciendo al compás de su imaginación; era difícil responder que crecía con mayor rapidez si el muchacho o la intensidad de curiosidad. Es un niño que quería descubrirlo todo, armar y desarmar todo; por lo que por su puesto se convirtió en la mente detrás de todas las travesuras.
[b]-Aiden, cariño- ¿Quienes son todos estos niños?- Preguntó Lana.
Los mellizos también crecieron, y dejaron de ser los dos bebes redondos y colorados para todo el mundo idénticos. Aiden tenía encanto y carisma infantil que lo hacía salir bien parado de cualquier artimaña, puede ser que ya el pueblo entero lo conociera o que sencillamente les causara risa que todos los días declarara a alguien como su nuevo mejor amigo, desde el maestro de Shain, a Eily McGregor la repostera de la panadería a tres cuadras de su hogar, y que le coquetease a todo incluso a las flores teniendo solo 6 años.
¿Porque estás tan mojado Aiden?- preguntó Lana - Es que Briana encontró un pez fuera del agua y lo acompañamos en el río hasta que volvió a nadar otra vez.
Briana fue desarrollando una pasión interior tan viva como el rojo de sus cabellos, muy alegre, pero muy justiciera, no le gustaba ver triste a las personas ni a los animales. Su amor por los animales es lo único que creció en la misma medida que su testarudez.
-Sr. Tooland hoy sus hijos se robaron a mi caballo.- Murmuró enojada la Sra. Flaningan, dueña de uno de los pubs de la ciudad.
-¿Esta segura que fueron ellos?- Preguntó Alan.
-¿Cuantos mellizos pelirrojos, pecosos, tomados de la mano, de doce años, acompañados por otros dos niños pecosos de la misma edad cree que pueden haber en este pueblo?. Cuando les dije que los iba a delatar, la niñita me dijo que ella me acusaría primero con usted porque no tenía puesto cascos y lo había hecho cargar un par de faros, ¡Un par de fardos! !Yo no maltrato a mis animales señor Tooland! Estoy realmente cansada de que sus niños se lleven a los animales de MI granja.
-Bueno... Al menos debe admitir que han salvado a la mitad de sus animales cada vez que necesitan ayuda veterinaria ¿no?
-No me parece gracioso señor Tooland, la próxima vez llamaré a las autoridades, le juro que  la próxima vez si llamare a las autoridades
-Hablare con ellos Sra Flaningan- respondió Alan sonriendole, sabiendo que por más que se quejara la mujer no lo haría de la misma forma que no lo había hecho en los últimos seis años
Unidos, cómplices, graciosos y desastrosos, así hubiese calificado cualquiera de los habitantes de Adare los cuatro muchachos, bueno todos menos la Sra. Flaningan  quien constantemente veía sus animales desaparecer “para ser rescatados”
En una de las tantas tardes de su niñez, orgullosa e incapaz de aceptar ser la pequeña asustadiza aprendió a nadar cuando sus  primos la retaron a cruzar el lago; muchas veces había visto a su madre sumergirse en las aguas y no salir hasta varios minutos después pensó que sería fácil, tardo un par de horas, un buen susto y la buena voluntad de Shain el que comenzará a nadar, desde entonces jamás lo dejó. Cada vez que alguna preocupación ronda su mente, se va a nadar.
Siete años después de la muerte de Eileen y Gaile, la madre de Lana enfermo y la joven pareja decidió mudarse a California. Gael, que llevaba varios años recibiendo ofrecimientos de ir como veterinario para un par de ranchos, no le fue difícil reubicarse, ni tampoco a los muchachos que eran tan sociables.

Su adolescencia pasó tranquila, sin mayores incidentes, salvo por un par de muchas veces que estuvieron a punto de suspender por llegar a la escuela con animales que había encontrado abandonados y estaba dispuesta a darles un nuevo hogar.
Desde que tenía uso de la razón pensó que quería ser veterinaria, pero al migrar a USA con su familia, fue conociendo más de la profesión de su madre y no solo enfocándose en la de su padre, y comenzó a encantarle la idea de poder ayudar; más aún cuando entendió que la ayuda de los médicos era necesaria durante los accidente como el que le quito la vida a sus tíos.
Al decidir no era veterinaria sonó medicina lo que deseaba, supo enseguida que quería estudiar en el alma mater de su madre; no solo por el prestigio de UCLA sino por las historias que ella le contaba hicieron que deseara recorrer un camino similar al que había recorrido su madre. Sus buenas notas y su participación el equipo de natación de su escuela del cual era capitana -y cuya testarudez le llevo en más de una ocasión a la victoria- obtuvo una beca que le permite estudiar.