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Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Aún no me había recobrado del todo con la perdida de la botella de vodka en la casa Kappa mientras íbamos caminando luego de haber salido corriendo tras ser perseguidas por gatos, no tenía la mejor relación con ellos, solamente con los que convivía, ya que era más obligación qué agrado. Sabía que mis tobillos agradecían que no llevara tacones altos o tendría que ser arrastrada por la calle por dos mujeres igual de borrachas que yo. En algunos trances de la borrachera no había otra cara que quisiera golpear más que cierto toro. Una parte de mí sabía quién había tenido la culpa de lo que había pasado, pero eso no evitaba que quisiera tener su cuello entre mis manos hasta que dejara de respirar y se pusiera azul. ―Crrreeeeo ―el solo hecho de hablar ya me causaba risa, lo que pensarían mis padres si la vieran en esas condiciones no sería algo nada agradable―. Creo que deberíamos ir a hacer una visita. ―Moví mis cejas de manera insinuadora. Sí había una persona que detestara más que a Hunter, era a mi prototipo de ex, por lo que ir a hacer desastres a su tan querido yate, sonaba demasiado tentador para que lo dejáramos pasar.
Hicimos parar un taxi para que nos llevara hasta el muelle, en caso de que hubiésemos decidido caminar hasta allá, seguramente se nos drenaría todo rastro de alcohol en el cuerpo. Si alguien nos viera cada vez que nos juntábamos a beber, pensarían que teníamos un problema porque jamás podíamos permanecer quietas. Al parecer el taxista llevaba puesta ranchera porque era a lo único que podía asemejar: Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho. Miré al chofer por el espejo retrovisor con una mano cubriendo mi boca aguantando las ganas de comenzar a reír desaforadamente. No era primera vez que escuchaba esa canción y sabía que era el himno del despecho. El tramo hasta el muelle no era demasiado largo por lo que entre ir hablando y moviéndose las tres al ritmo de la música, ni cuenta se había dado cuenta cuando ya estaban ahí. Rata de dos patas te estoy hablando a ti. Porque un bicho rastrero aun siendo el más maldito, comparado contigo, se queda muy chiquito. Saqué mi billetera y le tendí al chofer lo primero que encontré en su interior; lo miré confusa cuando carraspeó y me di cuenta lo que le estaba entregando: preservativos. ―Oh Dios, lo lamento. Ya sabe, siempre hay que andar seguros. ―no lo suficiente ya que no dejaba de reír. Le entregó el dinero y se bajó con algo de dificultad.
Cada vez que bajaba su vestido, tenía que volver a subirlo, la poca tela a veces llegaba a incomodar pensando que se te podía escapar cualquier cosa. ―¿Quedó algo? Aún me duele la pérdida del negro. ―Lo sentía como una gran perdida y mañana no recordaría ni qué había bebido. El muelle, aunque era tarde, aun se encontraba concurrido así que de igual manera trató de caminar con normalidad, pero demasiado lento. No era la mejor idea, pero estaban acostumbradas a hacer desastre, pero cuando acertábamos y no en ese momento que no tenía idea de a qué yate habíamos ingresado, no lo recordaba así. ―¿Dónde estamos?
Hicimos parar un taxi para que nos llevara hasta el muelle, en caso de que hubiésemos decidido caminar hasta allá, seguramente se nos drenaría todo rastro de alcohol en el cuerpo. Si alguien nos viera cada vez que nos juntábamos a beber, pensarían que teníamos un problema porque jamás podíamos permanecer quietas. Al parecer el taxista llevaba puesta ranchera porque era a lo único que podía asemejar: Rata inmunda, animal rastrero, escoria de la vida, adefesio mal hecho. Miré al chofer por el espejo retrovisor con una mano cubriendo mi boca aguantando las ganas de comenzar a reír desaforadamente. No era primera vez que escuchaba esa canción y sabía que era el himno del despecho. El tramo hasta el muelle no era demasiado largo por lo que entre ir hablando y moviéndose las tres al ritmo de la música, ni cuenta se había dado cuenta cuando ya estaban ahí. Rata de dos patas te estoy hablando a ti. Porque un bicho rastrero aun siendo el más maldito, comparado contigo, se queda muy chiquito. Saqué mi billetera y le tendí al chofer lo primero que encontré en su interior; lo miré confusa cuando carraspeó y me di cuenta lo que le estaba entregando: preservativos. ―Oh Dios, lo lamento. Ya sabe, siempre hay que andar seguros. ―no lo suficiente ya que no dejaba de reír. Le entregó el dinero y se bajó con algo de dificultad.
Cada vez que bajaba su vestido, tenía que volver a subirlo, la poca tela a veces llegaba a incomodar pensando que se te podía escapar cualquier cosa. ―¿Quedó algo? Aún me duele la pérdida del negro. ―Lo sentía como una gran perdida y mañana no recordaría ni qué había bebido. El muelle, aunque era tarde, aun se encontraba concurrido así que de igual manera trató de caminar con normalidad, pero demasiado lento. No era la mejor idea, pero estaban acostumbradas a hacer desastre, pero cuando acertábamos y no en ese momento que no tenía idea de a qué yate habíamos ingresado, no lo recordaba así. ―¿Dónde estamos?
Última edición por Litzen S. Domville el Dom Abr 19, 2015 8:31 pm, editado 1 vez
Emilia L. Domville
Fecha de inscripción :
12/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Katrine apenas conocía la canción que sonaba en el taxi, sin embargo, podía entender que el despecho en la letra de dicho tema era el principal sentimiento. Reía observando cómo sus amigas se movían y luego se dedicó a controlar su mareo cerrando sus ojos pero eso daba una peor sensación. Sentía que iba a caerse por un precipicio cuando en realidad su trasero estaba cómodamente en el asiento de atrás con Minka y Litzen. Bajó un poco la ventanilla, jugando con el pulsor para bajar y subir, saludando como niña pequeña a las personas que pasaban cerca o a otros conductores, sólo para divertirse. Si la viera su jefa... La correría de su trabajo sin pensarlo dos veces. La morena tenía un trabajo que amaba, por eso sólo tenía esas descontroladas acciones con sus mejores amigas, porque todo lo que hiciera quedaba allí, entre las tres.
Katrine no tenía idea a dónde iban, al subir al taxi, Litzen había impartido el rumbo y ella no había preguntado nada al respecto; sólo quería huir de los gatos. Sin embargo, pronto reconoció el camino hacia la playa y se entusiasmó con la idea, quizá podría darse un pequeño baño allí. Además amaba la playa de noche, donde el horizonte era sólo oscuridad y estrellas.
―Tú nos trajiste aquí, rubia―comentó Katrine y le sonrió, observando el buen yate que había frente a sus ojos luego de llegar a destino. ¿Cuándo ella tendría uno de esos? Le diría a su padrastro que invirtiera en uno, seguro le encantaría la idea. Avanzó más y saltó para cruzar una pequeña valla, sus movimientos eran lento pero no sufría con un vestido como Litzen ya que traía unos cómodos short de jean―. En cualquier momento se te verá la tanga, Lit―se burló y rió fuerte―. ¿Qué hay aquí?―indagó a sus amigas por si alguna podía darle respuestas pero estaban peor de ebrias que ella misma. Recorrió el yate, ya cerca de la entrada y pensó dos segundos si entrar o no―. Apuesto que aquí vive alguno de sus amantes, a mi no me engañan... ¿De quién hablamos?―elevó sus cejas de manera insinuadora y volvió a reír, sin controlar la fuerza de su voz.
Katrine no tenía idea a dónde iban, al subir al taxi, Litzen había impartido el rumbo y ella no había preguntado nada al respecto; sólo quería huir de los gatos. Sin embargo, pronto reconoció el camino hacia la playa y se entusiasmó con la idea, quizá podría darse un pequeño baño allí. Además amaba la playa de noche, donde el horizonte era sólo oscuridad y estrellas.
―Tú nos trajiste aquí, rubia―comentó Katrine y le sonrió, observando el buen yate que había frente a sus ojos luego de llegar a destino. ¿Cuándo ella tendría uno de esos? Le diría a su padrastro que invirtiera en uno, seguro le encantaría la idea. Avanzó más y saltó para cruzar una pequeña valla, sus movimientos eran lento pero no sufría con un vestido como Litzen ya que traía unos cómodos short de jean―. En cualquier momento se te verá la tanga, Lit―se burló y rió fuerte―. ¿Qué hay aquí?―indagó a sus amigas por si alguna podía darle respuestas pero estaban peor de ebrias que ella misma. Recorrió el yate, ya cerca de la entrada y pensó dos segundos si entrar o no―. Apuesto que aquí vive alguno de sus amantes, a mi no me engañan... ¿De quién hablamos?―elevó sus cejas de manera insinuadora y volvió a reír, sin controlar la fuerza de su voz.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Finalmente se subieron a un taxi rumbo a quién sabe qué lugar, por lo que había escuchado por parte de la rubia es que acabarían en el muelle, justo lo que deseaba, ese lugar entraba entre uno de sus favoritos, puesto que navegar en barcos era algo increíble. Se sentó en medio de sus amigas, hasta que escuchó la música de fondo, comenzó a reír mirando a Litzen ya que sabía que ella también conocía la canción, a diferencia de ella, no se contuvo y comenzó a cantarla alzando la voz. — Maldita sanguijuela, maldita cucaracha que infectas donde picas que hieres y que mataaaaaaaaaaas — Cantaba con gran pasión utilizando la botella de tequila como si fuera un micrófono, estaba segura que el taxista disfrutaba del espectáculo.
Contuvo la risa en cuanto la rubia le dio un preservativo al taxista, seguro esta noche quedaría en el recuerdo del hombre como una noche bizarra en su vida, nada alejado de lo que nos pasaría también. — Adiós buen hombre, puede llamarme cuando guste. — Le guiñó el ojo, a estas alturas y bajo las influencias del alcohol no se contenía a nada, y no estaba dentro la lógica, por lo que coquetear con el taxista, le parecía muy normal.
Se bajó del automóvil con extremada torpeza, mientras se aferraba a la botella de tequila, lo último que deseaba es que otra botella siguiera el mismo destino que el vodka había tenido. Miró a sus amigas, extendiéndole la botella luego de bajarse del coche. — Queda tequila y creo que en mi bolso hay otra botella… no sé de qué será… — Se encogió de hombros, para luego correr hacia el muelle, tenía una pequeña idea de a dónde iban, porque sabía que el toro idiota, “amigo” de Litzen, tenía un yate allí. En cuanto subieron a uno de los que se encontraban anclados, la castaña se sentó en el borde del barco con los pies flotando en dirección al agua, miró a Katrine por su comentario con una sonrisa pícara. — A mí no me metan, el que tiene un yate es por parte de la rubia. — Sonrío balanceándose un poco, hasta que sin darse cuenta perdió el equilibrio cayendo directo al agua helada. — ¡AYUDAAAAAAAA! — Gritó en cuanto se sumergió por completo en el agua, estaba totalmente helada, comenzó a agitar los brazos, algo mareada, sabía nadar pero en este momento parecía tener la mente totalmente en blanco, y no recordar ni cómo mover los pies.
Contuvo la risa en cuanto la rubia le dio un preservativo al taxista, seguro esta noche quedaría en el recuerdo del hombre como una noche bizarra en su vida, nada alejado de lo que nos pasaría también. — Adiós buen hombre, puede llamarme cuando guste. — Le guiñó el ojo, a estas alturas y bajo las influencias del alcohol no se contenía a nada, y no estaba dentro la lógica, por lo que coquetear con el taxista, le parecía muy normal.
Se bajó del automóvil con extremada torpeza, mientras se aferraba a la botella de tequila, lo último que deseaba es que otra botella siguiera el mismo destino que el vodka había tenido. Miró a sus amigas, extendiéndole la botella luego de bajarse del coche. — Queda tequila y creo que en mi bolso hay otra botella… no sé de qué será… — Se encogió de hombros, para luego correr hacia el muelle, tenía una pequeña idea de a dónde iban, porque sabía que el toro idiota, “amigo” de Litzen, tenía un yate allí. En cuanto subieron a uno de los que se encontraban anclados, la castaña se sentó en el borde del barco con los pies flotando en dirección al agua, miró a Katrine por su comentario con una sonrisa pícara. — A mí no me metan, el que tiene un yate es por parte de la rubia. — Sonrío balanceándose un poco, hasta que sin darse cuenta perdió el equilibrio cayendo directo al agua helada. — ¡AYUDAAAAAAAA! — Gritó en cuanto se sumergió por completo en el agua, estaba totalmente helada, comenzó a agitar los brazos, algo mareada, sabía nadar pero en este momento parecía tener la mente totalmente en blanco, y no recordar ni cómo mover los pies.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Se tapó la boca cuando escuchó a Minka hablarle de esa manera al chofer; definitivamente sería una historia para contarle a cualquier pasajero curioso de esos que no se callaban desde el momento en que se subían al taxi. Caminé por el muelle dando pequeños saltos para ver cada cuantos mi vestido se bajaba. ―Pobre chofer, preservativos y luego una invitación por parte de alguien que podía ser su hija, menos mal que no resultó ser un pedófilo. Lo siento, pero no reconozco éste yate de ninguna parte.―Nuevamente acomodé mi vestido mirando a mis amigas con extrañeza cuando estaban en el exterior del yate, viendo como la castaña se columpiaba en la baranda de éste, dejé de mirarla mientras comencé a musitar los segundos hasta que sentí el ruido de ella estrellándose contra el agua. Me acerqué hasta ésta y miré hacia abajo, no había mucha distancia, agradecía eso de que el golpe no fuese tan bruto para su amiga. ―¡Una ballena!... Digo, una sirena.
Comencé a quitarme los zapatos apoyándome con una mano sobre la barandilla del yate así no perdía el equilibrio viendo que era mucho más dificultoso de lo que parecía. ―Éstas cosas son antiborrachas. ―Mi trabajo se dificultaba por el ataque de risa que me había invadido al escuchar los gritos de su amiga, seguramente sobria estaría preocupada por ella, pero los efectos de lo que fumé con lo que bebí, me dominaban en esos momentos y reír era la mejor de las cosas. ―Shhhhh, vas a despertar a todo el mundo. ―Tomé el borde de mi vestido mientras lo tiraba hacia arriba hasta tenerlo alrededor de mis brazos donde la risa aumentó más quedando atrapada por unos segundos con los brazos alzados. Terminé de quitarme lo que por un momento fue mi cárcel y me senté en el borde del yate mirando cómo se movía el agua bajo ella.
Estaba reconsiderando su nivel de amistad o simplemente el movimiento del agua la tenía embelesada, por lo que simplemente me lancé del yate tarareando la canción de Baywatch sintiendo el agua fría contra mi cuerpo que gracias a la falta de tela se encontraba casi a igual temperatura del mar. ―Qué divertido. ―Ahuecando mis manos las moví hace un lado le lancé agua a Minka para que dejara de gritar. ―Exagerada, estás viva. ―Recliné mi cabeza hacía atrás para peinar mi cabello bajo el agua mientras movía mis manos en círculo sintiendo las ondulaciones alrededor de mi cuerpo. ―Soy una ninfa, una muy borracha.
Comencé a quitarme los zapatos apoyándome con una mano sobre la barandilla del yate así no perdía el equilibrio viendo que era mucho más dificultoso de lo que parecía. ―Éstas cosas son antiborrachas. ―Mi trabajo se dificultaba por el ataque de risa que me había invadido al escuchar los gritos de su amiga, seguramente sobria estaría preocupada por ella, pero los efectos de lo que fumé con lo que bebí, me dominaban en esos momentos y reír era la mejor de las cosas. ―Shhhhh, vas a despertar a todo el mundo. ―Tomé el borde de mi vestido mientras lo tiraba hacia arriba hasta tenerlo alrededor de mis brazos donde la risa aumentó más quedando atrapada por unos segundos con los brazos alzados. Terminé de quitarme lo que por un momento fue mi cárcel y me senté en el borde del yate mirando cómo se movía el agua bajo ella.
Estaba reconsiderando su nivel de amistad o simplemente el movimiento del agua la tenía embelesada, por lo que simplemente me lancé del yate tarareando la canción de Baywatch sintiendo el agua fría contra mi cuerpo que gracias a la falta de tela se encontraba casi a igual temperatura del mar. ―Qué divertido. ―Ahuecando mis manos las moví hace un lado le lancé agua a Minka para que dejara de gritar. ―Exagerada, estás viva. ―Recliné mi cabeza hacía atrás para peinar mi cabello bajo el agua mientras movía mis manos en círculo sintiendo las ondulaciones alrededor de mi cuerpo. ―Soy una ninfa, una muy borracha.
Emilia L. Domville
Fecha de inscripción :
12/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
―¿Qué tenemos aquí...?―murmuró para sí misma mientras observaba más el yate de cerca, notando que pertenecía a una persona con mucho dinero. Curioso, pensó para sí misma y de repente dio un sobresalto cuando un grito se oyó a sus espaldas. Minka había caído al agua y sus gritos quizá podrían escucharse a kilómetros. Se acercó rápidamente a la orilla, o al menos lo más rápido que podía por el alcohol en su cuerpo―. ¡¿Una sirena dónde?! ¡Yo veo una morsa peluda!―exclamó con fuerza sin evitar reír a carcajadas por la situación. Siguió riéndose con fuerza hasta que sintió un breve momento de remordimiento. ¡Quizá Minka si se estaba ahogando en serio!―¡Ayudala, Lit!―alcanzó a gritar viendo cómo la rubia empezaba a quitarse su ropa―¡¡Ya vaaaaa, Minka!! ¡No grites o entra agua a tu cuerpo y te mueres más rápido!―miró a su amiga dar manotazos en el agua, sin dudas lo que decía no podría hacerla sentir mejor. Calmó sus risas, sabiendo que Minka estaba a salvo al menos por un rato con la ayuda de Litzen. La morena sabía que ambas estaban borrachas, y ella también, por lo cual no decidió arrojarse al agua ella también o morirían las tres si no podían coordinar bien su cuerpo.
Katrine optó por buscar desesperadamente un salvavidas. ¡Era un yate, tenía que haber uno! Buscó por la proa y tropezó varias veces con algunas cuerdas. Cayó pero en lugar de quejarse sus sentidos sólo servían para reírse de cualquier cosa estúpida que hiciera―. ¡No desesperen!―gritó fuerte oyendo que Minka no dejaba de gritar. Así se les pasará la borrachera! se puso de pie y regresó para empezar a golpear una puerta que daba al interior del yate, con la idea de derribarla si era necesario como había hecho en la casa Kappa. Definitivamente eso no pasaría, más tambaleando como lo hacía, todo indicaba que posiblemente ella también caería al agua tarde o temprano.
Katrine optó por buscar desesperadamente un salvavidas. ¡Era un yate, tenía que haber uno! Buscó por la proa y tropezó varias veces con algunas cuerdas. Cayó pero en lugar de quejarse sus sentidos sólo servían para reírse de cualquier cosa estúpida que hiciera―. ¡No desesperen!―gritó fuerte oyendo que Minka no dejaba de gritar. Así se les pasará la borrachera! se puso de pie y regresó para empezar a golpear una puerta que daba al interior del yate, con la idea de derribarla si era necesario como había hecho en la casa Kappa. Definitivamente eso no pasaría, más tambaleando como lo hacía, todo indicaba que posiblemente ella también caería al agua tarde o temprano.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Esto de prestar yates ajenos se estaba convirtiendo en una costumbre algo vergonzosa para el inglés, sin embargo al tener el beneficio del anonimato era fácil que nadie más que sus hermanos se enteraran de ello. Necesitaba un maldito departamento y pronto. Miró a la mujer con una sonrisa que no transmitía nada más que el deseo que sentía por desnudarla ya mismo, las ansías solo habían aumentado desde que había puesto sus ojos en ella en el club hace un par de horas. El momento de mostrarse caballeroso había pasado, ya cumplió su objetivo de llevarla consigo del bar y ahora solo había que ir al grano, fin de la historia. Aunque tenía que admitir que no se había equivocado pues no solo era un monumento a la sensualidad femenina sino que era también una chica con la que en otro momento de su vida consideraría incluso volver a llamar unos días después. Finalmente, conseguía acariciar algo de esa piel en la que había pensado toda la noche cuando unos ruidos fuera de lugar consiguieron distraerlo y como en ese momento distraer al inglés no era sencillo, era lógico que no se tratara de cualquier tontería, algo grande pasaba en el exterior.
Frustrado y molesto se quedaban cortos para definir lo cabreado que estaba Tobías cuando escuchó que alguien golpeaba una de las puertas. Iba sin camisa hacia allí con el fin de despachar (sin reparar en buenas formas y modales) al intruso que tan inoportunamente llegaba al yate de Gahel y entonces una luz se prendió en su mente, ¡jodidos!, pensó pues sabía que Gahel jamás le haría eso pero si llegaba a oídos de Stephen y Bladimir que estaba en un yate prestado de nuevo, era muy probable que hicieran algo así. Abrió la puerta de un tirón - ¡Qué demonios! - estaba a punto de soltar una serie de palabras nada amables cuando reconoció a la morena, su rostro y su estado de ánimo pasaron de estar cabreados a estar malditamente atónito - ¿Katrine? – preguntó notando rápidamente el estado de la joven, la tomó del brazo intentando meterla al interior para alejarla de la noche, olvidándose por completo de su “cita”, cuando cayó en la cuenta de qué era imposible que estuviera sola y entonces escuchó el chapoteo del agua - ¡Mierda! – exclamó.
Miró hacia el exterior intentando distinguir algo, era imposible – Quédate aquí… iré por ellas – no necesitaba explicaciones, conocía a esas tres harpías demasiado bien como para saber que cuando estaban ellas y el alcohol de medio solo significaban dos cosas: diversión y locuras. Corrió hacia el sonido y las vio, a la rubia prácticamente desnuda y a la castaña con ropa – Espero que sepan nadar – les dijo con tono serio – No pienso meterme allí – sentenció antes de ir por dos chalecos salvavidas – Kat… te quedas adentro – le advirtió a la morocha, no necesitaba otra sirena en el agua. Le lanzó los chalecos y luego se lanzó el mismo al agua, maldiciendo al universo por la temperatura que tenía - ¡Bien! Sean buenas y déjenme hacer mi trabajo de salvavidas sexy – parecía que no tenían nada más que una borrachera épica, así que se tranquilizó un poco - ¿Se les cayó la botella al agua o qué? – bromeó esperando a que decidieran colaborar para que pudiera sacarlas.
Frustrado y molesto se quedaban cortos para definir lo cabreado que estaba Tobías cuando escuchó que alguien golpeaba una de las puertas. Iba sin camisa hacia allí con el fin de despachar (sin reparar en buenas formas y modales) al intruso que tan inoportunamente llegaba al yate de Gahel y entonces una luz se prendió en su mente, ¡jodidos!, pensó pues sabía que Gahel jamás le haría eso pero si llegaba a oídos de Stephen y Bladimir que estaba en un yate prestado de nuevo, era muy probable que hicieran algo así. Abrió la puerta de un tirón - ¡Qué demonios! - estaba a punto de soltar una serie de palabras nada amables cuando reconoció a la morena, su rostro y su estado de ánimo pasaron de estar cabreados a estar malditamente atónito - ¿Katrine? – preguntó notando rápidamente el estado de la joven, la tomó del brazo intentando meterla al interior para alejarla de la noche, olvidándose por completo de su “cita”, cuando cayó en la cuenta de qué era imposible que estuviera sola y entonces escuchó el chapoteo del agua - ¡Mierda! – exclamó.
Miró hacia el exterior intentando distinguir algo, era imposible – Quédate aquí… iré por ellas – no necesitaba explicaciones, conocía a esas tres harpías demasiado bien como para saber que cuando estaban ellas y el alcohol de medio solo significaban dos cosas: diversión y locuras. Corrió hacia el sonido y las vio, a la rubia prácticamente desnuda y a la castaña con ropa – Espero que sepan nadar – les dijo con tono serio – No pienso meterme allí – sentenció antes de ir por dos chalecos salvavidas – Kat… te quedas adentro – le advirtió a la morocha, no necesitaba otra sirena en el agua. Le lanzó los chalecos y luego se lanzó el mismo al agua, maldiciendo al universo por la temperatura que tenía - ¡Bien! Sean buenas y déjenme hacer mi trabajo de salvavidas sexy – parecía que no tenían nada más que una borrachera épica, así que se tranquilizó un poco - ¿Se les cayó la botella al agua o qué? – bromeó esperando a que decidieran colaborar para que pudiera sacarlas.
Tobías D. Hewson
Fecha de inscripción :
07/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
En cuanto se tiró la rubia al agua varias gotas cayeron en su dirección salpicándola totalmente, arrugo la nariz, al tiempo que se quitaba las gotas, ya movía las piernas un tato, pudiendo flotar y así no terminar muriendo ahogada por solo estar borracha. Cuando se tranquilizó un poco, le salpicó a la rubia mirándola, estaba únicamente con su ropa interior. — Qué raro siendo la stripper del grupo. — Estalló en risas, mientras alzaba la vista a Katrine que parecía estar hablando con alguien, al quién no podía ver con exactitud puesto que se encontraban lejos de la baranda. — Katrine nos ha abandonado a nuestra suerte, la vas a pagar morocha. — Trató de fingir como si estuviera totalmente dolida y esta fuera una escena de esas típicas novelas dramáticas que recordaba su nana solía ver cuando era chica. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando divisó la figura de Tobías, aquél toro que prácticamente era de confianza nuestra, por suerte se encontraba aquí, al menos uno no poseía la ebriedad que sin dudas las Gornie’s poseían. — ¡Tobías que alegría! No tardes, se me congelan las piernas, terminaré echa un cubo de hielo. — Hizo un puchero nadando un poco atrás para que el pudiera tirar los salvavidas, y luego volvió a agarrar uno de ellos, por suerte existían estos artefactos, porque si bien estaba consciente para nada, quién sabe quién la hubiera ayudado a subir hasta el barco de nuevo. En cuanto él se tiró también enarcó las cejas mirándolo. — No te pudiste aguantar eh, quieres ser un sireno? O se dice tritón? — Se encogió de hombros colocándose el chaleco con torpeza aún seguía bastante mal en cuanto al alcohol.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Estaba segura que ya no sentía la mayor parte de su cuerpo por lo helada que se encontraba el agua, pero al principio le resultó divertido el caerse al agua en un intento de salvar a su amiga que fue en vano, ya que solamente se había dedicado a lanzarle agua a la castaña y no ayudándole. Sacó sus manos del agua comprobando sus dedos y que sus yemas se encontraban arrugas, lo que significaba que había estado el tiempo suficiente sumergida. De manera muy madura, le sacó la lengua a su amiga. ―No es ser stripper, esa eres tú. Pero no iba a permitir que mi vestido sufriera por tu inteligencia; ya es suficientemente pequeño, no quiero llevarlo de top. ―Miró como Katrine desaparecía diciendo que conseguiría ayuda. Primero se habían equivocado de yate, no volvería a hacer eso. Segundo, estaban en el yate de un completo desconocido y ella iba a ir a pedirle ayuda mientras sus dos amigas borrachas estaban en el agua. En su estado parecía poco creíble.
Nadó más cerca de Minka y la rodeó con sus brazos. ―Jack, no me dejes… ―La miró reprimiendo una risa de diversión por imitar a Rose. Siguió moviendo sus piernas para mantenerse a flote cuando vio a quién resultaba ser la persona que habitaba el bote. ―¿Tobías? ―No estaba segura de sí tenían suerte o mala suerte de encontrarse con alguien conocido, pero por el momento era de gran ayuda que fuese un hombre y no una mujer quien fuera su ayuda.
Cubrió su rostro mientras él se lanzaba al agua para que no le salpicara la cara. Colocándose el salvavidas alrededor comenzó a cantar la canción principal de La Sirenita. ―Se cree Eric. ¡Oh, nuestro príncipe de cuentos de Disney!―Sacó sus manos del agua mientras movía hacia el lado. ― Bajo el mar, bajo el mar, vives contenta, siendo sirena eres feliz. Sé que trabajan sin parar y bajo el sol para variar, mientras nosotros siempre flotamos bajo el mar. ―Siguió tarareando la canción mientras se movía a su ritmo como si se encontrara en cualquier lugar y no muriendo congelada. Hizo un puchero con sus labios al recordar que había perdido una botella. ―No, pero perdimos un vodka negro en la casa Kappa. Minka pensó que era divertido columpiarse en la barandilla y se cayó.
Nadó más cerca de Minka y la rodeó con sus brazos. ―Jack, no me dejes… ―La miró reprimiendo una risa de diversión por imitar a Rose. Siguió moviendo sus piernas para mantenerse a flote cuando vio a quién resultaba ser la persona que habitaba el bote. ―¿Tobías? ―No estaba segura de sí tenían suerte o mala suerte de encontrarse con alguien conocido, pero por el momento era de gran ayuda que fuese un hombre y no una mujer quien fuera su ayuda.
Cubrió su rostro mientras él se lanzaba al agua para que no le salpicara la cara. Colocándose el salvavidas alrededor comenzó a cantar la canción principal de La Sirenita. ―Se cree Eric. ¡Oh, nuestro príncipe de cuentos de Disney!―Sacó sus manos del agua mientras movía hacia el lado. ― Bajo el mar, bajo el mar, vives contenta, siendo sirena eres feliz. Sé que trabajan sin parar y bajo el sol para variar, mientras nosotros siempre flotamos bajo el mar. ―Siguió tarareando la canción mientras se movía a su ritmo como si se encontrara en cualquier lugar y no muriendo congelada. Hizo un puchero con sus labios al recordar que había perdido una botella. ―No, pero perdimos un vodka negro en la casa Kappa. Minka pensó que era divertido columpiarse en la barandilla y se cayó.
Emilia L. Domville
Fecha de inscripción :
12/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Los ojos de Kat se abrieron como platos cuando detrás de la puerta vio la cara de Tobías... sin camisa. ¿Acaso ese era su yate y ninguna de ellas lo sabía? ―¡Qué mal amigo eres, Tob! ¡Tienes un yate y no nos has invitado nunca!―le acusó rápidamente, olvidando a sus amigas que seguían gritando en el agua por un momento. Entrecerró los ojos y pronto vio tras él una chica que estaba sobre un sofá sentada, sorprendida por lo que estaba pasando, claramente sin entender nada. Se quejó cuando el rubio la empujó dentro para que se quedara allí, cruzando sus brazos como un niña pequeña y caprichosa―. ¡Siempre me pierdo la diversión! ¡Yaaaaaa vaaaaa el capitán de la nave Jack Sparrow a salvarlas!―gritó con fuerza para que sus amigas la escucharan, oyendo como después de eso Tob caía al agua.
Y vaya que era un pirata. Tobías estaba de Don Juan con una chica en un yate que seguramente no era suyo, vaya, vaya. Se traía a las jovencitas para tener una noche de sexo desenfranado pero las Gornie le había jodido el plan. Giró a ver a la chica y sonrió de forma cínica, pareciendo amenazante. La cita de Tob de repente se asustó... ¿Quién no se asustaría con esos gritos locos desde el exterior? Se sentó junto a la chica y cruzó un brazo sobre su hombro―. ¿Sabes que Tob está casado y tiene dos hijos? Son gemelos, muy bonitos la verdad. Si abro la boca de lo que presiento que sucede aquí... Creeme que mi amiga, la mujer de Tob, se enojará mucho...―hizo una pausa y la mujer se puso rápidamente de pie para buscar su bolso que estaba por algún lado. Kat se tambaleaba en su lugar sin evitar sonreír de forma socarrona―. Y... y la mujer, mi amiga, quedará vuida, es capaz... dew ¡zas! Matarlo―hizo una seña con su mano de cortar su cuello y rió cerrando los ojos, echándose en el bonito sofá del yate―. Ah, y también te buscará por aire, tierra y mar... Contigo será leeeeento el trámite―abrió sus ojos grandes y la chica salió prácticamente corriendo del yate murmurando bajito estás loca―. ¡Le diré a Toby que olvidaste dejar tu número, bonita!―rió a carcajadas con fuerza, alegre de haber su acto de maldad de día: arruinarle una cita al toro.
Y vaya que era un pirata. Tobías estaba de Don Juan con una chica en un yate que seguramente no era suyo, vaya, vaya. Se traía a las jovencitas para tener una noche de sexo desenfranado pero las Gornie le había jodido el plan. Giró a ver a la chica y sonrió de forma cínica, pareciendo amenazante. La cita de Tob de repente se asustó... ¿Quién no se asustaría con esos gritos locos desde el exterior? Se sentó junto a la chica y cruzó un brazo sobre su hombro―. ¿Sabes que Tob está casado y tiene dos hijos? Son gemelos, muy bonitos la verdad. Si abro la boca de lo que presiento que sucede aquí... Creeme que mi amiga, la mujer de Tob, se enojará mucho...―hizo una pausa y la mujer se puso rápidamente de pie para buscar su bolso que estaba por algún lado. Kat se tambaleaba en su lugar sin evitar sonreír de forma socarrona―. Y... y la mujer, mi amiga, quedará vuida, es capaz... dew ¡zas! Matarlo―hizo una seña con su mano de cortar su cuello y rió cerrando los ojos, echándose en el bonito sofá del yate―. Ah, y también te buscará por aire, tierra y mar... Contigo será leeeeento el trámite―abrió sus ojos grandes y la chica salió prácticamente corriendo del yate murmurando bajito estás loca―. ¡Le diré a Toby que olvidaste dejar tu número, bonita!―rió a carcajadas con fuerza, alegre de haber su acto de maldad de día: arruinarle una cita al toro.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Ignoró el reclamó de Katrine, no le daría explicaciones, aunque algo le decía que no lo dejarían en paz hasta conseguirlas y sucumbiría por el simple hecho de que en el caso de las gornies, dar explicaciones era la única salida, incluso para él quien jamás explicaba nada ni a su propia consciencia. Una vez en el agua, estuvo algo aliviado al notar que ninguna de las dos oponía resistencia a la orden que les había dado antes, subestimó el afecto que ellas le tenían a él, porque era perfectamente que decir que tenía alguna pizca de poder sobre ellas, sería mentir y en su defensa, dudaba que alguien pudiera decir que tenía poder cuando se trataba de aquel trío, aunque le gustaba creer que podía influir en ellas ligeramente.
Le abrochó el chaleco como debía primero a Minka, rodando los ojos ante sus palabras – Lo único de mitología que hay en esta situación son ustedes arruinando mi noche de ser Eros – comentó con tono frustrado recordando a la joven que había dejado abandonada a su suerte, sí a su suerte con Katrine. Una vez todo en orden, apartó un poco del pelo del rostro de Minka - ¡Listo querida! Ya estás asegurada – anunció antes de voltear hacia la rubia y hacer lo mismo con el chaleco de ésta - ¿Qué se traen ustedes con Disney? – preguntó siguiendo con su tarea, recordando la mención a Piratas del Caribe de la morocha que seguía en el yate, gracias al cielo – Me encanta como cantas Litz, pero mientras lo haces toma la mano de Minka… Gracias – habló en tono serio y amable, no podía dejar de lado sus maneras inglesas, quería sacarlas del agua de una buena vez, tomó la mano de la rubia. Por suerte no representaba esfuerzo alguno remolcarlas hacia la plataforma que servía de puerto en la popa del navío.
Subió y luego de a una comenzó a sacarlas, en medio de aquella tarea notó como su cita de la noche se alejaba, Katrine había hecho un excelente trabajo, menos mal el agua estaba fría. Miró a las dos sirenas – Bien.. allí iba mi especie de cita, espero que Kat haya conseguido su número – dijo sin mucha emoción mientras levantaba un hombro – ¡Mierda! Necesito un trago y ustedes tendrán que acompañarme – les anunció dando media vuelta para dirigirse al interior del yate, ya podrían llegar por su cuenta hasta allí y lo haría si querían seguir bebiendo. Mientras se alejaba volteó un momento para observar debidamente a Litzen - Mmm... Creo que la noche no hace más que mejorar, te espero en la cama preciosa - bromeó guiñando un ojo - ¡KAT! ¡Dime que conseguiste su número! - le gritó a la morocha.
Le abrochó el chaleco como debía primero a Minka, rodando los ojos ante sus palabras – Lo único de mitología que hay en esta situación son ustedes arruinando mi noche de ser Eros – comentó con tono frustrado recordando a la joven que había dejado abandonada a su suerte, sí a su suerte con Katrine. Una vez todo en orden, apartó un poco del pelo del rostro de Minka - ¡Listo querida! Ya estás asegurada – anunció antes de voltear hacia la rubia y hacer lo mismo con el chaleco de ésta - ¿Qué se traen ustedes con Disney? – preguntó siguiendo con su tarea, recordando la mención a Piratas del Caribe de la morocha que seguía en el yate, gracias al cielo – Me encanta como cantas Litz, pero mientras lo haces toma la mano de Minka… Gracias – habló en tono serio y amable, no podía dejar de lado sus maneras inglesas, quería sacarlas del agua de una buena vez, tomó la mano de la rubia. Por suerte no representaba esfuerzo alguno remolcarlas hacia la plataforma que servía de puerto en la popa del navío.
Subió y luego de a una comenzó a sacarlas, en medio de aquella tarea notó como su cita de la noche se alejaba, Katrine había hecho un excelente trabajo, menos mal el agua estaba fría. Miró a las dos sirenas – Bien.. allí iba mi especie de cita, espero que Kat haya conseguido su número – dijo sin mucha emoción mientras levantaba un hombro – ¡Mierda! Necesito un trago y ustedes tendrán que acompañarme – les anunció dando media vuelta para dirigirse al interior del yate, ya podrían llegar por su cuenta hasta allí y lo haría si querían seguir bebiendo. Mientras se alejaba volteó un momento para observar debidamente a Litzen - Mmm... Creo que la noche no hace más que mejorar, te espero en la cama preciosa - bromeó guiñando un ojo - ¡KAT! ¡Dime que conseguiste su número! - le gritó a la morocha.
Tobías D. Hewson
Fecha de inscripción :
07/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Por suerte había una persona del todo cuerda si se podría decir, para rescatarlas, porque de haber sido por ellas hubieran terminado con un final al de Titanic. Le codeó de manera suave cuando sintió los brazos de su amiga alrededor suyo. — Soy Jack pero más sexy y con muchas más copas encima — Enarcó las cejas, riendo de manera eufórica, para luego aferrarse al chico, por suerte ya estaba junto a él y a su amiga, solo quedaba subirse nuevamente al barco. — Sanas y salvas, eres el superhéroe, como Aquaman. — Asintió volviendo a compararlo con un dibujo o algún personaje animado, porque según su cabeza ebria eso era bastante normal.
Tomó la mano del chico, subiendo rápidamente hacia el yate, se encontraba bastante mareada por lo que se puso cerca de la morocha para sostenerse de ella, tomarse de la baranda ya no era una opción viable, lo último que faltaba era repetir la secuencia. — La dejaste esperando por chicas más hermosas, eso en mi mundo se llama aprovechar una ocasión, seguro luego vendrá corriendo. — Le guiñó el ojo, bromeando, sin dejar de reír, no podía filtrar las risas estando ebria, salían sin pensarlo un segundo. — Ya no tenemos tequila, así que ¡vamos por más alcohol! — Asintió caminando hacia dentro del yate en saltitos, más que nada para entrar en calor y sacarse un poco el frío que sentía en este momento. — ¿Tendrás toallas aquí? moriremos sino — Hizo un puchero, mientras se tiraba en el sofá, apenas apoyó la cabeza en el cómodo asiento, cerró los ojos. — Hmm, que suave.. — Susurró acomodándose aún más. El lugar se encontraba tan mullido, que no duró ni dos minutos consciente, durmiéndose sin más allí, sin importar que se encontraban en el yate de una persona ajena, y que sus amigas aún seguían allí con ella.
Tomó la mano del chico, subiendo rápidamente hacia el yate, se encontraba bastante mareada por lo que se puso cerca de la morocha para sostenerse de ella, tomarse de la baranda ya no era una opción viable, lo último que faltaba era repetir la secuencia. — La dejaste esperando por chicas más hermosas, eso en mi mundo se llama aprovechar una ocasión, seguro luego vendrá corriendo. — Le guiñó el ojo, bromeando, sin dejar de reír, no podía filtrar las risas estando ebria, salían sin pensarlo un segundo. — Ya no tenemos tequila, así que ¡vamos por más alcohol! — Asintió caminando hacia dentro del yate en saltitos, más que nada para entrar en calor y sacarse un poco el frío que sentía en este momento. — ¿Tendrás toallas aquí? moriremos sino — Hizo un puchero, mientras se tiraba en el sofá, apenas apoyó la cabeza en el cómodo asiento, cerró los ojos. — Hmm, que suave.. — Susurró acomodándose aún más. El lugar se encontraba tan mullido, que no duró ni dos minutos consciente, durmiéndose sin más allí, sin importar que se encontraban en el yate de una persona ajena, y que sus amigas aún seguían allí con ella.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
No sabía como se seguía moviendo cuando por dentro se encontraba cómo un cubo de hielo el que se seguía congelando. Movió sus manos cuando Tobías las sacó del agua y llevó sus propios brazos a su alrededor tratando de detener los temblores que recorrían su cuerpo mientras hacía un charco de agua a su alrededor dejando el piso del yate mojado. Se quitó el chaleco salvavidas, tomando su cabello entre sus manos para estrujar el agua que contenía para que no siguiera escurriendo hacia abajo. Pasó sus manos por su cuerpo para quitar las gotas de agua ya que era la única alternativa que tenía en ese momento. Siguió a sus amigos al interior del yate imitando a Minka y buscando una toalla con urgencia para dejar de sentir frío, pero al parecer las cosas no podían ser fáciles siempre, ni aunque se estuviese muriendo congelada. ―Jamás vuelvo a lanzarme a un lugar para salvarte, a Kat le toca la próxima. ―Cuando encontró la toalla se envolvió en ella como si se tratara de una anciana casi llegando al final de su vida.
Se iba a sentar junto a sus amigas cuando escuchó a Tobías y se dio cuenta que aún estaba solamente en ropa interior y que su vestido se encontraba fuera, por lo que caminó, ya que sus piernas se rehusaban a correr para hacer el trayecto más corto y no estar tan expuesta al frío del exterior, ya que al parecer todo el calor que había sentido. Volvió al interior mirando a sus amigos. ―Necesito alcohol, o cualquier cosa que me haga entrar en calor. ―le hizo un guiño a Tobías solamente para seguirle el juego, comenzando a colocarse su vestido que no servía de mucho por la falta de tela que éste no poseía. Sacó otra toalla y se envolvió en ella para encontrar un poco de calor observando como Minka se quedaba dormida, por lo que alzó una de sus cejas al mirar a Katrine. ―Necesitamos un lápiz y nuestra creatividad para decorarla.
Se iba a sentar junto a sus amigas cuando escuchó a Tobías y se dio cuenta que aún estaba solamente en ropa interior y que su vestido se encontraba fuera, por lo que caminó, ya que sus piernas se rehusaban a correr para hacer el trayecto más corto y no estar tan expuesta al frío del exterior, ya que al parecer todo el calor que había sentido. Volvió al interior mirando a sus amigos. ―Necesito alcohol, o cualquier cosa que me haga entrar en calor. ―le hizo un guiño a Tobías solamente para seguirle el juego, comenzando a colocarse su vestido que no servía de mucho por la falta de tela que éste no poseía. Sacó otra toalla y se envolvió en ella para encontrar un poco de calor observando como Minka se quedaba dormida, por lo que alzó una de sus cejas al mirar a Katrine. ―Necesitamos un lápiz y nuestra creatividad para decorarla.
Emilia L. Domville
Fecha de inscripción :
12/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Cuando Kat sintió que estaban prontos a entrar al yate, se levantó del sofá donde estaba y buscó rápidamente un pedazo de papel y algo para escribir. Lo que necesitaba estaba sobre un escritorio y allí mismo empezó a anotar un número. Rió sola con malicia sin poder controlarse y luego dejó todo en su lugar, girando cuando todos entraron al yate. Miró a sus amigas borrachas y mojadas, sin evitar reír a carcajadas―. Si querían darse un baño al menos hubieran traido toallas―comentó divertida.
Se acercó a Tobías sonriendo, casi danzando con sus pasos y le entregó el papel que ella misma había anotado recientemente―. ¡Claro que conseguí su número, campeón!―disimuló muy bien su sonrisa. El papel no era más que el número de una compañera de Kat, bastante fea y una loca obsesionada. Se llamaba Alicia, sería una bonita cita para que Tob se llevara una sorpresa cuando la llamara, además que era una táctica para escapar de su furia por dejar ir a la rubia bonita que había espantado―. Dijo que la pasó muy bien, ¿has hecho el gol antes de que llegáramos?―le hizo una mirada perversa que él entendería muy bien.
Katrine giró para volver al escritorio. Tomó dos lapiceras y sonrió, lanzandole una a la rubia―. Sssshhhh, no te rías Lit, se va a despertar!―dijo,siendo ella la que más hablaba. Pero Minka estaba en estado vegetal, no se despertaría ni aunque el yate de estuviera hundiendo―. Le haré a Gordofo por aquí...―sacó su lengua muy concentrada mientras dibujaba un circulo en la mejilla de Minka, luego hacía otro para la cabeza y decoraba con orejas, ojos, y bigotes de gato, riendo―. ¡Está igual a Gordofo!―exclamó y ella misma cubrió su boca para calmar las risas, escribiendo "I love Gordofo" a un lado―. Stavros, la nueva maravilla del arte―bromeó con orgullo y sacó su móvil para tomarle algunas fotografías.
Se acercó a Tobías sonriendo, casi danzando con sus pasos y le entregó el papel que ella misma había anotado recientemente―. ¡Claro que conseguí su número, campeón!―disimuló muy bien su sonrisa. El papel no era más que el número de una compañera de Kat, bastante fea y una loca obsesionada. Se llamaba Alicia, sería una bonita cita para que Tob se llevara una sorpresa cuando la llamara, además que era una táctica para escapar de su furia por dejar ir a la rubia bonita que había espantado―. Dijo que la pasó muy bien, ¿has hecho el gol antes de que llegáramos?―le hizo una mirada perversa que él entendería muy bien.
Katrine giró para volver al escritorio. Tomó dos lapiceras y sonrió, lanzandole una a la rubia―. Sssshhhh, no te rías Lit, se va a despertar!―dijo,siendo ella la que más hablaba. Pero Minka estaba en estado vegetal, no se despertaría ni aunque el yate de estuviera hundiendo―. Le haré a Gordofo por aquí...―sacó su lengua muy concentrada mientras dibujaba un circulo en la mejilla de Minka, luego hacía otro para la cabeza y decoraba con orejas, ojos, y bigotes de gato, riendo―. ¡Está igual a Gordofo!―exclamó y ella misma cubrió su boca para calmar las risas, escribiendo "I love Gordofo" a un lado―. Stavros, la nueva maravilla del arte―bromeó con orgullo y sacó su móvil para tomarle algunas fotografías.
Invitado
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Le sorprendía la cantidad de referencias inservibles a la cultura pop actual que salía de la boca de aquel par, no podía evitar reír con cada palabra. Se encogió de hombros ante el comentario de Minka, mirando la expresión dulce que adquiría su rostro cada vez que sonreía, era fácil para cualquier hombre confundirse y caer rendido a sus pies, parecían tres ángeles, pero distaban mucho de serlo aunque por otro lado estaba seguro de que sí así lo querían dejarían al descubierto el gran corazón que tenían, muy oculto por cierto – No creo que vuelva, pero tampoco la quería para otro día – soltó una carcajada, no tenía por que engañarlas – la única que se pierde algo aquí es ella – y con eso se apresuró al interior del yate deteniéndose unos breves instantes junto a Katrine, tomando el papel – Eres la mejor y no… sé que no dijo eso porque no hubo anotaciones, llegaron antes – aclaró con un fingido tono de molestia, para luego abrazar a Katrine el tiempo suficiente para mojar su ropa antes de salir disparado hacia otra habitación del yate.
Cómo en todo yate había toallas a mano en todas partes, pero dudaba que fueran suficientes, así que fue hacia el armario de blancos y sacó tres cobijas gruesas, las cuales llevó hacia el lugar donde las voces femeninas seguían un incesante parloteo. Contempló la escena atónito, Minka las mataría al despertar, no pudo hacer más que sonreír ante las ocurrencias y la maldad del par – Ya… Dejénla tranquila – era lo mínimo que podía hacer por la castaña. Le pasó una cobija a cada una y cubrió a Minka con la restante, asegurándose de que estuviera bien abrigada – Deberías añadirle tu firma en la frente – bromeó arrepintiéndose al instante de haberlo dicho. Encontró una botella de vodka, bendito Gahél que tenía el lugar surtido, tomó tres vasos. Los sirvió, entregando uno a cada una y sentó a lado de Minka en un intento vano de protegerla del arte de sus amigas, el asiento era amplio por suerte, bebió un trago y luego miró a Litzen – Bien ¿me darás un abrazo? Te salve la vida – le guiñó un ojo – De todos modos ¿cómo carajos llegaron aquí? – preguntó recordando la confusión inicial que le ocasionó la presencia de Katrine en su puerta, bueno la puerta de Gahél. Bebió otro poco de vodka.
Cómo en todo yate había toallas a mano en todas partes, pero dudaba que fueran suficientes, así que fue hacia el armario de blancos y sacó tres cobijas gruesas, las cuales llevó hacia el lugar donde las voces femeninas seguían un incesante parloteo. Contempló la escena atónito, Minka las mataría al despertar, no pudo hacer más que sonreír ante las ocurrencias y la maldad del par – Ya… Dejénla tranquila – era lo mínimo que podía hacer por la castaña. Le pasó una cobija a cada una y cubrió a Minka con la restante, asegurándose de que estuviera bien abrigada – Deberías añadirle tu firma en la frente – bromeó arrepintiéndose al instante de haberlo dicho. Encontró una botella de vodka, bendito Gahél que tenía el lugar surtido, tomó tres vasos. Los sirvió, entregando uno a cada una y sentó a lado de Minka en un intento vano de protegerla del arte de sus amigas, el asiento era amplio por suerte, bebió un trago y luego miró a Litzen – Bien ¿me darás un abrazo? Te salve la vida – le guiñó un ojo – De todos modos ¿cómo carajos llegaron aquí? – preguntó recordando la confusión inicial que le ocasionó la presencia de Katrine en su puerta, bueno la puerta de Gahél. Bebió otro poco de vodka.
Tobías D. Hewson
Fecha de inscripción :
07/04/2015
Re: Oh-Oh, wrong place ||Tobías y Gornie.
Entrecerró los ojos al ver que la morena le entregaba un papel con un número, seguramente ya que la conocía tanto, ese número no estaba ni cerca de ser de la chica que había estado con Tobías, por lo que mordió sus labios para reprimir una risa. Hizo rodar sus ojos al escucharlo. ―Pobre mujer, se perdió una noche con Tobías Grey. ―arrugó su nariz al mirarlo con una sonrisa en sus labios. Aceptó la manta que Tobías le daba y se envolvió en ella dejando que la toalla húmeda callera al suelo; seguramente terminaría enfermándose, pero éstos eran los resultados que recibía al tener a sus amigas y la manera poco preocupada en la que se comportaban las tres cuando se trataba de crearles problemas a alguien, o simplemente buscar un poco de diversión fuera de la normal para el resto de las personas que solían catalogarlas de irresponsables y en su mayoría las llamaban locas por no tener límites cuando decidían divertirse. Tomó la lapicera que le había lanzado Katrine y se quedó observándola dibujar a Gordofo en el rostro de la castaña. No pudo evitar comenzar a reír por lo que cubrió su boca con una de sus manos.
Aún permanecía cubierta con la manta cuando se acercó a Minka que yacía dormida, aunque podría aparentar como un muerto pero las señales de su estómago que se movía dejaban claro que se encontraba aún con vida; Kat había terminado con su “obra” de arte. ―Creo que deberías hacerle más cara de Grumpy Cat a Gordofo, ya que parece su gemelo. ―Se situó de cuclillas al lado de su amiga tomando la tapa de la lapicera con sus dientes y comenzó a hacer una mueca seria en la boca de la castaña pintando con cuidado alrededor de su boca, haciendo una sonrisa invertida para luego pasar a zona inferior de sus ojos para hacerle unas ojeras profundas sin tocar el dibujo de la morena; se dirigió a sus cejas haciéndolas enojas y terminando con líneas al lado de su nariz respingada y formando un circulo negro en la punta de ésta. ―Mucho mejor. ―Luego de terminar en ella, se sentó en las piernas de Tobías abrazándolo con la manta y dejando un corto beso en sus labios, dándole un guiño al sonreír. ―Gracias por ser mi versión acuática de Capitán America. ―Se estremeció al tomar el vaso de vodka y sentirlo nuevamente en su sistema. Encogió uno de sus hombros sabiendo que era la culpable del motivo por el que se encontraban en el muelle, por lo que alzó una de sus manos declarándose culpable de lo que había sucedido. ―Digamos que yo quería decirle unas cuantas verdades a un toro amigo tuyo… Dorian, para ser más exactos. Simplemente creo que después de un año, se me olvidó cómo lucía su yate y con la cantidad de alcohol que teníamos, lo tomé por cualquier cosa.
Aún permanecía cubierta con la manta cuando se acercó a Minka que yacía dormida, aunque podría aparentar como un muerto pero las señales de su estómago que se movía dejaban claro que se encontraba aún con vida; Kat había terminado con su “obra” de arte. ―Creo que deberías hacerle más cara de Grumpy Cat a Gordofo, ya que parece su gemelo. ―Se situó de cuclillas al lado de su amiga tomando la tapa de la lapicera con sus dientes y comenzó a hacer una mueca seria en la boca de la castaña pintando con cuidado alrededor de su boca, haciendo una sonrisa invertida para luego pasar a zona inferior de sus ojos para hacerle unas ojeras profundas sin tocar el dibujo de la morena; se dirigió a sus cejas haciéndolas enojas y terminando con líneas al lado de su nariz respingada y formando un circulo negro en la punta de ésta. ―Mucho mejor. ―Luego de terminar en ella, se sentó en las piernas de Tobías abrazándolo con la manta y dejando un corto beso en sus labios, dándole un guiño al sonreír. ―Gracias por ser mi versión acuática de Capitán America. ―Se estremeció al tomar el vaso de vodka y sentirlo nuevamente en su sistema. Encogió uno de sus hombros sabiendo que era la culpable del motivo por el que se encontraban en el muelle, por lo que alzó una de sus manos declarándose culpable de lo que había sucedido. ―Digamos que yo quería decirle unas cuantas verdades a un toro amigo tuyo… Dorian, para ser más exactos. Simplemente creo que después de un año, se me olvidó cómo lucía su yate y con la cantidad de alcohol que teníamos, lo tomé por cualquier cosa.
Emilia L. Domville
Fecha de inscripción :
12/04/2015
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