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Taper Jean Girl | Privado
:: Habitaciones
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Taper Jean Girl | Privado
Mis pies estaban recargados en la ventana mientras me columpiaba en una silla en la habitación medio iluminada de la casa Omega, en mi cabeza tenia mis audífonos que parecían ser más grandes que mi cabeza, lo que lograba que la canción que sonaba – Taper Jean Girl- quisiera hacer estallar mis oídos mientras mi pie se movía al ritmo sin importarme nada mas que en lo que estaba totalmente concentrado que era uno de mis nuevos comics de the flash en mi regazo, a decir verdad ya la había leído un par de veces pero siempre me gustaba disfrutar de un numero totalmente hasta que memorizaba toda la trama para luego comentarlo con mis amigos que tenían la misma pasión por las historietas. La música en ese momento me había hecho distraerme un poco de los diálogos pues el ritmo era bastante contagioso que me recordaba una de mis películas preferidas “Disturbia” por lo que sin problemas comencé a tararear la canción despreocupado pues era sábado por la noche y sabía que mis compañeros de habitación no se encontraban ni regresarían muy temprano tampoco, sorprendentemente los Omegas eran bastante sociales, por lo que no se perdían de ningún evento.
Para muchos de mis compañeros de fraternidad era solo un chico raro que no salía mucho de su habitación, o al menos eso pensaba pues luego de algunas semanas los intentos de tener una conversación conmigo disminuyeron, bueno en algunos casos puesto algunas chicas parecían realmente dispuestas en acercarse a mí, haciendo preguntas, invitándome a salir, pero siempre sabia salirme de aquellas situaciones con una buena excusa. Por lo que estaba seguro de que sería solo un sábado tranquilo sin mucho movimiento como solían gustarme.
Para muchos de mis compañeros de fraternidad era solo un chico raro que no salía mucho de su habitación, o al menos eso pensaba pues luego de algunas semanas los intentos de tener una conversación conmigo disminuyeron, bueno en algunos casos puesto algunas chicas parecían realmente dispuestas en acercarse a mí, haciendo preguntas, invitándome a salir, pero siempre sabia salirme de aquellas situaciones con una buena excusa. Por lo que estaba seguro de que sería solo un sábado tranquilo sin mucho movimiento como solían gustarme.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Llevaba un cuarto de hora tendida allí, en mi cama observando el techo como si este tuviera una especie de capacidad mística que lo hacia excepcionalmente atrayente. Parecía verdaderamente algo surrealista que estuviese desperdiciando mi sábado de esa forma y más aún teniendo en cuenta que mi estado de "trance" (por así llamarlo) no tenía nada que ver con el consumo de drogas, o alcohol. No, nada de eso, estaba completamente sobria, sola y aburrida en aquella noche perfecta de sábado. Mentalmente recorrí mi lista de amistades o de compañeros de juerga, sin embargo sabía a ciencia cierta que un gran número de ellos estaban ocupados con sus estudios o liados en otros asuntos, así que la única opción que vino a mi mente fue hablar con mis compañeros de música... Medité durante unos segundos ese plan y obviamente lo descarte al recordar nuestra última salida en febrero. La sola idea de verlos moviéndose como entes aburridos me provocó escalofríos. Aquella imagen era verdaderamente espeluznante y en verdad me iba a aburrir más que permaneciendo allí. Aún así... tirar un sábado por la borda. -Ya basta, saldré sola. -Me incorporé con determinación, tomé un par de prendas de mi armario y marché rumbo al baño, para ducharme y arreglarme.
Por tanto luego otro cuarto de hora más, estuve vestida con unos sencillos pantalones y una blusa negra, acompañadas con unas sandalias altas, alboroté mi cabello, un poco de maquillaje y estuve pronta. Me encaminé hacia mi habitación otra vez, en busca de mi bolso. Sin embargo, una segunda parte de la casa morada captó mi atención tanto como lo había echo el techo en su momento. En esa ocasión fue una puerta, no cualquier puerta, la puerta que conducía al dormitorio de Patrick, el chico de las computadoras. ¿Quizá era el momento de comenzar con la operación socializadora y restituidora de la juventud que el muchacho había perdido?
Carente de duda alguna, tomé el pomo de la puerta y con un ligero tirón la abrí ignorando cualquier protocolo de cortesía acerca de "respetar el espacio ajeno"
El Omega estaba allí sentado en su silla escuchando música con unos enormes auriculares, que le daban un aspecto bastante cómico. Me acerqué hacia él y recargué mi cuerpo sobre el resto del alfeizar de la ventana en el que sus pies estaban apoyados. Aguardé, esbozando una sonrisa un tanto traviesa, dándole tiempo a que se quietara sus auriculares y finalmente hablé. -Tu y yo saldremos a divertirnos -Anuncié, no estaba dándole una opción porque si lo hacía apostaba que inventaría una ridícula excusa para permanecer allí. -Te concederé cinco minutos de privacidad para cambiarte. Por cierto, yo que tu no intentaría escapar. -Le dediqué otra sonrisa y salí de su cuarto.
||· Aspecto.
Por tanto luego otro cuarto de hora más, estuve vestida con unos sencillos pantalones y una blusa negra, acompañadas con unas sandalias altas, alboroté mi cabello, un poco de maquillaje y estuve pronta. Me encaminé hacia mi habitación otra vez, en busca de mi bolso. Sin embargo, una segunda parte de la casa morada captó mi atención tanto como lo había echo el techo en su momento. En esa ocasión fue una puerta, no cualquier puerta, la puerta que conducía al dormitorio de Patrick, el chico de las computadoras. ¿Quizá era el momento de comenzar con la operación socializadora y restituidora de la juventud que el muchacho había perdido?
Carente de duda alguna, tomé el pomo de la puerta y con un ligero tirón la abrí ignorando cualquier protocolo de cortesía acerca de "respetar el espacio ajeno"
El Omega estaba allí sentado en su silla escuchando música con unos enormes auriculares, que le daban un aspecto bastante cómico. Me acerqué hacia él y recargué mi cuerpo sobre el resto del alfeizar de la ventana en el que sus pies estaban apoyados. Aguardé, esbozando una sonrisa un tanto traviesa, dándole tiempo a que se quietara sus auriculares y finalmente hablé. -Tu y yo saldremos a divertirnos -Anuncié, no estaba dándole una opción porque si lo hacía apostaba que inventaría una ridícula excusa para permanecer allí. -Te concederé cinco minutos de privacidad para cambiarte. Por cierto, yo que tu no intentaría escapar. -Le dediqué otra sonrisa y salí de su cuarto.
||· Aspecto.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al estar concentrado en lo que hacía era poco probable que pudiera sentir que alguien entrara a la habitación, mas por el hecho de que estaba de espaldas a la puerta acostumbrado a que mis compañeros de cuarto entraran y salieran a su antojo del lugar, aunque siendo sinceros todos tenían una vida bastante interesante comparada a la mía por lo que no solían mostrarse los fines de semana lo que me dejaba el lugar para mí, lo que no me molestaba en lo más mínimo. Fue por eso que la presencia de la chica paso desapercibida hasta que note su rostro acercándose al lado de la ventana lo que me perturbo un poco, si me sorprendí unos segundos por lo que cerré la historieta de golpe como si hubiera estado mirando alguna revista pornográfica. Desde la primera vez que observe a Breya me di cuenta que provocaba un nivel de nerviosismo de un nivel más alto de lo que en general me causaba, tal vez por el hecho de que la encontraba realmente atractiva, su presencia me alteraba de más por lo que siempre intentaba escapar aunque la chica por juegos del destino siempre estaba alrededor.
Luego de unos segundos sin saber que decir al ver la chica frente a mí, lleve mis manos a mis audífonos sacándolos de mis orejas para dejarlos colgar en mi cuello, abrí mi boca para hablar pero ella se adelantó dándome una orden de que saldríamos, no entendí el porqué de la decisión, no me consideraba una buena compañía, mucho menos para una chica tan social y divertida como ella, siempre estaba rodeada de amigos o haciendo alguna actividad – Yo?... –Deje escapar sin saber que decir frente a ella mientras se alejaba, entonces la puerta de la habitación se cerró dejándome ahora de pie en medio de la habitación sin saber qué hacer. Me tome unos minutos para analizar lo que estaba pasando, de seguro era algún tipo de broma, eso tenía que ser. Entonces camine a la puerta para ir tras de ella y decirle que no caería, pero al tener mi mano en la perilla de la puerta la idea de que pudiera ser cierto me detuvo, tal vez la chica más linda de la fraternidad de verdad deseaba salir conmigo, ¿Sería una cita? Una sonrisa se formó en mi rostro entonces me aleje de la puerta.
¿Qué me pongo?-Dije girándome al armario caminando hacia él lo más rápido posible, mi ropa no era la mejor o más moderna, no solía tener vida nocturna por lo que en realidad mi vestuario era basado en camisetas con estampados que me gustaran o abrigos, si sabía que era todo un nerd. Finalmente hice unos 5 cambios de ropa intentando no verme muy forzado o demasiado desalineado hasta darme por vencido, aquella facha de chico nerd jamás se iría por lo que suspire caminando hacia la puerta para salir al pasillo algo incómodo pues no sabía que me esperaba tras la puerta.
Luego de unos segundos sin saber que decir al ver la chica frente a mí, lleve mis manos a mis audífonos sacándolos de mis orejas para dejarlos colgar en mi cuello, abrí mi boca para hablar pero ella se adelantó dándome una orden de que saldríamos, no entendí el porqué de la decisión, no me consideraba una buena compañía, mucho menos para una chica tan social y divertida como ella, siempre estaba rodeada de amigos o haciendo alguna actividad – Yo?... –Deje escapar sin saber que decir frente a ella mientras se alejaba, entonces la puerta de la habitación se cerró dejándome ahora de pie en medio de la habitación sin saber qué hacer. Me tome unos minutos para analizar lo que estaba pasando, de seguro era algún tipo de broma, eso tenía que ser. Entonces camine a la puerta para ir tras de ella y decirle que no caería, pero al tener mi mano en la perilla de la puerta la idea de que pudiera ser cierto me detuvo, tal vez la chica más linda de la fraternidad de verdad deseaba salir conmigo, ¿Sería una cita? Una sonrisa se formó en mi rostro entonces me aleje de la puerta.
¿Qué me pongo?-Dije girándome al armario caminando hacia él lo más rápido posible, mi ropa no era la mejor o más moderna, no solía tener vida nocturna por lo que en realidad mi vestuario era basado en camisetas con estampados que me gustaran o abrigos, si sabía que era todo un nerd. Finalmente hice unos 5 cambios de ropa intentando no verme muy forzado o demasiado desalineado hasta darme por vencido, aquella facha de chico nerd jamás se iría por lo que suspire caminando hacia la puerta para salir al pasillo algo incómodo pues no sabía que me esperaba tras la puerta.
- VESTUARIO:
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al cerrar la puerta de la habitación tras de mi, una serie de dudas vinieron al ataque. ¿Me había comportado de forma muy brusca? Sí, había sonado un tanto dictatorial... ¿Pero que otra opción había? Podría haberlo invitado, sin embargo era más que obvio que diría que no, varias compañeras de la fraternidad me comentaron que aquel muchacho además de escurridizo era muy creativo para inventar excusas, y cada vez que lo invitaban para hacer algo las rechazaba sutilmente. Quizá temía a las citas, lo cual era una idea completamente ridícula tratándose de un chico de su edad, aunque por lo poco que conocía a Patrick el era medio extraño. En fin... como esto no es una cita no creo que se alarme. Eso espero... De todos modos lo echo ya estaba echo y con mi pequeño mandato estaba más que segura que las posibilidades de un "No" se reducirían.
Caminé hasta la pared del pasillo contraria y me recargué en ella aguardando que saliera, le había dado como tiempo límite, aunque desde luego, este margen era metafórico, no me importaba si demoraba un rato más. Pasaron cinco, diez, quince minutos y el muchacho no daba señales de vida. ¡Maldición! ¿Habrá sido capaz de escaparse por la ventana?
Me acerqué con determinación hacia la puerta y alcé mi puño para golpear en ella, lo menos que deseaba era inmiscuirme en su habitación mientras se encontraba en una situación "comprometedora" quizá aún continuaba vistiéndose. Tomé impulso lista para oír el sonido de la madera al contactar con mi mano, y justo en ese momento la puerta se abrió de sorpresa. Me quedé petrificada durante unos segundos observando al muchacho y poco a poco mi mano bajó volviendo a su sitio habitual. Estudié su aspecto con una gran sonrisa. -Regnault, Te ves verdaderamente atractivo. - Lo alagué, estirando mi diestra para tocar ligeramente el cuello de su camisa con mis dedos índice y pulgar. Patrick lucía estupendo, sí, aún conservaba su inexorable aura de "chico genio" pero de alguna forma era adecuada para él, lo hacía parecer histriónico e interesante, quizá por ese motivo todas esas muchachas lo invitaban a salir. Mi sonrisa se amplió ligeramente, le dediqué una mirada simpática y volví a girar mi cuerpo en dirección al pasillo. -Bueno ¿Listo para ponernos en marcha? -Le pregunté con gran entusiasmo, sin embargo, eché a vistazo a mis manos. Debido a la ansiedad de convertir al Omega en mi compañero de juerga había olvidado pasar por mi habitación y aún llevaba mi destartalado bolsa con las cosas que había utilizado en el baño y debía ir por mi celular. -Mmm... espero que no te moleste hacer una parada por mi habitación antes de ir hacia rumbos desconocidos. -Le enseñé la bolsa en mis manos poniendo los ojos en blanco con exageración y volví a sonreír, mientras comenzábamos a caminar y un par de metros después estábamos en mi cuarto. -Puedes entrar si quieres. -Musité abriendo la puerta de un tirón y adentrándome en mi espacio sin molestarme en cerrarla después.
Caminé hasta la pared del pasillo contraria y me recargué en ella aguardando que saliera, le había dado como tiempo límite, aunque desde luego, este margen era metafórico, no me importaba si demoraba un rato más. Pasaron cinco, diez, quince minutos y el muchacho no daba señales de vida. ¡Maldición! ¿Habrá sido capaz de escaparse por la ventana?
Me acerqué con determinación hacia la puerta y alcé mi puño para golpear en ella, lo menos que deseaba era inmiscuirme en su habitación mientras se encontraba en una situación "comprometedora" quizá aún continuaba vistiéndose. Tomé impulso lista para oír el sonido de la madera al contactar con mi mano, y justo en ese momento la puerta se abrió de sorpresa. Me quedé petrificada durante unos segundos observando al muchacho y poco a poco mi mano bajó volviendo a su sitio habitual. Estudié su aspecto con una gran sonrisa. -Regnault, Te ves verdaderamente atractivo. - Lo alagué, estirando mi diestra para tocar ligeramente el cuello de su camisa con mis dedos índice y pulgar. Patrick lucía estupendo, sí, aún conservaba su inexorable aura de "chico genio" pero de alguna forma era adecuada para él, lo hacía parecer histriónico e interesante, quizá por ese motivo todas esas muchachas lo invitaban a salir. Mi sonrisa se amplió ligeramente, le dediqué una mirada simpática y volví a girar mi cuerpo en dirección al pasillo. -Bueno ¿Listo para ponernos en marcha? -Le pregunté con gran entusiasmo, sin embargo, eché a vistazo a mis manos. Debido a la ansiedad de convertir al Omega en mi compañero de juerga había olvidado pasar por mi habitación y aún llevaba mi destartalado bolsa con las cosas que había utilizado en el baño y debía ir por mi celular. -Mmm... espero que no te moleste hacer una parada por mi habitación antes de ir hacia rumbos desconocidos. -Le enseñé la bolsa en mis manos poniendo los ojos en blanco con exageración y volví a sonreír, mientras comenzábamos a caminar y un par de metros después estábamos en mi cuarto. -Puedes entrar si quieres. -Musité abriendo la puerta de un tirón y adentrándome en mi espacio sin molestarme en cerrarla después.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al salir y encontrarme de frente a ella me sorprendió por lo que frente rápidamente observando su rostro que en ese momento se encontraba ocupado analizándome de arriba abajo hasta que su mano se estiro hacia mi cuello tomándolo, me quede inmóvil al escucharla respondiendo solo con una sonrisa, pensé en regresarle las palabras pues en realidad ella lucia preciosa pero no supe exactamente que palabras usar por lo que me mordí la lengua simplemente asintiendo con la cabeza como si tuviera algún síndrome o retardo, al menos en ese momento me sentía así, cuando camino hacia su habitación la seguí dejando que se adelantara solo unos pasos mientras me reprochaba en la cabeza el no haber dicho ni una sola palabra, cuando entro en la pieza pensé que la invitación era algo inapropiada, nunca entraba en el cuarto de nadie más al menos que fuera una total emergencia por lo que simplemente espere afuera en el pasillo, recosté mi espalda en la pared bajando la cabeza pensando en que tenía que decir algo o la chica simplemente pensaría que era estúpido, más al notar que la salía era únicamente de nosotros dos, tenía que aprender a hablar de algo normal o pasaríamos la velada en silencio- Creo que… -Dije lo suficientemente fuerte para que ella me escuchara dentro de la habitación aunque mi espalda estuviera apoyada al lado de la puerta mirando hacia otro lugar – Que tú también te ves muy hermosa –Termine por decir y cerré los ojos antes de darme un golpe con la palma de mi mano en la frente, me había escuchado peor que como había sido en mi cabeza y aun así no sonaba nada bien allí, suspire negando un poco mientras esperaba que la chica saliera, o que no se estuviera burlando de mí en ese momento por mi poco tacto al conversar o decir algo, desde siempre parecía que mis neuronas morían cuando la tenía alrededor.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al ingresar a mi habitación di por sentado que Patrick también lo haría, sin embargo luego de situarme junto a mi cama y voltear para observarlo, él no estaba allí. Debí imaginar que aquella invitación sería demasiado "casual" para él ya que las pocas veces que lo había visto ni siquiera se había atrevido a mantener una charla que durara más que cinco minutos, aunque aquel gesto tan protocolar me pilló con la guardia baja. O sea cualquier otro compañero habría entrado sin miramientos, y no había nada de malo en ello... pero él, él parecía alguien de otra época. Pese a la sorpresa inicial, por algún extraño motivo, su atípica reacción me resultó simpática, sumamente educada y además algo tierna. Quizá después de todo, no era tan malo que él muchacho tuviera esa clase de comportamientos tan anticuados.
Me encogí de hombros pensativamente y luego de dejar la bolsa que llevaba a cuestas, en mi cama, la sustituí por un pequeño bolso capaz de cargar todo lo indispensable. Sin mucha importancia lo abrí, tomé mi celular y tecleé en el un corto mensaje de texto dirigido a violoncellista de la UCLA que trabajaba en un bar de la ciudad, sin embargo antes de que pudiese apretar el botón de enviar, mi atención se dirigió hacia otro lugar, debido a la voz del Omega que aguardaba en el pasillo.
¿Él acababa de devolverme el cumplido? Sí, lo había echo. Permanecí estática con mi móvil entre mis manos debido a la sorpresa, pero me forcé con todas mis fuerzas a continuar con mi tarea, necesitaba averiguar dónde estaría la diversión esa noche. Pulsé enviar y ahora sí, le permití a mi cerebro retomar su camino hacia el asombro, que esta vez fue aún más grande que anteriormente, creo que esperaba más verlo allí, a mi lado, que recibir un cumplido, ya quizá en mi inconsciente, una parte de mi manejaba la hipótesis de no ser una persona demasiada grata para que chico. Quizá aún no lo era, pero bueno... al menos había obtenido un comentario amable de su parte, no todos los días diferente a tus mejores amigos, te dice que luces hermosa. Sonreí, mientras cruzaba la puerta y nuevamente me encontré a su lado. -Gracias. -Respondí con toda sinceridad mirándolo a los ojos durante una diminuta fracción de tiempo, antes de retomar con mi estado de humor habitual, porque justo en ese instante, mi celular sonó. ¡Oh, dios! ¡El universo, la energía... lo que fuese, estaba de mi parte! ¡Ya teníamos un destino fijo al que ir! -Bien, ahora sí en marcha, tomaremos un taxi porque el lugar hacia el que vamos queda a unas cuantas calles... -Musité con algo de ansiedad mientras comenzábamos a caminar por las escaleras hacia abajo. -Pero prometo que te divertirás, confía en mi.
Me encogí de hombros pensativamente y luego de dejar la bolsa que llevaba a cuestas, en mi cama, la sustituí por un pequeño bolso capaz de cargar todo lo indispensable. Sin mucha importancia lo abrí, tomé mi celular y tecleé en el un corto mensaje de texto dirigido a violoncellista de la UCLA que trabajaba en un bar de la ciudad, sin embargo antes de que pudiese apretar el botón de enviar, mi atención se dirigió hacia otro lugar, debido a la voz del Omega que aguardaba en el pasillo.
¿Él acababa de devolverme el cumplido? Sí, lo había echo. Permanecí estática con mi móvil entre mis manos debido a la sorpresa, pero me forcé con todas mis fuerzas a continuar con mi tarea, necesitaba averiguar dónde estaría la diversión esa noche. Pulsé enviar y ahora sí, le permití a mi cerebro retomar su camino hacia el asombro, que esta vez fue aún más grande que anteriormente, creo que esperaba más verlo allí, a mi lado, que recibir un cumplido, ya quizá en mi inconsciente, una parte de mi manejaba la hipótesis de no ser una persona demasiada grata para que chico. Quizá aún no lo era, pero bueno... al menos había obtenido un comentario amable de su parte, no todos los días diferente a tus mejores amigos, te dice que luces hermosa. Sonreí, mientras cruzaba la puerta y nuevamente me encontré a su lado. -Gracias. -Respondí con toda sinceridad mirándolo a los ojos durante una diminuta fracción de tiempo, antes de retomar con mi estado de humor habitual, porque justo en ese instante, mi celular sonó. ¡Oh, dios! ¡El universo, la energía... lo que fuese, estaba de mi parte! ¡Ya teníamos un destino fijo al que ir! -Bien, ahora sí en marcha, tomaremos un taxi porque el lugar hacia el que vamos queda a unas cuantas calles... -Musité con algo de ansiedad mientras comenzábamos a caminar por las escaleras hacia abajo. -Pero prometo que te divertirás, confía en mi.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Mientras trataba de encontrar algo más que decir, tal vez simplemente preguntar hacia donde nos dirigíamos ella salió de su habitación, lo que me hizo ponerme alerta por un momento por lo que aleje mi espalda de la pared aun con mis manos en los bolsillos, asentí cuando ella me observo directamente a los ojos lo que me hizo bajar la mirada rápidamente algo nervioso como si fuera a enterarse de mis pensamientos al simplemente encontrar nuestras miradas. Parecía estar animada realmente por lo que espere que ella caminara primero para seguirla hacia la salida principal de la casa. Su celular sonó lo que me hizo detenerme justo al lado mientras ella miraba el contenido del mensaje, aproveche esos momentos donde se encontraba ocupada para disfrutar de los rasgos de su rostro, recordando por qué aquella vez me había dejado perplejo atravesó de la ventana, simplemente tenía algo que dejaba sin habla. Antes había tenido cierto cruz por chicas inalcanzables como ella, pero jamás de aquella manera cuando observarla fuera un arte, siempre era de una manera superficial cuando me sentía atraído, pero con ella había algo diferente, simplemente aun no había descubierto de que se trataba.
Cuando levanto la mirada intente actuar como si no la hubiera mirado, asentí por sus palabras hasta la salida donde me informo que debíamos ir en taxi lo que me dejo un poco confundido mientras llegábamos al estacionamiento, entonces me detuve en seco. –Bueno…. –dije encogiéndome de hombros señalando hacia mi automóvil, un Toyota corolla del año pasado que mi padre me había obsequiado al ser aceptado en UCLA, además de recibir mi beca por mis calificaciones, no porque la necesitara pues mi padre podía costearme sin problemas una carrera sino por el hecho de que hubiera recibido los honores por mis logros académicos – Puedo conducir –dije mirándola, esperando su respuesta.
Cuando levanto la mirada intente actuar como si no la hubiera mirado, asentí por sus palabras hasta la salida donde me informo que debíamos ir en taxi lo que me dejo un poco confundido mientras llegábamos al estacionamiento, entonces me detuve en seco. –Bueno…. –dije encogiéndome de hombros señalando hacia mi automóvil, un Toyota corolla del año pasado que mi padre me había obsequiado al ser aceptado en UCLA, además de recibir mi beca por mis calificaciones, no porque la necesitara pues mi padre podía costearme sin problemas una carrera sino por el hecho de que hubiera recibido los honores por mis logros académicos – Puedo conducir –dije mirándola, esperando su respuesta.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
A pesar de que en cada pequeño gesto realizado, el Omega dejaba a entrever un ligero "nerviosismo" (probablemente alimentado por la falta de trato con otras personas), sus acciones me resultaron extremadamente formales y educadas, casi como si sus buenos modales y atenciones fueran de otra época. Era bastante sorprendente ver a un chico del siglo XXI siendo de esa forma, incorporándose al verte salir por una puerta, diciéndote halagos sin ser demasiado intenso y a la vez respetando tu espacio, no tenía idea si él era consciente de esto o simplemente por cuestión de suerte, su falta de espontaneidad o facilidad para socializar lo lleva a comportarse así, aunque por una causa o por otra, eso no dejaba de ser una virtud, al menos para mi lo era; lo hacía lucir como una persona caballerosa, pero un tanto aniñada a la vez. Sacudí mi melena borrando todos esos pensamientos mientras volvía a guardar el teléfono celular que tenía en mis manos, mi cerebro parecía estar obsesionada por descifrar su personalidad, aunque probablemente no lo lograría en un solo día, ni tampoco en dos, no se, algo me hacía pensar que Patrick un ser bastante complejo y dual.
Luego de una pequeña caminata, finalmente nos encontramos en la entrada de la casa morada, junto al estacionamiento, donde él se detuvo inesperadamente. Paré mi marcha observando en la dirección hacia donde señalaba su mano, y juro que probablemente mi rostro reflejo una enorme sorpresa al ver el gran automóvil. Intermitentemente dirigí mis ojos al muchacho y después al auto, y otra vez la idea de la complejidad de sus personalidad se vino a mi mente. No podía formularme una idea clara sobre él, era tímido pero a la vez sumamente amable, formal pero educado, genio de las computadoras pero tenía un Toyota Corolla lo que evidenciaba a su vez que provenía de una familia con alto nivel adquisitivo, y sin embargo era tan sencillo... -Sí, definitivamente será complicado de conocer... -Susurró en mi interior la voz de mi consciencia. Después de esa diminuta fracción de segundos en la cual mentalmente aparecieron todos esos pensamientos, recompuse mi expresión dejando reaparecer mi característica sonrisa. -Lo siento, creo que si conduces esta noche terminaremos arrestados, o en su defecto convertidos en paté. -Bromeé. - Pero otro día debes llevarme a dar un paseo. ¿De acuerdo? -Lo observé ensanchando mi sonrisa - ¡Mira allí viene un taxi! -Sin pensarlo tomé su mano y me lancé a correr hacia el borde de la vereda para detener a aquel vehículo extendiendo mi brazo, y desde luego este lo hizo, ya que obviamente, esa era una noche de suerte.
Luego de una pequeña caminata, finalmente nos encontramos en la entrada de la casa morada, junto al estacionamiento, donde él se detuvo inesperadamente. Paré mi marcha observando en la dirección hacia donde señalaba su mano, y juro que probablemente mi rostro reflejo una enorme sorpresa al ver el gran automóvil. Intermitentemente dirigí mis ojos al muchacho y después al auto, y otra vez la idea de la complejidad de sus personalidad se vino a mi mente. No podía formularme una idea clara sobre él, era tímido pero a la vez sumamente amable, formal pero educado, genio de las computadoras pero tenía un Toyota Corolla lo que evidenciaba a su vez que provenía de una familia con alto nivel adquisitivo, y sin embargo era tan sencillo... -Sí, definitivamente será complicado de conocer... -Susurró en mi interior la voz de mi consciencia. Después de esa diminuta fracción de segundos en la cual mentalmente aparecieron todos esos pensamientos, recompuse mi expresión dejando reaparecer mi característica sonrisa. -Lo siento, creo que si conduces esta noche terminaremos arrestados, o en su defecto convertidos en paté. -Bromeé. - Pero otro día debes llevarme a dar un paseo. ¿De acuerdo? -Lo observé ensanchando mi sonrisa - ¡Mira allí viene un taxi! -Sin pensarlo tomé su mano y me lancé a correr hacia el borde de la vereda para detener a aquel vehículo extendiendo mi brazo, y desde luego este lo hizo, ya que obviamente, esa era una noche de suerte.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Observe a la chica que continuaba con su celular, por un momento me pregunte con quien hablaba, pero luego me di cuenta que no era de mi incumbencia por lo que me obligue a pensar en otra cosa aunque no funcionaba muy bien. Cuando me detuve a ofrecerle mi auto como medio de transporte para la noche ella parecía quedarse sorprendida por el auto, no lucia como un chico que supiera algo de motores o de vehículos pero para sorpresa de muchos tenía conocimiento básico por lo que mi auto no era un simple juguete, tal vez ella tenía una idea equivocada de mi por lo que eso explicaría su cara de sorpresa, sonreí encogiéndome de hombros esperando por su respuesta que me dejo sorprendido, parecía que tenía planes para mí, o al menos para hacerme beber mucho durante la noche, no era de beber mucho, digo lo más que hacía era beber un par de cervezas con mi padre y su novio cuando me obligaban a ser parte de sus muchos eventos. Siquiera había pisado muchos discos en mi vida, pues bueno nunca tuve un grupo de amigos o alguna invitación formal para asistir incluso cuando me gradué, decidí que no quería ser parte del baile por lo que me quede en casa con varios amigos jugando videojuegos.
De acuerdo no hay problema –Le dije llevando mis manos a los bolsillos mientras me acercaba a ella al mirar el taxi, ella estiro su mano para hacerle detenerse, en el momento que lo hizo me acerque a tomar la puerta para ayudarla a subir, le sonreí antes de mirar hacia atrás, la casa Omega tenia algunas luces encendidas, me preguntaba porque éramos los únicos que iríamos, lo que me hacía pensar nuevamente que tal vez si era una especie de cita, aunque al final mi sentido común me decía que esa idea podía ser desechada pues para eso ella debía estar algo interesada en mi lo que parecía algo irreal. Entonces finalmente subí al auto con ella, esperado que diera la dirección al taxista. Escuche de la nada como mi celular timbraba, lo busque rápidamente en mi bolsillo para ver que se trataba de mi padre –Disculpa –dije rápido para atender y decirle antes que hablara que no podía conversar, que le llamaría al día siguiente por lo que parecía sorprendido pero finalmente termino la llamada.
De acuerdo no hay problema –Le dije llevando mis manos a los bolsillos mientras me acercaba a ella al mirar el taxi, ella estiro su mano para hacerle detenerse, en el momento que lo hizo me acerque a tomar la puerta para ayudarla a subir, le sonreí antes de mirar hacia atrás, la casa Omega tenia algunas luces encendidas, me preguntaba porque éramos los únicos que iríamos, lo que me hacía pensar nuevamente que tal vez si era una especie de cita, aunque al final mi sentido común me decía que esa idea podía ser desechada pues para eso ella debía estar algo interesada en mi lo que parecía algo irreal. Entonces finalmente subí al auto con ella, esperado que diera la dirección al taxista. Escuche de la nada como mi celular timbraba, lo busque rápidamente en mi bolsillo para ver que se trataba de mi padre –Disculpa –dije rápido para atender y decirle antes que hablara que no podía conversar, que le llamaría al día siguiente por lo que parecía sorprendido pero finalmente termino la llamada.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Generalmente suelo ser una persona que tiende a suponer ideas correctas acerca de los demás, no es que intente etiquetarlos ni nada por el estilo, sencillamente me doy la posibilidad de observarlos, conocerlos y descifrarlos y usualmente eso se me da bien. No sé muy bien como funciona, pero cuando conozco a alguien nuevo es como si mi intuición fuera dictándome como es el otro, es algo que siento, no que pienso. Pero al parecer con el Omega mi instinto no funciona, porque cada vez que intento formularme una imagen mental acerca de él, una de sus acciones (o en este caso pertenencia) me sorprende, refutando todo eso. Quizá estaba siendo ansiosa, él parece un muchacho cerrado por tanto no simple de conocer, probablemente debía tener mucha más paciencia que al conocer a alguien más.
Desde luego, mi expresión de sorpresa no pasó desapercibida, lo cual lo hizo sonreír y a mi me forzó a recomponer mi eterno gesto despreocupado. -Fantástico. -Asentí antes de lanzarme a la vereda, determinada a interceptar a aquel taxímetro que circulaba muy cerca de nosotros. Verdaderamente fue un milagro que aquella pequeña "carrera" no haya terminado de una forma catastrófica teniendo en cuenta el tamaño de los tacos de mis sandalias, y eso, obviamente confirmó otra vez que aquella era una noche de suerte. Sin ser consciente (al igual que cuando la tomé), solté la mano de Patrick al detenernos frente al vehículo e ingresé en el dedicándole una gran sonrisa, en respuesta a la suya. Acaba de obtener dos sonrisas de su parte quizá después de todo los cosas podrían llegar a "fluir" -Muchas gracias. -Dije al pasar junto a él y encaramarme en el asiento de aquel taxi.
Cuando él finalmente subió, le indiqué la dirección al taxista que inmediatamente se puso en marcha. Ansiaba llegar a aquel bar y ver el rostro del Omega al estar dentro de él, apostaba que pasaríamos una velada memorable y esperaba en parte que este fuera el punta pie inicial para que comenzara a salir más a menudo y conociera el mundo de "la juventud fiestera".
Su móvil sonó rompiendo el silencio en el que nos habíamos quedado. -No te preocupes. -Respondí encogiéndome de hombros relajadamente. Dejé que mis ojos se perdieran en las imágenes que podían apreciarse desde la ventana intentando darle la mayor privacidad que podía darse al estar en un sitio tan pequeño, sin embargo fue ridículo intentar no escuchar conversación que duró apenas unos segundos, por el tono de su voz me aventuré a pensar que la llamada provenía de algún familiar. Pensativamente mi mirada se dirigió hacia el móvil que aún tenía en sus manos. -Patrick deberíamos intercambiar nuestros números de celular. -Dije volviendo a buscar aquel aparatejo dentro de mi bolso. Era necesario que lo hiciéramos, por si acaso, aunque aquel bar no era muy grande y no tuviese intención alguna de alejarme de él mientras durara aquella salida. -¿Listo? Anota mi número... -Dicté ordenadamente cada uno de los dígitos pertenecientes a mi celular, echando un ligero vistazo por la ventanilla, faltaban muy poco para llegar a nuestro destino.
Desde luego, mi expresión de sorpresa no pasó desapercibida, lo cual lo hizo sonreír y a mi me forzó a recomponer mi eterno gesto despreocupado. -Fantástico. -Asentí antes de lanzarme a la vereda, determinada a interceptar a aquel taxímetro que circulaba muy cerca de nosotros. Verdaderamente fue un milagro que aquella pequeña "carrera" no haya terminado de una forma catastrófica teniendo en cuenta el tamaño de los tacos de mis sandalias, y eso, obviamente confirmó otra vez que aquella era una noche de suerte. Sin ser consciente (al igual que cuando la tomé), solté la mano de Patrick al detenernos frente al vehículo e ingresé en el dedicándole una gran sonrisa, en respuesta a la suya. Acaba de obtener dos sonrisas de su parte quizá después de todo los cosas podrían llegar a "fluir" -Muchas gracias. -Dije al pasar junto a él y encaramarme en el asiento de aquel taxi.
Cuando él finalmente subió, le indiqué la dirección al taxista que inmediatamente se puso en marcha. Ansiaba llegar a aquel bar y ver el rostro del Omega al estar dentro de él, apostaba que pasaríamos una velada memorable y esperaba en parte que este fuera el punta pie inicial para que comenzara a salir más a menudo y conociera el mundo de "la juventud fiestera".
Su móvil sonó rompiendo el silencio en el que nos habíamos quedado. -No te preocupes. -Respondí encogiéndome de hombros relajadamente. Dejé que mis ojos se perdieran en las imágenes que podían apreciarse desde la ventana intentando darle la mayor privacidad que podía darse al estar en un sitio tan pequeño, sin embargo fue ridículo intentar no escuchar conversación que duró apenas unos segundos, por el tono de su voz me aventuré a pensar que la llamada provenía de algún familiar. Pensativamente mi mirada se dirigió hacia el móvil que aún tenía en sus manos. -Patrick deberíamos intercambiar nuestros números de celular. -Dije volviendo a buscar aquel aparatejo dentro de mi bolso. Era necesario que lo hiciéramos, por si acaso, aunque aquel bar no era muy grande y no tuviese intención alguna de alejarme de él mientras durara aquella salida. -¿Listo? Anota mi número... -Dicté ordenadamente cada uno de los dígitos pertenecientes a mi celular, echando un ligero vistazo por la ventanilla, faltaban muy poco para llegar a nuestro destino.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Luego de la llamada me sentí realmente incomodo en el silencio tal vez pude haber charlado un rato con mi padre sin problema mientras nos movilizábamos pero bueno no quería faltar al respeto al no prestarle atención a la chica o bueno lo más importante no deseaba que pensara que era un tipo de chico de papá que solía contarle todo o algo por el estilo, que no era en realidad, nunca era bueno hablando por eso mi padre se frustraba un poco e intentaba por todos sus medios hacerme algo más social, pero su círculo se trataba de personas de la moda en su mayoría homosexual con lo que no tenía nada en común por lo que huía de sus invitaciones siempre que insistía. Regrese de mis pensamientos cuando ella hablo algo de números, al inicio no entendí por lo que simplemente le vi confundido, perdido en mis cosas no había escuchado en totalidad lo que me había dicho, pero entonces observe como rebuscaba algo en su bolso sacando el celular lo que hizo que encajaran las ideas mirando mi Smartphone en mi mano, ¿Realmente deseaba mi numero? No era nada del otro mundo de hecho creo que en la casa Omega había registro de nuestros números por completo por lo que intente no darle mucha importancia al asunto.
Claro –Dije anotando el número que me decía rápidamente, entonces llego el momento de grabarlo en mi celular, por lo que dude unos segundos descifrando que nombre colocarle, su nombre me parecía muy simple, era raro pero deseaba pensar en algo que la diferenciara de mis demás contactos, pero el auto se detuvo frente al bar por lo que rápidamente digite un “Ella” en el móvil para luego mandarle un mensaje con mi nombre sin problema, así ella tendría mi numero con mayor facilidad, el taxista nos mostró el lector de kilómetros, entonces saque dinero de mi billetera para pagarle dejando una propina y baje rápidamente del auto escuchando la música sonar con fuerza fuera del loca que estaba rodeado de grupos de jóvenes bastante alegres, fumando o simplemente charlando. –Se ve agradable –Dije suave notando que m vestimenta era realmente muy diferente a lo que los demás solían usar, por lo que acomode mi cuello de la camisa un poco acercándome a la chica que me había sacado de casa aquella noche, esta noche sin duda sería algo interesante.
Claro –Dije anotando el número que me decía rápidamente, entonces llego el momento de grabarlo en mi celular, por lo que dude unos segundos descifrando que nombre colocarle, su nombre me parecía muy simple, era raro pero deseaba pensar en algo que la diferenciara de mis demás contactos, pero el auto se detuvo frente al bar por lo que rápidamente digite un “Ella” en el móvil para luego mandarle un mensaje con mi nombre sin problema, así ella tendría mi numero con mayor facilidad, el taxista nos mostró el lector de kilómetros, entonces saque dinero de mi billetera para pagarle dejando una propina y baje rápidamente del auto escuchando la música sonar con fuerza fuera del loca que estaba rodeado de grupos de jóvenes bastante alegres, fumando o simplemente charlando. –Se ve agradable –Dije suave notando que m vestimenta era realmente muy diferente a lo que los demás solían usar, por lo que acomode mi cuello de la camisa un poco acercándome a la chica que me había sacado de casa aquella noche, esta noche sin duda sería algo interesante.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
El muchacho me miró sin comprender... ¿Tan extraño había sonado que le pidiera su número telefónico? No es que estuviera pidiendoselo por una cuestión personal, bueno en realidad sí, o sea salir con alguien fuera de clases, aunque no se una cita siempre es una cuestión personal, pero a lo que me refiero es que no utilizaría su número para un provecho propio, para atormentarlo con mensajes, o con doble sentido, sino que simplemente se lo había pedido por una buena causa. En fin, aguardé una respuesta aunque sea negativa, pero el silencio se prolongaba y la ansiedad terminó por ganarme, así que le dicté los mi número de celular para que aunque sea el pudiese comunicarse conmigo.
Aunque pese a todo unos segundos después acabé recibiendo un sms de su parte -Fantástico. -Murmuré. Me apresuré a agendarlo en la lista de mis contactos mientras poco a poco el taxi detenía su marcha.
El taxista nos enseñó su cuenta kilómetros y el precio equivalente a la distancia recorrida, así que aprovechando que mis manos estaban sobre aquel bolso abierto luego de guardar mi celular saqué mi billetera, pero casi como en una competencia no dicha el Omega me ganó. -Hey, se supone que tu eres mi invitado de hoy ¿Por qué rayos estás gastando dinero? -Protesté en broma con una sonrisa despreocupada, ya me ocuparía yo de invitarle unas cuantas rondas de cerveza, o algo un tanto más fuerte.
Bajamos del vehículo que al instante retomó su marcha, dejándonos frente a un local relativamente pequeño, cuya fachada poseía dos grandes ventanales y estaba recubierta por revestimientos obscuros de madera. En la parte superior de la pared se extendía una no muy grande marquesina que poseía escrito con letras informales en un rojo luminoso “Action and scene" y frente puertas de una gruesa madera de roble obscuro distintos grupos de personas aguardaban para ingresar. A diferencia de otros bares, en los que la gente solía ser de “un tipo determinado”, aquel diminuto lugar albergaba personas completamente diferentes entre sí, y esa era una de las partes divertidas del asunto intercambiar charlas con otros, conocer puntos de vista distintos y abrir la mente. Quizá ese fuera el único requisito para divertirte en aquel lugar, poseer una cabeza sin prejuicios, un tanto histriónica y dispuesta a “volar”.
-Sí, es un buen sitio ya verás cuando estemos dentro. -Asentí con gran expectativa colocándome detrás de un grupo de muchachas que caminaban hacia las puertas de ingreso.
Al aproximarnos cada vez más a la entrada el sonido de una tenue música aumentaba, las charlas y risas se hacían cada vez más notorias y fue inevitable que mi mirada se dirigiera hacia el rostro del chico cuando finalmente cruzamos la puerta, adentrándonos en un lugar que al menos a mi me parecía completamente diferente.
Hacia la izquierda, después de entrar lo primero que podía observarse era una barra de madera delimitada por dos gruesas columnas en las cuales se encontraban incrustadas pizarras de tiza, donde generalmente decía el menú del día y luego, en el correr de la noche, los concurrentes escribían sus nombres o mensajes.
Bajando un par de escalones en forma casi semicircular, se distribuían varias mesas de madera los cuales descansaban faroles color blanco que se tornaban anaranjados debido a la luz, y frente ellas pasando un espacio libre que podía definirse perfectamente como "minipista de baile”, se encontraba una tarima a modo de escenario, que dejaba ver una gran pantalla gigante, enmarcada por un telón rojo. En resumidas cuentas aquel bar lucía como un perfecto y diminuto teatro, cuya ambientación era antigua, los afiches de viejos films y obras teatrales abundaban, e incluso podía encontrarse como elemento decorador algún que otro libro.
Sin embargo, pese a su aspecto, en vez de presentarse obras de en vivo, esto era un bar, uno el que se podía ver proyecciones de películas mientras cenaba o bebía algo y luego cuando el ambiente parecía relajarse y era propicio la música comenzaba a sonar dando el paso al baile y al jolgorio de una fiesta.
Cada noche solían elegir una determinada temática de películas, cuyas escenas serían mostradas en la pantalla, en esta ocasión (como tan amablemente me había informado por sms's aquel violoncellista) el tema serían los súper héroes en todas sus épocas y adaptaciones. -Y... ¿Que te parece? -Le pregunté echándole un vistazo a un video que al parecer era de un Batman muy precario.
||· Basado en este bar (L'escenari)
Aunque pese a todo unos segundos después acabé recibiendo un sms de su parte -Fantástico. -Murmuré. Me apresuré a agendarlo en la lista de mis contactos mientras poco a poco el taxi detenía su marcha.
El taxista nos enseñó su cuenta kilómetros y el precio equivalente a la distancia recorrida, así que aprovechando que mis manos estaban sobre aquel bolso abierto luego de guardar mi celular saqué mi billetera, pero casi como en una competencia no dicha el Omega me ganó. -Hey, se supone que tu eres mi invitado de hoy ¿Por qué rayos estás gastando dinero? -Protesté en broma con una sonrisa despreocupada, ya me ocuparía yo de invitarle unas cuantas rondas de cerveza, o algo un tanto más fuerte.
Bajamos del vehículo que al instante retomó su marcha, dejándonos frente a un local relativamente pequeño, cuya fachada poseía dos grandes ventanales y estaba recubierta por revestimientos obscuros de madera. En la parte superior de la pared se extendía una no muy grande marquesina que poseía escrito con letras informales en un rojo luminoso “Action and scene" y frente puertas de una gruesa madera de roble obscuro distintos grupos de personas aguardaban para ingresar. A diferencia de otros bares, en los que la gente solía ser de “un tipo determinado”, aquel diminuto lugar albergaba personas completamente diferentes entre sí, y esa era una de las partes divertidas del asunto intercambiar charlas con otros, conocer puntos de vista distintos y abrir la mente. Quizá ese fuera el único requisito para divertirte en aquel lugar, poseer una cabeza sin prejuicios, un tanto histriónica y dispuesta a “volar”.
-Sí, es un buen sitio ya verás cuando estemos dentro. -Asentí con gran expectativa colocándome detrás de un grupo de muchachas que caminaban hacia las puertas de ingreso.
Al aproximarnos cada vez más a la entrada el sonido de una tenue música aumentaba, las charlas y risas se hacían cada vez más notorias y fue inevitable que mi mirada se dirigiera hacia el rostro del chico cuando finalmente cruzamos la puerta, adentrándonos en un lugar que al menos a mi me parecía completamente diferente.
Hacia la izquierda, después de entrar lo primero que podía observarse era una barra de madera delimitada por dos gruesas columnas en las cuales se encontraban incrustadas pizarras de tiza, donde generalmente decía el menú del día y luego, en el correr de la noche, los concurrentes escribían sus nombres o mensajes.
Bajando un par de escalones en forma casi semicircular, se distribuían varias mesas de madera los cuales descansaban faroles color blanco que se tornaban anaranjados debido a la luz, y frente ellas pasando un espacio libre que podía definirse perfectamente como "minipista de baile”, se encontraba una tarima a modo de escenario, que dejaba ver una gran pantalla gigante, enmarcada por un telón rojo. En resumidas cuentas aquel bar lucía como un perfecto y diminuto teatro, cuya ambientación era antigua, los afiches de viejos films y obras teatrales abundaban, e incluso podía encontrarse como elemento decorador algún que otro libro.
Sin embargo, pese a su aspecto, en vez de presentarse obras de en vivo, esto era un bar, uno el que se podía ver proyecciones de películas mientras cenaba o bebía algo y luego cuando el ambiente parecía relajarse y era propicio la música comenzaba a sonar dando el paso al baile y al jolgorio de una fiesta.
Cada noche solían elegir una determinada temática de películas, cuyas escenas serían mostradas en la pantalla, en esta ocasión (como tan amablemente me había informado por sms's aquel violoncellista) el tema serían los súper héroes en todas sus épocas y adaptaciones. -Y... ¿Que te parece? -Le pregunté echándole un vistazo a un video que al parecer era de un Batman muy precario.
||· Basado en este bar (L'escenari)
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
No era de los chicos que creían que el hombre debía pagar, con mi padre nunca tuve alguien que me inculcara esas prácticas de que el género masculino tuviera que tomar el control, por lo que mi acción de pagar el taxi era más por el hecho de que le agradecía porque me invitara, además de que al no poder conducir el auto era lo mínimo que podía hacer. Así que solo le sonreí amablemente cuando bromeo sobre el gastar dinero. Al bajar del auto acercándonos ambos a un grupo de chicas que estaban dispuestas a entrar asentí con la cabeza observando cada detalle detenidamente, era una persona observadora, no había que ser un genio para notarlo pues solía permanecer en silencio simplemente notando detalles de las personas que los demás solían dejar pasar, en algunos momento podía ser un problema puesto a las personas no les gustaba que se les analizara o que se les observara sin ninguna razón, al contrario de la chica que ahora me guiaba dentro del bar, era la única que me había desafiado con la mirada una vez que me atrapo observándola, me preguntaba porque no me reprochaba aquello como lo hacían los demás, todo fue un juego para ella aquel día, sería que no era la primera que alguien la observaba o algo por el estilo.
Cuando me pregunto sobre lo que pensaba del lugar volví de mis pensamientos dándome cuenta que a medida que la seguía ya nos habíamos internado en el local, levante la mirada observando a las mesas los grupos de personas que charlaban animadamente con botellas y tragos frente a ellos, algunas parejas hablando relativamente cerca, seguí recorriendo el lugar con la mirada observando la pantalla que parecía estar pasando imágenes viejas de las películas de Batman, lo que llamo mi atención, aunque en realidad el hombre murciélago no me llamaba mucho la atención tanto como el Guason que de la saga sin duda era mi personaje preferido, algo lunático pero intrigante – Es genial que estén pasando esos cortos –Dije sorprendido al pensar que en realidad alguien pensara que era algo bueno para un bar, pues cuando le hablabas de superhéroes a las personas solían hacer una mueca como si fuera cosas de niños –Un lugar interesante, alternativo –Comente metiendo mis manos en los bolsillos a su lado.
Cuando me pregunto sobre lo que pensaba del lugar volví de mis pensamientos dándome cuenta que a medida que la seguía ya nos habíamos internado en el local, levante la mirada observando a las mesas los grupos de personas que charlaban animadamente con botellas y tragos frente a ellos, algunas parejas hablando relativamente cerca, seguí recorriendo el lugar con la mirada observando la pantalla que parecía estar pasando imágenes viejas de las películas de Batman, lo que llamo mi atención, aunque en realidad el hombre murciélago no me llamaba mucho la atención tanto como el Guason que de la saga sin duda era mi personaje preferido, algo lunático pero intrigante – Es genial que estén pasando esos cortos –Dije sorprendido al pensar que en realidad alguien pensara que era algo bueno para un bar, pues cuando le hablabas de superhéroes a las personas solían hacer una mueca como si fuera cosas de niños –Un lugar interesante, alternativo –Comente metiendo mis manos en los bolsillos a su lado.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Sonreí, cuando opté por invitarlo a aquel sitio de verdad esperaba que le gustara, porque al escogerlo pensé que quizás era un lugar donde podría sentirse relativamente cómodo, dentro de la incomodidad que todo aquello podía implicar para él. Así que en cierto punto fue un alivio escuchar su respuesta afirmativa. -Suelen variar las temáticas de ellos cada semana. Hace tres sábados atrás pasaron imágenes de musicales. -Comenté encogiéndome de hombros, la última vez que había venido a ese sitio lo hice con Bent, recuerdo que él bebió tanto que tuve que llevarlo prácticamente de arrastras a habitación en la casa Delta, aún así esa fue una de las tantas noches memorables con mi amigo. Suspiré... Mala idea, no debería haber recordado eso. Era extraño estar aquí, hoy sin él, a pesar de que poseía varios conocidos que disfrutaban de las fiestas, accidentalmente y sin planearlo desde que conocí al irlandés en febrero él se convirtió en mi primera opción para las salidas de fines de semana, que poco a poco se hicieron tan frecuentes que al parecer habían terminado causando eso, costumbre. Una costumbre que nada tenía que ver con lo rutinario o aburrido, no, me acostumbré a sus locuras a sus comentarios y a su compañía y ahora que las cosas entre nosotros no estaban del todo bien, yo echaba de menos su compañía. Me esforcé por eliminar esos pensamientos y volver al presente, sin embargo no fue tan fácil.
-Exacto es un sitio diferente. -Murmuré dejando que mi vista se perdiera entre las mesas que gradualmente comenzaban a llenarse con un variopinto público, y pese a que mi atención ahora estaba en el entorno las complejas ideas continuaron dando vueltas en mi mente.
-Creo que necesito una bebida. -Dije con torpeza. -Ven vamos hacia la barra... -Le dediqué una convincente sonrisa falsa de las que solía esbozar todo el tiempo y comenzamos a caminar hacia allí. No tardamos mucho en llegar, porque desde luego estábamos a tan solo unos pasos de distancia. Sorpresivamente un joven bartender nos hablo apenas nos acercamos. -Mmm... un vodka con jugo de naranja ¿Y...? -Observé especulativamente aguardando a que el Omega realizara su pedido y cuando finalmente lo hizo el barman se marchó dejándonos en un "silencio" interrumpido únicamente por el sonido del entorno. Esta vez no se me ocurrió nada para romperlo, porque pese a estar allí mi cabeza estaba en otro sitio. ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? No lo había echo antes de venir a ese sitio y justo ahora cuando debía tener mi atención en otro lugar, no podía dejar de hacerlo. ¡Malición! El muchacho regresó cargando nuestros encargos y nos los entregó. -Gracias. -Musité alcanzándole el dinero correspondiente a ambas. -¡Salud! -Exclamé acercando mi bebida en dirección a la de mi acompañante y finalmente tomé un gran trago de la tan anhelada bebida. -Como amo el vodka con jugo de naranja, es mi bebida preferida.-Musité distraídamente, lista para darle otro eterno sorbo, que vació medio vaso. Las imágenes de los súper heroés continuar transmitiéndose, sin embargo esta vez no pude comprender de cual se trataban y la música que se proyectaba mediante los parlantes me pareció demasiado fuerte aturdiéndome e inexplicablemente sumiéndome en una especie de cansancio, como si mi presión hubiese bajado. -Patrick, debo ir al baño, ya regreso. -Quizá si me lavaba la cara me sentiría mejor.
-Exacto es un sitio diferente. -Murmuré dejando que mi vista se perdiera entre las mesas que gradualmente comenzaban a llenarse con un variopinto público, y pese a que mi atención ahora estaba en el entorno las complejas ideas continuaron dando vueltas en mi mente.
-Creo que necesito una bebida. -Dije con torpeza. -Ven vamos hacia la barra... -Le dediqué una convincente sonrisa falsa de las que solía esbozar todo el tiempo y comenzamos a caminar hacia allí. No tardamos mucho en llegar, porque desde luego estábamos a tan solo unos pasos de distancia. Sorpresivamente un joven bartender nos hablo apenas nos acercamos. -Mmm... un vodka con jugo de naranja ¿Y...? -Observé especulativamente aguardando a que el Omega realizara su pedido y cuando finalmente lo hizo el barman se marchó dejándonos en un "silencio" interrumpido únicamente por el sonido del entorno. Esta vez no se me ocurrió nada para romperlo, porque pese a estar allí mi cabeza estaba en otro sitio. ¿Por qué no podía dejar de pensar en él? No lo había echo antes de venir a ese sitio y justo ahora cuando debía tener mi atención en otro lugar, no podía dejar de hacerlo. ¡Malición! El muchacho regresó cargando nuestros encargos y nos los entregó. -Gracias. -Musité alcanzándole el dinero correspondiente a ambas. -¡Salud! -Exclamé acercando mi bebida en dirección a la de mi acompañante y finalmente tomé un gran trago de la tan anhelada bebida. -Como amo el vodka con jugo de naranja, es mi bebida preferida.-Musité distraídamente, lista para darle otro eterno sorbo, que vació medio vaso. Las imágenes de los súper heroés continuar transmitiéndose, sin embargo esta vez no pude comprender de cual se trataban y la música que se proyectaba mediante los parlantes me pareció demasiado fuerte aturdiéndome e inexplicablemente sumiéndome en una especie de cansancio, como si mi presión hubiese bajado. -Patrick, debo ir al baño, ya regreso. -Quizá si me lavaba la cara me sentiría mejor.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Las imagines seguían pasando lo que me hizo mirar las pantallas unos segundos de más algo intrigado aun por la temática, la chica parecía saber sobre mis raros gustos pues por alguna razón decidió que esto iba a agradarme, en lo que tuvo la razón lo que me hizo sonreír un poco agradecido por el detalle, escuche como tiempo atrás la temática había sido sobre musicales, de seguro esto definitivamente le había agradado pues sabía que la chica se dedicaba a este arte, también note tiempo atrás que era realmente apasionada con esto, lo que era sorprendente, no todas las personas encontraban algo en lo que estar tan centrado como si simplemente se diera naturalmente aquel frenesí al estar haciendo lo que deseas. – De seguro lo disfrutaste mucho –Comente sin dudar antes de que la chica me propusiera ir a la barra por una bebida –Claro –le dije girándome para caminar detrás de ella simplemente unos pasos para poder colocar una de mis manos sobre la misma esperando que el chico nos atendiera, este se acercó unos minutos después sonriéndole a Breya, pidió un vodka con naranja para luego preguntar que deseaba de mi parte – Solo una cerveza –Le dije al chico sonriendo un poco aunque este no me presto nada de atención antes de retirarse para ir por las bebidas.
Esperamos en silencio unos minutos mientras en mi mente trataba de encontrar algún tema de conversación aunque notaba cierta incomodidad en su rostro, como si estuviera debatiéndose internamente con algo, por lo que me limite a preguntar esperando que el chico volviera, cuando me entrego la botella me limite a sonreír pues sabía que siquiera me miraría mientras la chica pagaba- Suena como que tiene buen sabor –comente acercando mi cerveza a su vaso para luego darle un leve trago disfrutando del sabor, pues a pesar de no beber a menudo si me gustaba mucho hacerlo, sorprendentemente como a un chico normal. – Entonces… vienes aquí a menudo… -dije haciendo el intento pero antes siquiera de terminar escuche como debía ir al baño por lo que asentí inmediatamente con la cabeza –Claro… me quedare aquí –dije señalando torpemente el espacio que ocupaba al lado de la barra, intente sonreírle nuevamente pero algo en su rostro me hizo dudar en ese momento si se sentía bien –Breya… -dije pero ella se había ido por lo que la seguí con la mirada vigilando que con atención sus pasos hasta llegar al baño de damas no muy lejos de donde estábamos, me relaje un poco pensando que tal vez era algo de chicas pero aun así el acercamiento de dos chicos a la puerta como si esperaran algo me hizo desconfiar quedándome atento a cualquier movimiento desde mi lugar, tal vez solo veía demasiadas series de suspenso.
Esperamos en silencio unos minutos mientras en mi mente trataba de encontrar algún tema de conversación aunque notaba cierta incomodidad en su rostro, como si estuviera debatiéndose internamente con algo, por lo que me limite a preguntar esperando que el chico volviera, cuando me entrego la botella me limite a sonreír pues sabía que siquiera me miraría mientras la chica pagaba- Suena como que tiene buen sabor –comente acercando mi cerveza a su vaso para luego darle un leve trago disfrutando del sabor, pues a pesar de no beber a menudo si me gustaba mucho hacerlo, sorprendentemente como a un chico normal. – Entonces… vienes aquí a menudo… -dije haciendo el intento pero antes siquiera de terminar escuche como debía ir al baño por lo que asentí inmediatamente con la cabeza –Claro… me quedare aquí –dije señalando torpemente el espacio que ocupaba al lado de la barra, intente sonreírle nuevamente pero algo en su rostro me hizo dudar en ese momento si se sentía bien –Breya… -dije pero ella se había ido por lo que la seguí con la mirada vigilando que con atención sus pasos hasta llegar al baño de damas no muy lejos de donde estábamos, me relaje un poco pensando que tal vez era algo de chicas pero aun así el acercamiento de dos chicos a la puerta como si esperaran algo me hizo desconfiar quedándome atento a cualquier movimiento desde mi lugar, tal vez solo veía demasiadas series de suspenso.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
"Seguro lo disfrutaste" esas palabras me sacaron ligeramente de mi ensimismamiento, ya que sonaban un tanto raras ahora, o sea recuerdo claramente que aquella noche me divertí muchísimo y desde luego la temática que mostraba las imágenes de los musicales más prolíferos realizados en el cine, me resultaron fantásticas; sin embargo en el presente, rememorar esa noche trajo con sigo un cierto pesar, no tanto en relación al lugar sino a la persona con la que la había compartido. Aún así sonreí, en parte porque debía hacerlo y también, porque al parecer Patrick al fin comenzaba a hablar aunque sea un poco conmigo. -Bastante -Musité encogiéndome de hombros. -Vamos Breya se más positiva, en verdad te agradó. -Bueno, en realidad lo disfruté mucho. -Agregué ampliando mi sonrisa, y segundos después ya nos encontramos caminando en dirección a la barra, en busca de una bebida.
El tiempo que hacía que desde la primera vez que probé el alcohol me era desconocído, pero podía afirmar que no era una novata, por tanto no me limité a pedir algo suave y sin dudarlo opté por mi trago predilecto. Aún sin nada en mi estómago sabía que podría resistirlo, siempre lo hacía, quizá después de todo mi cuerpo irlandés estaba echo para eso, para resistir el alcohol sin importar nada.
Observé como su cerveza impactaba contra mi vodka, en un modesto “brindis” -Tendrías que probarlo. -Afirmé, quizá luego de comer algo podría persuadirlo de incurcionar en algo más fuerte. Acerqué el vaso que sostenía entra las manos, a mis labios, completamente determinada a vaciarlo lo más rápido que pudiera, y de esa forma en tan solo dos largos tragos conseguí que su contenido disminuyera hasta la mitad. Si bien al principio me sentí como habitualmente, carente de cambio alguno en mis sentidos, después de una pequeña fracción de tiempo inexplicablemente comencé a sentirme aturdida y algo mareada. -Esto no puede estar sucediendo... -Apreté mi mano al rededor del vaso con rigidez, era bastante desagradable que luego de tantos intentos de hablar con el Omega, justo cuando lograba hacerlo, peor aún cuando él accedía a salir conmigo, me sentía de esa forma. Reteniendo un suspiro procuré calmarme y opté por ir a lavar mi rostro, quizá necesitaba refrescarme, en ese lugar hacía mucho calor y cuando mi mente viaja hacia situaciones de estrés suelo sofocarme. -Lo siento. -Me disculpé al interrumpir lo que estaba diciendo. -Yo... no tardaré. -Posé mi mirada perdida en él y comencé a caminar en dirección baño de damas. En cada paso que daba mi cuerpo fue volviéndose más y más pesado, dándome la sensación de que la distancia entre la barra y el lavabo era eterna. Por otra parte, en mis oídos ingresaban las risas, las charlas y la música como si estuvieran maximizados en una enorme bola de sonido incomprensible, que me aturdía, me mareaba. Pese a todo fui capaz de sostenerme hasta llegar a mi objetivo, donde lo primero que hice fue aferrarme a uno de lavatorios para mojar mi rostro con una de mis temblorosas manos. Esto no podía estar pasándome parecía que estaba apunto de desmayarme o en su defecto tener un ataque de pánico lo cual era absurdo ya que anímicamente no estaba tan mal como para terminar en algo así; tampoco podía estar ebria por beber un sencillo vaso de vodka que ni siquiera era puro... Me observé en el espejo, sin atreverme a despegar mi agarre a la pileta, y la imagen que este me devolvió fue borrosa pero pude distinguir a una chica pálida e incluso ojerosa. Maldición, respiré un par de veces, debía marcharme de allí, debía volver con Patrick, me tambaleé hasta la puerta del baño y la crucé. Al salir un tipo alto me lanzó un comentario lascivo que no llegué a escuchar pero al que tampoco le di importancia y seguí caminando, hasta que un muchacho más robusto salido de la nada, cuyos ojos de un negro verdaderamente obscuro parecían no verse, se paró frente a mi impidiéndome pasar. Permanecí inmóvil durante unos segundos esforzándome por comprender lo que estaba sucediendo, y por reflejo, me volví reculando en dirección al umbral del baño de damas, aunque el que anteriormente me había hablado me bloqueó. -¡Quítate! -Ordené demasiado carente de energía como para llegar a ser audible, y él simplemente sonrió. Tomó una de mis muñecas y me obligó a acercarme. -No, no, esto está mal. - Forcejé con todas mis fuerzas e incluso intenté empujarlo pero mi enclenque cuerpo se encontraba débil, tan débil que me impedía defenderme. Él llevó una de sus manos a mi cabello y enredó sus dedos en él, murmurando cosas incomprensibles. -¡Déjenme! -Protesté y con desesperación conseguí girarme parcialmente, para pedir ayuda lo cual fue en vano porque a pocos metros detrás de mi estaba él desconocido de ojos obscuros, y la música, más las enérgicas charlas, amortiguarían los pedidos de mi débil voz. Nada de lo que hiciera tendría sentido, ellos me habían acorralado.
El tiempo que hacía que desde la primera vez que probé el alcohol me era desconocído, pero podía afirmar que no era una novata, por tanto no me limité a pedir algo suave y sin dudarlo opté por mi trago predilecto. Aún sin nada en mi estómago sabía que podría resistirlo, siempre lo hacía, quizá después de todo mi cuerpo irlandés estaba echo para eso, para resistir el alcohol sin importar nada.
Observé como su cerveza impactaba contra mi vodka, en un modesto “brindis” -Tendrías que probarlo. -Afirmé, quizá luego de comer algo podría persuadirlo de incurcionar en algo más fuerte. Acerqué el vaso que sostenía entra las manos, a mis labios, completamente determinada a vaciarlo lo más rápido que pudiera, y de esa forma en tan solo dos largos tragos conseguí que su contenido disminuyera hasta la mitad. Si bien al principio me sentí como habitualmente, carente de cambio alguno en mis sentidos, después de una pequeña fracción de tiempo inexplicablemente comencé a sentirme aturdida y algo mareada. -Esto no puede estar sucediendo... -Apreté mi mano al rededor del vaso con rigidez, era bastante desagradable que luego de tantos intentos de hablar con el Omega, justo cuando lograba hacerlo, peor aún cuando él accedía a salir conmigo, me sentía de esa forma. Reteniendo un suspiro procuré calmarme y opté por ir a lavar mi rostro, quizá necesitaba refrescarme, en ese lugar hacía mucho calor y cuando mi mente viaja hacia situaciones de estrés suelo sofocarme. -Lo siento. -Me disculpé al interrumpir lo que estaba diciendo. -Yo... no tardaré. -Posé mi mirada perdida en él y comencé a caminar en dirección baño de damas. En cada paso que daba mi cuerpo fue volviéndose más y más pesado, dándome la sensación de que la distancia entre la barra y el lavabo era eterna. Por otra parte, en mis oídos ingresaban las risas, las charlas y la música como si estuvieran maximizados en una enorme bola de sonido incomprensible, que me aturdía, me mareaba. Pese a todo fui capaz de sostenerme hasta llegar a mi objetivo, donde lo primero que hice fue aferrarme a uno de lavatorios para mojar mi rostro con una de mis temblorosas manos. Esto no podía estar pasándome parecía que estaba apunto de desmayarme o en su defecto tener un ataque de pánico lo cual era absurdo ya que anímicamente no estaba tan mal como para terminar en algo así; tampoco podía estar ebria por beber un sencillo vaso de vodka que ni siquiera era puro... Me observé en el espejo, sin atreverme a despegar mi agarre a la pileta, y la imagen que este me devolvió fue borrosa pero pude distinguir a una chica pálida e incluso ojerosa. Maldición, respiré un par de veces, debía marcharme de allí, debía volver con Patrick, me tambaleé hasta la puerta del baño y la crucé. Al salir un tipo alto me lanzó un comentario lascivo que no llegué a escuchar pero al que tampoco le di importancia y seguí caminando, hasta que un muchacho más robusto salido de la nada, cuyos ojos de un negro verdaderamente obscuro parecían no verse, se paró frente a mi impidiéndome pasar. Permanecí inmóvil durante unos segundos esforzándome por comprender lo que estaba sucediendo, y por reflejo, me volví reculando en dirección al umbral del baño de damas, aunque el que anteriormente me había hablado me bloqueó. -¡Quítate! -Ordené demasiado carente de energía como para llegar a ser audible, y él simplemente sonrió. Tomó una de mis muñecas y me obligó a acercarme. -No, no, esto está mal. - Forcejé con todas mis fuerzas e incluso intenté empujarlo pero mi enclenque cuerpo se encontraba débil, tan débil que me impedía defenderme. Él llevó una de sus manos a mi cabello y enredó sus dedos en él, murmurando cosas incomprensibles. -¡Déjenme! -Protesté y con desesperación conseguí girarme parcialmente, para pedir ayuda lo cual fue en vano porque a pocos metros detrás de mi estaba él desconocido de ojos obscuros, y la música, más las enérgicas charlas, amortiguarían los pedidos de mi débil voz. Nada de lo que hiciera tendría sentido, ellos me habían acorralado.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
El momento en que Breya dejo la barra para ir el baño sentí que algo le pasaba pero no pude adivinar de que se trataba pues en realidad no había convivido tanto con ella como para decir que en realidad la conocía bien, me quede inspeccionando la puerta del baño de mujeres esperando por el momento en que ella regresara mirando a aquellos tipos que parecían estar esperando algo tanto como yo, no quise hacer malas suposiciones por lo que pensé que tal vez esperaban a una chica, fue cuando el barman me llamo para que me acercara, di unos pasos mientras me decía que una chica me buscaba en la entrada, le mire algo confundido sin saber por qué alguien me estaría buscando, no podía ser Breya, ella no había salido del baño aun, estaba más que seguro de eso – Creo que te estas confundiendo de persona –Le dije negando con la cabeza mientras daba un trago a mi cerveza pero el insistía que se trataba de mí, la curiosidad empezó a ganar la batalla, pensé que no era problema ir a ver de quien se trataba, entonces me acerque al hombre – Si mi amiga regresa, le puedes decir que regreso en un minuto? –El mesero que ahora si parecía reconocer que existía asintió levantando el pulgar mientras yo me internaba entre la gente caminando hacia la salida, pero en el momento que estaba por perderme entre todos me gire notando que la chica salía del baño, levante mi mano para hacerle alguna señal de que ya volvía, entonces un chico se puso frente a ella provocando que perdiera contacto con ella, lo que me hizo detenerme de golpe para regresar algo apurado notando como ambos le cerraban el paso, no sabía si ella los conocía tal vez era un tipo de broma o algo por el estilo, pero entonces otro de los chicos parecía tomarla a la fuerza así que no me detuve hasta llegar a su lado- Breya estas bien?-Pregunte fuerte aunque la espalda del hombre no me dejaba acercarme mas –Hey es mi amiga viene conmigo- El tipo que parecía tener un brazo más grande que todo mi cuerpo se giró a verme con algo de diversión “Aléjate enano” soltó el hombre dejando a ver un poco el rostro descompuesto de la Omega que parecía estar diciéndoles que se alejaban – Déjenla que hacen? –dije más fuerte intentando llegar a ella para tomarla del brazo pero entonces el hombre me alejo de un empujo logrando que diera unos pasos atrás. Tenía que admitir estaba asustado pero no por mi sino de que algo malo le pasara a la chica “ La conocemos déjanos en paz” dijo el segundo pero sabía que no era así por lo que me arme de valor para acercarme nuevamente empujando a uno de ellos – Suéltala idiota- Le grite enojado logrando que algunos volviera a ver, entonces lo que vi venir simplemente fue un puñetazo hacia mi rostro directo a mi ojo izquierdo que me hizo caer de sentón en el piso, estaba por levantarme a intentarlo de nuevo dejando pasar el dolor que recorría toda mi cabeza cuando dos tipos aún más grandes de seguridad se acercaron “Nada de peleas” Dijo uno que parecía un gorila mientras finalmente los chicos soltaban a Breya por lo que me acerque a ella para tomarla de la cintura mientras los idiotas inventaban excusas de como ayudaban a la chica simplemente.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al voltear y encontrarme con ese musculoso hombre actuando como un perfecto muro que nos aislaba a mi y al tipo cuyos dedos sujetaban mi muñeca y se entrelazaban en mi cabello, supe que no importaba lo mucho que me esforzara, no lograría escapar de ellos. Eran altos, fuertes y al parecer cada una de sus acciones estaba sincronizada, en cambio yo apenas podía controlar el temblor de mis rodillas y el amenazante cansancio apremiaba amenazándome con ganar la pelea sumiéndome en la inconsciencia. Jamás en mi vida me sentí tan vulnerable, tan poco capaz de controlar mi presente y débil como para poder luchar por lo que deseaba hacer.
Las manos ajenas me sujetaron aún con más fuerza, jalándome para forzarme a voltear otra vez y sin embargo, aunque no deseaba hacerlo permití que mi cuerpo se moviera al antojo de ellas, o más bien de su dueño, porque una parte de mi se rindió. Lo único que quise fue perder la consciencia, pero temí hacerlo, el rostro del sujeto se acercó en mi dirección con una perfecta expresión de diversión que me asustó, por instinto retrocedí pero el agarre en mi pelo se hizo aún más doloroso, y antes de que el pudiera acortar aún más la distancia que nos separara una voz conocida se abrió paso entre todos los incomprensibles murmullos y aturdidora música. -Patrick... -Balbuceé con voz ronca. ¿Que se suponía que hacía allí? ¿Estos hombres lo harían paté junto a mi? No era necesario que se expusiera de esa forma, como pude conseguí girarme hasta poder ver su rostro -Por favor, Patrick... No... -Mis ojos contactaron con los suyos y deseé poder gritarle "Te harán daño” “Busca ayuda pero no te expongas así, yo soy fuerte puedo soportarlo" pero el muchacho parecía fuera de sí. No sé como su mano logró acercarse a mi brazo sin embargo tan rápido como llegó, se fue al ser bloqueado por el muro humano, pese a eso el Omega contraatacó logrando desestabilizarlo parcialmente. El enojo que se emanaban sus palabras al igual que la inexplicable determinación aceleraron mi pulso cardiaco llenándome de una inexplicable desesperación. Histéricamente con una fuerza salida de un sitio desconocido, forcejeé con mi captor, mis manos empujaron su pecho su rostro mientras que mis pies se debatían para conseguir dar pasos que me alejaran de él y me acercaran al chico morado.
Continué peleando con mis ojos fijos en él, alimentándome de su valor y de su energía, hasta que el compacto puño del “muro” impactó contra su rostro. -¡Basta! ¡Déjalo! -Grité tan fuerte como pude. Aqulla muralla humana de ojos negros se aprontó para golpearlo una vez más, mientras Patrick se incorporaba e inesperadamente dos hombres de remeras negras típicas de los encargados de seguridad se acercaron a nosotros con cara de pocos amigos. El astuto desconocido que me retenía me soltó casi al instante y la enorme tensión en la que esa situación nos había sumido se evaporó, llevándose consigo todo vestigio de energía que quedaba en mi cuerpo. Mis rodillas se aflojaron, sin embargo no caí porque Él estaba allí para sostenerme.
Las manos ajenas me sujetaron aún con más fuerza, jalándome para forzarme a voltear otra vez y sin embargo, aunque no deseaba hacerlo permití que mi cuerpo se moviera al antojo de ellas, o más bien de su dueño, porque una parte de mi se rindió. Lo único que quise fue perder la consciencia, pero temí hacerlo, el rostro del sujeto se acercó en mi dirección con una perfecta expresión de diversión que me asustó, por instinto retrocedí pero el agarre en mi pelo se hizo aún más doloroso, y antes de que el pudiera acortar aún más la distancia que nos separara una voz conocida se abrió paso entre todos los incomprensibles murmullos y aturdidora música. -Patrick... -Balbuceé con voz ronca. ¿Que se suponía que hacía allí? ¿Estos hombres lo harían paté junto a mi? No era necesario que se expusiera de esa forma, como pude conseguí girarme hasta poder ver su rostro -Por favor, Patrick... No... -Mis ojos contactaron con los suyos y deseé poder gritarle "Te harán daño” “Busca ayuda pero no te expongas así, yo soy fuerte puedo soportarlo" pero el muchacho parecía fuera de sí. No sé como su mano logró acercarse a mi brazo sin embargo tan rápido como llegó, se fue al ser bloqueado por el muro humano, pese a eso el Omega contraatacó logrando desestabilizarlo parcialmente. El enojo que se emanaban sus palabras al igual que la inexplicable determinación aceleraron mi pulso cardiaco llenándome de una inexplicable desesperación. Histéricamente con una fuerza salida de un sitio desconocido, forcejeé con mi captor, mis manos empujaron su pecho su rostro mientras que mis pies se debatían para conseguir dar pasos que me alejaran de él y me acercaran al chico morado.
Continué peleando con mis ojos fijos en él, alimentándome de su valor y de su energía, hasta que el compacto puño del “muro” impactó contra su rostro. -¡Basta! ¡Déjalo! -Grité tan fuerte como pude. Aqulla muralla humana de ojos negros se aprontó para golpearlo una vez más, mientras Patrick se incorporaba e inesperadamente dos hombres de remeras negras típicas de los encargados de seguridad se acercaron a nosotros con cara de pocos amigos. El astuto desconocido que me retenía me soltó casi al instante y la enorme tensión en la que esa situación nos había sumido se evaporó, llevándose consigo todo vestigio de energía que quedaba en mi cuerpo. Mis rodillas se aflojaron, sin embargo no caí porque Él estaba allí para sostenerme.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Todo aquello había pasado tan rápido que aún me sentía algo perdido con lo que sucedía exactamente, pero algo tenía claro, esos dos hombres no tenían buenas intenciones con Breya, lo que por un momento hizo que una gran ola de adrenalina me hiciera reaccionar para no pensar más que en su bienestar, tanto que el golpe que me lanzo al suelo fue minúsculo en el momento, ignoraba por ahora el dolor palpitante en mi cara. La intervención de la seguridad fue como una ayuda divina pues dudaba mucho que hubiera podido hacer que los dos criminales desistieran pero aun así hubiera seguido intentando hasta conseguirlo o al menos así lo veía en mi mente. El hombre más grande de seguridad me miro cuando tome a la chica por la cintura que ahora parecía realmente descompuesta, entre adormilada y drogada, lo que me hizo pensar que le habían hecho consumir algo que la había llevado a ese estado, cuando el hombre pregunto si era mi amiga asentí rápidamente tomándola con ambas manos con mucho cuidado de que su cuerpo se recargara en el mío – La llevare a casa- Dije rápidamente comenzando a caminar hacia la saliva sin interesarme las otras personas, no lograría nada con hacer algún tipo de denuncia o reclamo, además lo más posible era que simplemente los echaran del lugar, así que con un gran esfuerzo lleve a la chica fuera del establecimiento esperando que un poco de aire le haría mejor.
Breya – Le hable cuando estuvimos a fuera notando que realmente estaba perdida- Todo estará bien, te llevare a casa –Le dije suave finalmente tomándola en mis brazos, como si de una recién casada se tratase para ir hacia uno de los taxis estacionados frente al bar, donde el chofer se bajó para ayudarme a subirla con cuidado de no lastimarla contra las puertas o los asientos, entre con ella dejando que su cuerpo se recargara totalmente contra el mío, revisando con cuidado su respiración pues tenía miedo de que le hubiera pasado algo grave en el viaje, pero parecía que había caído en un sueño pesado.
Al llegar a la casa parecía estar vacía, por lo que no logre encontrar ayuda al ingresar, pero tampoco la necesite, a pesar de no tener mucha fuerza como otros chicos me la ingenie para llegar a su habitación donde pude dejarla recostar en su cama, no pude evitar sentirme algo culpable de no haber podido cuidarle mejor, después de todo yo era su compañía en todo caso el chico que debía llevarla a salvo a casa, tome su cobija para poder colocarla sobre su cuerpo notando como su respiración movía su pecho, me senté en el borde acariciando un poco su rostro, realmente era muy hermosa, lo había notado desde la primera vez que la vi, tirada en el césped jugando con su perro, entonces la idea de besar sus labios apareció, lo que me hizo acercarme un poco a su rostro, pero me di cuenta que si lo hacía no sería mejor que esos chicos en el bar por lo que termine por dejar el beso en su mejilla – Descansa –Dije suave antes de salir de la habitación para ir a la mía con la intensión de dormir.
Breya – Le hable cuando estuvimos a fuera notando que realmente estaba perdida- Todo estará bien, te llevare a casa –Le dije suave finalmente tomándola en mis brazos, como si de una recién casada se tratase para ir hacia uno de los taxis estacionados frente al bar, donde el chofer se bajó para ayudarme a subirla con cuidado de no lastimarla contra las puertas o los asientos, entre con ella dejando que su cuerpo se recargara totalmente contra el mío, revisando con cuidado su respiración pues tenía miedo de que le hubiera pasado algo grave en el viaje, pero parecía que había caído en un sueño pesado.
…
Al llegar a la casa parecía estar vacía, por lo que no logre encontrar ayuda al ingresar, pero tampoco la necesite, a pesar de no tener mucha fuerza como otros chicos me la ingenie para llegar a su habitación donde pude dejarla recostar en su cama, no pude evitar sentirme algo culpable de no haber podido cuidarle mejor, después de todo yo era su compañía en todo caso el chico que debía llevarla a salvo a casa, tome su cobija para poder colocarla sobre su cuerpo notando como su respiración movía su pecho, me senté en el borde acariciando un poco su rostro, realmente era muy hermosa, lo había notado desde la primera vez que la vi, tirada en el césped jugando con su perro, entonces la idea de besar sus labios apareció, lo que me hizo acercarme un poco a su rostro, pero me di cuenta que si lo hacía no sería mejor que esos chicos en el bar por lo que termine por dejar el beso en su mejilla – Descansa –Dije suave antes de salir de la habitación para ir a la mía con la intensión de dormir.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Según leí por ahí, las drogas que pueden ponerte en una bebida sin afectar su sabor son muchas pero los efectos de ellas varían, algunas son más complejas o fuertes que otras, aunque todas tardan en surtir efecto alrededor de cinco o diez minutos. No tengo idea de cuanto fue el lapso de tiempo entre el que tomé mi vodka hasta que Patrick se reunió nuevamente conmigo, pero fue justo en ese instante cuando sus brazos rodearon mi cintura que todo pareció darme vueltas al punto de hacer a mi cuerpo colapsar. Fue justo allí, luego de relajarme, que la droga comenzó a actuar en todo su esplendor.
Podía escuchar la voz grave de uno de los guardias junto a mi, pero mis ojos no se enfocaban en él, tan solo veía manchas borrosas que parecían ser personas que me mareaban aún más. Me sujeté con ambos brazos al muchacho ya que mis piernas parecían cada vez más ajenas a mi y apoyé mi rostro en su pecho cerrando los ojos. No podía soportar más el ver esas formas indefinidas y el sonido de la música, acelerando mi ritmo cardíaco a pasos agigantados me hizo desear gritar, aunque si ni siquiera tenía la capacidad para hablar era más que impensable poder lanzar gritos.
Sentí como nos desplazábamos caminando hacia un lugar desconocido, aunque el impacto de la brisa fresca en mi rostro me hizo pensar que quizá estábamos afuera. Era agradable percibir el frescor sobre mi piel, salir de ese aire viciado donde todo parecía ser demasiado cálido como para poder respirar bien, me hacía querer descansar... Inesperadamente mi cuerpo pareció flotar, elevándose mientras la voz lejana del Omega decía que todo iba a estar bien.
La radiante luz del sol se colaba por las cortinas que se agitaban debido a una suave brisa, proveniente de la ventana abierta. Era domingo... no había necesidad para despertarme aún así que volteé varias veces en mi cama, deseando volver a conciliar el sueño aunque el calor casi sofocante me lo impidió, por lo cual muy lentamente me incorporé hasta quedar sentada en la cama. Cada hueso de mi cuerpo dolía como si hubiese estado haciendo ejercicio por horas, sin embargo apenas recordaba haber caminado un par de cuadras el día anterior; y mi cabeza daba vueltas al igual que lo hace luego de tener una gran resaca, pero yo no había bebido más que un modesto vaso de vodka con jugo. ¿Que sucedió? Observé mi ropa, aún llevaba las sandalias puestas en mis pies, al igual que la ropa que había usado ayer de noche. ¿Por qué? Me paré y comencé a caminar por la habitación procurando recordar. -Bien, yo estaba con Patrick en la barra bebiendo y... ¿Y luego? Y luego, fui al baño porque me sentí pésimo. -Poco a poco las imágenes de la noche anterior fueron tornándose sumamente nítidas, pasando por detrás de mis ojos como en cámara lenta, haciéndome revivir cada una de las emociones que sentí en ese momento. Abracé mi pecho, mientras en silencio me dirigí hacia el armario donde tomé unos pantalones anchos y una remera holgada (además de los implementos necesarios para una ducha).
La media hora siguiente permanecí bajo el agua, dejando que las gotitas tibias se desplazaran por mi cuerpo y aliviaran mi malestar que excedía lo físico. Se suponía que era una adulta, esta clase de cosas no debían sucederme. Ser tan poco cuidadosa como para tomar una bebida adulterada... Y peor aún arrastrar a una persona e involucrarla en una gran escena que parecía salir de una película. Nada de eso podía ocurrir. Pero ocurrió. Cerré los grifos de agua, y me vestí con parsimonia. Después de dejar mis pertenencias en mi dormitorio, salí de él y me dirigí hasta una puerta conocida, golpeé dos veces en ella y la entreabrí asomando mi rostro con timidez. -¿Patrick? ¿Estás ahí? -Pregunté dubitativamente, quizá no era una buena idea venir allí, sobre todo teniendo en cuenta que había recibido un puñetazo por mi culpa, sin embargo debía agradecerle.
Podía escuchar la voz grave de uno de los guardias junto a mi, pero mis ojos no se enfocaban en él, tan solo veía manchas borrosas que parecían ser personas que me mareaban aún más. Me sujeté con ambos brazos al muchacho ya que mis piernas parecían cada vez más ajenas a mi y apoyé mi rostro en su pecho cerrando los ojos. No podía soportar más el ver esas formas indefinidas y el sonido de la música, acelerando mi ritmo cardíaco a pasos agigantados me hizo desear gritar, aunque si ni siquiera tenía la capacidad para hablar era más que impensable poder lanzar gritos.
Sentí como nos desplazábamos caminando hacia un lugar desconocido, aunque el impacto de la brisa fresca en mi rostro me hizo pensar que quizá estábamos afuera. Era agradable percibir el frescor sobre mi piel, salir de ese aire viciado donde todo parecía ser demasiado cálido como para poder respirar bien, me hacía querer descansar... Inesperadamente mi cuerpo pareció flotar, elevándose mientras la voz lejana del Omega decía que todo iba a estar bien.
***
La radiante luz del sol se colaba por las cortinas que se agitaban debido a una suave brisa, proveniente de la ventana abierta. Era domingo... no había necesidad para despertarme aún así que volteé varias veces en mi cama, deseando volver a conciliar el sueño aunque el calor casi sofocante me lo impidió, por lo cual muy lentamente me incorporé hasta quedar sentada en la cama. Cada hueso de mi cuerpo dolía como si hubiese estado haciendo ejercicio por horas, sin embargo apenas recordaba haber caminado un par de cuadras el día anterior; y mi cabeza daba vueltas al igual que lo hace luego de tener una gran resaca, pero yo no había bebido más que un modesto vaso de vodka con jugo. ¿Que sucedió? Observé mi ropa, aún llevaba las sandalias puestas en mis pies, al igual que la ropa que había usado ayer de noche. ¿Por qué? Me paré y comencé a caminar por la habitación procurando recordar. -Bien, yo estaba con Patrick en la barra bebiendo y... ¿Y luego? Y luego, fui al baño porque me sentí pésimo. -Poco a poco las imágenes de la noche anterior fueron tornándose sumamente nítidas, pasando por detrás de mis ojos como en cámara lenta, haciéndome revivir cada una de las emociones que sentí en ese momento. Abracé mi pecho, mientras en silencio me dirigí hacia el armario donde tomé unos pantalones anchos y una remera holgada (además de los implementos necesarios para una ducha).
La media hora siguiente permanecí bajo el agua, dejando que las gotitas tibias se desplazaran por mi cuerpo y aliviaran mi malestar que excedía lo físico. Se suponía que era una adulta, esta clase de cosas no debían sucederme. Ser tan poco cuidadosa como para tomar una bebida adulterada... Y peor aún arrastrar a una persona e involucrarla en una gran escena que parecía salir de una película. Nada de eso podía ocurrir. Pero ocurrió. Cerré los grifos de agua, y me vestí con parsimonia. Después de dejar mis pertenencias en mi dormitorio, salí de él y me dirigí hasta una puerta conocida, golpeé dos veces en ella y la entreabrí asomando mi rostro con timidez. -¿Patrick? ¿Estás ahí? -Pregunté dubitativamente, quizá no era una buena idea venir allí, sobre todo teniendo en cuenta que había recibido un puñetazo por mi culpa, sin embargo debía agradecerle.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Luego de salir de su habitación camine hacia la mía, no era muy tarde, pero tampoco deseaba mantenerme despierto, más que todo por el dolor de cabeza que me estaba provocando el golpe en mi rostro que luego de que pasara la adrenalina ahora hacia que palpitara la mitad de mi cara, fui hacia mi closet sacándome mi ropa para luego colocarme solo unos pantaloncillos cómodos para dormir, antes solía dormir un poco más vestido pero Westwood es un lugar realmente cálido así que tuve que aprender a mostrar un poco más mi físico aunque no me sentía muy orgulloso del pues la mayoría de los chicos por aquí solían ser gorilas bien formados, junto como con los criminales a los que me había enfrentado hacia unos minutos por lo que suspire acercándome a la cama tranquilo ahora de que al menos estaba seguro de que Breya estaba bien, descansando en su cama lejos de cualquier peligro o daño que le hubiera querido hacer. En cuando entre en la cama me escondí bajo de las sabanas hasta finalmente quedarme dormido.
No supe cuántas horas dormí, en realidad podía hacerlo por todo el día sin problemas, era una de mis habilidades especiales o eso decía cuando mi padre me retaba, solo uno de mis pies sobresalía de las sabanas oscuras mientras mi mente seguía viajando entre mis mundos de fantasía, fue cuando un ruido me hizo removerme un poco, solía despertar siempre un poco desubicado, me tomaba unos minutos regresar a la realidad, escuche de repente mi nombre lo que me hizo girarme despacio –Si?-dije suave aun sin siquiera entender porque alguien me estaría buscando pensando que tal vez había sido parte del sueño, intente llevar mi brazo a mis ojos para protegerme un poco de la luz de la ventana pero sentí el dolor en mi ojo lo que me hizo retirar mi mano lo más rápido que pude.
No supe cuántas horas dormí, en realidad podía hacerlo por todo el día sin problemas, era una de mis habilidades especiales o eso decía cuando mi padre me retaba, solo uno de mis pies sobresalía de las sabanas oscuras mientras mi mente seguía viajando entre mis mundos de fantasía, fue cuando un ruido me hizo removerme un poco, solía despertar siempre un poco desubicado, me tomaba unos minutos regresar a la realidad, escuche de repente mi nombre lo que me hizo girarme despacio –Si?-dije suave aun sin siquiera entender porque alguien me estaría buscando pensando que tal vez había sido parte del sueño, intente llevar mi brazo a mis ojos para protegerme un poco de la luz de la ventana pero sentí el dolor en mi ojo lo que me hizo retirar mi mano lo más rápido que pude.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Al asomarme a la puerta que acababa de entreabrir, observé dentro de la habitación, pero sorprendentemente parecía no haber nadie allí. Reprimiendo un suspiro llevé mis manos otra vez en dirección cerrojo para volver a cerrar aquel umbral y marcharme, hasta que oí la voz del chico por el cual había venido. Inmediatamente mis ojos se dirigieron al sitio del que provenía la voz y pude ver como su rostro poco a poco emergía entre las obscuras sábanas de su cama. Maldición definitivamente había sido una idea estúpida venir, tendría que haber esperado a cruzarmelo en el pasillo o algo así, para aprovechar ese momento. Aunque... sería bastante injusto no darle unas "gracias" y un "disculpa" honestos. Sin embargo... además de haber recibido un golpe por mi culpa ahora también se estaba despertando debido a mi presencia. Quizá yo, después de todo era una de esa clase de personas que traían mala suerte o algo así...
-Lo siento. -Las palabras se escaparon atropelladamente de entre mis labios sonando tan ridículamente que mis mejillas ardieron, y sinceramente no supe por qué parte de todo lo ocurrido estaba disculpándome, aún así poco me importo, ya que la incomodidad del momento me hizo desear salir huyendo. Inconscientemente mis brazos abrazaron mi torso y retrocedí un par de pasos farfullando palabras entreveradas. -Quizá debería... venir luego. -Estuve apunto de marcharme corriendo como una cobarde cuando un pequeño gesto de Patrick, me hizo reaccionar. -Santo cielo... Tu ojo... -Me acerqué otra vez y finalmente abrí la puerta, para dirigirme a toda velocidad hacia su cama, donde me arrodillé a su lado. -Lo siento tanto... -Susurré con voz rota sin atreverme a verlo a los ojos.
-Lo siento. -Las palabras se escaparon atropelladamente de entre mis labios sonando tan ridículamente que mis mejillas ardieron, y sinceramente no supe por qué parte de todo lo ocurrido estaba disculpándome, aún así poco me importo, ya que la incomodidad del momento me hizo desear salir huyendo. Inconscientemente mis brazos abrazaron mi torso y retrocedí un par de pasos farfullando palabras entreveradas. -Quizá debería... venir luego. -Estuve apunto de marcharme corriendo como una cobarde cuando un pequeño gesto de Patrick, me hizo reaccionar. -Santo cielo... Tu ojo... -Me acerqué otra vez y finalmente abrí la puerta, para dirigirme a toda velocidad hacia su cama, donde me arrodillé a su lado. -Lo siento tanto... -Susurré con voz rota sin atreverme a verlo a los ojos.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Aquel leve dolor además de sorprenderme me hizo entender de golpe que todo lo que había pasado la noche anterior no se trataba de un sueño, la voz de la chica se volvió un poco más clara a medida que se acercaba mientras intentaba despertar en totalidad arrugando mi rostro al sentir el sol golpearme directamente a través de la ventana, no entendía en que momento había amanecido si sentía que hacia solo un par de minutos me había tumbado en la cama. –Mi ojo?-dije algo confundido mirándola para luego imaginar que no se trataba de dolor, de seguro el puño de aquel tipo estaba totalmente tatuado en mi cara lo que me provoco una mueca para luego ver en sus ojos preocupación por lo que de inmediato reaccione negando con la cabeza rápidamente – No, no te preocupes, tengo la cabeza más dura de lo que parece –Dije llevando mi mano a mi cabello despeinándolo un poco mientras rascaba un poco. –No es la primera vez que me golpean, ya soy un experto –Le explique intentando suavizar el asunto sonriendo un poco, entonces recordé el hecho de que la había dejado prácticamente inconsciente en su cama la noche anterior.
Tu estas bien? –Dije intentando encontrar su mirada, sabía que sustancias como la que creía había ingerido podían hacer que el cuerpo la pasara mal. Permanecí sentado en la cama observando a la chica con intensión de llevar mi mano a su rostro para que finalmente me mirara, quería estar totalmente seguro de que se encontraba ahora bien, no le había podido evitar el mal rato pero al menos no le habían causado ningún daño lo que era realmente un alivio. – Tu no tuviste la culpa de nada, fueron esos idiotas, lo bueno es que me tuvieron miedo –Bromee de nuevo con un poco de confianza, solamente quería que la chica dejara de preocuparse y sonriera, pues su sonrisa era hermosa era esa la razón de que mis bocetos estuvieran llenos de retratos de su rostro.
Tu estas bien? –Dije intentando encontrar su mirada, sabía que sustancias como la que creía había ingerido podían hacer que el cuerpo la pasara mal. Permanecí sentado en la cama observando a la chica con intensión de llevar mi mano a su rostro para que finalmente me mirara, quería estar totalmente seguro de que se encontraba ahora bien, no le había podido evitar el mal rato pero al menos no le habían causado ningún daño lo que era realmente un alivio. – Tu no tuviste la culpa de nada, fueron esos idiotas, lo bueno es que me tuvieron miedo –Bromee de nuevo con un poco de confianza, solamente quería que la chica dejara de preocuparse y sonriera, pues su sonrisa era hermosa era esa la razón de que mis bocetos estuvieran llenos de retratos de su rostro.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
Honestamente no sabia que me hacía sentir peor si el malestar causado por esas drogas que aún continuaban parcialmente en mi organismo, o el ver al Omega allí tumbado en su cama como si una aplanadora lo hubiera pasado por encima. Se suponía que nuestra noche no debía ser así, tendríamos que haber bebido, charlado sobre cosas triviales y quizá hasta bailado, hoy debíamos estarnos recuperando de una noche de diversión, no de una donde las cosas se fueron de control de esa forma. Además, era mi primer salida con él, mi oportunidad de mostrarle hay cosas divertidas e interesantes fuera de sus computadoras. ¿Por qué tenía que haber sucedido todo eso? Quizá nunca debí invitarlo, quizá me sentí demasiado segura de mi misma y no me di cuenta que en el fondo tan solo soy una chiquilla incoherente que pierde la cabeza cada vez que va a una fiesta, y eso no me vuelve la mejor persona para mostrarle el mundo. -Tu ojo... -Repetí, sin saber que más decir, tenía una gran moradura en el rostro, enorme, por mi culpa. Lo escuché bromear sin embargo no pude reír, porque no era gracioso verlo así, tampoco pude sostener mi mirada en su rostro mientras se incorporaba y mucho menos al lanzar una ahogada disculpa que me hizo desear salir corriendo y no parar hasta estar en el refugio de mis sábanas. -Sí, estoy bien. -Musité como una autómata incorporándome para sentarme a su lado en el borde de la cama. Durante unos segundos intenté respirar con calma, necesitaba tener fuerza ser valiente y agradecerle de una vez por todo lo que había echo por mi, no era justo huir pese a lo mucho que deseaba hacerlo. Entreabrí mis labios para hablar aunque no pude hacerlo, ya que él se me adelantó. Su comentario fue tan descolocante que hizo que algo dentro de mi se quebrara, mezclando el alivio con angustia, sencillamente me reí y lo abracé. -Claro... te tuvieron mucho miedo. -Ironicé apretando mis brazos en torno a su cuerpo, mientras sentía como mi respiración se volvía algo espasmódica pero intensa. -¿Que rayos estabas pensando? ¡Esos tipos podrían haberte matado! ¿No se te ocurrió pedir ayuda? ¿Mira si algo te sucedía?... Yo no... -Me trabé y de pronto algo cálido y acuoso se escurrió por mis mejillas. -Oh, mierda... -Me alejé un poco de él y apresuradamente me froté el rostro con las manos en un intento de guardar la compostura. -En verdad, creo que nunca estuve tan asustada en toda mi vida... El verlos a ellos allí y a ti, y yo sin poder hacer nada. -Me encogí de hombros. -Jamás pensé que podría sentirme tan débil. -Nunca consideré que esa clase de cosas podría sucederme a mi, porque utópicamente siempre creí que esa clase de escenas solo ocurrían en las películas, o a gente muy lejana. ¿Quién demonios iba a meterse conmigo? Si tomara una bebida con algo extraño dentro yo lo sabría... Esos eran mis pensamientos antes, ahora eran bastante distintos. Soy una mortal de aquí en más... Una con mucha suerte. -Patrick... No se como agradecerte todo... todo lo que hiciste por mi. -Me atreví a mirarlo a los ojos con timidez y finalmente exhalé. -Gracias.
Breya J. Gardner
Fecha de inscripción :
03/02/2015
Re: Taper Jean Girl | Privado
En realidad me sentía algo incómodo cuando la gente me tomaba tanta atención, por ejemplo cuando la chica estaba allí mirando mi rostro con una enorme mueca de arrepentimiento en su rostro, sabía que no era un chico fuerte pero tampoco me rompía con tanta facilidad por lo que simplemente me encogí de hombros cuando comenzaba a retarme, en realidad era algo confuso que lo hiciera por haberla ayudado, pues no sabía que era lo que deseaban aquellos hombres con ella, habían mil y una posibilidades que con alivio no tuvimos que conocer – Pues me preocupaba más lo que te podían hacer que un ojo morado –dije bajando la mirada, era verdad, cualquiera chico en mi situación habría hecho lo mismo sin importar cuantas personas que tuvieran que enfrentar. Sus palabras me hicieron sorprenderme por lo que abrí de mis ojos lo que provoco otra chispa de dolor que intente disimular para luego verla- Eres una chica rara, totalmente drogada e indefensa ante unos tipos, pero lo que te preocupaba era que me golpearan –dije intentando hacerla entrar en razón pues aquellos chicos pudieron violarla y ella solo pensaba en defenderme, vaya que tenía que ordenas sus prioridades.
Cuando finalmente agradeció sonreí un poco negando con la cabeza intentando no darle tanta importancia al hecho de la noche anterior o al menos a mi arranque heroico – Cualquiera en mi lugar lo hubiera hecho –dije sentándome más a la orilla de la cama dándome cuenta que estaba un poco semi desnudo frente a la chica por lo que busque una remera con mi mirada para levantarme acomodando mi short y de esta manera cubrirme el torso del cual no estaba muy orgulloso sabía que era mucho más delgado que todos los chicos promedios de la universidad – Hizo lo que cualquier… amigo habría hecho –dije suave dejando la palabra “amigo” salir con suavidad, pues sabía que eso representaba para ella a pesar de que en mi mente solían presentarse miles de fantasías donde ella era la protagonista. Pero mi realidad me decía que ella estaba rodeaba de chicos realmente populares y mejores en muchos aspectos por lo que me limitaba a ser un amigo como con todas las demás chicas.
Cuando finalmente agradeció sonreí un poco negando con la cabeza intentando no darle tanta importancia al hecho de la noche anterior o al menos a mi arranque heroico – Cualquiera en mi lugar lo hubiera hecho –dije sentándome más a la orilla de la cama dándome cuenta que estaba un poco semi desnudo frente a la chica por lo que busque una remera con mi mirada para levantarme acomodando mi short y de esta manera cubrirme el torso del cual no estaba muy orgulloso sabía que era mucho más delgado que todos los chicos promedios de la universidad – Hizo lo que cualquier… amigo habría hecho –dije suave dejando la palabra “amigo” salir con suavidad, pues sabía que eso representaba para ella a pesar de que en mi mente solían presentarse miles de fantasías donde ella era la protagonista. Pero mi realidad me decía que ella estaba rodeaba de chicos realmente populares y mejores en muchos aspectos por lo que me limitaba a ser un amigo como con todas las demás chicas.
Patrick Regnault
Fecha de inscripción :
29/01/2015
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