Vorhölle Circus / Afiliación Normal

Todo tiene su comienzo.

Un sueño, un deseo. Incluso un favor

Sin embargo, este circo no parece tener origen aparente.

La localización exacta no importa, tampoco el nombre del pueblo más cercano. Decir Alemania es decir que estoy diciendo demasiado, no debería hacerlo, pero tú... tú eres especial. Tú mereces conocer parte de la historia de este circo.

Solamente no se lo digas a nadie ¿vale? seguramente se pondrían celosos <3

Empecemos por presentarme: Norbert Vorhölle. Joven, guapo, adinerado. Un hombre con una carisma tan grande como su bolsillo. Recuerdo cuando inicio todo... los alrededores eran muy aburridos, la gente vivía una vida monótona. Fue cuando decidí que haría un circo, para alegrar su vida y la de otros, ya sabes. Todos necesitan colores en sus vidas

Pensé en que podía usar a la escoría de la sociedad como mis trabajadores, mis artistas ¿Caridad? ¿lastima? quizás. Toda persona cruza con una cruz, ellos lo harían, pero dentro de mi circo. Por supuesto, solamente tome a aquellos que tenían una habilidad extraordinaria, o un crimen muy oscuro...

El primer espectáculo fue magnifico. Sus enormes sonrisas, los aplausos, incluso los gritos de miedo de algunos pequeños al ver a las bestias salir. Sabía que volverían una y otra vez, solo era cuestión de tiempo. Como siempre, acerté. Y el circo empezó a tener más éxito del inicial, gente de diversos lugares viajaban solamente para ver al famoso Vorhölle Circus en acción.

Entonces decidí darles emoción de otra manera.

Planee un espectáculo nocturno, algo ideal, para que seleccionadas personas disfrutaran del show hasta su ultimo aliento. Por supuesto, no faltaron los envidiosos que nos acusaron de diversos crímenes, aprovechando nuestras actividades nocturnas; desapariciones, asesinatos... ¡en mi vida he conocido a una tal Marie Schmild! Quizás pudiera pensar cualquiera que fue algo negativo para nosotros, pero realmente no fue así.

Los rumores resultaron ser una estupenda publicidad para nosotros, sin pruebas, no podían acusarnos de nada por lo que continuamos haciendo lo que mejor hacemos. La gente entra al circo para comprobar por cuenta propia si realmente está maldito o no.

Pero como dicen...

La curiosidad siempre mata al gato.